Capítulo III-X (2-2). Ángeles y Demonios.
A un rato, allí mismo...
El instructor había llevado al resto de sus practicantes a un sitio seguro a varios metros, pero permitiéndoles ver el enfrentamiento de la atrasada gata contra la nueva que presumía manejar el poder prohibido. Sirviendo ahora como el referí de la cita de combate.
—¡Muy bien, quiero un combate sencillo entre ambas; recordad que estáis en el mismo equipo! —esclareció a las que mantenían sus miradas fijadas.
Realizando él gestos moviendo el brazo derecho de arriba abajo, indicando el tiempo para comenzar la pelea. 3...2...1...
Cuando antes de que dijera ya, las jóvenes saltaron en vuelo directo para chocarse. Entrando la chica ángel con una patada izquierda y la demoniza con un puñetazo derecho; retirándose en un rápido vuelo el réferi.
Y mientras él se retiraba el signo negro se hizo presente debajo de las dos combatientes, agrando su tamaño para establecer el campo de batalla. Apareciendo el indicador álmico en lo alto del cielo.
—¡Mirad cuán poderosa soy ahora! —declaró en voz alta, rodeada de un aura blanca.
Juntando sus manos aquella ex princesa, creó Hidrobombas savialmáticas en dirección a la no muy lejos en su frente. Realizando diferentes saltos y vuelos bajos para evitar los ataques.
—¡Armónica, calmaos! ¡Acaso no veis que la Savia os está enloqueciendo! —respondió estando en guardia.
Sin embargo, su advertencia la tomó la Reciente de muy mala gana.
—¡Calmarme, no teneos idea de lo que es ser criticada solo por ser una Recién fallecida! ¡Y ES VERÓNICA! —Con un nuevo temperamento objetaba.
Concentrando su furia la Savia comenzó de las rajaduras aparecidas en las palmas de las manos de ella, la cual creó dos pequeños charcos. Emergiendo de ellos dos de los Des muertos vivientes con estilo clásico.
—¡¿Y DECÍAIS QUE ESTE PODER ES PELIGROSO?! ¡ME SIENTO COMO UNA PRINCESA OTRA VEZ! —Gritaba extasiada.
Y viendo el destacable cambio de personalidad de la reciente, una practicante anaranjada notó como la sustancia lechosa engulló los ante brazos de la joven, activando la savia y entrando a la primera fase de un Savialmado.
—¡La ha activado y ha entrado en la manifestación 1 de la Savialma! —pensó sintiendo el poder que emitía la ahora Savialmada—. Vale, daré por descartada la posibilidad de que logre la asimilación.
Enseguida el indicador álmico en el cielo de la princesita cambió de color azul a blanco irradiando luz blanca y derramando gotas de savia. Algo que indicaba que un cambio había ocurrido en la batalla; o al menos en una de las Almas combatientes.
Captando aquel inusual cambio en la batalla el güero intelectual afuera del signo. Inmediatamente iba a llamar a un Supervisor, pero un aviso dicho a gritos por su amiguita le detuvo.
—¡SAMUEL NO! ¡YA OS HABÍA DICHO QUE YO IBA HACERME CARGO DE ESTA RECIÉN FALLECIDA! —gritó mientras miraba a su rival, dando pequeños saltitos con sus pies.
—¡¡NO ME LLAMÉIS ASÍ!! —gritó fúrica.
Y con un señalamiento ordenó a sus leales esbirros ir contra la endemoniada mujer. Levitando sus guerreros a toda prisa.
Pero manteniendo la firmeza les espero la pequeña ruda. Realizando un paso lateral a la derecha, esquivando al primer Des-Ánimo que se estrelló de cara contra el suelo.
Y viendo que se acercaba el segundo, agarró de los tobillos al primero de tipo Y. Y con una fuerza superior le cargó y le utilizó como una bola de peso. Arremetiéndole y usándolo como peso con un ataque giratorio contra el segundo de tipo X.
—¡¿Qué?! —bufó molesta.
Comenzando a dar saltos en zigzag la audaz de bigotes marcados, esquivaba las bolas de savia que arrojaba la Savialmada.
