Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo nueve

El día está siendo triste y gris, acompañando mi humor. Dentro de dos días tenía que irme del apartamento y era algo que estaba llevando peor de lo que pensaba, estos días con Jack han sido geniales y le he llegado a conocer como la persona que es y no como la persona que yo tenía en mente que era. Es atento, divertido y sabe escuchar, además me ha presentado a su familia y viendo cómo son se me ha vuelto muy difícil volver a pensar en Jack de la manera en la que lo hacía antes. Él no ha estado hoy mucho tiempo por casa porque tenía unas cosas que solucionar sobre su matrícula antes de que empiecen las clases de nuevo.

Para agradecerle estos días que hemos pasado y que me haya presentado a su familia decido ir a comprar algunas cosas para preparar una cena para las dos, ya que mañana llegan Anne y Will y esta será la última noche que pasemos juntos en el apartamento. Decido prepararle mi famosa lasaña y me paso la gran parte de la tarde preparando la masa y el tomate, cuando ya lo tengo todo listo, lo meto al horno y decido ir a prepararme un poco. Cuando salgo de la ducha y estoy vistiéndome en el cuarto de Will, escucho la puerta.

―¡Hay algo aquí que huele demasiado bien y estoy hambriento!

Salgo de la habitación sonriente, corriendo para llegar a taparle los ojos a Jack y que no vea nada. Voy vestida con un vaquero oscuro y una blusa negra sencilla de tirantes con unos volantes en el pecho. Él me mira sorprendido.

―¡Servimos la cena dentro de cinco minutos!

―¿Tengo tiempo para una ducha y cambiarme? ―Pregunta, mientras yo estoy de puntillas y difícilmente llego a taparle los ojos, mientras le empujo por él pasillo hacia su habitación―. No puede ser que tú vayas impecable y yo así.

―Bueno, concedido. Te espero en el comedor.

Jack asiente, sonriente cuando le aparto las manos de los ojos y consigue verme. Me agarra una de las manos antes de que llegue a darme la vuelta para marcharme y me hace girar, lo que me hace reír.

Corro hacia el comedor y empiezo a preparar la mesa. Mi estómago tiene un leve cosquilleo. Espero que esta cena no confunda a Jack ni pueda llegar a confundir el hecho de que solo somos amigos. Coloco un mantel, pongo los platos uno enfrente del otro, unas copas, el vino lo dejo enfriando y pongo una veleta en un lateral de la mesa, para que no nos estorbe cuando llegue con la bandeja de la lasaña, agarro el aparato que siempre utiliza Jack para poner música y pongo unas canciones sin letra. Justo a tiempo, Jack aparece con el pelo mojado revuelto, lleva unos pantalones oscuros y se ha puesto una camiseta con las mangas remangadas de color verde oliva que hace que sus ojos avellana resalten. La mirada se le ilumina al ver lo que tengo preparado.

―¡Olive Tyler! ―Exclama, agarrándome por la cintura―. Si no supiera sobre tus intenciones pensaría que estás tratando de conquistarme.

Río, haciéndole un gesto con la mano para que tome asiento.

―La cena ya está lista. ¿Te importaría ir descorchando el vino mientras voy a por ella?

―No sé yo, Olive... Descorchar el vino es la parte complicada de todo esto, ¿sabes?

Le doy un golpecito en el hombro y riendo me acerco al horno y colocándome unas manoplas saco la bandeja.

―¡Cuidado que quemo! ―Digo, antes de dejarla sobre la mesa.

―¿Has hecho lasaña? ¿Casera?

Asiento.

―Antes me gustabas, ahora creo que te quiero.

Me ruborizo sin poder evitarlo. Mierda. ¿Se habrá dado cuenta de eso?

Sirvo la cena y Jack bebe un sorbo del vino que he comprado, es un vino de los baratos porque no tengo mucho presupuesto, pero he intentado que sea el mejor entre lo que yo me podía permitir.

―¿Puedo preguntar a qué debo este lujo?

―Bueno, hemos pasado una semana muy divertida, me has llevado a conocer a tu familia quienes se han portado de manera impecable conmigo y encima me has pagado el mes en la residencia.

―No quiero que hagas estas cosas porque te sientas en deuda conmigo.

―No lo hago por eso ―Digo sonriente, agarrando su mano por encima de la mesa―. Estoy agradecida por todo lo que has hecho por mí.

―Tú has hecho mucho más por mí, créeme.

―¡A comer!

