Mundo vivo, catacumbas debajo de Pinus Nigra...

Reapareciendo el encapuchado, que miraba a todos lados del lugar donde apareció con mucha calma, bajó la cabeza en decepción cuando reconoció el lugar, sabiendo que estaba de nuevo en ese lugar donde había sido el evento de combate organizado por la tercera Anima; pero esta vez estaban en una zona distinta de aquellas catacumbas. Escuchando una sonata muy familiar tocada no muy lejos de su posición, la cual venía de un órgano gigante y siendo orquestada por un caballero de armadura, cuyo cuerpo era totalmente producto de la savia negra.

—¿De todos los lugares que podrías escoger para la batalla final, no pudiste elegir otro que no fuera mi antigua casa, verdad? —preguntando con una voz antipática al que tocaba la misteriosa melodía en el instrumento álmico gigante.

—Bueno, sabía que este lugar significaba mucho para ti, y que podía ser traumático, por lo que era fácil deducir que nunca se te ocurriría buscarme aquí. —Siguiendo con su composición mientras hablaba—. Porque ni durante la Ejecución de Almas de Rodrigo, sentiste mi presencia o la de tu hermano, ha ajajaja.

Verdad que hizo bajar la mirada al joven de la capucha, sintiendo cierta pena sobre sí mismo ante esa correcta afirmación. Pero la composición de la melodía que tocaba su padre no le dejaba pensar, estresándose cuando comenzó a tararearla en la mente.

—¡Esa canción se toca con violín, no con esa cosa! —exclamando cuando no pudo aguantar más su enojo por seguir oyéndole de esa forma.

Concediéndole su petición el caballero negro, extrayendo sus manos de las teclas del instrumento; mientras reía y mantenía los ojos cerrados en calma. Pero reabriéndolos en furia al dar un medio giro, mirando al muchacho con sus brazos separados y sacando unas cuchillas ocultas negras de sus muñecas, mientras desataba un vendaval de oscuridad.

—Y yo que pensaba que te sentirías orgulloso de que me aprendí la canción de tu madrecita. ¿Cómo era que se llamaba? —dijo con una mirada maligna y fría, cuyos ojos portaban una esclerosis blanca que resaltaba.

—"Réquiem del Alma", es la canción que mi mamá me compuso por ganarme mi existencia con empeño —contestando con cierta tristeza y la mirada baja, pero si levantar la vista sería hacía él y levantar el puño creó un fuerte vendaval sombrío; pues esa tonada significaba mucho para él—. ¡Algo que tú nunca entenderás, porque siempre me consideraste un fracaso; la peor versión fallida de Gamma!

Riendo perverso el villano que no esperaba más del mocoso; aunque el comentario sarcástico que dijo después no se lo esperó.

—¿Y de verás vas a Bailar con esas Antecuchillas como herramientas? Son las herramientas más difíciles de manejar; hasta a San Gabriel le cuestan y eso que él es un Arcángel. —Con sarcasmo opinó, pues aún no tenía en mente lo que ese tipo podría hacer después de tanto tiempo.

—Jajajaja —Carcajaeando por saber lo que tramaba Alfa con su opinión innecesaria—. Sé que estás intentando ganar tiempo para averiguar lo que puedo hacer; pero te seguiré el juego. Originalmente yo iba a hacer que bailarás con las versiones Deses negras y caballeras de mis piezas subordinadas que Ejecutaste hasta ahora; pero creo que ya sería molesto.

—Sin contar el hecho de que parecería un relleno para alargar más está historia —comentó en voz baja con sarcasmo y apatía el muchacho.

—¡Así que espero que no tengas vergüenza por bailar con tu padre está vez! —Con la mirada baja habló con voz tétrica.

Tomando posición de pelea el Ejecutor; aunque en su mente él quería ser el último en decir el comentario retórico.

—¡Yo debería decir eso, pues para ti siempre fui el fracasado y desgraciado de tus tres primeros experimentos! —comentó en contra, ya listo para la pelea final.

Levantando la mirada en arrogancia el caballero, una vez, El mejor científico o investigador número uno del Ejecutor de la defunción.