—¡No todo se resuelve a fuerza bruta amiga, también se requiere pensar con la cabeza, en vez de los puños! —afirmó acercándose a la fúrica.
—¡¡¡No os creáis más lista que yo!!! —respondió fúrica, mostrando su mano con un fuerte puño.
Mientras que la anaranjada estudiante ya estaba cerca de enterrar su puño aural en la Savialmada. Cuando de repente, los esbirros llegaron a la morena por detrás, iniciando su sádica mordida; y desactivando su puño a mordiscos.
Sonriendo en malicia la enloquecida de la savia.
—¡Ja, yo soy una princesa y tu una simple gatita retrasada, no tenéis oportunidad! —bufó en soberbia cruzando sus brazos, totalmente ignorante de lo que decía.
La sufrida comenzó a sentir enojo contra la mentecata de blanco, y con un rápido forcejeo logró liberar sus fuertes brazos con algunas mordeduras de un tirón. Y sujetando la muñeca de su mano derecha dio un pequeño giro de ese puño, preparándolo como si fuese un arma de fuego; incluso el sonido álmico de recarga se escuchó.
Disparando su puño como un misil que fue a parar justo al rostro de la presumida ángel.
Y con el golpe recibido cayó agotada de inmediato la invocadora de los Des-ánimos, perdiendo un 95% de su barra álmica de un solo golpe. En contraste aquellos secuaces gritaron su alarido final antes de desaparecer, levantándose de un salto la mujer que sometían.
Regresando el puño disparado con la morena ojinaranja.
—¡¿Qué...!? ¡¿QUÉ ME HICISTEIS?! —Enojada y debilitada le preguntaba a la no Supervisora a lo lejos.
Ignorando que su enemiga volaba bajo hacia a ella.
—¡Ya os dije, no podeos dar macanazos a lo loca! ¡Existen riesgos! —dijo acercándose—. ¡Por ejemplo, un Alma invocadora de Deses será vulnerable mientras tenga a sus esbirros en el campo!
Con aquella información la presumida comprendió que esa demoniza no era tan tonta como creía. Escuchándole llegar y posarse delante, con su espalda encorvada.
—¿Creí que erais una tonta de la academia? ¿Pero resulta que sois astuta y fuerte? —preguntó misteriosa sin verle a la cara.
—De hecho, soy bastante torpe y distraída. Y solo se me han de ocurrir maniobras astutas al último minuto
—Expresando inocencia y distracción durante su comentar. Cambiando su expresión y voz ingenua por una totalmente profunda y seria de su propio estilo—. Pero no os atrevéis a dudar de mi incalculable poder.
Cargando su mano diestra preparaba su ataque con la recién fallecida envuelta en una misteriosa aura blanca. Desconcierte del plan secreto de la Savialmada.
—¡MINIAN APARTAOS, ESTÁ RECARGANDO PODER! —informó a gritos el referí desde afuera del signo del campo.
Rápidamente aquella inspirada demoniza llevó su vista al indicador en lo alto, comprobando que efectivamente la barra de la vencida había subido de 5% a 30%.
—¡Sois como ese niñato negro, os hacéis el inocente, pero sois unos verdaderos demonios! —añadió la iracunda mencionando a un personaje gótico de alto rango en Juzgado.
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Mientras tanto...
Cuando sin aviso el muchacho des encapuchado estornudo súbitamente.
—¡Ah chúja...! —Estornudó estando de pie, moqueando una gota de savia negra de su nariz.
—¿Qué pasa? —preguntó extrañada una jovencita de 14 años, manifestada en sombras.
—¿Creo que un Savialmado no para de decir cuánto me odia? —dijo preguntándose quién podría ser.
—¿O puede que ese "algún Savialmado" no pare de decir lo mucho que te quiere? Los Savialmados estornudan cuando se odian o se quieren mucho entre ellos —sugirió esa Jueza de otra región, con un acento argentino.
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Volviendo...
La joven Savialmada desató un pulso savialmático que además de expulsar a la Practicante de bufanda roja, también redujo su barra un 20% de la lanzada.