Jack prueba el primer bocado de mi famosa lasaña, parece fascinado. Durante la cena, hablamos de lo que ha tenido que hacer durante el día que ha sido un problema tras otro y que como ya estaba en el campus, había aprovechado para ir al gimnasio antes de volver a casa.

―Es increíble que vaya a decir esto pero te echaré de menos.

―Pues no te vayas.

―Jack... ―Digo, apenada―. Ya hemos hablado de esto, no puedo quedarme.

―No quieres quedarte.

―¿Qué? Claro que quiero.

―Pues quédate conmigo.

―Estás haciendo una montaña de un grano de arena, no es que no nos vayamos a volver a ver. Todo seguirá como antes, nos veremos en la universidad, iremos a comer número cuatro debajo de mi residencia, vendré a machacaros a cualquier juego...

Jack asiente, el brillo que tenía su mirada al principio de la cena había desaparecido un poco pero si es porque yo me vaya a ir en dos días del apartamento no dice nada. Jack insiste en que como yo he cocinado será él quien recoja la mesa, al final después de una pequeña discusión logra convencerme. Yo subo un poco la música que está sonando a través del altavoz y nos sirvo un poco más de vino, que está empezando a acabarse.

―Si hubiera sabido que la cena se iba a animar, habría comprado más vino.

―¡Prepararé unas copas! ―Exclama Jack, como si le hubiera dado la mejor idea del mundo.

Pongo algunas canciones de la lista que Jack me había mandado, él prepara las copas en la mesa de la cocina mientras yo le hago fotos y le observo, Jack parece divertido con la expectación y cuando termina aplaudo, sonriente.

―Mi especialidad, Old Fashioned.

―¿Whisky? No sé yo, Jack... no quiero que me siente mal.

―Viendo como te tomas las Coronas y el vino créeme, no te sentará mal. Pruébalo.

Le doy un pequeño sorbo y saco la lengua para saborear lo que se ha quedado en mis labios.

―¿Dónde aprendiste a hacerlo?

―Lo empecé a hacer para impresionar a las chicas.

Alzo una ceja, cruzándome de brazos.

―¿Y por qué no me extraña?

Jack ríe y agarrándome la mano me lleva al hueco que hay entre la mesa del comedor y el sofá.

―Vamos a terminar la semana como la empezamos, bailando nuestra canción.

―¿Nuestra canción?

―Sí, la que sonó en el pub la primera noche que salimos, Maybe de James Arthur.

La música empieza a sonar a través del altavoz, Jack se acerca a mí despacio, quitándome la copa de la mano para dejarla sobre la mesa. Vuelve a acercarse despacio, rodeándome con sus brazos, yo apoyo la cabeza sobre su pecho y comenzamos a movernos despacio. Siento que el tiempo se para, justo en ese momento. Nosotros, solos, bailando en el salón, creo que va a ser un recuerdo que atesoraré para siempre en mi memoria. El corazón se me acelera cuando Jack comienza a deslizar la yema de sus dedos por mi columna, sus manos se colocan en mi cadera y me hace girar lentamente, volviendo a dejarnos en la misma posición y pegando su frente con la mía. Consigo alcanzar sus ojos con los míos, ninguno de los dos dice nada, pero estoy segura que en ese momento, nuestra mirada está hablando por nosotros.

Continuamos deslizándonos por el salón durante toda la canción y, cuando acaba, Jack me abraza, dejando un casto beso en mi cabeza.

―Esto parece una despedida ―No conseguimos despegarnos el uno del otro.

Jack suelta una carcajada triste, como si él también estuviera pensando lo mismo que yo.

―Olive Tyler, desde que pusiste un pie en ese bar vestida con ese chandal espantoso ―Le doy un golpecito, divertida―. No vas a poder deshacerte de mí, jamás.

Y tenía razón, al contrario de lo que había podido pensar antes de empezar esta semana, Jack Damon se había colado en mi corazón y se había vuelto una persona demasiado importante.

La música de la playlist de Jack sigue sonando pero nosotros nos hemos trasladado a las sillas del comedor, Jack está sentado en una de las sillas que ha movido para que podamos mirar por las cristalera y yo estoy sentada en su regazo, tomando lo que queda de la copa que me ha preparado en completo silencio, solo se escucha el sonido de la música en el fondo y nuestras respiraciones relajadas.

―Nunca pensé que podía sentir tanta paz al rededor de alguien ―Confiesa, dejando su copa vacía sobre la mesa.