—ESE FUE MI ERROR CREER QUE MIS EXPERIMENTOS BETA, GAMMA, DELTA, ÉPSILON Y DSETA, IBAN A SER MEJORES. ¡CUANDO YO, TUVE ÉXITO A LA PRIMERA CONTIGO ALFA! ¡¡¡EL ALMA ARTIFICIAL QUE SUPERÓ A LA MUERTE MISMA!!! —Citando tanto para el chico, su primer experimento, como para él mismo y glorificándose a sí mismo por su perfección que ni él pudo comprender en su momento.

..................................................

Omega, el Caballero Negro. Líder supremo de Nueva Orden.

..................................................

—SI SOY TU PERFECTA CREACIÓN, ¿POR QUÉ QUERÍAS ACABAR CON JUZGADO Y CREAR UNA NUEVA ORDEN EXISTENCIAL? —preguntando firme y claro; cubriéndose del viento del viento que expulsaba la sola presencia del caballero negro, que incrementaba su fuerza.

—Porque a pesar de que tú, un simple Alfil, logró acabar con el gran tablero de juegos del invencible Rey Defunción ¡MI ESTÚPIDA COMPAÑERA PSI IMPLANTÓ SUS IDEALES EN TI, HACIENDO QUE DECIDIERAS SEGUIR COMO ALFIL EN VEZ DEL NUEVO REY NEGRO DE TODAS LAS EXISTENCIAS! ¡POR ESO HICE TODO ESTO, PARA QUE TE ENFURECIERAS Y USARÁS TU TERCERA DEFORMACIÓN AL SUCUMBIR POR LA IRA DE PERDER A TU MEJOR AMIGO! ¡¡¡Y TOMARÁS TODO A LA FUERZA!!! —gritando con rabia contaba sus verdaderas motivaciones—. PERO ME HA QUEDADO CLARO QUE, SI TÚ NO QUIERES SER EL REY DE TODO, YO LO SERÉ. ¡PREPARAOS PARA TU SELLAMIENTO PERMANENTE DE MÍ. OMEGA, EL CABALLERO NEGRO Y LÍDER SUPREMO DE NUEVA ORDEN!

Tras su autoproclamación el encapuchado se teleportó hasta la espalda del Caballero, y con su guadaña oscura sostenida a dos manos iba a cortarle la cabeza de un solo tajo, para acabar con esa cita de combate de una vez.

No obstante, Omega, que parecía distraído, detuvo su vendaval y giró su cabeza unos 180° para verle; cabe resaltar que nunca movió su cuerpo

—¡¡¡QUÉ PREDECIBLE!!! —gritó Caballero tras verle.

Teletransportándose el Ánima antes que su hijo siquiera pudiera pensar en ejecutar su corte final, y desapareciendo y apareciendo a espaldas del joven con la capucha, enterrando ambas de sus cuchillas en la espalda de él. Al mismo tiempo que sus puños le golpeaban, enviándolo a pocos metros.

—Cof... Cof... —Tosiendo y escupiendo la esencia de su alma azul con gotas de savia negra, mientras veía como el signo negro se manifestaba en el suelo y el indicador en el aire—. Je... ¿Creí que usarías un Ánima secreta, habilidad o alguna tontería así? ¿No imaginé que tendrías las agallas de enfrentarme tú mismo?

Afilando sus cuchillas el caballero oscuro para la pelea, mientras escuchaba las teorías cliché del Ejecutor dolido.

—Por favor, has derrotado a casi todos mis mejores hombres; ¡Mereces una pelea final digna! —Orando el villano final mientras seguía afilando cuchillas, comentando sus propias ansias y esperas—. He estudiado tu comportamiento. Y siempre te teleportas a la espalda. ¡¡¡NO SEAS TAN PREDECIBLE!!!

Fijándole el resentido Ejecutor y empuñando al aire su herramienta.

—¡Entonces, predice esto! —exclamó en alto con furia, teleportándose otra vez.