—¡AAHH! —Sufriendo salió expulsada a vuelo mientras cubría su rostro con sus brazos en X.
Levitando la mujer de cabello blanco potenciada por la técnica prohibida.
—¡¡Haré lo que sea para demostrarle al señor Gabriel, que soy la mejor!! —dijo con mucha seguridad.
Y terminando su aterrizaje la demoniza al derrapar con sus botas. Escuchó las palabras de su rival, comprendiendo los motivos de porque creía ciegamente ante el poder de la savia.
—¡Verónica, se lo qué es admirar mucho a alguien! ¡Pero creedme, volverse loca con un poder descontrolado no es la solución! —gritó intentando empatizar con aquella desquiciada.
Sin embargo, lo dicho provocó un receló en la blanca.
—¡¡¡NO SABES NADA!!! —gritó furiosa, juntando sus manos y ejecutando un disparo gigante de savia.
—VALE, PERO QUE CONSTE QUE OS ADVERTÍ —Con una expresión fruncida respondió fuerte.
Y tomando posición firme, juntó sus manos con mechones naranjas en los dorsos. Ejecutando un rayo álmico naranja.
Chocando ellos dos entre sí. Ambas ejecuciones parecían igualarse en poder, pero la naranja en secreto se esforzaba para retener su poder.
—¡No tengo más opción, debo usar más de mi poder! Solo debo evitar volverme loca. —Pensaba preocupada.
Con una fuerte inhalación aquella Practicante, alguna vez una de las Ánimas más buscadas de Juzgado. Dejó de emitir su rayo con las dos manos, a solamente usar una. Y abriendo bien alto sus ojos, dejó aguantarse las ganas de reír.
—¡Guía ajaja! —reía por lo bien que se sentía dejarse llevar.
Comenzando su rayo naranja fino naranja a superar en potencia el otro hecho de savia.
—¡¿PERO QUÉ PASA?! ¡¿SE SUPONE QUE LA SAVIA ES LA MANIFESTACIÓN PURA DEL PODER!? —se preguntaba a escándalos la Savialmada de lo que ocurría.
—¡TARADA, ES LA LOCURA MISMA MANIFESTADA EN PODER! —respondió a gritos con locura.
Y juntando las dos palmas ahora, la frenética gata demostró su verdadero poder. Convirtiéndose el rayo naranja de gran grosor, en dos mitades que ondeaban entre ellas, como una cadena de ADN. Creando un devastador ataque que desintegraba la ejecución de la Savialmada a su paso, llegando a ella sin posibilidad de hacerle frente. Saltando de la fuerte embestida que quemó su rostro, fracturó muchas de sus extremidades; y de alguna forma borró los rastros de savia en ella. Mientras la barra de ella llegó a cero al instante.
—¡Cof, cof... Ayyy! —Sufriendo decía mientras mantenía la presión de su único brazo sano sobre su estómago.
No lo sabía por el intenso dolor que cargaba la chica liberada de la savia. Pero la Practicante llegó hasta ella, con los puños levantados queriendo continuar el combate.
—¡Muy bien, princesita! ¿Seguís pensando que la Savia es la única forma de ser poderosa? -dijo sonriendo extasiada. —¡Solo con entrenamiento y esfuerzo se alcanza el verdadero poder!
Sus palabras lograron que la lastimada recuperará la cordura. Y viendo la gran y desquiciada sonrisa de su posible primera amiga, obtuvo el susto de su alma; recordando entonces su mal comportamiento. Pero sobre todo que la batalla había terminado.
—¡Espera ya ha terminado el combate! ¡Mirad ya no está el signo en el campo, y el indicador está detrás de ti! —avisaba asustada, señalando con su dedo el indicador detrás de la vencedora.
—¡Je, habláis de los resultados! Me da igual. —Señalando con su pulgar izquierdo el indicador a sus espaldas, mostrando los resultados del combate.
Y realizando un golpe con el mismo puño desintegró el panel atrás sin voltear a verle.
—¡Sois una nena delicada! ¡Yo misma os enseñaré hacer ruda, como se debe! —Golpeando sus propios puños amenazaba a la derrotada.
