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Capítulo III (1-2). Invasión a Paraíso.

Archivos de Juzgado - Seres Des (Ilustrado Des-Ánimo):

Esbirros sin almas cuyos únicos objetivos es de cumplir las órdenes de su Invocador, un Savialmado; inmortales, incansables y totalmente fieles a su invocador, siguen sus ordenes telepáticas, aunque su inteligencia para realizarlas es muy limitada; recurriendo a la fuerza bruta. Solo hay dos métodos de acabar con ellos. Estos seres suelen mostrarse en 2 tipos o clases (X= Féminas, Y= Varones); aunque a veces son invocados en un solo tipo, según quiera el invocador. Es posible que puedan ser modificados por un alma de gran intelecto, no es usual de ver savialmados con esa capacidad.

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Mientras tanto en Mundo Vivo, dentro de unas catacumbas...

En unas catacumbas antiguas y mohosas, donde pedazos de huesos y cráneos por ahí se encontraban. Una reunión de los ocho líderes de una misteriosa y siniestra asociación se llevaba a cabo, bajo la luz álmica blanca de un gran panel delante de una mesa redonda.

—Mi señora, parece que hemos perdido el enlace total con Alba, además de sus fieles lacayos —dijo observando ciertos detalles en un pequeño panel un sujeto pequeño y aparentemente calvo.

—Primero Antonio y luego Alba, ese mocoso se ha movido más rápido de lo que pensaba —habló la figura fémina con aureola de entre el personal siniestro.

—No obstante Alba nos ha enviado los datos completos de la Fase atracción de nuestro plan. Y hemos descubierto cómo obtener la emanación álmica de las almas combatientes durante una cita de combate —decía el sujeto con capucha y con un cierto toque asiático, divisando un poco en su rostro bajo su capucha.

—¡Jeje, eso es perfecto! Tal vez podría dar un verdadero torneo entre almas. —Sonriente planificaba el más bajito de estatura del grupo.

—No tan rápido Rodrigo; todavía nos hace los datos de los archivos Des originales, y un mapamundi actualizado de Averno —corrigió la alta mujer.

—¡Jajá! Se supone que eres una de las mejores Supervisoras. ¡¿Cómo es posible que no tengas acceso al mapamundi de Averno?! —Se burlaba un misterioso espectro sin piernas o brazos, destacando su habla en español alterno, cubierto con un gran poncho y usando un sombrero fedora.

Risotada que molestó ligeramente a la número 9, pero lo toleró. Mientras otro líder todavía no presentado jugaba ajedrez.

—¡QUÉ INSOLENCIA! NUESTRA INDISCUTIBLE SEÑORA HA LOGRADO MUCHO; REUNIÓ A NUESTRO EJÉRCITO, NOS HA PERMITIDO UTILIZAR EL SISTEMA EXISTENCIAL Y QUERÉIS MÁS AÚN. —Celoso defendía a su señora—. ¡DEBERÍA MOLEROS A EJECUCIONES!

—¡INTÉNTALO MALDITO CONDENADO, QUE SE TIRA A SUS HERMANA! —Con una repentina rabia gritó en contra del asiático compañero.

—¡¡ESTÚPIDO, COMO PODRÍAMOS TENER...!! —Cuestionaba a punto de encararle.

—Por favor, no os peleen. Se supone que estamos en esto para acabar con la orden de Juzgado —dijo pacíficamente otra encapuchada al lado del defensivo a la villana de antes.

—¡Ahí tienes, hazle caso a tu amante! ¿A menos que quieras perder tu rostro? Niño bonito —comentó tras las palabras de la hermana del rival.

Humillación que enervó más la actitud del villano de buen lucir.

—¡SE ACABÓ, LE HARÉ UN FAVOR A VUESTRO HERMANO Y BORRARÉ ESA SONRISA TIESA EN TU CARA! —Iracundo amenazó el espectro asombrerado.

