Capítulo VI-Y (2-2). 5ta Ánima.
Averno, Llanuras Obsidiana. Minutos después...
En los campos sin mecanismos ni grandes artefactos, ese lugar sería como la versión infernal del Bosque de entrenamiento de Paraíso. En tiempos normales los Aprendices y Prácticamente a Supervisores demonios practicaban sus habilidades álmicas, en los kilómetros rocosos de roca volcánica negra pura y lisa.
Sin embargo, ahora solo allí se encontraban Supervisores demonios en una ardua batalla contra un Des ejército de la orden. Pero la horda Des era diferente esta vez, aquellos esbirros sin alma lucían un nuevo aspecto; caballeros esqueléticos, o Des-Caballeros según los agentes más cercanos habían escuchado. La diferencia más notable de ellos respecto a la anterior versión, era que estos solo se componían de tipo Y, luciendo una armadura y capa caballeresca de blanco; y con respecto a su actuar: una capacidad de seguir ordenes, un estilo de pelea menos agresivo, pero más táctico. Y, además, no parecían poseer la rara habilidad transmutativa vista en paraíso, pero podían utilizar unas herramientas propias, al emerger de sus muñecas; de una mano o ambas al mismo tiempo.
La invasión del lado enemigo además de sus Des soldados, poseían también varias Ánimas como capitanes. Pero allí había dos líderes de la orden como la mente maestra de aquella invasión.
—Gasoí, ¿todas las minas del Vero ya han sido colocadas? —preguntó observando la batalla el 5ta líder de Nueva Orden, hablándole a su jefa y segunda al mando.
Aquella villana de porcelana miraba en silencio el campo de batalla, juntando sus manos enguantadas atrás de su espalda. Manteniendo la espalda y rectitud firme.
—No esperaba que ya estuvierran listas en este momento, perro sí; nuestrros Des-Caballerros han colado las minas mientrras los capitanes y sus Des mantenían distrraido a Juzgado —informó ese ser color lima, mientras fumaba bajo el casco.
La quinta Ánima, conocida como Gasoí. Tal vez uno de los diez líderes más misteriosos de la orden, además de tener la astucia de un avanzado ingeniero, era conocido por haber modificados los Des-Ánimos originales del caballero, fabricado las ya mencionadas minas de Verosén y diseñado diversos artefactos que Nueva orden utiliza; el misterioso villano con acento español ruso también poseía conocimientos sobre otra sustancia casi tan poderosa como la savia, el Verosén. Sin embargo, sus motivaciones por haberse unido a la asociación eran desconocidos; llegando muchos a creer que él no necesitaba motivaciones para causar el caos en más allá.
—No seáis tan modesto Gasoí, vuestro conocimiento y efectividad nunca ha fallado. Vuestra competencia es tan buena, que ha sido sospechoso que no sepamos nada de ti; ni siquiera os habéis tentado a usar la técnica potenciadora, ni una sola vez —discutió en sospecha la lideresa número dos.
A continuación, los dos seres de gran inteligencia invocaron diferentes paneles que mostraban varios sectores de la invasión, visualizando los puntos marcados donde se localizaban los explosivos.
—¿Qué me intentas decirr Superrvisorra? —preguntó tras resoplar un humo verde de su habano, abriendo su casco con cuidado; evitando mostrar su rostro, aunque no parecía tener ningún detalle además de sus grandes ojos en blanco.
Minimizando sus paneles la dama de vidrio, y al desintegrarse ellos ella se giró para ver directamente al ingeniero.
—Digo qué, sois diferente a los otros miembros; inclusive a nuestro Caballero, y por supuesto, a Gamma. Sabéis que la Savialma es un poder difícil de manipular, y que controlarlo por mucho tiempo sin estar debidamente preparado es un peligro. ¿Cuáles son vuestros motivos para estar en la orden? —preguntó directamente.
Logrando que el fumador se concentrará en ella, cerrando sus paneles.
—Todos tuvimos nuestrros motivos, Antonio y Seishin se enamorrarron de ti; Alba, Gamma y Luis vengarrse de Alfa, el Ejecutorr; Caballerro quierre acabarr con la orrden existencial actual; Rodrrigo y Yurrei alcanzarr un falso ideal; y tú derrocarr a tu herrmano para tenerr el control absoluto de Juzgado. Dejad las cosas así —habló con la pura intención de acabar la conversación.
Entrecerrando sus ojos vacíos la villana pensativa.
—¿Si sabéis mis intenciones? ¿Por qué no habéis intentado nada para detenerme? —preguntó curiosa.
