A la mañana siguiente me desperté sorprendentemente pronto ya que había pasado casi toda la noche dándole vueltas a lo que había pasado. Sin pensarlo mucho, decido ponerme ropa deportiva y después de hacerme una coleta y lavarme los dientes decido salir a correr por la zona. Jack todavía tiene su puerta cerrada, con lo que supongo que seguirá durmiendo y decido no avisarle que me voy y simplemente dejo una nota escrita en una servilleta.

Estoy durante unos cuarenta minutos corriendo, escuchando mi música y pensando en mis cosas, pero cuando voy a llegar a la puerta del edificio, me choco con un chico que me es familiar.

―¡Disculpa! Tengo la cabeza en mil sitios y no te he visto y...

―No te preocupes, no ha sido para tanto ―El chico se coloca las gafas y sonríe de una manera encantadora.

Le sonrío de vuelta y antes de que me pueda marchar, recuerdo donde le había visto antes, es el chico que nos sirvió los cafés a Anne y a mí el otro día, el que parecía completamente nervioso.

―Trabajas en la cafetería, ¿verdad? ―Le pregunto, sujetando la puerta.

―Sí ―Parece tímido―. ¿Vives en el edificio?

―No. Estoy pasando las vacaciones de invierno en el piso de un amigo, en realidad vivo en la residencia.

―Me alegro por este encuentro cuco, pero tengo que irme a trabajar ―Sonríe y se gira para empezar a caminar―. Espero verte de nuevo en la cafetería. 

Sonrío y me marcho de camino al ascensor, subiría por las escaleras pero no tengo fuerza en las piernas. Cuando llego a la puerta del apartamento, recuerdo que no tengo llaves y que tengo que llamar a la puerta, pero, antes de que pueda llamar, aparece Jack con un chandal gris que le sienta de miedo. Me mira sorprendido y después me coloca el mechón despeinado que siempre se sale de mi coleta y que tanto me molesta, lo cual agradezco con una sonrisa tímida.

―Buenos días ―Deja la puerta abierta apoyándose en el marco―. Iba a por desayuno.

―Yo creo que tengo que darme una ducha ―Confieso, auto señalándome.

―Estás sexi cuando sudas. Bueno, date una ducha que yo traeré el desayuno ―Se incorpora, jugueteando con las llaves en su mano―. Pumpkin spice latte y...

―Un bagel estará bien.

Jack hace un gesto militar y se marcha. Yo aprovecho para darme una ducha antes de que llegue, dejando la ropa que he usado en un cesto que me he traído de mi habitación, donde suelo dejar la ropa que tengo que lavar y voy directamente al baño, agarrando la toalla que me encontré ayer en la habitación cuando llegué, que debió ser obra de Anne.

Suspiro bajo la ducha, aclarándome perfectamente el pelo y el cuerpo. El agua caliente hace que los músculos, que los tenía un poco doloridos porque hacía mucho tiempo que no salía a correr, se empezaran a relajar. Salgo de la ducha colocándome la toalla grande al rededor de mi cuerpo, tratando de acostumbrarme al cambio de temperatura. Salgo de puntillas del baño, tratando de no hacer ruido por si Jack ya ha llegado ya que no quiero que me vea con una toalla rodeándome el cuerpo únicamente. Cuando llego a la habitación, me coloco un pantalón de chandal y una camiseta cualquiera. Jack ya está esperándome en la mesa del comedor cuando salgo de la habitación.

―¿Alguna vez estás fea? ―Pregunta.

―En la semana de examenes.

Me siento en la silla que está frente a Jack, que me ha dejado mi bagel y mi café preparados.

―Mentira ―Le da un sorbo a su café―. ¡Hasta las ojeras te sentaban bien!

Sonrío y noto que las mejillas me empiezan a arder un poco. Jack parece notarlo pero antes de que pueda hacer ningún comentario, mi teléfono empieza a vibrar sobre la mesa. 

