Habían pasado exactamente dos días desde la noche de la terraza. Jack y yo volvíamos a la normalidad y había mucha más tranquilidad en el apartamento, no habíamos aclarado los besos que nos dimos, pero en algún momento se tenía que dar la conversación. Jack llevaba dos días en completa felicidad y más ahora que estábamos haciendo las maletas para ir a celebrar el año nuevo a su casa, con su familia. Yo había hecho videollamada esta mañana con mis padres y mis hermanos, a los que echaba demasiado de menos y a los cuales había prometido ir a ver sin falta. Jack ya los conocía y había estado hablando con ellos también esa mañana. Mi madre me pregunta continuamente por él y esa mañana no había sido diferente, me preguntaba siempre si ya éramos novios y me había vuelto a repetir que si iba a verlos que no me presentase en casa sin él.

El cariño de una madre que echa de menos a su hija.

―¿Lo tienes todo listo? ―Pregunta Jack, entrando a la habitación y abrazándome por la espalda.

―Sí. Ya puedes llevar mi maleta al coche.

Jack me hace girar y quedamos frente a frente y cuando pienso que por fin me besará, me da un beso en la mejilla y agarra mi maleta, marchándose de la habitación. Yo me dejo caer en la cama de la frustración.

―¿Todavía nada? ―Pregunta Anne, sentándose en la cama.

―¡No! ―Exclamo, incorporándome―. No sé que tengo que hacer.

―Esta noche no tendrá escapatoria, se caerá de culo cuando te vea en el vestido que compramos ayer, prometido ―Dice, sonriendo con malicia―. Y ahora vámonos, que tengo un novio cuadriculado y como salgamos más tarde de las cuatro y cuarto le da un infarto y quiero terminar el año con él.

Las dos reímos, Anne me ayuda a levantarme de la cama. Jack nos está esperando en la puerta del apartamento con Will revisando una pequeña lista de papel. Jack me hace un gesto como riéndose de la situación y Anne le da en el brazo, los tres totalmente divertidos. Will va poniendo checks en su lista y como último paso, cuenta las maletas para ver que las tenemos todas. Cierra la puerta con llave y llama al ascensor, agarrando la mano de Anne y tirando de ella para darle un beso mientras esperamos. Jack me pasa el brazo por encima y me da un beso en la sien.

Bajamos en silencio en el ascensor y Jack y Will colocan las maletas. Anne se sienta detrás y Will con ella por lo que me toca ir delante. Jack corre antes de que yo pueda abrir la puerta y la abre para mí, yo me acerco, me pongo de puntillas y le doy un beso en la mejilla. Jack rodea el coche después de cerrar mi puerta y se monta en el coche, abrochándose el cinturón. Jack pone su lista en el teléfono y agarrando mi mano para ponerla junto a la de él en el cambio de marchas, empezamos el viaje. 

Ryan y Amanda nos reciben con emoción cuando llegamos, igual que Matt y Daniel. Daniel me levanta del suelo mientras me abraza y Jack tira de su oreja para que vuelva a dejarme en el suelo.

―¿Cómo está la chica más molona del mundo? ―Mira a mi espalda― A parte de escoltada, claro.

―Encantada de pasar aquí el año nuevo.

―Como dormiremos todos en casa, incluyendo a Carl y Charlie, le encargamos la tarea del reparto de habitaciones a Jack ―Indica Ryan―. Así que ni Amanda ni yo nos hacemos responsables del resultado.

Miro a Amanda, que está abrazada a Ryan y me guiña un ojo, sonriente.

Jack agarra nuestras maletas y empieza a subir las escaleras, con Will detrás nuestra subiendo también las maletas de Anne. Nosotros nos quedaremos en la antigua habitación de Jack y Anne y Will en la que me quedé yo la última vez que vinimos aquí.

―Espero que no te importe dormir en mi habitación.

―¡No lo puedo creer! ¡Estoy en la habitación de Jack Damon! ―Digo, poniendo voz de adolescente y el ríe.

―Me he acostumbrado a dormir contigo ―Confiesa, sentándose a los pies de su cama mientras yo lo observo todo en su habitación.

―Yo estoy casi acostumbrada a que me dejes sin respiración con tus abrazos.

―¡Eh! Yo tengo que soportar que tu pelo se me meta por la boca, por la nariz, que me tape toda la cara...

Observo un pequeño tocadiscos en su escritorio y sonrío, señalándolo. Jack se acerca a mí y lo enciende, dejando que se ponga la primera canción Unchained Melody invade toda la habitación.

―Era el tocadiscos de mis padres, cuando eran novios. 

Jack pone su mano delante de mí, como para sacarme a bailar. Acepto sonriente.

―Fue la canción de su boda ―Me confiesa.

―¡Qué romántica!