Cuando repentinamente la mujer excitada por su poder recibió una fuerte descarga eléctrica verde a su espalda. Cayendo tiesa de cara contra el suelo.
Revelando al usuario noqueador, con una vara negra con las puntas de un color verde en las manos, hechas del material paranormal llamado Verosén.
—Como me choca que se ponga así —decía el instructor/ referí, jugando con la vara que cargaba, con cuidado de no tocar las puntas verdes.
—¡¿Instructor?! ¡¿No sé lo que me ha pasado?! ¡Me sentía poderosa y enojada, solo quería desahogar la furia infinita que tenía en todo y con todos! —Se excusaba confundida y asustada por lo que había hecho, soltando lágrimas—. ¡Yo no soy así de...! ¿...Loca?
Silenciándola el instructor al levantar su mano izquierda.
—¡SERPIO, VENID! —gritó llamando a otro alumno.
Llegando el chico serpiente cubierto con una chaqueta larga lima, y sus dos colmillos saliendo de sus labios superiores.
—Aquí esstá el contenedor de la Vara vero. —Con las palmas abiertas enseñaba un tipo de caja larga.
Con cuidado el rubio metió la herramienta con que incapacitó a su antigua amiga. Y al cerrarla pidió que el reptiliano se la llevase, volando este con sus alas llevó el objeto álmico que extrañamente no se desintegró al separarse de su dueño.
—¿Os encontráis bien señorita Valencia? —reguntó sin repentinamente.
Y con esa abrupta pregunta bastó para que la muchacha de cordura recuperada comenzase a llorar ante la ignorancia.
—Aaaaww... ¡¿Cómo podéis preocuparos por mí ahora?! ¡He usado la técnica prohibida y por mi culpa habéis perdido a vuestra practicante más poderosa! —Arrepentida de sus actos cuestionaba la autoridad del maestro.
Lo que confundió al rubio, principalmente porque dijo que la había perdido. Levantándose a espaldas de la llorica.
—Ayy... mi cabeza... —Levantándose mareada la supuesta pérdida, sintiendo el agujero en su espalda.
Observada por la sollozante y el tutor fantasmal. Y tras observar parte de su alma color naranja en sus dedos, y darle una lamida con el agrio sabor, o esencia de su propio ser supo más o menos con que la habían atacado.
—¿Verosén? ¿Me aloque, verdad? —dijo Minian ya suponiendo que sí a su suposición.
—Aww... —Suspirando en decepción el maestro Supervisor—. Suárez si aún sois incapaz de controlar vuestro devastador poder, nunca seréis elegida por un Supervisor, ya no sois un Ánima.
—Esos son puros cuentos, yo nunca más volveré a ser un Ánima —comentó a la defensiva.
Hasta una abrupta interrupción.
—¡¡ESTÁIS BIEN, ENHORABUENA!! —gritó feliz, e inesperadamente, por su amiga la todavía no adaptada al más allá.
Volteando su vista el serio hombre hacia la alegre, junto a una mujercita que dio un salto a cuatro patas encorvando la espalda; como la gata que era.
—Perdonen, pero pensé que a ella la sellaron por mi comportamiento —explicó rascando su nuca la inocente joven.
—De ser así tendría que haber mantenido algún objeto álmico dentro su cuerpo luego de haberla agotado. Y por supuesto su alma permanecería dentro del objeto donde la sellé, hasta ser liberada por la destrucción del mismo objeto por causa de alguna otra alma —comentó como si estuviera dando clases—. Jolines, debería dar una clase sobre el proceso de sellamiento de un Alma.
—Pero... ¿Por qué la habéis atacado? —preguntando la que no conocía todo sobre la gata humanizada.
—¿Eso?, piff... —bufó graciosa en burla del castigo recibido—. Soy una Practicante atrasada porque "a veces" no se controlar mi propio poder. Y de vez en cuando me aloco y me vuelvo incontrolable, entonces para pararme me dan un choque con una vara de Verosén para domesticarme a la fuerza, Jiji.
Sonriendo la felina inocente de su condición.