—Porrque no interrviene con los míos —aclaró sin expresión alguna, aunque sí frunciendo más la vista.
En su charla y con la batalla en segundo plano, una gatita se dirigía hacia ellos dos. Corriendo a toda velocidad evitaba entrar en los conflictos que hallaba en su camino, y no necesariamente por evitar tener contacto con algún signo negro; ya que en ese mundo los signos negros no se manifestaban cuando dos Almas se enfrentaban, pero en cambio el sufrimiento que sentían era mucho mayor.
—¡Allí están! —Pensaba al ver a las Ánimas no muy lejos en su camino, acelerando su corrida—. Solo un golpe y el ejército Des se desintegrará.
La velocidad de la gatita naranja era abismal, ni siquiera los dos líderes la verían.
Lastimosamente, la Angelina imposible de sorprender detectó el poder álmico que emitía la minina en su aceleración; abriendo sus ojos por la velocidad en que se acercaba. Y como si en cámara lenta sucediera, aquella mandamás de cristal tomaba lentamente una postura de limbo. Esquivando en un leve rozamiento el cabezazo de la felina que cerraba los ojos durante el ataque, reconociendo que se trataba de su condenada Aprendiza mientras le pasaba saltando sobre su escote.
Y a pesar de no haber impactado en su maestra doble cara, una Minian deformada si impacto en el torso del astronauta; siendo lo que más se podría asemejar él. Enviándolo a pocos metros de distancia boca arriba por él ataque. Deformándose la usuaria del cabezazo y adquiriendo nuevamente su deformación de gata humana.
—¡Sí, yo una Aprendiza he acabado con la segunda invasión Des! —presumió a todo pulmón con orgullo con los ojos cerrados.
Pero al ver ella como algunos Deses se estremecían; y luego al cabo de unos segundos (tres para ser exactos) proseguían su ataque, tuvo sus dudas.
—¡¿Pero qué...?! —Patidifusa por lo que veía—. ¿Se supone que ellos debieron haber desaparecido en cuanto ataque a su invocador?
Mirando confusa el asalto aún en pie decía, con un astronauta muy debilitado sobre el suelo. Ignorante que, a pocos pasos de su espalda, una villana se recomponía de su espalda doblada.
—Pardilla —burlándose le llamaba la villana—. ¿En serio no pensasteis en quién de nosotros podía ser él verdadero invocador? Ambos somos los invocadores del Des ejército.
—Pero si es así... ¡¿Por qué si ese animal se ha debilitado de un solo golpe como cualquier invocador?! ¡¿Y por qué los Deses no se han detenido?! —Apretando los puños le encaró sin dar un paso.
—Es una de las mejoras de estos Deses, la responsabilidad del invocador se puede compartir entre los aliados más poderosos. Tendríais que agotar y sellar a cada capitán con responsabilidad compartida para logar desaparecer a todos los Des-Caballero, jajá —comentó en humor personal.
—Entonces, he de ocuparme de ti primero. Y aunque teneos un aspecto más fuerte que vuestro camarada; os advierto que no soy tan débil como parezco. —Apretando sus puños y en pose de batalla amenazó a la alta fémina.
Que comenzó a reír más fuerte, con la mano enguantada derecha tapando sus labios.
—¡Ah ja ja já! —carcajeó en descaro—. ¡¿Realmente suponéis que me ensuciaría con una gilipolla como tú?! ¡¿Con un ejército a mi disposición?! Sueña que haré una mentecatez así.
—¡Oye, esa es la expresión de Ejecutor! —exclamó antes de dar un salto enfrente hacia la villana.
Pero con un fuerte y agudo silbido de la villana llamó a sus lacayos; utilizando su pulgar e índice dentro de sus labios.
Y cuando se creía que la señorita de la bufanda le iba a entregar el puñetazo definitivo, seis Des-Caballeros llegaron a la guardia de su ama de porcelana. Bloqueando el ataque de la mujer negra y tirándola atrás.
—¡¿Qué clase de Deses son esos?! —preguntó sorprendida luego de ser repelida aterrizando de trasero contra el suelo.
—Consideraos afortunada de poder ver de cerca a nuestros Des-Caballeros; moldeados únicamente en base Tipo Y. Estos Deses poseen la capacidad de seguir ordenes, tener diferentes invocadores simultáneamente y utilizar sus cuchillas incorporadas como armas; además de simular un estilo sádico de combate. Fácilmente podrían reemplazar a todos las débiles Ánimas de la orden —Mirando sus impecables y delgados dedos enguantados, discutió.
