Capítulo Final (1-3). Fin del Juego.
Entre tanto, en el conflicto en Averno...
La batalla entre Supervisores contra los nuevos adeptos de Nueva Orden había llegado a un punto crítico, donde el número de agentes activos presentes (de ambas clases de los oficiales) se había reducido altamente, debido a que los Des-Caballeros de la orden y sus Savialmados parecían aumentar su poder gradualmente; logrando que tan solo uno de ellos pudiera hacerle frente a un veterano Supervisor y sellarlo. Pero a pesar de las bajas, los oficiales del más allá, no se rendían.
—¡Uff...! ¡Estamos en un aprieto, dudo mucho que podamos resistir por más tiempo! —comentando un agente Demonio y capitán Supervisor, junto a otro capitán con indumentaria opuesta.
—¡Arg...! —Dolido y con su mano cubriendo su hombro sin brazo, le acompañaba en su lucha ese Supervisor Capitán Ángel, secretando su esencia álmica por la difícil batalla—. ¡No importa, las órdenes del Doctor tiempo son retrasarlos, no vencerlos por ahora!
—¡Ja, yo nunca he dicho que me echaría atrás! —Tomando una actitud sarcástica el varón del negro, frente al veredicto del varón de blanco—. ¡Si destruyen la barrera "Cortaalmas" de este mundo, estaríamos en un aprieto mucho peor!
Mientras el agente con sarcasmo sugería de piel negra; todos ellos, como una de las pocas defensas que quedaban en ese mundo, observaban a su frente a la gran oleada de enemigos: Ánimas Savialmadas y Recién fallecidos, condenados enemigos potenciados por el poder de la savia; además de tener ellos el apoyo de los Deses mejorados de la orden. Lo que hacía que los diferentes miembros de la entidad supervisora de Almas se pusiera en dudas si podían seguir, hasta el aviso de otro agente atrás de los dos Supervisores.
—¡¿Mirad, algo les está sucediendo?! —Avisando con premura mientras les apuntaba con su dedo índice.
Efectivamente, aquellos dos líderes de escuadrones, de vestimentas distintas, prestaron atención a sus enemigos. Y como ellos empezaban a retorcerse y escupir savia, suceso que comenzaba alegrar a los Supervisores; creyendo que el Sacerdote que les había suministrado la savia ya había sido derrotado. No obstante, sus esperanzas fueron mermadas por otro aviso.
—¡¿Esperen, algo no está bien?! ¡¿Mirad otra vez?! —Con preocupación pidió otro agente Demonio del fondo tras ver con más detalle.
Y como no preocuparse, los Savialmados que parecían perder su poder se levantaban otra vez, y no solo eso su savia cambiaba de color; de blanco a negro. Emanando un poder distinto, pero igual de poderoso; comenzando a reír malévolamente todos los distintos seres que habían jurado lealtad, cuales variaban de Manifestación: algunos en 1, pero la mayoría en la 2. Lo mismo pasaba con los Des-Caballeros.
—¡¿Qué pasa, no os gusta nuestra nueva imagen?! Guía jajaja —Riendo siniestramente un capitán de Ánimas, como el resto del ejército que lideraba.
Malvadas carcajadas en conjunto que volvieron a poner en modo de pelea a todos los agentes, a pesar de sus visibles moretones y agotamiento.
—¡No importa si nos sellan al final, nunca nos rendiremos ante vosotros! ¡Les debilitaremos al menos! —Exclamando de ira ante sus oscuros enemigos el moreno de los buenos.
—¡O NO AMIGO, OS EQUIVOCÁIS! Y mucho—-gritando de su regozijo y dando unos pasos en el aire mientras mantenía los brazos alzados como un clérigo—. ¡SÍ OS SELLAREMOS, PERO PRIMERO PROBAREMOS NUESTRO NUEVO PODER CON VUESTRAS ALMAS MAGULLADAS, JIA JIA JIA!
Juramento que provocó que los Des-Caballeros negros sacaran sus cuchillas ocultas de sus muñecas, volando dos de ellos al capitán demoniaco, cuando su líder savialmado levantó el dedo al señalarlo. Cubriéndose ese agente, pero no recibió nada por su compañero, también capitán, que detuvo a los Deses con su herramienta álmica invocada; una especie de gran espada-escudo.
—¡NO OS RINDÁIS SOLO PORQUE ACABAMOS DE ENTRAR AL MODO DIFÍCIL! —regañándole a su compañero a gritos mientras retenía a los dos Des con armadura negra.
Acto de valentía que enfureció al vil líder enemigo y de negro ser.
—¡¿HACED SUFRID A LOS SUPERVISORES?! —gritó para sus camaradas y esbirros sin alma mientras les señalaba con su dedo negro del medio, creyéndoselas el muy malo por solo usar ese dedo "supuestamente grosero para los vivos".
Imitándole el capitán Demonio de Juzgado al mandar también a sus agentes, igual con el angelical; a pesar de estar ya en una confrontación. Iniciando así unas de las batallas que decidiría si ese mundo caería ahora o luego. Pero, es solo una de las varias que ahí se llevaba a cabo porque en otro lugar otra batalla iba a iniciar también; una que decidirá sí los malos ganaban o los buenos.