—Pero no debisteis ser golpeada por mi culpa. Yo no debí desahogarme contigo, no soy así —Culpándose se auto reprochaba.
—Piff, estabais enloquecida por la savia de la técnica prohibida. Más bien me alegra que me hayan frenado. —Riendo mostraba su falta de rencor en el asunto la ruda intelecto discutible.
Cuando un misterioso nuevo personaje habló, expresando su deducción acertada. Casi salido de la nada al venir por detrás.
—¿Así que todo este caos fue por la Savialma? Mmm... Tal y como lo sospechaba —dijo el adulto delgado de traje elegante gris y negro, bigote y sombrero; destacando por su habla alterna de Savialmado.
Viéndole confundida en seguida la recién fallecida, desconociendo la identidad del hombre. Sin embargo, la gata y el profesor quedaron con la boca abierta sabiendo perfectamente quien era ese personaje; ejecutando ese dúo el saludo respetuoso de la entidad en bienvenida del hombre de bata blanca y pantalones negros.
—Sí, verá me convirtieron en una especie de alma fusiona con la savia. Fui algo así como un experimento de Nueva orden, me hicieron jurar antes de morir, y al ser un alma me convertí en una Savialmada. ¿Pero creo que esta gata y su maestro han logrado sacármela?, porque ya me siento yo misma otra vez —conversó la alegre chica, ignorando por completo quién era el "señor".
—¿En serio...? —mirando de forma pícara a los otros dos que sí le conocían.
Sudando los que estaban atrás en entre dientes de puro nerviosismo. Siendo la responsabilidad del docente de explicarlo todo.
—¡Doctor tiempo, me disculpa, pero está recién fallecida es de suma importancia para el Juez Europal! —dijo en defensa ante el misterioso "doctor".
Callándole el médico solo con levantar sus dedos, anular e índice de la mano derecha. Notándose en sus mangas escrita la palabra Tiempo, aunque con caracteres un poco difíciles de entender al primer vistazo.
—Todavía siento un pequeño rastro de savia en ti. —Diagnosticó a la princesita que examinaba, mientras se acomodaba el sombrero-. De seguro se desactivó por el desastre que hicieron, y es posible que se vuelva a reactivar en base a tu actitud.
Invocando una taza álmica de café, y comenzando a beber de ella. Hablaba tranquilo con los ojos cerrados.
Y con esa información la princesita cayó en un estado de paranoia, comenzando a rasguñar su propio pecho. En un intento de sacarse esa cosa de su cuerpo.
—¡¿AYUDADME...?! ¡NO QUIERO ENLOQUECER OTRA VEZ! —Llorando y con miedo pedía ayuda al hombre con bigote negro corto y posible alto cargo.
—Si no te calmas aumentarás las posibilidades de activarla de nuevo, ¿sabes? —comentó ante la desesperada, manteniendo sus ojos serenos en ella.
Y con la receta del doctor, la jovencita se sentó quieta cabizbaja. Dejando su locura en un intento de auto medicarse.
—Disculpe, Ejecutor del tiempo... ¿Qué hacéis aquí? —Con todo su respeto le miraba el profesor de las féminas.
—Andaba buscando pistas sobre unos ciertos combates ilícitos que creo que son organizados por Nueva orden. ¿Terminación de Almas, creo que se llamaban? Hasta que su bochinche me llamó la atención —habló mirando seriamente a la chica morena.
Rascando su cabello corto hasta el cuello la avergonzada. Hasta que una idea cruzó por su mente.
—Aguárdense me ahí... ¿No estaríais buscando los combates llamados Ejecución de almas? —preguntó inclinando su cabeza.
—Ahh, Ejecución de Almas se llamaba. ¿Cómo lo sabías? ¿Acaso eres un Ánima que participa en ellos? —Con la mano sobando su babilla cuestionaba,
Jugando con su cola la muchachita distraída.
—Vale, primero, yo ya dejé ese pasado. No es mi culpa que un antiguo amigo rubito crea que yo quiera entrar a una pelea solo porque me gusta dar leñas... —parafraseaba dejándose llevar.
Pero con ver las miradas arrogantes de su maestro y el ejecutor, dejó su platicar para ir al grano.