Reapareciendo a espaldas del enemigo e intentando realizar un tajo en su cuello, pero siendo evitado de nuevo por el villano al teletransportarse unos pasos y levitando.

—¡¿Otra vez con lo mismo...?! —quejándose de la pertinencia del muchacho, cerrando la boca por la interrupción del encapuchado.

—¡Todavía no termino! —objetó tras ver a su enemigo alejado.

Invocando el ángel de la Muerte múltiples agujas de oscuridad debajo del área de levitación del paladín savialmático, sin generar chacos de la brea porque ahora mismo estaba en Deformación dos; mientras aún sostenía su guadaña.

—¡¿Mmm...?! ¡Había olvidado que tus poderes se potencian en esa
forma! —dijo en voz baja para sí mismo, sin intentar siquiera esquivar las agujas que se clavarían en él.

Recibiendo él los ataques de muchas estalagmitas y estalactitas negras.

Manteniendo la espera el "Ejecutador" de aquel cúmulo de espinas, más no pareció sorprendido cuando el villano reapareció a sus espaldas; con la intención de cortarle la cabeza con sus dos Antecuchillas.

—¡¿ESA TÉCNICA NO FUNCIONARÁ CONMIGO?! —Oponiéndose el villano final antes de recibir el ataque del teletránsportado.

—¡Que no he terminado, dije! —acusó en contra el chico otra vez, y sin mirarle, pero decidido en seguir con su estrategía.

Fue entonces cuando el muchacho dio un vuelo rápido hacia delante, con un medio giro para verle la cara a su padre. Y con un movimiento de ambos brazos, transformó el lote de agujas que había mantenido presentes, en sus propios seres Des de estilo vampíricos, ordenándoles a todos ellos capturar al hombre con armadura. Normalmente a él no le gustaba disponer de sus Des-Ferátus, pero ahora no estaba peleando con cualquier Ánima.

—¡¿Pero qué...?! —Sorprendido el antagonista al ser capturado de las muñecas por cuatro de esos Des; dos por cada lado.

Oportunidad que no desaprovecharía el joven, teleportándose y apareciendo en vuelo, orbitando los hombros del adulto. Y moviendo sus manos para ejecutar su corte de gracia, pero su prisa le salió caro por creer que había ganado.

—¡Je, qué ingenuo...! —comentó Omega en gracia por ya haber calculado el factor Des, mientras agonizaban los Deses del encapuchado.

—¡Dah...! —Sonido leve que gimió Alfa al sentir un profundo dolor en su vientre, cayendo al suelo en posición fetal.

Y como no, el Caballero había producido una misma aguja de oscuridad salida del centro de su armadura, enterrándola en el vientre del encapuchado. Y por el efecto de Invocador golpeado con Deses presentes; su barra había caído a cero de un solo golpe, mientras sus Des-Ferátus agonizaban y se desintegraban como resultado.

—¡Je...! —Bufando el villano triunfador y libre, acercándose al agotado perdedor de la cita—. ¡Sabía que utilizarías la técnica de lo Deses en algún momento, y con ello solo bastaría un golpe para hacerte perder! Más no imaginé que la usarías tan pronto.

Fue entonces cuando el Caballero arrebatado de la ira, agarró la cabeza del chico vencido y comenzó a pegar su cara cubierta con su propia rodilla de metal. Iniciando un maltrato de puro placer; pues un villano normal solo sellaría a su enemigo y continuaría con su plan, pero esta era una pelea entre un mal padre y el muchacho rebelde.

—¡SE QUE SOIS MÁS LISTO Y FUERTE QUE ESO, MUESTRAME DE LO QUE ERES CAPAZ! —gritando y pegándole con muchas ganas.

—¡¡¡AHHH... AHH... AHH!!! —gritando de forma repetitiva por cada rodillazo que recibía, perdiendo su única guadaña en el proceso; sintiendo como si cada golpe le rompiera la cara una y otra vez.

Fue cuando en uno de esos rodillazos, el joven torturado sintió que su padre efectivamente estaba compuesto de savia negra, y eso no debería ser posible; un Savialmado de esa magnitud habría sucumbido desde hace tiempo. Pero si el caballero estaba hecho de Savialma negra, tal vez podría hacer algo.