Creando un resentir en la minina que crujía sus dientes.
—¡Cobarde, pelead como mujer y enfrentaos a mí! —Con el puño en el suelo exclamó.
—¿Ahh...? No —discrepó en contra, chasqueando los mismos dedos que admiraba.
Tras su chasquido los seis caballeros con cara esquelética saltaron a la acción; pero un alarido misterioso provocó a su ama. Frenándolos en el aire ella al poner su palma derecha en pare, pues le parecía el usuario de ese alarido.
—¡SUPERRVISORRA...! —Llamando la atención de su aliada—. ¡ESA GATA ES MÍA...! ¡RREMUEVE MI RRESPONSABILIDAD DE LOS DES-CABALLERROS PARRA RRECUPERRAR TODO MI PODERR!
El desespero del ruso intrigaba a la villana, creyendo que tal vez combatir contra la Demoniza era la motivación de él.
—¿Sellar a esta basura alada es vuestra motivación? —interrogó mirándole desde allá al voltear su cara de lado.
—Ella y yo competimos una vez... desde ese día jurré hacerrla pagarr porr averrgonzarrme... No interrvendrre con tus planes, si me dejas vengarrme —decretó debilitado pero firme.
Dando en qué pensar a la señora sin corazón, al recordar ese día de competición tiempo atrás.
—De acuerdo —notificó fríamente con un chasquido.
Acción que logró que los seis Deses retrajeran sus cuchillas y volvieran a la guerra anterior. Y con otro chasquido succionó la autoridad del astronauta, ósea; una pequeña fuerza de la Savialma con la que se había infectado el "Hombre radiactivo", emergió de su ser, regresándole todo su poder a la lideresa. Pero a la vez despidiéndole como uno de los 7 líderes actuales de la orden.
—¡¿Por las tres existecias...?! —pronunció sorprendida al ver como el caído recuperaba su fuerza y se ponía de pie.
—Vale, ya os he librado de los rastros de la savia. Yo me iré por ahora, no me arriesgaré a sufrir un golpe y caer debilitada —informó al acercarse al recuperado.
—Te lo agradezco Sacerrdotisa Superrvisorra. —Asintiendo agradeció, ya en mejor estado.
—Solo os advierto, que a pesar que esa enana sea una maldita Demonia; posee un alto poder, sed precavido —aconsejó en despedida.
A continuación, la sacerdotisa se largó al alzar sus alas de cristal, volando de la batalla. Dejando a un fumador de verde listo para la batalla con la Demoniza.
—Ha pasado mucho tiempo desde nuestrra competición Minina Suárrez, pero nunca olvidarré la humillación de esa vez. ¡Finalmente obtendrré mi venganza! —dictó furioso, mientras un aura verde le rodeaba.
El astronauta abrió leve su casco y escupió el habano que fumaba en el momento (sin saber nadie cuando lo había invocado, y además que ni siquiera tenía labios), mientras era envuelto por la sustancia verdosa derramada de sus puños. Pero a pesar del dramatismo del villano, la gata solo daba brincos de emoción, agitando sus puños a la vez; a pesar que una duda la detuvo al final.
—¿Quereos vengarte de mí? ¿Por qué...? —Rascando su oreja izquierda miraba con intriga al sujeto de aspecto contaminante —. No importa. Aunque siendo honesta esperaba una pelea más profunda.
Pero mientras la morena le criticaba, el Ánima no solo demostró sus habilidades de ingeniería al invocar cuatro grandes torres como cañones independientes, de una forma mecánica avanzada. Sino una capacidad nunca vista, y que se suponía que ninguna Ánima de cualquier nivel inferior a 5 podría ejecutar.
—¡SUFRRE DE ESTO! —gritó en amenaza, ejecutando un chasquido con la diestra.
Los cañones arrojaron una sustancia viscosa verde que fundía todo objeto invocado a su paso.
—¡¿ESO ES VEROSÉN...?! —asumió en duda al sentir el ardor de solo ver directamente esa sustancia, mientras corría de los hidro chorros.
Saltando a grandes alturas y manteniendo un vuelo estático al agitar sus alas, olvidando su miedo a las alturas por ese instante. Generando y lanzando orbes naranjas a cada construcción y destruyéndola; para después rápidamente fijar blanco al astronauta.
Que con la misma rapidez de ella invocó pilares grandes de metal afilados a su alrededor, hechos Verosén, protegiéndole de los orbes.