—Un Ánima llamada Luis me ha querido invitar, por tercera vez, a esa especie de torneo de pelea álmica. Pero como futura Supervisora que soy, no he participado nunca y estaba por cancelar esa invitación; solo me gusta dar leña a las Almas estúpidas y radicales —respondió deprisa y nerviosa.
Tomando el doctor una posición pensativa en entonces, idéntica a otro ejecutor.
—Mejor conversemos esto en la Academia —sugirió juntando las manos.
Enseguida el Instructor y el doctor caminaron dirigidos a las instalaciones mencionadas. Mientras una mujer demonio ayudaba a levantar a la cansada Ángelina, que durante su levantamiento restauró varios de daños, mientras unas palabras antes dichas cruzaban por su cabeza.
—¿Ejecutor...? ¿Creí que solo había uno y era el de la muerte? —soltó sus dudas sus dudas sin querer a quien le cargaba todo su peso.
—¿Bueno, creo que ahora son tres? Pero el mejor es ese, el de la muerte —comentó teniendo la imagen del seudo chico en la mente.
—Bueno, la última vez que vi a ese aparente crío, creo que le caí mal —confesó sin importancia.
Frenando la gata repentinamente.
—¿CONOCÉIS AL EJECUTOR DE LA MUERTE?! ¡QUÉ LOCO! DIME TODO SOBRE ÉL. —Emocionada gritó mirando de cerca a la peli blanca.
—¡Esperad! Primero debo hallar la forma de sacarme la savia de mi —discutió en voz baja.
—¡¿Sabes qué?! Os puedo ayudar con un método de superación personal, es un truco delicado, pero me funcionó una vez. ¡Sí os ayudo a sacártela me lo contáis todo! ¿Vale? —Propuso dando un guiñó con el ojo izquierdo.
Asintiendo la confundida, y desesperada, adolescente creyendo que con sacarse la savia sus problemas terminarían.
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Archivos de Juzgado — La técnica de la Savialma:
Es una técnica que incrementa el poder álmico de cualquier Alma y nivel; que no sean 0 o 5. Por supuesto, su uso está prohibido para los miembros de Juzgado, debido al riesgo de que pueda enloquecer y sobre explotar sus poderes.
Para la realización de esta técnica se requiere la ejecución de un trato en dos lados, un Alma que jure su completa devoción (1er sujeto, Seguidor) ante otra de un poder superior (2do sujeto, Sacerdote). Con este contrato los dos o más involucrados recibirán un poder que incrementará paulatinamente, pasando por cada una de las 3 Manifestaciones de la locura con el tiempo.
Un savialmado podría enloquecer hasta un punto donde él (Seguidor/Sacerdote) perdería toda su individualidad y raciocinio, llegando a convertirse en un Sucumbido. Aunque podría existir la posibilidad de que el alma llegara asimilar la savia, convirtiéndola en Savia negra.
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Mientras, en las catacumbas de Nueva orden...
En la base secreta de los 8 líderes de la entidad enemiga, el caballero de armadura blanca con dos ojos en sus hombreras esperaba la llegada de su segunda al mando. Cruzando los brazos junto al líder número 3 de la orden.
Manifestándose el signo azul en las alturas, cayendo de él cuatro de las más buscadas y peligrosas de Juzgado. Un rubio con un golpe en el trasero, los gemelos con los pies y una mano alzada, y una alta mujer de porcelana descendiendo lentamente moviendo las alas y con los pies firmes; como si estuviera sobre una plataforma invisible e inexistente.
—Bravo, Supervisora. Tú y tus científicos han logrado regresar con Luis. —Les felicitaba con un lento aplaudir, culminando con una pregunta que ni siquiera necesitaba confirmar—. ¿Han conseguido copiar los archivos?
—Por supuesto. Seishin traédmelos. —Fría y serena miró al gemelo mayor.
Y como una mascota, el apurado galán fue a donde se encontraba el adolorido de chaqueta carmesí. Tumbándole y sacando los paneles informativos de él, corriendo para dárselos a su gran señora.