En ese entonces el Savialmado negro menor, colocó sus palmas en la rodilla del caballero deteniéndolo, y ejecutando sin espera una maniobra antigua cuando bloqueo el ataque.

—¡¿Cómo...?! —Al sentir y ver como el chico se recomponía.

Fue allí como la perseverancia del chico combinado con su determinación logró absorber/robar, gran parte de la savia negra del Caballero, asimilándola como suya y recomponiendo sus fuerzas. Creando un pulso sombrío que expulsó súbitamente al científico loco.

—¡¡Puede que me haya oxidado al pelear contra un Sucumbido como tú, pero estás muy mal si crees que es la primera vez que bailo contra un Savialmado negro!! —Con sus dos guadañas recién invocadas (quien sabe cuándo) en los brazos decretaba mientras le apuntaba, reapareciendo el signo negro en el campo y el indicador en las alturas; y volviendo a restaurarse ambas barras.

—¡¡¡¿ESO ES IMPOSIBLE?!!! —gritando de forma errática e incrédula, mientras tenía sus manos en la cabeza.

Emoción e histeria que confundió al regresado y des encapuchado.

—¡¡¡YO SABÍA QUE ESTA DANZA NO SERÍA SENCILLA!!! ¡¡¡PUESTO QUE ERES ALFA, EL ALMA QUE ACABÓ CON EL ARCANGEL URIEL, EL INVENCIBLE DEFUNCIÓN Y LA REBELDE LILIANA!!! —Glorificando a gritos los logros del chaval extrañado, pero reprimiendo una rabia y celos al mismo tiempo.

Mientras el propio chaval se incomodaba por las alabanzas, principalmente porque él solo había logrado una de ellas; técnicamente de forma individual. Y ni siquiera lo hizo solo.

—¡¡¡AHORA, JÓDAMONOS AL MÁXIMO EN ESTA PELEA!!! —Extasiado el Caballero Negro por la emoción, blasfemando como cualquier Ánima loca que aseguraba la victoria antes de pelear.

Blasfemia que enojaba al chico, apretando sus puños de la rabia. Pues por ese individuo, y la excusa de hermano que tenía, era que odiaba las palabrotas sin sentido.

—¡¡¡SOLO LOS ESTÚPIDOS SE PONEN A DECIR GROSERÍAS!!! —Apuntando al caballero con su dedo índice derecho le gritaba el ejecutor, creando y enviando sus agujas oscuras como misiles.

—¡¡¡ESO ES, ENSÉÑAME DE LO QUE ERES CAPAZ!!! —Señalándolo con su dedo índice derecho también el villano.

Y mientras le apuntaba replicaba su Ejecución de Agujas; solo que en vez de Agujas de oscuridad disparaba enredaderas negras con espinas, emergiendo ellas de portales álmicos con forma de ojos savialmados negros a su espalda.

Teleportándose el protagonista, por tercera vez, y teletransportándose también el antagonista. Con el fin de enfrentarse.

Chocando cuchillas y guadañas, mientras las agujas y enredaderas lanzadas se estrellaban entre ellas en el aire. Comenzando una lucha de padre e hijo con cuchillos.

—¡NADA MAL HIJO, CASI ME ARREPIENTO DE HABERME CONCENTRADO MÁS EN GAMMA QUE EN TI! ¡CASI, JEJE! —Riendo por su falso comentario, mientras ambos mantenían su choque de herramientas en el aire.

Palabras que no afectaron la concentración del espadachín, o "Guadañero", de piel muerta, puesto que aquella relación la superó desde hacía mucho tiempo.

—¡Y A MI QUÉ, QUE NUNCA ME TRATARÁS BIEN! ¡NUNCA SERÉ COMO MI HERMANO PORQUE PREFIERO SER YO, NO ME IMPORTA QUE ESO NUNCA TE HAYA BASTADO! —gritando serio en adolescente mientras manejaba sus dos grandes guadañas con suma precisión y velocidad.