Preparándose el encubierto con capa negra y el del poncho para la pelea. Subiéndose ambos a la gran mesa.

Creando una fuerza que hacía mover la mesa, movida la cual provocó que en el tablero de ajedrez de un misterioso caballero y líder supremo se le cayera una pieza blanca; El Caballo. Cosa que no tomó nada bien el jugador de armadura blanca.

—¡Suficiente! —Severo los regañó en voz baja el jefe de mayor autoridad.

Llamada de atención que bastó para que los rivales dejarán su pelea, y bajaran la cabeza en disculpas para el líder máximo de la asociación. Volviendo a sus puestos en el acto.

Mientras que el caballero blanco, que nunca abandonó su silla recogió su ficha caída con la mano izquierda.

—Gasoí, cuánto te falta para acabar con las minas de Verosén. —Le habló a un ser con apariencia robótica o espacial.

—Ya están listas, mi caballerro. Perro rrequiero del mapamundi de Averrno, deben serr colocadas en lugarres precisos si querremos evitar que sean descubierrtas. —Con un acento similar al ruso informó el líder de aspecto astronauta verdoso.

Tras escuchar el informe y observar con sumo cuidado la pieza del Caballo capturada entre sus dedos, descubrió su siguiente movida el jefe absoluto.

—Luis, prepárate. Realizarás tú solo la Fase 2 de nuestro plan. —Mandó con su vista puesta en la pieza en el tablero.

—El Ejecutor de la Muerte se dará cuenta de quién soy apenas vea la cara... y me disculpa Caballero blanco, pero... aun no estoy listo para jurar mi benevolencia ante usted —Apático dijo el rubio de traje rojizo y una cicatriz en el ojo izquierdo.

—Puedo entenderte, todavía no sabemos cómo activar la manifestación completa de la savia. Pero te necesito para esta fase, al menos utiliza la Manifestación 1 por ahora; y descuida, conozco una forma para que Alfa, El ejecutor, no descubra tu identidad. Acompaña a nuestra gran Supervisora para tu transportación mediante un Signo a tu destino —Con la mano indicaba seguir a la alta dama.

Con esto la segunda fase del Plan de la Nueva orden existencial de la asociación daría inicio. Uno que vendría en una invasión con unos seres prácticamente indestructibles.

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Paraíso, Región Europal. Oficina del Juez...

En esa sala iluminada por luz blanca celestial con piso de cristal, niebla sobre la superficie, pilares grises también de cristal, bajo un techo no visible de altura inalcanzable.

El último de los guerreros Arcángeles yacía sentado en un gran sillón de su escritorio de cristal, donde parecía estar en una plena comunicación álmica oral; ya que en el escritorio se presenciaba una señal sónica auditiva externa. Y con un gran ventanal a su espalda al fondo, que mostraba una misteriosa guerra en mundo donde abundaba el color morado.

—Pero requiero vuestra guía para mi protegida, sois la única en la academia con la suficiente experiencia y fuerza para hacerle frente de ser necesario —informaba al cuadro digital de su escritorio, siendo claro que estaba en una conversación digital-espectral.

—No es por ser irrespetuosa Juez Gabriel, pero no creo que yo sea la más indicada para ser la guía de vuestra protegida. Sí, llevo mucho tiempo en la Academia. Y sí, soy muy fuerte o poderosa, pero solo soy una Practicante retrasada y no quiero caerle mal —comunicaba una desconocida chica algo incómoda.

—Esta chica no es un Alma común, sois la única Alma con el poder de ayudarla con la Savialma. —Con un tono más serio develó.

—¿Savialma? No había oído el nombre de la técnica prohibida desde que era un Ánima. ¿Pero no que había desaparecido? —Más interesada conversó, a la vez que recordaba parte de su propio pasado.

—Ha regresado, y es por eso que requiero vuestra ayuda. Has sido la única Ánima o Alma con la astucia suficiente para evitar ser sucumbida ante la locura que ella trae —alagaba persistiendo con cierta seriedad en ese asunto el canoso.