Gruñendo el usuario de un cañón brazal y una cicatriz en el ojo izquierdo. Rápidamente siendo auxiliado por el líder calvo y de baja estatura.
—Aquí tiene, Caballero blanco —dijo arrodillado y entregando los archivos.
Tomándolos el villano de máxima autoridad.
—Guía jajá, excelente mi Angelina suprema. Ahora ya podemos pasar a la tercera fase, plantar las minas en Averno, desarrollar las modificaciones a nuestros Des-Ánimos y develar la última manifestación de la savia. —Alabando a la muñeca de cristal por sus resultados, mientras leía los paneles.
—No he podido haberlo hecho sin ayuda de mi fiel Seishin. —Coqueteando con el líder venido a toda velocidad.
Asintiendo él orgulloso de servirle a la gran mujer, con una hermana celosa cruzando sus brazos a su lado.
—¡Oigan, yo hice todo el trabajo! ¡Ellos solo me sacaron de ahí, cuando mucho! —criticó un rubio Cazador de ánimas aún en el suelo, ayudado por su amigo.
—Por favor, sin nosotros Juzgado os habría atrapado. —Le cuestionó sínica la villana de piel de cristal.
—Tenía a Ejecutor a mi frente. ¿Cuándo se supone que han de otorgarme mi encuentro con él?, ¡me uní a la orden por eso! —Quejándose a regañadientes con ella aquel rubio, y llorando de un solo ojo extrañamente.
—¡¿Cómo os atrevéis a hablar así de mi indiscutible Super...!? —contestaba totalmente ofendido admirador y enamorado de la dama de mayor altura, callado por el líder verdadero de todos ellos.
—Tienes razón Luis; irás con Rodrigo y participarás junto a él en su tercera edición de la Ejecución de Almas. Algo me dice que el pequeñajo de Alfa participará. ¿Verdad Supervisora? —Concordando extrañamente.
—De eso estoy segura. Mi odioso hermano planea una reunión con los demás Jueces y el Ejecutor Alfa, seguro discutirán sus siguientes pasos —dijo con su mirada dorada vacía.
Dando la vuelta ondeando su gran capa roja real, el caballero se largó caminando. Junto a la villana de cristal irrompible y el apuesto joven adulto. Dejando a la amargada 6ta líder.
—¡HERMANO, ESPERADME POR FAVOR! -gritó corriendo en busca de su hermano.
Quedando solamente el rubio con su "pelado" amigo.
—Luis, no podéis poneros a pelear así con Supervisora. Es la segunda más poderosa de la orden, tanto en autoridad como en poder —preguntó preocupado el "pelado" que lo cargaba.
—Eso no me importa; ves como nos tratan. Nos unimos a ellos porque éramos unos pobres diablos, pero nada ha cambiado hasta ahora —confesó directo frente a su amigo.
—No digáis eso, estamos aquí para ayudar a las Ánimas que no tienen ayuda y no saben diferenciar entre el bien el mal. Además, se siente bien sentirse formar parte de una familia otra vez —dijo intentando razonar con el resentido.
—Ja, familia. No me hagas reír. —bufó en negación—. Tanto a Antonio como a ti, yo los consideraría familia. ¿Pero de verdad crees que nosotros del 1 al 4 les importamos? Ya viste como usaron a Antonio y a Alba. Con toda sinceridad no sé porque te uniste, Dirigente de la Ejecución. —revelando el apodo del calvo objetaba.
—Me he unido a la orden porque quería ser parte de algo y ayudar a Ánimas, pero Juzgado no me aceptaría por ser un Ánima. ¿Y tú lo hicisteis únicamente para vengaros de ese crío? —hablaba con la cabeza cabizbaja, sabiendo en su interior que esas palabras podían afectarle de mala forma.
—Di lo que quieras, pero el Caballero Blanco me dijo que una de las Ejecuciones personales del Ejecutor puede bloquear las memorias de cualquier Alma, y cuando me vuelva a enfrentar a él, le obligaré por las malas que me los desbloqueé. Aunque tenga que usar el máximo poder de la Savia —informó serio y en rencor, observando su brazo-cañón.
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FIN DEL CAPÍTULO
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