Revelación que sí impactó en el ego del mal padre (creador en realidad), perdiendo la concentración y apunto de recibir una de las cuchillas de su hijo (creación en realidad) en su cuello. Más lo evitó al teletránsportarse a la distancia, cerca del borde del signo, iluminándose los símbolos (X y Y) de su pecho mientras realizaba ese poder.

—¡¿Casi me da...?! —Atónito pensaba Omega, por su suerte de escapar a tiempo, la cual no quería admitir, sobándose la parte del cuello donde hubiese sido atacado.

—¡¿ESE TRUCO DE TELEPORTACIÓN PIRATA ES LA DE SAM, NO?! —preguntó el muchacho a lo lejos, sin abandonar su posición.

Teniendo así la atención de un todavía perplejo y casi decapitado caballero oscuro.

—¿SUPONGO QUE FUISTE TÚ QUIEN SE LA ENSEÑÓ, ESO O SOLO LA PLAGIASTE DE MÍ? —gritaba Alfa como continuación mientras observaba los dedos de su mano izquierda de puros huesos, ofendiéndole sin verle la cara.

Ofensa cual impactó en el ego del que se creía un científico de solo ideas originales.

—¡¿PIRATA, PLAGIO...?! —Con sus ojos rojos verticales y de pupilas de diamante negro, totalmente abiertos por la ira le respondía. ¡¡¡TÚ SOLO PUEDES TELEPORTARTE TRES VECES POR SERIE, EN CAMBIO YO DE FORMA ILIMITADA!!!

Ahí fue cuando el Jefe final totalmente iracundo perdía el control, gritando de los celos, e iluminando las letras EQUIS (X) y YE (Y) de su pecho; de azul y rojo, respectivamente.

Comenzando a teletránsportarse a todos lados, y creando grandes orbes de savia negra por donde quiera que iba.

—¡...! —Callado y serio el ejecutor, mantenía la vista centrada a donde él iba.

Sin imaginarse él que su padre aparecería a sus espaldas, arrancándole sus alas negras a sangre fría. Y arrojándolo al suelo como un meteoro con una patada en su cuello tras elevarlo antes, combinación de ataques que hizo que su barra cayese de su 30 a 15. Contando el daño sufrido cuando se estrelló en el suelo.

—¡¿Ayy...?! —Desestabilizado de su vuelo y poniéndose de pie exclamaba en voz baja, colocando su mano en los agujeros de su espalda mientras pensaba en la provocación que había dicho antes—. ¡¿No pensé que le afectaría tanto esa palabra?!

—¡¿VEAMOS SÍ SABES BAILAR ESTE PASO?! —gritando y mandando todos sus orbes, que no se sabía cuándo los invocó, al mismo tiempo al chasquear con ambas manos.

Mostrando los dientes de la preocupación el adolescente que aún no podía teleportarse, arrojando sus agujas a varios orbes que a él venían, haciéndolos explotar en el aire. Pero rápidamente entendió lo que pasaría.

—¡¿No, no lograré a tiempo?! —pensó dejando de disparar al calcular lo que podría suceder de seguir así, mirando a todos lados en busca de un espacio abierto—. ¡¿En ese lugar no viene ninguna?!

Corriendo por la zona donde no venían orbes.

—¡¡¡ESTÚPIDO, MIS ORBES SON TELE-DIRIGIDOS!!! —Gritando con euforia el villano.

Más la verdadera estrategia del corredor no era esquivarlas, sino tener la espalda segura. Demostrándolo cuando él mientras corría y dio un medio giro rápido en el aire tras un salto pequeño, invocando agujas al frente de sus manos y generando un escudo a base de ellas; y al tener la espalda libre no tuvo que preocuparse de defenderse por detrás, aumentando la cantidad de agujas en su barrera. Todo realizado tres segundos antes de recibir los orbes, generando una gran explosión álmica oscura como resultado, que cubrió al chico.

—¡¡¡¿...?!!! —Perplejo y callado un Omega serio ante la estrategia del mocoso con alas restauradas, especialmente porque parecía más descansado que antes.