—Ji ji, bueno no tengo una astucia de que digamos, ¡Qué bruta, es tan lista que esa técnica no tuvo efecto en ella! —Corregía con humor y una sinceridad muy humilde.

—Practicante Minián Suárez, os requiero para esta tarea. Si lográis evitar que mi protegida Verónica Valencia, supere la Savia que le corroe os compensaré adecuadamente, recordad que soy un Juez existencial. —Incentivó.

—¡Esperad! ¡¿Queréis decir que finalmente seré una Supervisora?! —Emocionada y eléctrica asumía la comunicada.

—No tan rápido, puedo convertiros en Aprendiza al Asignaros a un Supervisor Guía; pero solo él decidirá cuándo seáis una auténtica Supervisora. —Detuvo Gabriel al hablar de ella mientras cerraba los ojos.

—¡Nooo...! —gritó entristecida.

Extrañando a un Juez con un ojo entrecerrado en su escritorio por el ruido mental.

—Perdone mi exabrupto, pero es que hay muchos rumores acerca de mí. ¡Qué no son ciertos! Y como siempre el Supervisor terminará por devolverme a la Academia. —Apática informó de su caso.

—Si ese es el caso, me aseguraré de daros a una Supervisora indiscutible en su trabajo, como vuestra próxima Guía. Mi propia her... —informaba como otro incentivo, hasta ser interrumpido.

Callándose por la presencia de un Signo gris aparecido en el aire, sobre el centro de su limpia oficina. Saliendo varios pequeños triangulitos, que agrupándose crearon a un joven serio y otra mayorcita inocente.

Cayendo ante él un joven Ejecutor en un impresionante aterrizaje con los pies y una mano sobre el suelo, pero con la otra mano al aire; creando un lento pulso sónico oscuro. Mientras que la inexperta cayó de un platanazo contra el cristal, también creando un pulso sónico, pero no tan genial como del chico.

—¡Aauu...! —dijo con la cara sobre el cristal.

Viéndoles el arcángel despreocupado desde su asiento.

—Os llamaré después —comunicó en despedida.

Relajado tocó la pantalla táctil de su escritorio; en el cuadro con la que se comunicaba. Dando así por finalizada la comunicación.

Y con la misma calma se levantó un gran jefe de su asiento y se dirigió a paso tranquilo con los bienvenidos. Mientras que el escritorio junto al sillón se desintegró al tiempo respectivo.

—¿Quién aterriza de un signo tan mal? —preguntó retóricamente el chico a su "más o menos" conocida encarando el suelo.

—Ay... Es la tercera vez que uso los Signos existenciales y aún no he podido acostumbrarme a ellos. —Adolorida se paraba.

—¿Tercera vez? ¿En serio, qué clase de Supervisora graduada de la Academia solo ha usado de los signos tres veces? —preguntó ya no poder pasar la inexperiencia de ella.

—¿Ella os ha dicho que es una auténtica Supervisora? —preguntó al ejecutor sin capucha con una mirada seria pero curiosa, con las manos atrás de su espalda.

Y con esa pregunta dada por el arcángel de mucha calma. El nerviosismo llegó a la disque Supervisora, que no podía callar más, y que no quería que el adulto quien admiraba pensará mal de ella.

—Bueno, yo supongo que lo es porque... —explicaba su punto de vista sin problemas, sacando su gorro.

Hasta que la joven no pudo retener más su perspectiva de los hechos, ya que en su interior pensaba que su amado canoso podría pensar mal de ella sino decía la verdad.

—¡Eso no es cierto señor Gabriel! ¡Yo iba a decirle que solo soy una Alma Recién, que fue asimilada con la Savialma, y por eso usted me ha ascendido a Nivel 3! Pero no a una Supervisora. ¡Él ha supuesto eso por su propia cuenta, por favor no me odie por lo que diga este crío...! —En voz alta soltaba las verdades que ocultaba.