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Fontrera de Averno-Infierno, segundos después...
Tras el chasquido del verdadero líder de la orden, la fase final del plan de la Nueva Orden Existencial había llegado a su clímax, gracias a la savia negra.
—¡¿Qué ha hecho?! —preguntando el confundido Arcángel tras observar el repentino cambio de forma del villano, y su chasquido recién ejecutado.
—¡Parece que él, finalmente ha descubierto como un Alma puede asimilar la Savia! —respondiendo tanto para su "amigo" confundido como para el antiguo sirviente del ahora caballero negro—. ¿No es así, Papá?
Riendo el padre del joven Ejecutor, por su mención con ese título. Más De Arcángel no había terminado de hablar.
—¡¿No me interesa que se haya cambiado de color, ni menos que sea vuestro padre?! —cuestionándolo con una actitud algo infantil—. ¡Si no que ha chasqueado, y se pudo sentir un pulso de poder como resultado, así que ha tenido que hacer algo!
Rascando su nuca el apenado adolescente de negro, a pesar de estar su rostro oculto bajo la capucha, a punto de contestarle. Pero perdiendo su oportunidad por el megalómano de negro que decidió monologar su genialidad como típico villano.
—¡¿Qué perspicaz, San Gabriel, jeje!? —Cruzando los brazos el levitante antagonista, mientras su capa rota se balanceaba por si sola—. Ese chasquido convirtió a todos mis seguidores blancos en negros. ¿A que no sabías que un Sacerdote podía compartir también su propio tipo savia, verdad hijo?
La pregunta molestó al encapuchado, levantando su puño mientras tenía la vista puesta en su supuesto padre.
—¡Me da igual, solo debemos vencerte y tu plan se desplomará definitivamente! —platicó en contra.
—Aww, hijo... —Con la mirada baja y ojos cerrados negaba con la cabeza en total decepción—. A pesar de haber pasado tanto tiempo, aún mantienes tu mente tan cerrada como antes. Seguramente por culpa de tu crianza con Psi.
Aquel nombramiento de su única y verdadera madre provocó una ira repentina en el encapuchado, convirtiendo sus irises redondas rojas en verticales, a causa de la locura y furia que sentía con solo escuchar aquella fuerte grosería.
—¡¿NO TE PERMITO QUE HABLES ASÍ DE MI MAMÁ?! —gritó con ira, invocando de un rápido chasquido una de sus guadañas sombrías, teleportándose al instante.
Volviendo a cerrar los ojos mientras negaba con la cabeza el caballero, pues predijo evidentemente la estrategia del joven precipitado.
—Aww... Como dije, nunca cambias— dijo sabiendo lo que su hijo haría solo por el coraje que ahora tenía.
Cuando sin espera el villano sacó una cuchilla oculta de su muñeca izquierda, de forma similar a sus esbirros paladines zombis del más allá; o a unas antiguas leyendas del más allá. Dando un giro con la parte superior de su cintura (en una forma de la cual hacía parecer que no tenía huesos), chocando su única cuchilla con la guadaña del teleportado y repeliendo su ataque. Mientras un asombrado joven teleportado perdía sus ojos verticales tras el ataque bloqueado por la impresión.
—¡¡¡¿Pero qué...?!!! —Boquiabierta por el sorpresivo movimiento, chasqueando con su mano izquierda para invocar su otra herramienta y atacar con ella.
Pero anticipándose a sus acciones, el nuevo Caballero también sacó su otra cuchilla. Y con un rápido pensar la incrustó en la rajadura blanca en su pecho, la que fue hecha por un manipulado Gabriel anteriormente, y mientras sufría del dañó su padre, este último lo atacó con sus cuchillas a golpes y lo envió junto a sus amigos.
—¡¿Estás bien...?! —Ayudándole a pararse le preguntó el Alma títere conocido como Cruz, a pesar de sus claras rajaduras negras; las cuales se produjeron a pesar que el caballero solo le dio dos o tres golpes.
Observando los ataques en el chico el ángel que se oponía ante tal brutalidad.
—¡SI ÉL ES VUESTRO HIJO!, ¡¡¿CÓMO OS ATREVÉIS A ATACARLE ASÍ?!! —discutiendo el honorable y bandido Gabriel ante el caballero a lo lejos.
—¿Hijo...? —Inclinando la cabeza dijo con una inocencia fría en su siniestro semblante—. Yo solo le dije así por broma, pero creo que los sustantivos que mejor se acomodarían a nuestra relación serían de Creador y Creación, jajajá.
Creando conflictos entre dudas y resentimientos en el juez, pero antes que se preparará a atacar él con sus discos. Fue detenido por el herido.
—¡N-no, Gabriel, no te encuentras en plenas condiciones para p-pelear con él...! —hablándole mientras se ponía de pie con la ayuda del antes títere humano—. ¡S-so, solo... Fue mi culpa por no extinguirle antes! ¡Esto es consecuencia de mis errores!