Para luego escuchar su explicación del muchacho, que hizo solo por presumir.

—¡QUÉ...! —Elevando las guadañas el chamo tras irse todos los restos de la explosión, mientras sonreía en soberbia—. ¡¿OLVIDASTE QUÉ TAMBIÉN PUEDO ABSORBER LOS ATAQUES DE SAVIA NEGRA SÍ ME PROTEJO A TIEMPO?!

Apretando sus puños el ser cegado por su egocentrismo, principalmente por el hecho de que había cometido un error. Viéndolo en la barra de su joven enemigo, el cual aumentó de 15 a 25.

—¡NO MÁS! —harto de la burla esbozó, teletransportándose de inmediato.

Apareciendo frente al chico y comenzando una nueva pelea de cuchillos. Solo que esta vez él aprovecharía totalmente su poder de aparecer y desaparecer, atacando y desapareciendo sin control. Y atacando sin control a su excusa de falso hijo.

—Arg... Ahh... Dahh... —Recibiendo las cuchilladas de distintos lugares, cuales mermaban su barra de poder álmico de forma leve pero sucesiva.

—¡¿Qué pasa mocoso, desearías tener mi poder?! ¡Guía jajajá! —Hablando mientras aparecía y desaparecía.

Sin decir nada el joven, no más se propuso a esquivar todo lo posible, pero como no sabía dónde aparecería después optó por dar saltos de forma aleatoria. Logrando esquivar algunos ataques, pero recibiendo otros. Cayendo cuando el Caballero le puso el pie encima, haciéndole caer y quedando a su merced.

—¡Guía ajaja...! —riendo por la tontería del caído, mientras en su mente surgían imágenes—. ¡Esto me trae recuerdos a la mente! ¡Pero no hablaré de eso ahora! ¡Prepárate para ser sellado!

Invocando Omega allí un objeto álmico con que sellarlo, un medallón negro con el símbolo de Nueva orden grabado en él. A solo un segundo de enterrárselo entre las alas del caído. Pero, un segundo bastó para que el Caballero cayera y dejando de pisarle con la bota, posando su puño en el suelo concentrando su peso en ese punto. Pero al último segundo de sellarle, comenzó a sentirse muy debilitado y agotado, hasta no se podía mover,

—¡Aaarg...! —Respirando sumamente agotado y confundido por su estado físico que no tenía sentido de suceder; o eso él creía—. ¡¿Qué me... está... pasando?!

En ese entonces un fingido Alfa se había recompuesto, poniéndose de pie y realizando un corte diagonal en el cuello de su padre. El cual terminó por cortarle la cabeza.

—¡¿AAAHHH...?! —gritando ante el corte el villano y perdiendo todo el 5% que quedaba en su barra. ¿Pero sino recibió tanto golpe, o sí?

Escuchando la respuesta a la pregunta del millón por parte del mocoso.

—¡Obviamente, tanto aparecer y desaparecer, y Ejecuciones raras terminaron por agotar tu barra! —Contando la duda con un tono de sabérselas todas el sonriente Vargas—. ¡Sabía que no te ibas a dar cuenta de tu barra mientras me mantuvieras sometido, así que solo me propuse a recargar mi barra lo necesario hasta que agotarás la tuya, para después hacerte creer que ya no podía seguir y luego darte el corte final!

Explicando él de forma innecesariamente detallada, mirando como el Caballero descabezado gritaba. Más su agonía pasó a risas malignas tras un breve tiempo; recogiendo el cuerpo su cabeza y re-colocándosela.

—¡GUÍA JAJAJAJÁ! —Riendo de forma siniestra mientras parecía estar recuperando energías.

Preocupando al joven con una sola guadaña entre sus manos que miraba como el signo negro en el suelo no paraba de titilar, observando en el cielo el indicador que daba vueltas de forma descontrolada. Quedando estupefacto cuando las barras álmicas volvieron aparecer, ambas de vuelta en un 100%; como si fuera una nueva cita de combate.