Tapando su boca con las manos, sin saber porqué había dicho todo lo que pensaba; sin siquiera intentar mentir. Lentamente miró con sus Iris azules a la mismísima Muerte que tal vez había ofendido.

Y era evidente que sí, un aparente crío gótico, estaba furioso. Pero además de muy molesto, estaba avergonzado con sus mejillas azuladas. Y como no, él creyó que esa chica era una Supervisora y se sentía engañado.

—¡TE ATREVISTE A VERME LA CARA DE NIÑITO TONTO, A MÍ! ¡EL EJECUTOR DE LA MUERTE! ¡MIRA NIÑA PRESUMIDA DE LA CONDENADA...! —Se desquitaba a todo pulmón con ella.

Cuando de repente toda su gritería quedó silenciada, aunque en realidad él seguía gritando en rabieta. Solo que de alguna forma no se escuchaba ni un solo ruido saliendo de él.

—Cómo me choca que se ponga así —dijo San Gabriel estresado, con sus dedos diestros iluminados de blanco y haciendo un gesto de bajar el volumen.

Comprendiendo entonces la fallecida de Nivel 3 que lo que pasaba con el Ejecutor en rabia era causado por el santo que la veía.

—¿Qué? Solo he establecido que no podamos escuchar su berrinche hasta que termine de desahogarse. Estás en mi oficina y aquí yo poseo muchas libertades sobre cualquier alma que entre. —Le informó a la chica, con una pequeña sonrisa.

Quedando los dos blancos viendo a un niño con una rabieta muda.

—Señor Gabriel. ¿Qué vamos hacer ahora con las fallas del Sistema? —preguntó confiada.

—¿Vamos? Verónica os había dicho que no podéis involucraros en esto. —Mirándola, un Gabriel serio refutó.

—Sé lo que habéis dicho, pero he ayudado al Ejecutor en un combate contra un Ánima muy poderosa; además he descubierto cómo son esos combates. —Determinada intentaba demostrar que podía luchar.

—Verónica, a pesar que técnicamente seáis de Nivel 3, no eres una Supervisora como tal. Seguís siendo una Recién fallecida, y no tienes lo que hace falta para ser una agente. —Firme le explicó.

Explicación reveladora que fue escuchada por un patidifuso silenciado, dejando su furia por incertidumbre. Deshaciéndose automáticamente el efecto que su jefe causó en él.

—¡¿NO ME DIGAS QUE HICISTE SUPERVISORA A UNA RECIÉN FALLECIDA?! —Enojado se enfrentó a su amigo, el menor de oscuras vestimentas. —¡PARA QUE UN ALMA PUEDA SER SUPERVISOR DEBE PASAR POR LAS ETAPAS EN LAS ACADEMIA! ¡RECUERDAS LO QUE SUCEDIÓ CON LILIANA! —Fúrico regañaba.

Dejando de hablar cuando el ángel levantó los dedos brillando, amenazando al chico que si no dejaba su infantilismo le volvería a silenciar o algo peor. Terminando por aceptar un ejecutor refunfuñón que cruzó sus brazos, cerrando la boca.

—He estado haciendo todo lo posible para extraer la Savia de ti y puedas ir al Cielo, ¿O es que ya no queréis ir? —Dirigiendo su vista con la quien podría parecer su gemela, Valencia.

Duda que puso algo incómoda a la joven de rizos plateados, y que no era realmente la gemela del jefe.

—No es eso, es que... ¡Prometí controlar este poder y ayudaros! Por Qué, usted fue la primera luz que vi, cuando los últimos momentos de mi vida eran solo tinieblas. —Confesaba sus sentimientos en aquellas palabras, sin saber del todo porque no podía parar de decir lo que ocultaba—. ¿De verdad no hay forma de yo, una Recién fallecida, pueda ayudaros?