Seguimos bailando en la habitación hasta que termina la canción y decidimos parar el disco. Todavía me tiene abrazada e incluso parece que me va a besar, pero me da uno de sus besos en la cabeza y bajamos las escaleras con el resto de los presentes. Charlie y Carl ya han llegado. Me abrazan emocionados y Carl me tira del brazo hacia el jardín para hablar conmigo en privado.

―¿Qué tal con Jack? ―Pregunta―. He oído que vais a dormir juntos.

―Llevamos durmiendo juntos desde hace días en su apartamento.

―¿Ya es consolidado? 

―¡No! Ni siquiera nos hemos besado. Bueno sí, pero no se puede considerar beso, apoyé mis labios sobre los suyos, nada más.

―¿Él no te ha besado todavía?

―No ―Digo, con un puchero.

―Quien me diría hace un mes que estarías haciendo un puchero en la casa de infancia de Jack Damon porque todavía no te ha besado.

Le doy un golpe en el brazo y él se ríe, para después guardar silencio con cierto nerviosismo.

―Tengo que contarte algo ―Saca una cajita de terciopelo rojo de su pantalón―. Voy a pedirle matrimonio a Charlie esta noche.

Le abrazo, emocionada y soltando un pequeño gritito silencioso. Ambos nos emocionamos y nos volvemos a abrazar, sollozando.

―¿Me harías un favor? ―Pregunta―. Necesito que me guardes la cajita hasta esta noche.

―Por supuesto ―Le digo, agarrando la cajita―. Estoy muy emocionada por esto, me alegro tanto por vosotros. Sois tan perfectos el uno para el otro...

―No me imagino mi vida sin ella, Olive. Sé que somos jóvenes, pero por qué esperar cuando tengo tan claro que es el amor de mi vida.

―Carl, amigo mío, el amor no espera. Esto tiene mucho sentido para vosotros dos.

Nos volvemos a abrazar y limpiándonos las lágrimas volvemos dentro. Subo corriendo a la habitación, guardando la importantísima caja de terciopelo.

Después, me pongo a pensar en mi situación con Jack, enfadándome más cada minuto que pasa porque no soy capaz de comprender qué es lo que le está frenando, o simplemente es que ya no piensa lo de esa noche y no sabe como expresármelo. Bajo las escaleras y lo veo sentado con sus hermanos y con Will y Carl, todos charlando y riendo animadamente, él al verme me hace un gesto para que me acerque, pero niego con la cabeza, continuando con mi camino hacia la cocina. Amanda está terminando de preparar la cena para esta noche que huele exquisita. 

―¿Necesitas ayuda? 

―Olive, cariño ―Dice, sonriente, sacando una bandeja del horno―. Tú nos hiciste la comida de navidad, lo justo es que descanses hoy.

―Me encantaría ayudar.

―Bueno, está bien ―Me pasa un cuchillo―. ¿Te importa ir pelando y cortando las patatas? 

Agarro el cuchillo y me pongo con ello.

―Hablamos con Jack hace un par de días por teléfono ―Confiesa―. Nunca le había visto tan feliz, Olive. Tengo que darte las gracias.

Me sonrojo.

―Yo fui la que le aconsejé que no se precipitase demasiado. No quiero que te asustes y pienses algo que no es, los sentimientos de Jack hacia ti son tan fuertes que le asustan y no sabe como actuar.

―Yo tampoco sé muy bien como actuar si te soy sincera, yo nunca...

―¿Nunca has estado con nadie?

Niego con la cabeza.

―Jack nos lo contó todo cuando pasó lo de la chica de la residencia. No sabía a quien acudir y me llamó a mi, fíjate si estaba desesperado ―Amanda me agarra de la mano―. Las relaciones a vuestra edad son complicadas y por lo general, van muy deprisa, pero cuando encontráis algo como lo vuestro, que es genuino, no tenéis que dejarlo escapar. Por supuesto, tienes que ir a tu propio ritmo, eso nunca lo olvides.

―He llegado a pensar que Jack no quiere besarme porque ha cambiado de opinión.

―Quiere darte tú espacio. No quiere que pienses que será todo como con las otras chicas, encontrará la manera de demostrártelo.

La sonrío y Amanda me devuelve la sonrisa, acariciándome el brazo. Estoy muy agradecida con ella, desde el primer momento en el que me conoció, siempre se ha portado de una manera inigualable conmigo.

―¿Os importa si interrumpimos? ―Pregunta Anne.

―Hemos decidido subir todas las chicas a arreglarnos juntas ―Continua Charlie―. Vamos a empezar ahora, ¿vienes?

Amanda aplaude con emoción, creo que es consciente de lo que pasará esta noche y nos hace un gesto para que vayamos.

Charlie, Anne y yo subimos las escaleras hablando de cualquier cosa. Parece increíble que dentro de un rato Charlie vaya a estar prometida, desde el primer día que la conocí supe lo especial que es y junto con Carl hacen una pareja muy especial, se puede apreciar el amor que se tienen el uno al otro a kilómetros. Yo agarro el vestido de mi maleta y voy a la habitación donde se quedarán Anne y Will que será donde nos vamos a preparar, con la excusa de que es año nuevo pero quedemos dejar a Charlie perfecta para la proposición. Anne la arregla el pelo mientras que ella misma se pinta las uñas.

―¿Qué tal las cosas con Jack? ―Pregunta Charlie, mientras se sopla las uñas.

A pesar de no estar cerca, siempre estamos hablando por mensaje de texto junto con Anne por lo que si yo no la cuento las cosas, siempre se termina enterado de alguna u otra forma.

―Sigue todo igual ―Confieso, rizándome el pelo―. Es frustrante que con todas las demás avance tan rápido y que a mí no me haya dado ni un beso.

―Quiere hacer las cosas bien, supongo que no quiere que pienses que eres igual al resto de las chicas.

―¿Y si es que no le atraigo lo suficiente?

―¡No digas bobadas, Oli! ―Exclama Anne―. Tú no puedes ver desde fuera como te mira, si pareces comestible. 

Pasamos el rato charlando, ya las tres arregladas, haciéndonos fotos y Anne y yo tratamos de contener las lágrimas de emoción por lo que va a ocurrir esta noche. Charlie simplemente está especial, con un vestido azul bebé que resalta el color de sus ojos verdes y su pelo rubio, Anne lleva un vestido verde esmeralda y yo llevo un vestido largo blanco, con una apertura lateral. Escuchamos unos golpecitos en la puerta y Will entra emocionado a la habitación, sin poder apartar los ojos de su chica. Me hace un gesto en clave para contarme que Carl me está esperando y yo intento salir disimuladamente de la habitación.

Carl está en el pasillo, mirándose las manos con nerviosismo, al verme alza la mirada, con emoción.

―Estás guapísimo, Carl ―Sonrío, dándole un abrazo―. Aunque tengo que decirte que vas a morirte cuando veas a Charlie.

Carl me acompaña a la habitación y yo le entrego la cajita de terciopelo.

―¿Algún consejo?

―Solo puedo decirte que si hay dos personas perfectas para pasar el resto de sus vidas juntos, esos sois vosotros. Trata de disfrutarlo y di todo lo que sientes.

―Dentro de una hora estaré prometido, es una locura.

Le sonrío por última vez, abrazándole y quedándonos así durante unos segundos. Después salimos de la habitación y Carl ve a Charlie, se abrazan con emoción y se dan un profundo beso en los labios, todos empiezan a bajar las escaleras pero yo vuelvo un segundo a la habitación porque me he olvidado de ponerme perfume. Jack está en la habitación, colocándose las mangas de la camisa y se paraliza por completo cuando me ve, sus brazos cayendo a cada lado. Yo sonrío tímidamente.

―Olive... ―Camina hasta mí y desliza su dedo desde mi codo hasta el hombro―. ¿Vas a dejar de robarme el aliento en algún momento?

―Tu estás perfecto ―Digo, dándole un beso en la mejilla.

―Y además mi mejor amigo de siempre se va a comprometer ―Parece tremendamente emocionado esta noche.

―Es una locura.

―No tanta si has encontrado a la persona ideal. ¿Por qué esperar?

Los nervios del estómago empiezan a revolotearme cuando siento sus manos apoyadas en mi cadera y pienso que por fin me besará pero en cambio, me da un casto beso detrás de la oreja y entrelazando mis dedos con los suyos, empieza a caminar fuera de la habitación. Al bajar las escaleras, todavía no me suelta lo que hacen que los demás nos vean dados de la mano, todos están muy elegantes y sonrientes.

Nos sentamos en una mesa que está perfectamente colocada, Jack queda a mi lado derecho y a mi lado izquierdo está Anne, que me está hablando del momento en el que nos ha visto bajar las escaleras. La cena es tranquila y animada, Amanda se ha superado con la comida servida, está excelente y todos la felicitamos por ello, cuando ya hemos tomado el postre y los chicos empiezan a servir las copas de champán, se escucha como Carl golpea su copa con una cucharita.

―¿Podríais escucharme un minuto, por favor?

Estamos a escasos segundos de que Carl y Charlie se comprometan, Jack me mira sonriente, como si no pudiera aguantar ni un solo segundo más y me da la mano bajo la mesa.

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¡Hola de nuevo!

¿Estáis tan emocionados como yo por el compromiso de Carl y Charlie? Son una pareja TAN adorable. Pequeño spoiler... el capítulo que viene va a ser ¡increíble!

Ya sabéis que me ayudáis mucho con vuestros votos y comentarios :) 

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