—¡¿PERO QUÉ...?! —Estupefacto gritó por lo que creía imposible, ya que estaba seguro que había ganado—. ¡¿PERO, SI DEBISTEIS HABER SIDO TRAGADO POR EL SIGNO ROJO?!

—¡¿Y enviado a dónde maldito mocoso, al Infierno?! —cuestionó al retomar su compostura con una pose estable, juntando los talones mientras separaba sus brazos que miraban al suelo, mostrando sus cuchillas oscuras. Una pose que hacía referencia al inicio de la batalla anterior, pues está podría ser una nueva.

Estabilizándose el signo negro bajo sus pies, y demostrando que la cita no había terminado. O más bien; si terminó, pero otra comenzó.

—¡Acuérdate que Gabriel impidió el acceso al Mundo del Averno y a su submundo! ¡Por lo que solo te queda la opción de extinguirme, guía jajaja! —Riendo por la conjetura indiscutible.

Palabras que molestaban al muchacho, por no encontrar sentido a otra indiscutible verdad.

—¡¿PERO POR QUÉ QUIERES QUE TE EXTINGA, QUE NO APRECIAS TÚ EXISTENCIA?! —gritando por la estupidez que su padre le obligaba hacer.

—¡Patético, Gamma no hubiera dudado de ser tú! ¡Por eso él siempre será mi experimento favorito, y mucho mejor que tú! —dialogando fríamente al ver la resistencia del joven por negarse a usar su don.

Palabras que afectaban al joven, cerrando sus ojos por la pena de ser obligado a usar su poder. Monologando el peso de ser el hermano mayor, y lo que ha tenido que hacer desde hace mucho.

—Antes creía que podía ser igual a él, pero hace tiempo entendí que no porque hayamos sido algo cercano a hermanos debemos ser iguales... —hablando en voz baja tanto para él mismo como para su creador, abriendo los ojos de golpe después y subiendo la voz en el siguiente comentario—. Es por eso que yo debo ser el Ejecutor de la Muerte y no él. ¡Porqué, a diferencia de él, yo no dejo que mis emociones nublen mi juicio!

Idealización que enfureció a su padre, abriendo los ojos por la ira que le carcomía el alma. Venidas de solo comparar a Alfa, su pretexto de hijo, con la llamada Psi, su pretexto de compañera científica.

—¡¡¡YO TE CREÉ, ELLA NO!!! ¡¡¡¿POR QUÉ ERES TAN INSERVIBLE?!!! —gritó en ira al levitar el villano que ya no aguantaba más.

Invocando su segunda guadaña faltante con el chasquido de la zurda el joven que se encapuchaba con una leve movida de su cabeza, atajando la cuchilla zurda con la mano izquierda. Entrando a otra lucha de cuchillos los dos rivales.

—¡Tal vez, pero siempre sentiste vergüenza de mí! ¿No te acuerdas de, "eres la versión fracasada de Beta y Gamma, tu existencia es una mera burla?" Eso era lo que siempre me decías —hablando mientras golpeaban sus metales oscuros, sonando sus golpes al ritmo de la pelea.

—¡¿ENTONCES POR QUÉ NO TE VENGASTE?! ¡¿POR QUÉ NO TE HICISTE DEIDAD AL EXTINGUIR A DEFUNCIÓN?! ¡¡¡¿POR QUÉ SIGUES EXISTIENDO?!!! —golpeando con ira las guadañas del chico.

—¡Porque sí, y me gusta existir...! —habló tras alejar los brazos del villano—. ¡Y callar a mentecatos como tú!

—¿...? —Mudo antes las firmes palabras del chico, pues eran simplemente eso y nada profundo.

Sonriendo el joven por la mudez de su creador, sujetando con firmeza ambas herramientas. Comenzando él a telepotarse tres veces de forma sucesiva y sin aparente orden, ejecutando en cada aparición un tajo cruzado en X minúsculo, y al terminar, con unas maniobras colocó sus herramientas a su espalda (a pesar de no tener vainas algunas) chasqueando con ambas manos al terminar, ejecutando el poder de los tres cortes en Equis que había hecho antes. Iluminándose el cuerpo del paladín oscuro con una gran X azul, revelando que se trataba de pequeñas Ejecuciones vectoriales, y que al combinarse en un solo punto generaron una gran Ejecución Vectorial que terminó por barrer de un solo golpe toda la barra del líder de la orden.