Sus palabras sinceras tocaban una parte sensible del ángel recordando a otro que le hizo esa misma pregunta hace muchísimo tiempo. Suspirando él ahora.

—No; pero si de verdad quereos ayudar hay una forma. ¿Sí estás dispuesta? —discutió con más calma hacia ella, pero manteniendo su autoridad.

—¡Haré lo que sea! —dijo con luz en sus ojos.

A continuación, el Juez con un chasquido hizo aparecer un Signo existencial gris cerca suyo, hecho por él la autoridad máxima Existencial de su sector.

—He solicitado la ayuda de una Practicante especial en la Academia para Supervisores en el Mundo vivo, ella tal vez pueda ayudaros a superar completamente la savia en ti. —Señalaba con su mano el destino de ella hacia el signo. —Además supuse que querrías ser parte de la entidad, así que hablé con un Instructor de allí para que pudieses aprender lo necesario para ser mi Asistente provisional.

Asintiendo la adolescente.

Y sin miedo se dirigió al gran Signo posicionado en vertical. Y apunto de cruzarlo, sus partículas se convirtieron en pequeños triángulos que se desintegraron, siendo absorbidas por el signo; cerrándose al instante.

Quedando el dúo monocromático en la oficina de espacio indefinido. Con un chico todavía en mal temperamento, y un adolescente mayor finalizando el uso de los medios EX, poderes que habilitan funciones extra especiales solo disponibles para los siete Jueces existenciales; y unos pocos autorizados.

Cuando repentinamente el Juez que utilizó los permisos casi cae desmayado, debilitado por usar esos medios. Pero auxiliado por su amigo que se teleportó debajo de su cuerpo antes de caer, demostrando que cargar a un adolescente no era nada para él.

—¡Gabriel! Sabes que los medios Ex utilizan un enorme poder álmico —Preocupado por su amigo le recordaba, mientras intentaba que se recuperará.

—Aww... Ya lo sé... pero con las fallas actuales la transportación de ella sería imposible... Los medios Ex son los únicos medios a utilizar que no han de recurrir a una conexión con la Fuente existencial para su uso... —Ayudado por su amigo respiraba exhausto.

Invocando con un chasquido su escritorio álmico el arcángel debilitado, para posar sus manos sobre él; mientras respiraba repetidamente.

—Sí, pero, los medios Ex, utilizan en cambio el propio poder álmico del usuario. —Le recordó, y prestando atención a la condición de su mejor amigo.

—Ya lo sé... Aww... Solo, requiero... descansar un rato. —Cansado dijo sofocado, usando su escritorio como soporte para estar de pie.

Sin embargo, su amigo miraba en decepción a su jefe que parecía tener un trato especial con esa recién fallecida.

—¿Por qué tratas tan bien a esa adolescente? Espero que no te hayas enamorado de ella. —Molesto habló con brazos cruzados.

Creando la incógnita en el agotado. Incluso él mismo generó dos signos de interrogación "¿?" álmicos sobre su cabeza, haciéndose el gracioso.

—No te hagas el desentendido conmigo; si es tan obvio para mí que ella siente mucha atracción por ti, debe serlo para vos. —Frunciendo la vista mostró que no estaba para juegos.

—Nada nunca se os escapa, ¿no? —comentó en rendición, y estando en mejor estado—. Es correcto que ella siente amor por mí, pero no quiero engatusarla con ello.

—¿Y cuál sería la diferencia en ella? Solo una admiradora más, de cientos que hay ya. —Enfatizó con un reojo.

—Sería que ella es una Recién Savialmada —comentó con toque de fastidio.

Sustantivo que alertó al desinteresado.

—Oye, eso es lo que dijo la segunda Ánima que envié al Infierno. ¿Pero qué tiene que ver ella con la asociación de Nueva Orden? —Furioso discutió con la mano izquierda en su cadera.

—¿Ya has oído de ellos? Entonces iré al grano —conversó en mejor estado.