—¡Guía ajajá! —riendo de forma macabra bajo el casco; aunque solo poseía ojos.
Con dos chasquidos extrajo los pilares que le protegían, reformándolos telepáticamente en misiles tácticos sin tocarlos.
—¡A verr si evitas esto! —Con un chasquido disparó los tres invocados.
Haciendo que sudara la gota gorda la enana; pero se aseguraría de evitarlos volando. Hasta qué recordó...
—¡¿Esperen estoy...!? —Se dijo a si misma al recodar que estaba volando alto.
Cayendo súbitamente con sus incendiadas alas, a lo efecto Ícaro; efecto contraproducente de su pánico. Aunque, afortunadamente la caída fue tan inmediata que pudo evadir los misiles verdes al pelo, con la explosión a metros sobre su cabeza.
—¡Arrg, soltárria! —Dando un chasquido por su propia mala suerte—. ¡Pues entonces, bailad parra mí!
Cambiando la orientación de sus misiles.
—¿Ahh...? —Levantando la cara machacada del suelo volcánico, cuando vio lo que venía—. ¡¿Carambas?!
De un salto se puso a correr la joven de unos 19, de aspecto por supuesto. Logrando esquivar las dos primeras explosiones, optando tomar forma gatuna pequeña para correr más rápido y esquivar las demás. Desafortunadamente el enemigo aterrizó frente a ella, enterrando una zarpa de Verosén que invocó en su mano.
—¡¿A dónde ibas?! —preguntó sorpresivamente al bloquearle el paso.
Asustando brevemente a la gatita, que, con un giro a 180° grados, raspaba el suelo con sus patas. Olvidando que faltaba un último misil, teniéndolo que aguantarles a dura penas.
Resultando en una explosión verde que engulló a los dos rivales. Y al desvanecerse, se reveló a un gigante con traje aislante entregando palizas a la demoniza, que regresó a su aspecto humanoide, pero achicharrada, que la puso contra el suelo con su propio peso.
—Bua jajaja, ¿qué pasa? ¿Dónde está la poderrosa Suárrez con la que competimos Luis y yo? —Propinandole mamporros diestros y siniestros preguntó.
—¿No sé de qué...? ¿Habláis...? ¿Yo ni siquiera sé quién sois...? AUU... —preguntó entre los puñetazos que recibía en la cara y a veces en la barbilla.
—¡Estúpida, me rrefierro con la que yo concurrse parra serr parte de Nueva Orrden! —acusó deteniendo brevemente su abuso.
Con esa información unas imágenes del pasado llegaron a la peli naranja, unas donde ella formaba parte de un evento para unirse a una nueva asociación de Ánimas, en ese entonces, y solo el espectro más fuerte de cuatro Ánimas sería escogido. Recordando también que lucía un aspecto distinto al actual; siendo de tez blanca, cabello largo naranja y una camisa manga larga con pantaloncillos; sin la bufanda. Recordando también que en esa participación estaban un chico rubio con un cañón y otra rubia; y aunque esos recuerdos eran difusos, pero podía jurar que no estaba ningún astronauta allí.
—Ezpeda, ¡¿eztuvisteis aii!? —Con falta de dientes y la cara magullada preguntó—. ¿Yo no oz decuerdo?
—Erramos tú, Luis, Luisa y yo. ¡Yo iba a ganarr, hasta que tú, porr envidiosa, te potenciaste con la técnica prrohibida! —Alzando sus dos zarpas verdes se preparaba a rasgarle la cara a la maltratada—. ¡Y LO PEORR ES QUE RRENUNCIASTE PORR SERR DEMASIADO BUENA! ¡¡SABES LO HUMILLANTE QUE ES ESO!!
Mientras hablaba, la cautiva pensó una estrategia para zafarse, levantando su cabeza para escupir una pequeña bola de pelos, chocando justamente en el casco del hombre radiactivo y zancajeándole. Para después usando su cola contra el suelo empujó su cuerpo para arriba, empujando al tóxico a poco metro de distancia.
Con el tiempo y espacio conseguido con un chasquido ella restauró su rostro; pero su recuperación se vio reducida por los restos del Verosén aún en su cuerpo.
—¡Ayyy...! —gimió adolorida por las quemaduras, cayendo con las palmas al suelo.
Por su parte el desequilibrado astronauta daba pasos en retroceso por el empuje, recuperándose de su mareó al recobrar el equilibrio al rato.
—Es posible que la Savialma te haya bloqueado los rrecuerdos de nuestrro primerr encuentro, perro no supongas que porr eso te perrdonarré por hacerr trrampa esa vez. —Enseñando su puño frente su pecho declaró en venganza.