—¡¡¡¿NOOOOOOOO, IMPOSIBLEEE...?!!! —gritando de la agonía mientras expulsaba toda la savia de su ser en bruma negra.

Dando la vuelta el encapuchado al origen de la explosión, donde estaba Omega. Sabiendo que debía extinguirle de una vez por todas; aunque una parte de él no quería tener que hacerlo.

—¡LO SIENTO, PERO ME OBLIGASTE A ESTO! —dijo al voltearse y expandir sus alas en ese vendaval de savia negra.

Sacando sus guadañas de la espalda y volando a donde se expelía toda la oscuridad. Oscuridad que incluso le dificultaba la vista y le desencapuchó, más no iba a rendirse por ello, manteniendo su rumbo en esa dirección; hasta que escuchó un ruido proveniente de lo profundo de esa oscuridad. Vislumbrándose dos ojos rojos verticales desde el centro de esa oscuridad profunda.

—¡¡¡YO TAMBIÉN LO SIENTO!!! ¡¡¡POR NO HABERTE MOSTRADO TODO MI PODERRR!!! —gritando un posible Omega, pero con una voz más tétrica y aterradora que antes.

En ese entonces, todo el vendaval de oscuridad hecho de savia negra que era expulsado del centro de ese huracán cambió de dirección. Siendo ahora absorbido devuelta a su origen, mientras los dos ojos rojos del centro se fusionaban y aumentaban su tamaño; convirtiéndose en un gran ojo que variaba de entre blanco y rojo, con una pupila de diamante negro.

—¡¿Pero qué ejecuciones...?! —preocupado y alertado se dio la vuelta, volando para alejarse, mientras sentía que algo dentro de su alma era absorbido. Algo como una sombra, o parte de su Alma.

Cayendo al suelo el joven, que al reabrir los ojos veía un gran muro negro compuesto de savia que rodeaba el área cuadrada de piso liso negro; sin rastro alguno del signo negro que antes andaba en el suelo o el indicador en las alturas. Porque esto ya no era una cita común, sino una pelea por existir.

—¡¿Qué diablos...?! —Levantándose y mirando las paredes de oscuridad pura del lugar; como si estuviese en un lugar inexistente.

Intentando volar o levitar por lo menos, pero en ese lugar no había nada solo él. O eso creía hasta escuchar la maligna risa de la misma voz de antes, proveniente desde atrás.

—¡¡¡GUÍA AJAJAJÁ!!! —riendo un ser que por lógica debería ser su padre, pero ya no debería ser el mismo.

Dando un rápido medio giro el adolescente de dos herramientas. Atónito, patidifuso y nervioso de la transformación final que había sufrido su creador.

—¡¡¡¿SERÁS UN MALDITO CONCHE...?!!! —Casi diciendo una grosería muy fuerte de la impresión y enojo, pero tapándose la boca al darse cuenta que se había dejado llevar por la ira; y para él esa no era excusa como para ponerse hablar así.

Aunque quién podría culparle si se le saliera una por error, Omega había sucumbido ante la Savialma Negra, convirtiéndose en un gigante ser amorfo que simulaba a la forma de un Alma de nivel 1 (alma en pena) cuya composición completa era de savia negra. Pero esta tenía alas demoniacas en la espalda, grandes manos levitantes de color oscuro, una aureola gigante amarrilla, una gran boca con púas blancas que también simulaban las pestañas (o algo así), teniendo ojo vertical rojo con una pupila de diamante negro en su interior, dos pequeños ojos rojos falsos sobre el gigante, y por último una gran corona pálida en su cabeza con el símbolo negro de Nueva Orden dibujada en su centro; cual lo marcaba a él como la verdadera pieza del Rey del juego de ajedrez que fue todo su plan desde que inició la fase uno para conseguir una Nueva Orden existencial en el más allá.

...............................................

Continuará...