Enseguida, chasqueando sus dedos el Juez parcialmente recuperado invocó un gran panel. Donde se visualizaba a muchas almas y/o Ánimas pertenecientes al grupo enemigo, fechorías cometidas por ellos y la imagen de su emblema.

—No has sabido de ellos hasta ahora por vuestra ocupación en hallar los cultos. Pero he tenido muchos informes y casos sobre esa entidad. Desconozco sus intenciones, pero si para lograrlas han recurrido a la técnica prohibida, capturan y experimentan con almas de Nivel 1, y han logrado que una viva obtuviese la Savialma antes de morir para lograr una semi asimilación en ella al convertirse en una Recién Fallecida; entonces lo que sea que esa entidad trame no será nada bueno. —Serio resumía los incidentes mostrados.

—¿Entonces esa Recién fallecida, o Recién Savialmada, ha asimilado la Savia? —Apuntando el punto donde antes se hallaba la mencionada preguntó Ejecutor—. No es posible, no sentí o vi su savia negra en ningún momento.

—Digamos, que es un intento fallido de replicar el experimento con la savia al que fuisteis sometido, eso sí, si es posible. Por fortuna el caso de Verónica es aislado, no sé porque solo con un sujeto tuvieron un éxito cercano; pero es crucial que supere la Savia antes de que sucumba ante ella. O peor: Nueva Orden descubra que se ha acercado con ella a conseguir un resultado óptimo. —Serio informaba al chico.

Quedando ese chico pensativo en sus recuerdos, que solo en recordar esos lejanos tiempos que fue parte del experimento "Asimilación álmica" podía sentir el sufrimiento que era para él existir, y toda la ira que quería desatar en ese entonces. Mirando con odio su mano izquierda esquelética, mientras de ella comenzaba a brotar Savia negra.

—¡Y solo para que sepas! —Llamó la atención en humor—. Cuando dijo, "¿De verdad no hay forma de que yo una Recién fallecida pueda ayudaros?" Me trajo los recuerdos de la primera vez que vi a un Recién fallecido acabar con un Ánima; pero ese lo dejé escapar porque no era el Ejecutor aún, jiji.

Riendo de los viejos eventos de un primer encuentro. Intentaba alegrar a su resentido amigo.

Lo que funcionó, porque un pelinegro también reía, recordando el primer encuentro de ambos. Desapareciendo su enojo, junto con la savia oscura en su mano.

Y sentir que el poder asimilado de la savia en su amigo desaparecía, hizo que el Juez respirará aliviado. Previniendo que ese chico, una vez El experimento clave Alfa, no fuera a dejarse enloquecer por la técnica prohibida.

Inesperadamente las alarmas comenzaron a sonar en la oficina. Y en el gran panel sobre ellos nuevas imágenes de múltiples enemigos aparecieron.

—¡Awww, ¿qué pasaaa?! —Confundido y atolondrado preguntó por el ruido.

Rápidamente un alertado de ojos dorados averiguó en detalle la causa de las alarmas, al tocar la mesa de vidrio de su escritorio. Apareciendo en la mesa el resumen de los problemas.

—¡Signos existenciales provenientes de Mundo vivo han aparecido en la Plaza archival de Paraíso, justo aquí en la región Europal! ¡Trayendo consigo un Ejército de Des-Ánimos! —Leyendo los informes el jefe de rizos plateados informaba.

—¡¿QUÉ...?! ¡¿PERO ESO ES IMPOSIBLE?! ¡SOLO LOS SUPERVISORES PUEDEN INVOCAR SIGNOS EXISTENCIALES CON DESTINO A LOS DOS MUNDOS DE JUZGADO, Y LOS DES NO PUEDEN VENIR SOLOS! —Sin poder creerlo, le gritaba las verdades indiscutibles a su amigo.

—NO TENÉIS QUE GRITAR. —Gritó también pero no con las mismas ganas del muchacho.

—¡ENTONCES APAGA YA ESTE ESCANDALO! —Con todo y bullicio exclamó.