No obstante, su determinación tan clara solo creaba dudas en la muchacha de inteligencia discutible.
—A ver... Sé que de vez en cuando se me han de ocurrir fórmulas para resolver los problemas más complicados —decía en defensa con los puños en su cadera—. ¡Pero escuchadme bien! ¡Yo no hago trampas!
—¡¿Ah sí, y de que otra forrma un Ánima como tú; que nunca ha sido capaz de invocarr herramientas almicas pudo ganarrme!? ¡Usando el poderr de la técnica prrohibida para hacerr trampa, clarro! —acusó con mucho resentimiento
La acusación le trajo más recuerdos a la acusada de ojos abiertos, acordándose que sí se atrevió a utilizarla. No obstante, también recordó que no todo había ocurrido como él lo decía.
—¡Aguardaos ahí! —Enseñando las palmas en alto le calló— Es cierto que sí me atreví a usar la técnica en ese momento, pero no la llegué a utilizar porque. ¡La Savialma y yo éramos incompatibles, y la activación fracasó!
—Te crrees tan especial. Yo también intenté usarr la savia parra hacerrme más fuerrte, y tampoco tuvo efecto en mí —añadió seriamente.
La revelación dejó perpleja a la gata, sorprendida por nunca a ver visto a otra Alma cuya mente también tenía conflictos sobre sí misma.
—¿A ti tampoco os aceptó? Nunca había conocido a alguien que tampoco fuese incompatible como yo —habló en compasión, sin poder evitar empatizar con el verdoso—. Escuchadme, si os rendís podemos ayudaros a ser mejor.
Dejando su guardia la gata caminaba mostrando su mano derecha. Creyendo que esa Ánima tal vez no era del todo mala.
Sin embargo, todo cambió al escuchar la maligna risa de su enemigo.
—¡Guía ajajá! ¡¿Crrees que somos iguales! —Señalándole con la garra de su dedo índice se burlaba—. ¡Tal vez rresultastes no serr apta parra ese poderr porque erres muy brruta e incapaz de invocarr herramientas! ¡¡PERRO MI ASTUCÍA ES INDISQUTIBLE!!
Sin previo aviso el Ánima alzó su mano derecha al cielo, generando un rayo verde hacía arriba que creó un nubarrón lima. Cayendo de la tormenta diversos postes de luz álmicos, construidos en metal y partes de Verosén.
Captando eso de inmediato la chica de ojos de lince, pero por las prisas daba saltos sin pensar. Rebanando uno de esos postes su cola.
—¡KYAI! —gritó por el dolor breve, sobando el agujero sobre su retaguardia—. ¡Au, sana, sana colita de...! Mejor me callo aquí.
Resentida miró al lunático de verde, con una mirada fúrica sin nada compasión.
—¡Por un momento creía que éramos iguales, pero se acabó! ¡El trabajo de un Supervisor es mirar y juzgar, y si quiero ser una os sellaré! No importa si sois un poco parecida a mí, o si tampoco podeos crear herramientas. —Seria y determinada contaba, trotando para calentar las piernas a pesar de su estado actual.
—¡AJAJA! ¡¿CRREES QUE NO PUEDO CREARR HERRAMIENTAS?! —bufó con todo su aliento—. ¡MIRRAD Y APRRENDED!
Levantando su mano derecha y chasqueando los dedos invocó un gran habano marrón álmico.
—¿ESA ES VUESTRA HERRAMIENTA? ¿Qué vais hacer, ahumarme? —cuestionó incrédula la femina.
Picando la punta de su tabaco, utilizando sus dedos siniestros que emulaban una verdadera tijera, dando toques con la derecha con que lo sostenía.
—¡Más o menos! —presumía batiendo su puro.
Convirtiendo su mano izquierda en una pipa de manguera, el contaminador comenzó a rociar la sustancia a toda la arena. Y luego de encender su cigarro con su pulgar prendido lo utilizó para incinerar toda la sustancia esparcida, como si gasolina prendida se tratara.
Saltando la gata a un poste por el incendió.
—¡ESTO NO ACABA AQUÍ! —gritó a la propia felina agarrada en lo alto.
Abriendo su casco el fumador levemente se puso el cigarro en la parte inferior de su cara y de labios no visibles, fumando con todo y humo adentro de su traje anti radiactivo.
Notando un detalle curioso la minina al mirarle mientras introducía el tabaco.