―Mamá ―Digo, cuando descuelgo.

―¡Hola, cariño! ―Parece emocionada, lo que hace que las lágrimas se me acumulen en los ojos―. Estábamos deseando hablar contigo.

―Estoy desayunando con un amigo.

―¿Un novio? ¿Has oído, Charles? ¡Nuestra hija tiene novio!

―No es un novio, mamá. Ya te he dicho que es un amigo.

―Si, si ―Puedo escuchar como sonríe―. Te he oído alto y claro, pero tu padre también era mi amigo. 

Suspiro y Jack me mira divertido, escuchando la conversación.

―¿Qué tal la universidad? ¿Estás comiendo bien? ¡Te echamos de menos!

―Yo también a vosotros, ojalá pudiera estar allí ahora. He sacado todo matrículas.

―Estamos muy orgullosos, Olive ―Dice, limpiándose las lágrimas―. Ojalá nos pudiéramos permitir un billete para que vengas a vernos a Londres...

―No pasa nada. Ya veré como puedo conseguir uno.

―¡Estupendo cariño! Pero ni se te ocurra venir a esta casa sin ese amiguito tuyo.

Hablamos un rato más sobre la universidad, mis hermanos y las notas y nos despedimos, lo cual hace que termine triste porque me encantaría estar con ellos en este preciso momento. Jack parece notarlo y me agarra la mano por encima de la mesa, dándome un apretón en muestra de consuelo. Termino por levantar la mirada y veo que está observándome apenado, como si estuviera deseando poder ponerle remedio a mi dolor.

Recogemos los restos del desayuno y yo me pongo a ojear el teléfono. Anne y Will han publicado muchas fotos de su viaje y le doy like a todas las que puedo, incluso al vídeo que ha subido Anne en el que les han llevado a ver una película en un proyector a la luz de la luna. Poco tiempo después, Jack se deja caer a mi lado.

―¿Qué te apetece hacer hoy? 

―Tengo que ponerme con unos trabajos de clase, pero después podemos ir a jugar a los bolos.

―¿Bolos? ―Parece sorprendido con el plan―. No quiero presumir pero... te machacaré.

―Podemos hacer una apuesta.

―El que pierda le prepara la cena al otro esta noche.

―Hecho ―Digo, estirando la mano para sellar el trato.

El resto de la mañana la paso encerrada en el cuarto de Will, completando unos trabajos que tengo que tener antes de que acaben las vacaciones de invierno ya que justo a la vuelta son las exposiciones. Después d unas horas, mirando por la ventana ya me doy cuenta de que está empezando a anochecer. Me levanto de la silla y hago algunos estiramientos antes de revisar, agarrando el ordenador, que esté todo bien antes de guardarlo. Cuando ya está todo listo, me pongo unos vaqueros y un jersey azul marino con algo de cuello para evitar el frío que hace hoy en la calle y unas botas negras.

―¡Creía que te había pasado algo en esa habitación! ―Exclama Jack, apoyado en la isla de la cocina.

Ya está vestido también, con unos vaqueros oscuros y una de esas camisetas negras a las que me empiezo a acostumbrar con unos botones en el cuello. Lleva el pelo despeinado, lo cual y de alguna manera que no logro comprender, hace que sus ojos avellana sean más atrapantes.

―No seas exagerado y vámonos antes de que sea más tarde, tienes una cena que preparar.

Jack agarra las chaquetas y me pasa la mía mientras suelta una carcajada que rellena el silencio del apartamento.

Nos montamos en el coche y enseguida enciende el aire caliente ya que yo empiezo a frotarme las manos para intentar que entren el calor. Jack me agarra una de mis manos y sopla de una manera que hace que me de el aire caliente. Es una situación un poco intima y nuestros ojos, una vez más se encuentran como dos imanes. Nos quedamos durante lo que parece ser una eternidad mirándonos a los ojos, pero rompo el contacto visual porque temo que nos pase algo si no mira hacia la carretera.

―¿Qué te apetece escuchar, señorita? 

―Creo que podré aceptar cualquier canción.

XO de Beyoncé inunda los altavoces y ambos empezamos a cantarla a todo pulmón haciendo que cuando nos tenemos que parar en los semáforos en rojo la gente nos mire de una manera extraña.

Jack me deja en la puerta de la bolera para que no tenga que pasar frío ya que no hay aparcamientos en la puerta. Entro corriendo y voy directamente a la zona de las zapatillas para apuntarnos en la lista para la próxima partida. A lo lejos veo al chico de la cafetería y, como la chica me ha dicho que tengo que esperar unos quince minutos hasta la siguiente partida, decido acercarme.

―¿Me estás persiguiendo? ―Digo divertida cuando llego a su lado.

―¡Vaya! Que coincidencia.

―¿Es este otro encuentro cuco? 

El chico ríe. Una sonrisa perfecta y resplandeciente.

―Un encuentro cuco es cuando dos personajes de una serie o película se conocen por primera vez. Ya que todavía no conozco tu nombre, todavía le podemos considerar a este un encuentro cuco.

Sus ojos se desvían hacia la derecha, haciendo que yo me gire también a mirar hacia ese lado. Jack le mira con cara de pocos amigos.

―Perdona ―Respondo, señalando a mi acompañante―. Jack este es...

―Liam ―Aclara el chico.

Ambos se dan un apretón de manos que hace que Liam abra mucho los ojos.

―Aún no sé tu nombre.

―¡Ay, sí! Perdóname. Yo soy Olive.

Liam y yo también estrechamos la mano, sonrientes y algo tímidos con la presencia de Jack a nuestro lado. La chica nos nombra y Jack camina directamente hacia la zona de las zapatillas.

―Encantada, Liam. Espero que sigamos teniendo más encuentros cucos.

Liam sonríe y se despide de mí con la mano. Jack me entrega las zapatillas de mi talla de muy mala manera y se va a sentar en unos pequeños bancos que tienen frente a las taquillas para cambiarse las zapatillas. Yo camino detrás de él lo más rápido posible extrañada con esta nueva actitud. Me siento a su lado sin decir ni una palabra y empiezo a intentar quitarme las botas y no sé si por los nervios o por lo que me sudan las manos soy incapaz de tirar de ellas. Jack rueda los ojos y con un solo brazo hace que quede sentada en una de sus piernas y me quita las botas de manera rápida pero delicada, volviéndome a dejar en el asiento para que me ponga las otras zapatillas.

―¿Puedo saber por qué estás tan silencioso?

―¿Qué hacías hablando con ese paleto? ―Pregunta, poniéndose de pie y colocándose el bajo de los pantalones.

―Liam no es ningún paleto. Es el camarero de la cafetería del campus y nos hemos encontrado esta mañana de casualidad en el edificio.

―¿Qué persona normal se llama Liam? ―Hace comillas cuando dice su nombre y camina hacia la pista que nos han asignado, la tres.

―En mi país estamos muy orgullosos de Liam Neeson.

―He dicho persona normal, él es un actor reconocido.

Me cruzo de brazos viendo cómo tira la primera bola, evidentemente, hace un pleno.

―¿Si termino de jugar contigo, con Will o con Carl puedo jugar con Liam? 

―¿De qué estás hablando? ―Pregunta, dando un sorbo a una de las cervezas que he pedido.

―Sé que eres mi amigo y que eres sobre protector pero creo que esto ya es demasiado.

Jack suelta una carcajada genuina. Parece totalmente divertido lo que hace que, para cuando yo he tirado mi primera bola y aunque haya sido un tiro bastante malo, yo también empiece a carcajearme simplemente porque me lo ha contagiado.

―Dios mío, Olive. Sigo pensando que eres totalmente inocente.

La partida continúa entre cervezas y risas. Cada vez que Jack va a tirar intento hacerle cualquier cosa para que su bola se desvíe, le intento tapar los ojos, a los cuales no llego porque es demasiado alto, o le trato de bajar los pantalones, o le tiro de la camiseta, incluso me agarro a su pierna. Jack en cambio, lo único que hace para despistarme es fingir que coquetea conmigo, técnica que le sirve de muy poco porque cuando terminamos la partida yo ya le he ganado.

Jack parece que no puede creerlo mientras se peina el pelo con las dos manos y yo río haciendo una especie de baile de la victoria. Jack me carga sobre sus hombros intentando hacerme pasar vergüenza mientras me lleva a la taquilla para recuperar nuestras zapatillas. Cuando nos estamos cambiando las zapatillas, la chica que nos ha entregado la pista y las llaves de la taquilla se acerca a nosotros sonrojada y colocándose el pelo, dándome una pista sobre lo que quiere hacer.

―¿Jack? ―Pregunta, colocándose frente a él―. Quería entregarte esto, tiene escrito mi número de teléfono.

Jack, todavía sentado desdobla el papel que le ha tendido la chica y lo mira, fingiendo una sonrisa.

―Gracias, Leslie. 

La chica se marcha aún mirando a Jack, que se guarda el papel en el bolsillo.

―¿La llamarás?

―Claro que no. 

―¿Y por qué te guardas el papel?

―Cuando salgamos lo tiraré a la basura.

―¿Y no es más fácil decirle que no estás interesado?

―¿La has visto? ―Pregunta, girando la cabeza para mirar a la chica, que aún sigue observándonos―. Seguro que le ha costado mucho acercarse, no quería ser descortés.

―Descortés es que finjas interés cuando no te vas a plantear tan siquiera llamarla.

Cuando me coloco las zapatillas empiezo a caminar rápidamente hacia fuera intentando quitarme a Jack de encima. Pero Jack es mucho más rápido que yo y enseguida se coloca a mi lado. Intenta hablar conmigo de camino al coche pero yo todavía voy en mis trece, no sé si más enfadada porque la chica le haya dado el papel o porque finja interés en alguien que no lo tiene.

―Prometo recompensarte con una buena cena, lo siento ―Dice, cuando nos subimos en el coche y pone el aire caliente.

Antes de que pueda empezar a frotar mis manos, Jack atrapa las mías con las suyas, empezando a soplar y sin apartar la vista de la mía. Me quedo sin aire durante unos segundos y se me olvida por completo el motivo por el cual estaba enfadada con él, así que carraspeo quitando mis manos de entre las suyas. El camino a casa es silencioso, yo miro por la ventana y Jack simplemente se concentra en conducir sabiendo que hay pocas cosas que pueda hacer o decir para que se me olvide lo ocurrido.

Cuando atravesamos la puerta del apartamento se me hace muy difícil no seguir mis instintos y meterme en la habitación dando un portazo del enfado. Así que decido quedarme en la cocina mientras Jack prepara la cena, él me da una copa de vino y pone algo de música en un altavoz.

―¿Te gustan los tallarines? ―Asiento, dándole un sorbo al vino―. Genial, porque son mi especialidad.

La cena transcurre tranquila, entre conversaciones sin importancia y vino, mucho vino. Tanto vino que cuando terminamos de cenar empiezo a pensar que los labios de Jack me parecen apetecibles, el momento perfecto para meterme a la cama.

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¡Hola de nuevo! ¿Qué tal habéis pasado estos días?

Jack y Olive cada vez están más cerca... No os puedo decir qué pasará pero estoy completamente segura que os va a encantar.

¿Os parecen capítulos cortos, largos o creéis que están bien? Como siempre os leo en comentarios.

Me gustaría preguntaros para saber si estáis atentos a los capítulos... ¿Qué es lo que siempre pongo en cada uno de ellos? ¡A ver quién es el primero en averiguarlo!

Como siempre, espero que comentéis y votéis :) 

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¡Nos vemos pronto!

miriroses. <3