Por lo que enseguida el blancuzco dando un aplauso desactivó las ruidosas alarmas, aunque los datos enemigos Des siguieron presentes en el panel.

—Gracias... —En sentido figurado agradeció la acción del blancuzco.

—Es posible que las fallas hayan llegado a mi oficina... —Todavía usando su escritorio como soporte supuso, con los ojos puestos sobre su amigo—. ¡Ejecutor, dirigíos de inmediato a la plaza!; Si hay Des-Ánimos tiene que estar por ahí un invocador mandando las órdenes. ¡Buscadle y haced que detenga esta invasión, yo iré dentro de un rato!

Con esa nueva orden el jovencito se encapuchó, dando un medio giro para irse por dos puertas que aparecieron instantáneamente. Pero una intriga le hizo parar.

—Pero Gabriel, ¿Dudo mucho que quien sea el Savialmado que invocó a esos Des, los vaya descartar así de fácil? —Con gracia contó el chiste.

—¡Pues usad el segundo método para eliminar a los Des! —regañó con un poco más de severidad, con la mano puesta en su frente.

Riendo un poco el gótico.

—Sí ya sabía, jaja. Solo quería intentar animarte —comentó, largándose de allí ahora.

Dejando a un canoso con dolor de cabeza temporal por el uso EX, riendo un poco por la empatía de su amigo. Y en su mente cruzó el recuerdo de su primer mejor amigo y verdadero hermano, haciendo que un dolido Gabriel volteará su cabeza al escritorio. Viendo allí un cuadro de cristal con la imagen de él junto a otros seis misteriosos ángeles con las mejillas también marcadas; que parecían disfrutar la compañía del novato arcángel antes de ser Juez.

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Paraíso, Plaza archival. Algunos momentos después...

En una gran plaza con distintos paneles álmicos que detallaban los archivos y expedientes de la entidad supervisora, una batalla entre Supervisores ángeles y Des-Ánimos se llevaba a cabo. Que a pesar de que todos los agentes de blanco eran de Nivel 3 y los Des de Nivel 1, aquellos esbirros poseían una fuerza desmesurada, no sentían dolor, eran imparables e indestructibles; lo único que podían hacer era frenarlos mientras localizaban a su invocador.

En el lado angelical lideraba a los ángeles la mismísima Muerte, mientras que el lado Des no parecía tener líder.

—Ejecutor Alfa, digo, Ejecutor... —Llegando la agente de uniforme blanco, pero de cabello y alas violetas le hablaba a su superior —. La cantidad de Des-Ánimos están en aumento, además han reportado que algunos de ellos lucen ciertas modificaciones.

Con el informe de esa Supervisora con mejillas pecosas dado a su superior menor, ese menor colocando su mano en su mentón y bajando la mirada seria tomó su característica pose pensativa.

—¿Des-Ánimos y ahora Des modificados? Sin duda este ataque es obra de esa Nueva Orden, pero. ¿Qué pretenden conseguir con esta invasión? —Comprobando el informe de los encuentros anteriores discutía.

Momento en que varias explosiones álmicas ocurrieron en el campo de batalla. Sin embargo, el líder oscuro encapuchado estaba ocupado en su pensar como para que le importaran, excepto a la mujer que le acompañaba que dio un brinco de susto.

—¡Debemos hallar a su invocador para acabar con esto! —declaró con autoridad a su compañera.

Cuando de repente otro Supervisor, también de clase ángel llegó, aterrizando adolorido de un vuelo. Era uno de los agentes pertenecientes al escuadrón con la misión de encontrar al invocador de los Deses (pluralización del sustantivo Des); el agente que llegó lucía una deformación juvenil de 16 años y de tez morena.

—¡Ejecutor...! ¡Hallamos al invocador de los Deses! Se encuentra en la sección Historial de la plaza —Sufriendo de ciertos impactos profundos venía zanqueando en su caminar.

Rápidamente la primera agente peli morada se dirigió a socorrer al colega Supervisor, sosteniéndole su peso de un brazo. Seguido de un chico viniendo levitando, intrigado por el estado del agente.

—¡¿Juan qué pasó?! —Con su rostro cubierto preguntó, mencionando el nombre del agente.

—¡Eso no importa...! ¡El invocador no ha venido solo, tiene a una poderosa Ánima de guardaespaldas...! ¡Ha sellado a mis tres compañe...! —Informaba exhausto cuando se quedó callado.

Porque cuatro brazos le habían atravesado el torso, absorbiendo su alma dentro de un talismán que cargaba sujeto la segunda mano derecha. Dejando atónito al niño y a la mujer veinteañera que a pesar que lo lleva cargando no se dio cuenta del suceso.

Aquellos cuatro brazos musculosos de piel blanca retrocedieron en seguida. Volviendo a un misterioso sujeto alto, calvo y que estaba desnudo luciendo su musculoso cuerpo; pero como el alma que era, no tenía genitales, ombligo, uñas en las manos, dedos en los pies ni pupilas en sus iris. Pero extrañamente orejas sí tenía, algo que no se veía mucho que lucieran las almas al deformarse, junto a una sonrisa desquiciada.

—¡Siiiii! ¡Con esta ya son cuatro almas selladas en mi talismán! —Extasiado observaba el talismán con el símbolo de Nueva orden en él, hablando con acento alterno.

Observando a ese fantasma con sonrisa macabra, el chico podía sentir el poder de la Savialma emanando de él. Pero no parecía manifestarlo en sus brazos, llorando, en sus ojos o demás; más allá de la locura en su presencia.

—Cristina, siento la savia en ese tipo. Pero hay algo en él que no me gusta. —Le decía a la mujer de piel ligeramente latina a su lado—. ¡Mejor le ejecuto de una vez!

Sospechando un chico de Nivel 4 se preparaba a enfrentar al musculoso. Pero la palma de una joven pecosa le detuvo en seco.

—No, usted debe buscar al invocador y acabar con esto. Yo he de cargarme a este loco. —Firme mostró su desacuerdo ante la dirección de su superior.

—¡Cristina, pero estás sola, y esa Ánima puede estar Savialmada! —discutió en dudas.

—¡Entonces yo la ayudaré! Pero tiene razón, Ejecutor de la Muerte, Alfa. Debeos ir a buscar a esa Ánima invocadora en la sección Historial de esta plaza —dijo repentinamente el nuevo agente de piel latina y cabello castaño.

La llegada de ese agente fue inesperada y un poco sospechosa, pero era un Supervisor y quería cooperar en vencer a esa nueva Ánima. Y tenía la razón, él era el ejecutor y debía acabar con la invasión lo antes posible.

Asintiendo el encapuchado, y volteando su mirada tuvo el destino en su campo de visión. Teleportándose enseguida.

Quedando ahora la pareja de agentes lista para la pelea contra el musculoso de cuatro brazos. Que, colocando su talismán en su pecho, una gran capa roja de la realeza apareció, adornándole.

—¡¡Guía jajajá!! ¡¡¿En serio creen que unas almas como ustedes pueden contra El Rey, deberían estar agradecidos de estar ante mí presencia?!! —Auto elogiándose la misteriosa Ánima en tercera persona se burló de los jóvenes, mostrando su desagrado también—. Sí tan solo no se vieran tan viejos les sellaría, pero vencerles debe bastar.

Colocándose en posición de ataque la pareja estaba lista para empezar.

—¡No os preocupéis, podemos contra este presumido! —Alentó en determinación.

Sin saber la joven adulta que ese combate era un plan ejecutado por el Ánima, el Supervisor a su lado (un traidor en secreto) y una misteriosa líder de Nueva Orden. Con el fin de aislar y sellar al Ejecutor de una vez.

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Continuará...

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