―¿Verdad? ―Respondo, tomando el último sorbo de la mía―. Estoy muy asusto así, contigo.

Volvemos a guardar silencio. Jack me deja su chaqueta y me coge en brazos, como el día que me llevó a la cama. Subimos por el ascensor y vamos a parar a la azotea, el que parece ser nuestro lugar favorito para estar juntos desde que nos conocemos. Jack se sienta en una de las sillas, volviéndome a colocar como estábamos en el salón, sentada en su regazo. Yo me abrazo a él, por el frío.

―Para ti, Olive. Las estrellas y la luna.

Repite la frase que me dijo la primera vez que subimos aquí, lo que me hace sonreír y alzar la cabeza para mirarlas. Esta noche hay muchas más estrellas e incluso la luna parece más brillante.

―Eres preciosa.

―Eso se lo dices a todas.

―Pero a ti te lo digo de verdad ―El corazón me va a mil, siento que en cualquier momento se va a salir de mi pecho―. Pero solo somos amigos, lo entiendo.

Ahora que estoy empezando a descifrar lo que siento por él, Jack se da por vencido y entiende nuestra relación por lo que es, una relación de amistad. Me levanto de su regazo, cerrándome la chaqueta, el se levanta también conmigo.

―¿Tienes frío?

Yo asiento, sin decir ni una sola palabra. Él me pone el brazo por encima, atrayéndome hacia él haciendo que sienta el calor de su cuerpo al momento. Bajamos al apartamento en silencio y cuando llegamos, dejo la chaqueta en el perchero de la entrada y dejando un beso sobre la mejilla de Jack empiezo a caminar hacia el cuarto de Will.

―Olive.

―¿Sí? ―Digo, cuando estoy casi en la puerta.

―¿Podrías? ―Jack se pone delante de mí, más nervioso de lo que nunca le he visto―. Osea, ¿querrías dormir conmigo?

―Jack no creo que...

―Como amigos, por supuesto.

No puedo luchar contra esa mirada y por un día, dejo de luchar contra lo que siento que está bien o mal y me dejo llevar por lo que simplemente quiero hacer, así que a pesar de que mi cabeza me grita que no lo haga, asiento y entro en el cuarto de Jack.

Está todo a oscuras y la luz de la luna que entra a través del cristal ilumina un poco la habitación. Jack no se lo piensa mucho antes de quitarse los pantalones y la camisa y dejarlos encima de una silla que hay al lado de la ventana y se coloca su característico pantalón de pijama a cuadros que tiene sobre la cama. Yo tiro de mi blusa, nerviosa. Jack parece entender mi incomodidad y camina hasta quedar a mi lado y me deja una de sus camisetas negras. Yo le miro, no sé si soy yo, la noche que hemos pasado juntos... o todo a la vez, pero la escena simplemente me parece muy erótica. Jack me desabrocha los botones de la parte de atrás de mi blusa sin necesidad de que yo le diga nada y camina rodeando la cama hasta quedar en su lado, yo me giro y me quito la blusa, poniéndome la camiseta para taparme y después quitarme el pantalón.

Me meto en la cama tímidamente y Jack se gira, completamente tumbado para mirarme.

―¿Es una cama nueva?

Jack ríe, porque sabe perfectamente lo que le voy a preguntar.

―Todo es nuevo desde que tú llegaste.

―¿A qué te refieres?

―A mis muebles, a mi apartamento, a qué ahora he descubierto que puedo ver las cosas a través de tus ojos y es como si fuera una segunda primera vez para mí, es divertido y... refrescante.

―¿Una segunda primera vez?

―¡Sí! Antes de conocerte, yo había visto las cosas a través de mis ojos, bajo mi criterio. Pero desde que tu apareciste, veo las cosas a través de los tuyos y ahora cada vez que veo algo no puedo evitar pensar en qué harías tú o que dirías.

Me ruborizo por segunda vez y trato de ocultarlo tumbándome sobre la almohada.

―Gracias por esta semana, Jack. Ha sido muy especial, buenas noches.

―Buenas noches, Olive.



************************************************************

¡Hola de nuevo!

¿Qué os ha parecido este capítulo? Ya podemos decir que esta historia tiene una banda sonora jajaj, Maybe de James Artur, os la he dejado arriba subtitulada al español, aunque os recomiendo empezar a escucharla cuándo Jack y Olive se ponen a bailar.

Como siempre... ¡Vuestros votos y comentarios me sirven mucho! :)

Nos vemos en el próximo capítulo.

miriroses. <3.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro