Capítulo IV (2-2). 3era Ánima.
En unas misteriosas catacumbas debajo del bosque...
El adolescente de playera negra luego de ser transportado allí abrió los ojos con lentitud. Asustándose de golpe al ver a su frente a un ejército de Des-Ánimos. Sirviendo a un adulto bajito Savialmado, calvo, con indumentaria de gala; y levitando con unas venas alargadas saliendo de sus muñecas controlando varios paneles a su órbita.
—Je, sabía que vos, el Ejecutor de la Muerte, serías el triunfador de mi evento. Lo lamento por Luís, pero cuando obtenga el poder de la Manifestación 3 Savia obtendrá su venganza —informó soberbio el Dirigente en persona.
—¿Eres su amigo? Acaso tienes idea del poder de la Savialma en su manifestación 3 —discutió enfadado.
—Tengo varias ideas ¡¿Acaso no veis que ahora mismo soy un Savialmado 3?! —presumió levitando, mostrando su cuerpo con rajaduras de savia, irises verticales en sus ojos y chorreando savia de todos los agujeros de su cara.
Carcajeando en burla el joven ganador sin armas a la mano, rodeados por el ejército de muertos de dos clases. Todos ellos sobre el signo negro que se transfirió desde la superficie hasta acá.
—Aja jajajá. ¡¿Crees que estás en la manifestación 3 de la técnica prohibida?! —Sonreía, para luego entregar una mirada seria—. ¡Idiota, ningún savialmado luce igual en las cada una de las fases!
—¡¡¡NO IMPORTA!!! ¡¡¡AHORA VERÉIS EL VERDADERO PODER DE UN SAVIALMADO!!! —presentándose colerizado preparaba su orden final—. POR CIERTO, COMPETIDOR JOSÉ ¡¡¡ENHORABUENA, POR GANAR LA EJECUCIÓN DE ALMAS!!!
La tercera Ánima por fin revelada con ciertos gestos de sus manos, ejecutó su orden telepática a su ejército. Saltando los esbirros pálidos al joven.
Saltando y esquivándoles un José en apuros para evitar la abalanzada, mirando el indicador todavía presente en lo alto de la cueva.
—¡¿HA APARECIDO OTRA BARRA ÁLMICA?! —gritó boquiabierto por su descubrimiento.
—¡Por supuesto, cómo creéis que mis flamas os afectarían! ¡Ay de ti por no haber podido ver que había un sexto contrincante en la lucha! —Soberbio platicó al atleta con poder en 15%—. Aunque, solo pueden verse las barras en el indicador si podéis ver al combatiente directamente. ¿Por qué crees que me he ocultado debajo del signo?
Saltando los secuaces Des sobre el chico que no pudo seguir saltando.
—¡Sabía que vosotros dos podríais ganar, así que el Caballero blanco me dijo que debía usar el poder de la Savia para reducir vuestros poderes! ¡Yo ya tenía la victoria garantizada! ¡Me encanta pertenecer a Nueva orden, ajajaja! —alardeó glorificado, pero no necesariamente de maldad.
Mientras carcajeaba el hombre de tamaño menor del promedio, con sus venas de gran tamaño automatizadas enviaba cierta información a sus superiores que tenía en conexión.
—¡Entonces no me dejas más opción! —respondió con firmeza.
Cerrando los ojos el muchacho, para luego llorar savia negra de sus parpados; oscureciendo su cuerpo. Cambiando su deformación el adolescente por la usual de un "chamo" de trece años de piel fría, vistiendo su capa negra y cubriendo su rostro por la capucha. Liberándose de sus opresores al invocar sus agujas de los charcos que formaba su llanto serio.
—¡INFELIZ! —blasfemó en contra, ordenando el enemigo a sus esbirros que le atacarán de nuevo.
—¡¡¡Les demostraré a todos y a Luis Miguel, que Nueva orden cuida de nosotras las Ánimas!!! —comentó con dudas en la cabeza.
—¡¡No lo creo!! —Levitando gritó furioso.
Juntando sus manos reunió los fluidos oscuros provenientes de sus lágrimas. Disparando un hidroataque savialmático oscuro directo al personaje de buen vestir.
Cayendo súbitamente el enemigo al ser atacado mientras mantenía a sus Des secuaces invocados. Desapareciendo ellos con su grito de dolor por la caída de su amo.
Dejando entonces en su levitar el savialmado negro. Suspirando débil por su uso deliberado de poder y carga personal. Caminando entonces él hacía su enemigo aún no totalmente derrotado, a pesar que el indicador había declarado la victoria y daba los resultados atrás del chico.
—¿Qué?... cof, cof —Tocía descontrolado y vomitando los fluidos blancos en el suelo, intentando levantarse—. ¡Buarg...y-yo... tengo el control de la Savialma... ni siquiera, podeos... haceos frente a semejante poder.
Perdiendo los estribos el Savialmado, tenía en su mente en seguir a su malvado equipo, ya que eso era lo más importante para él. Por eso se negaba a rendir.
—¡Muy bien mentecato, es hora de ir al Infierno! —Condenó acercándose al demente, invocando su guadaña para cortarle la cabeza.
En el suelo, el Savialmado alzó la mano derecha al niño en un intento de atacar con sus venas/tentáculos salidos de su cuerpo. Penosamente para él, el chiquillo con mirada de indiferencia arrancó sus largas venas con su brazo esquelético. Agarrándole de su calva con la misma zurda, mientras que con la derecha cargaba la cuchilla para realizar la decapitación
—Deberías agradecerme, no muchos Savialmados son enviados al infierno por mi sin sufrir la agonía antes —alegaba seriamente, sintiendo penas por el pelado.
—P-pero... Caballero, me ha dicho... que yo pertenecería a su familia hasta el final... —confesaba entristecido y perdiendo su orgullo y presunción, mientras la savia que segregaba de su cuerpo perdía el brillo.
—Seguramente te quiso decir que serías parte, hasta tu final —repitió un poco apenado.
—Noo... pero se supone que las Almas no mienten... —respondió muy debilitado y negándose a creer en lo que el Ejecutor decía.
—No decimos falsedades; eso es cierto. Pero eso no quiere decir que tú no puedas malinterpretar ciertas verdades —aconsejó sabiamente por experiencia propia.
—Entonces... cof... Luis ha tenido razón... no le importamos... —Llorando savia gris apagada de sus ojos con irises verticales perdía sus razones de seguir existiendo.
Y al escuchar esas deprimentes palabras y ver el cuerpo del Ánima perdiendo su tangibilidad a cada momento, el ángel de la muerte se apresuró para cortarle la cabeza al deprimido enemigo. Sabiendo que aquellas palabras le acercarían a su propia Extinción álmica; también llamada la Muerte definitiva.
—¡Espera! ¡Eres un malhechor, pero todos merecemos una segunda oportunidad! Solo cumple tu condena y olvida a Nueva orden —decía apurado y preocupado.
Sin embargo, las palabras del chico, aunque buenas, despertó una ira y locura en el deprimido. Reactivando la savia en su ser, volviendo a iluminarse la sustancia; solo que ahora más vivaz.
—¡¿AHORA ME AYUDAS!? —gritó en desenfreno ante lo que creía como un acto de hipocresía.
Desatando un pulso aural que envió al niño lejos, perdiendo su guadaña durante la despedida. Continuando con su exposición iracunda.
—¡PARA TI ES FÁCIL DECIRLO!, PORQUE ERES EL PODEROSO EJECUTOR, ¡PERO YO SOY UN POBRE DIABLO! ¡CUANDO OS SELLE Y ENTREGUE A MI CABALLERRO BLANCO RECUPERARÉ A MI FAMILIA! —Con su rabia en un nuevo nivel juró su nueva motivación, hablando con la jerga que ocurría a quienes sufría de la locura de la técnica prohibida.
Mirándole el chico tanto enojado como preocupado, porque sabía que ese Savialmado reanimado había liberado el poder supremo de la savia; y una de las razones de porque fue prohibida el uso de esa técnica.
Aquella Ánima comenzó a sufrir de ciertos espasmos corporales; y sufrir más rajaduras en su cuerpo, diluyendo los fluidos a cataratas, igual que en su rostro. Iniciando una intensa deformación que alteraba todo su ser en lod propios líquidos, con gritos de excitación o exaltación.
—¡Debo detenerle! —Pensó decidido por el peligro que ocurriría si no lo detenía antes.
Con su ejecución personal 1 el chico se teleportó. Apareciendo sobre el consumido, dando una simple cuchillada con su herramienta. Logrando que aquel antes persona y ahora una especie de masa deformada blanquecina quedara tiesa y con ese horrible aspecto. Como si hubiera muerto (a pesar de ya estar muerto) en plena transmutación.
Sin embargo, no apareció el signo rojo. En vez de eso el ser aparentemente tieso, le surgieron de su espalda gigantes cuchillas, que atravesaron el pecho del chico. A continuación, el ser hecho de savia aumentó su tamaño a gran escala, saliendo de él múltiples cuchillas y sus dos ojos se unieron en uno solo de gran tamaño. Terminando la creación de ese ser.
—¡¿UN SUCUMBIDO?! —gritó serio el nombre de la transformación final de un Savialmado.
Comenzando el sucumbido a atacar al crío frenéticamente con sus varias patas gigantes.
—¡Me tardé, pero no pasará esta vez! —decía web voz alta, recordando sus fallas por no ver que el Savialmado estaba muy traumado.
En ese momento la muerte con forma de niño, adquirió una nueva forma, o Deformación álmica, la cual era difícil de ver por la oscuridad de la tumba subterránea. Pero lográndose ver que su silueta cambió de un chico a la de un adolescente encapuchado; volviéndose El Ejecutor de la Muerte en su segunda deformación.
A continuación, aquel joven invocó una nueva guadaña ligeramente más larga, bateando las patas-espinas del sucumbido. Y al conseguir el tiempo suficiente, el nuevo Ejecutor invocó varias de sus agujas en el aire; sin necesidad de crear charcos. Y con un chasquido envió sus agujas como misiles al ser amorfo. Tumbándolo contra el suelo boca arriba, gritando sonidos sin sentidos.
Rápidamente la Muerte sostuvo su herramienta a dos manos en su espalda, y voló a toda velocidad en dirección del ser blanco. Atacando su ojo, y sacándoselo a sangre fría; arrojándolo a lo lejos.
Para que luego debajo del globo ocular apareciera un pequeño signo rojo, y lo enviará al infierno.
Respirando aliviado el ejecutor, mientras el cuerpo tuerto bajo sus pies se desintegraba. Quitándose la capucha para resoplar un poco por su trabajo efectivo y fugaz.
Cuando una comunicación álmica le llegó a su mente. Tocando su sien derecha para hablar
—¿Quién... me habla? —Respirando sofocado respondió.
—¡¿Cómo que os quién habla?! ¡¿Alfa has usado vuestra deformación 2?! ¿Espero que hayas tenido un buen motivo para hacerlo? —Interrogó preocupado.
Recibía aquel comunicado incómodamente, explicando los motivos de sus actos con gracia. Sin saber que estaba siendo vigilado desde las sombras.
—Jeje, Alfa. Se nota que nunca cambias, he estado esperando nuestro reencuentro desde que me uní a este bodrio de grupo —decía aquel ser fantasmal con gran sombrero y poncho, y con una tétrica sonrisa dibujada. Oculto en las sombras.
Mirando desde lo lejos a su archienemigo, deseaba volver a escucharle gritar de dolor. No obstante, sus órdenes le impedían intervenir, recibiendo ahora una nueva comunicación de su jefe.
—Señor G, ya hemos recibido la información de Rodrigo sobre los resultados de la tercera fase de nuestro plan. Seishin y Yurei están implementando sus datos en los nuevos Deses de la orden, pero debemos mantener a Alfil fuera escena; por ahora —informó serio en su comunicado telepático.
—¡Perfecto, yo me haré cargo de él ya! —Entusiasmado comunicó con alegría tétrica.
Emergiendo del centro de su poncho unos brazos espinosos de oscuridad. Listo para el ataque.
—¡NOOO! —Le detuvo cruelmente—. Tenemos un plan, no se te ocurra arruinarlo. Informa a tu único seguidor actual que se ocupe, él será la distracción en la aldea de los vivos cerca de aquí, y con suerte le sellará.
Rugiendo el inconforme fantasma por tener que abstenerse. Absorbiendo sus brazos de oscuridad y demás dentro de su poncho. Terminando la comunicación con el ser que detestaba, pero debía respetar.
Manteniendo sus ojos en el joven que atravesó el techo mohoso al volar con sus nuevas alas álmicas negras.
—Estás a salvo por ahora, mi condenado hermano, pero nuestra cita ya está programada. Y aunque tú no la hayas aceptado, tu hora llegará pronto, Guía ajajajajá —reía malévolamente.
Retrocediendo y ocultándose en las sombras, mientras carcajeaba el fantasma esperaba su encuentro con su hermano y peor enemigo.
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FIN DEL CAPÍTULO
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Dirigente, Mi pensar sobre la Ejecución de Almas:
El Caballero blanco me ha dado la tarea de dirigir la tercera fase de nuestro gran plan, y la indiscutible Supervisora me ha dicho que el arcángel San Gabriel y el Ejecutor de la Muerte se infiltraran. Debo guardar las apariencias, como cada evento debo registrar la actividad de los participantes y enviar los datos a los gemelos Yamirami. Ellos prepararán a nuestros nuevos Des para la nueva invasión a uno de los Mundos de Juzgado.
El Caballero blanco también ha asignado a Luis Árder para su enfrentamiento contra el Ejecutor, aunque se ha negado a utilizar la técnica de la savia... ¿Por qué será?
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