—No parece estar protegido de Verosén adentro del traje —susurro para sí misma tras verlo—. Solo necesito que se exponga una vez más.
A continuación, el fumador invocó una especie de gran motoneta furtiva. Y al ingresar arrancó a quema caucho, circulando entre las llamas verdes a toda milla, tumbando cada poste de luz; mientras la felina saltaba entre los faroles que quedaban para no caer a la llamarada de abajo.
—¡¿QUÉ NO VÉIS DE LO QUE SOIS CAPAZ?! —gritó entre saltos—. ¡NADIE HA TENIDO LA CAPACIDAD DE CONTROLAR EL VEROSÉN COMO VOS, NI SIQUIERA UN EJECUTOR!
Y al quedar la muchacha asustadiza en el último farol que quedaba, el motorizado frenó a varios metros de distancia. Bajando todas las ventanillas de su vehículo.
—¡LO SÉ! ¡ESTA HABILIDAD LA DESCUBRRÍ SOLO, SIN AYUDA DE NADIE! —presumió calentando los motores.
—¡VEO QUE SOIS MUY INTELIGENTE! CUANDO LA SAVIA ME RECHAZÓ ME SENTÍ DEVASTADA CONMIGO MISMA Y CASI ME AUTO EXTINGO, PERO UN EJECUTOR ME DEMOSTRÓ QUE SI QUERÉIS SER MEJOR DEBÉIS ESFORZAOS AL MÁXIMO PARA CONSEGUIRLO —gritó esperando que su enemigo obtuviera una epifanía de su mal camino.
La cual si obtuvo tras pensar unos segundos. Lastimosamente no era una revelación que apoyaba a la demoniza; demostrándoselo al dar acelerones al pisando el pedal de su gran moto sucesivamente.
—¡¡YO ME HE ESFORRZADO AL MÁXIMO, Y SERRÉ EL MEJORR AL SELLARRTE!! —exclamó con locura como de un Savialmado, a pesar de no ser uno.
Arrancando a toda velocidad el astronauta sin ventanas en su transporte, concentrado en derribar, apachurrar y sellar a la gata; todo en ese orden.
—¡Ayy, esto va ser muy doloroso! —pensaba ella en pánico cerrando los ojos, reabriéndolos al tener una idea—. ¡A menos qué...!
Pero aquella idea además de ser bizarra, debía encarar su mayor miedo.
—Ayy... ¡Cómo diría el Ejecutor Alfa...! —Preparándose a saltar en el momento justo, y gritando al ejecutar su idea—. ¡¡TENÍA QUE SEEER...!!
En las alturas se dio cuenta que el motorizado ya recorría una trayectoria perpendicular a la suya, por lo que ahora era el momento preciso de ejecutar su plan. Abriendo la boca y aspirando con la garganta reunió flema, escupiendo saliva naranja en un comprimido proyectil hacia el blanco fijado.
Que al dirigirse al ignorante corredor con los vidrios abajo impacto en su gran casco, cubriendo su visión exterior de una mucosidad anaranjada. Chocando con el poste de luz, que al caer le detuvo y atoró el vehículo, creando también un humeral que cubrió todo.
—¡AHHH! ¡VISIBILIDAD COMPRROMETIDA! —alarido que gritó al bajarse del vehículo.
Abriendo su casco y exponiendo su rostro, el cual no se vía nada distinto del que lucía con la cobertura puesta.
Consiguiendo su oportunidad la demoniza, actualmente inspirada por la adrenalina y no influenciada ante su temor, alzando su puño derecho ardiendo en flamas naranjas. Y expandiendo sus demoniacas alas hacía abajo voló en picada en máxima velocidad hacia el enemigo.
—¡Ahh, sufrirrás porr esto! —decretaba en voz leve mientras se limpiaba de los rastros en su cara y casco, sin saber lo que venía.
—¡SUFRE DE ESTO! —avisó inspirada de la emoción.
Levantando la mirada hacia arriba el personaje ingeniero, viendo a su enemiga que, con su puño en caída, no teniendo tiempo de hacer nada; no más abrir sus ojos vacíos café. Llegando la mujer y entregándole al Ánima un puñetazo de gracia; el cual creó una explosión álmica naranja que limpió la reducida zona del Verosén.
—¡AARRRRRGG...! —Rebotando varias veces en el suelo por su peso y el impacto del golpe, gritando en el proceso.
Quedando tirado en el suelo medio levantado, con su puño izquierdo usado como el soporte de su peso. Con su traje averiado en varias partes, y el casco quebrado estando en un proceso de cierre fallido.
—Has perdido mentecato, es tiempo de cumplir mi deber y sellaros para que seáis condenado al infierno. —Golpeando sus puños decretó caminando al agotado, añadiendo un comentario final después—. Tal vez el quinto piso si debo ser yo la que os enjuicié.
Escuchándola provocó una lágrima de pena en el astronauta; una que sería en el inicio de la depresión y luego la auto extinción de cualquier alma normal. Pero ni el mismo se consideraba normal, aquella depresión que sentía venir no era tristeza; sino negación.
—¡NOO...! —Golpeó el suelo negro con el puño el villano en negación—. ¡T-TU NO ME HAS GANADO! ¡YA TODO ESTÁ LISTO PARA CONTINUARR CON LA FASE FINAL DEL PLAN DE LA NUEVA ORRDEN!
Aquel griterío podía parecer una simple negación, pero esa agente de Nivel 2 tuvo sospechas. Inclinando su cabeza, mientas sus orejas gatunas se levantaron en curiosidad.
—¿Qué tu estáis diciendo? ¿Qué hacían vuestra compinche y vos en verdad aquí? —preguntó seria.
—Grría ajá. ¡¿Qué crrees tú?! Toda esta invasión de Deses fue parra implantarr las minas de la sustancia Verosén que estallarrán para la fase final, ahorra solo falta que nuestrra Superrvisorra se apoderre de Juzgado y el sistema existencial —alegó en presunción.
—¡¿Cómo...!? —Tomando pose de combate se acercó frente a frente, amenazándole con el puño levantado y fijado al retraerlo—. ¡¿El traidor?! ¡¿Quién es y para qué las minas?!
—¡No él sino ella!, cof... —Tosió adjuntando una sonrisa—. ¡Cuando Sam De arrcángel le arrebate el puesto al Juez se activarran las minas, y la última fase del plan comenzarrá! ¡Ji ji jajaaa!
Tras presumir el plan indetenible, el Ánima cerró los ojos; estando muy seguro que esa gata le sellaría. Pero seguramente antes le partiría la cara a él, y eso dolerá le muchísimo.
Más tras unos segundos de que nada ocurriese, hizo que el tipo curioso por naturaleza abriera los ojos; a riesgo que la gata le rompiera la cara. Viendo ahí como esa Aprendiza era absorbida por una medalla con el símbolo de Nueva orden dibujado en él. Esa Demoniza había sido sellada y estaba en el proceso, pero ¿Quién fue el responsable?
Terminando el sellamiento y revelando al responsable, o mejor dicho la responsable de fría e irrompible personalidad.
—¡¿Cómo es posible que seáis inteligente y tonto al mismo tiempo?! —regañó con una fría y temperamental voz que agrietaba su rostro la damisela.
La ira reprimida de la villana creaba temor en el vencido de traje averiado, sobre todo entendiendo aquel que fue rescatado por esa Supervisora doble cara.
—¡¿Superrvisorra, yo...?! —Boquiabierto pensaba en una excusa—. Y-yo... ¡Os dije que Suárrez es mi motivación parra estarr en la orrden! ¿Yo crreía que ya podía vencerrla perro...?
—¡PERO NADA...! —Le calló en furia—. ¿CÓMO SE OS OCURRE PRESUMIR LO GENIAL Y ASTUTO QUE SOIS CUANDO ESTÁIS VENCIDO? ¡¡Y LO PEOR ES QUE REVELASTÉIS MI IDENTIDAD!! ¡¡¡SI NO VENGO YO, PUDISTÉIS HABERLO ARRUINADO TODO!!!
Bajando la mirada el derrotado, sabiendo que ella tenía razón y él cometió una estupidez. Comenzando a lagrimar, pero no porque estuviera triste sino porque eso siempre pasaba cuando alguien le discutía a la indiscutible.
Suspirando la villana furiosa para calmarse, restaurando a su vez las rajaduras en su cara.
—Cómo sea... —Recuperando su temple y confianza—. Prosigamos con esto.
Chasqueando sus dedos izquierdos cubiertos bajo un guante fino y de látex blanco terminó con la invasión actual. Desintegrando a todos y cada uno de los Des-Caballeros de ese mundo, haciendo el pisotón de Juzgado como despedida en vez de gritar de agonía.
—Perro Supervisorra... —Interrumpió tras suponer lo que pasaría—. Todavía quedan mucho de nuestrras Ánimas más fieles aquí, sin los Des-Caballerros los Superrvisorres les vencerrán y sellarrán fácilmente.
—¿Y eso qué? Ahora que ya he visto el potencial de nuestro nuevo ejército, debemos deshacernos del anterior. —Sonriendo vagamente miraba a sus débiles aliados caer a lo lejos.
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Tras unos minutos...
Exactamente ahí en la zona en los páramos negros donde había ocurrido el sellamiento de una Aprendiza de Supervisora. Un Supervisor Demonio antes visto, el mismo sujeto venido de un Can en vida, se enteraba de lo ocurrido, por parte de la indiscutible supervisora Samanta De arcángel.
—Dejadme ver si os entiendo. —Moviendo sus palmas pedía paciencia por parte de la angelina—. ¿Me decís que la Aprendiza Minian combatía con un Ánima llamada Gasoí con la capacidad de controlar el Verosén? ¿Pero fue sellada y fuisteis tu quién selló al primero?
—Por supuesto, Supervisor Ricardo —dijo sin nada de expresión como siempre, negando la cabeza después misteriosamente—. Aww... ¿Aún no logro entender por qué os cambiaste de Supervisor Ángel a Supervisor Demonio? Eras mejor como Ángel.
—Bueno es solo temporal, recuerde que tanto mi compañero Supervisor, Samuel y yo fuimos sellados y tuvimos contacto con la savia. Y de no ser por el Ejecutor de la Muerte tal vez hubiéramos seguido dentro de esas aureolas. —Rascando su cabello comentó con inocencia—. Queremos recuperar la memoria con el tiempo, pero él prefirió convertirse en Instructor y yo solo cambiar de clase de Supervisor porque resulté el menos afectado; de todos modos, las dos clases son lo mismo, pero con diferente estilo.
Informaba el canino demoniaco, antes angelical, olvidando su duda por la pregunta que añadió ella. Pero escuchando ahora las directas y crueles palabras de la Angelina.
—Yo no considero que comparéis en ser un digno Ángel con un cochino Demonio, os hace dudar. Que no veis que no estáis seguro de lo que os dije, y vuestra forma de hablar no ha regresado por completo —decía levantando una ceja.
—Sí, sé que me tomará más tiempo. —Mirando el suelo concordó con ella sobre el asunto anterior.
Preparándose mentalmente para hablar con ella de otra cosa.
—Y no es que dude de vuestra afirmación de lo que ha pasado; solo digo que es un poco raro que sellaran a esa gata justamente antes que usted llegase. ¿Ella no pudo contra uno o dos? y ¿Qué ha pasado con el Ánima esa llamada "Supervisora"?
—¡¿Estáis discutiendo conmigo?! ¡¿Soy del linaje más poderoso de Dios?! —Con una expresión de temer encaró al Demonio perruno.
Creando nervios, preocupación y un leve llanto en él.
—¡Está bien, Está bien! —aclaró nervioso sabiendo desde antes lo que pasaba cada vez—. Snif... Yo me encargaré de llevar al tal Gasoí sellado en este emblema, ahora mismo estamos llevando a todas las Ánimas selladas a la Avenida de contención.
Como la situación no resulta del todo, prefirió desistir el Supervisor e irse para no discutir con la indiscutible. Que se le olvidó preguntar qué pasó con la felina.
Quedando respondida esa pregunta mientras se iba volando. No sabía que en la mano izquierda de Sam estaba el emblema que selló a la Aprendiza.
—Vale, Minian Suárez —decía voz baja al observar el emblema llevado en su mano —. Os habéis convertido en una piedra en mi camino; os mantendré sellada y haré que perdáis la memoria, porque sabéis demasiado.
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Archivos de Juzgado - Supervisora Angelina, Samaela De arcángel
---Nota: Esta información ha sido editada para vuestra comprensión---
De gran prestigio e indiscutible dirección, y de una mentalidad seguramente igual o superior a San Gabriel De arcángel. Un alma de gran sabiduría, que ha luchado contra las fuerzas opresoras en todas sus formas y aspectos desde que fue creada por Dios, más no fue elegida para ser una guerrera del mismo Linaje; ya sea por la incomprensión de su potencial o simple descuido.
Puede que sea fría y dura, pero ve ella sabe más que nadie de Juzgado. Asegura que los ángeles son la autoridad suprema, y que los demonios siempre serán de discusión por su estilo de seguir la misma dirección de nuestra entidad, creando lágrimas de esperanzas en todo ser inferior que le discuta. Es posible que Juzgado necesite de su dirección para volver hacer la entidad incuestionable que era, antes de la extinción de Dios.
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FIN DEL CAPÍTULO
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