—¡Aún no estoy muy claro de lo que pasa aquí, pero esto no es una revancha o asunto familiar! ¡Si no le detenemos los tres juntos de una vez...! —decretaba como si le estuviera hablando a un niño o Recién, pero cerrando la boca cuando la cólera surgió en el chaval.
—¡ÉL NO ES MI PADRE EN REALIDAD, ÉL ES MI CREADOR! ¡DEJAD DE PENSAR QUE LA VENGANZA ES MI ÚNICO OBJETIVO...! —gritó con ira y estrés, sacándose la capucha—. ¡Mis hermanos y yo lo considerábamos nuestro padre por habernos creado, más solo éramos sus experimentos! ¡Yo no lo detuve antes porque lo consideraba como tal, pero ahora que es un Sacerdote negro, solo un Savialmado negro como yo puede derrotarle! Así fue como yo pude derrotar a Defunción.
Tras contarle el adolescente de cachetes cortados, que solo un Savialmado negro podría vencer a un Sacerdote de su mismo tipo, finalmente entendió el Arcángel que ese muchacho era lo que afirmaba. Bajando la mirada en rendición y dando unas últimas palabras.
—Entonces, dejadme refrescar vuestra alma. —Tras lo dicho, el Arcángel ejecutó una de sus Ejecuciones de Arcángel en él, Refrescamiento álmico.
Restaurando por completo su energía, y restableciéndolo de cualquier rajadura blanca o negra, y cubriéndole de la luz celestial. Pero aquel acto de amabilidad solo causó humor en el jefe final de la historia; no muy lejos de ellos.
—¡Suficiente de charlas motivacionales, hijo! —exclamando ante su aburrimiento
—¡¿Yo no soy tu hijo?! ¡Te considero a ti y a Gamma como tal para no olvidar quien soy, pues una vez fueron las Cruces de mi existencia! —respondiendo por su estrés.
—¡COMO SEA! —gritó y chasqueo con ambas manos —. ¡CLAP, CLAP!
Chasquidos que llamaron a muchos de sus esqueletos sombríos con armadura en algún lugar de los cielos de ese mundo, los cuales por órdenes de su sacerdote enterraron sus manos en la grieta dimensional de la alcabala de ese mundo. La cual se estaba cerrando sola antes, pero ahora que los Deses pusieron sus manos en ella, la volvían abrir lentamente; observando ello el trío de monocroma Negro-Gris-Blanco.
—¡Yo diría que tienen como 10 minutos antes de que la barrera Cortaalmas de Aveno sea destruida por mis Des-Caballeros negros! —Observando a sus peones negros humanoides trabajando, colocaba su mano enguantada bajo su mentón, viendo a su primer hijo/experimento después—. ¡Así que Alfil, cuando quieras actuar como un verdadero hombre y enfrentarme te estaré esperando, solo atravesad este signo para nuestra cita!
Invocando una especie de nuevo signo existencial, compuesto de savia negra, el villano con otro chasquido; haciéndose presente portal de forma paralela y vertical a su invocador
—Te veré del otro lado... —Caminando para atravesarlo, pero deteniéndose al recordar algo—. Ah, y para que te apures y no me dejes en pausa, os tengo un regalito para vosotros. ¡Guía jajajá!
Con un aplauso del que era cubierto por las sombras del signo desconocido, algunos de sus Peones esbirros bajaron al suelo. Levitando directo hacia el chico que no se acordaba que los Sacerdotes de la savia también podían invocar sus propios signos a cualquier destino, pensando a donde se dirigiría su padre. Ignorando a los esbirros sin alma que se acercaban a él a toda prisa. Pero, a pesar de su pensar inútil, alguien sí se percató de ellos y se precavió por detenerlos.
—¡¿Mesías, vamos...?! —llamándole Gabriel y señalando a los Deses al mover su cabeza en la dirección que venían.
Avispándose el antes títere, que con un chasquido suyo logró una nueva deformación de su ser, adquiriendo una misma armadura blanca del Caballero Blanco; pero destacando esta por ser más a la medida y no tener el símbolo de Nueva orden, y dejar su cabeza descubierta. Invocando la misma espada que tenía el "Caballero Blanco" de antes, revelando que esa herramienta en realidad era suya, y no de "Omega".
Entrando a la acción ambos sujetos de blanco y gris, peleando con los Deses mientras el santo del dúo le hablaba al negro en coma de atrás.
—¡Ejecutor de la Muerte, Alfa! —Llamándole el santo y sacándole de su trance—. ¡No sé por qué, pero siento que os conozco desde lo más profundo de mi ser, así que dime...! ¿Podré fiarme de que cumplirás vuestra misión?
Con aquella sincera pregunta un Alfa perplejo guardó un segundo de silencio. Asintiendo firme y claro de su misión, puesto que no le fallaría a su verdadero jefe, amigo del alma y hermano. Teniendo libre su campo de visión cuando sus dos aliados de blanco y gris alejaron a los Deses con un empujón, teleportándose el joven al Signo de savia negra y siendo transportado por este cuando llegó; encapuchándose y alistándose para acabar con el científico loco que le creó.
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Conitnuará...
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