Capítulo cinco
Las vacaciones de invierno por fin estaban aquí. El último día de clase no había ya mucha gente en el campus porque todos habían regresado a sus casas. Anne me había mandado una ubicación de una cafetería cercana donde Will la iría a buscar con las maletas para marcharse y después vendría Jack a buscarme a mí en la residencia. Después de caminar durante unos diez minutos entro a la cafetería. Es toda de color blanco con algunos toques en madera, con unos ventanales gigantescos. Hay una música muy agradable y todo el mundo parece estar concentrado en el ordenador. Anne está en una mesa hacia el final de la cafetería, pegada a la pared, cuando me ve me hace unas señales para que me acerque.
―¡Por fin, Olive! ―Exclama, dándome un corto abrazo―. Estoy súper nerviosa y no entiendo el motivo, Will y yo ya hemos estado mucho tiempo solos.
―Bueno, creo que estás confundiendo la emoción con nervios. Todo lo emocionante empieza con un poco de nervios.
―¡Tienes razón! ―En una especie de tablet pide los dos cafés―. Además, es Will. Seguro que hace que los días que pasemos fuera sean divertidos.
Unos minutos después cuando estamos hablando de las clases y los resultados de los exámenes aparece un camarero que nos trae los cafés, diría que es uno de sus primeros días en la cafetería porque parece confundido y nervioso.
―¿Y tú que expectativas tienes compartiendo el apartamento con Jack?
―Creo que lo vamos a pasar bien.
Anne hace un gesto divertido con los ojos y bebe el primer sorbo de café el cual agarra con las dos manos para calentarse.
―La manera de pasarlo bien de Jack no es igual que la tuya.
―No lo pasaremos bien de esa manera ―Digo, rodando los ojos.
―Sigo pensando lo que te dije, deberías acostarte con él para terminar con su extraña obsesión.
―¿Extraña obsesión? ―Digo, arrugando la frente―. Creía que Jack solo estaba interesado en tener una amistad conmigo.
―¿Y tú te lo crees? ―Una carcajada sale de su boca―. Ha compartido más tiempo contigo que con ninguna otra chica que haya conocido, te acompaña a la residencia, te lleva a comer e incluso se acerca a tu edificio para desearte suerte. Créeme, es muy diferente a lo que estoy acostumbrada a ver de él.
Dejo pasar el tema, pero no paro de darle vueltas en mi cabeza. Creía que ese tema ya había quedado claro con él y no sé si Anne lo menciona porque ha hablado con él o simplemente está viendo que por fin Jack tiene una amistad verdadera con una chica.
Cuando Will aparece por la cafetería, Anne sonríe de oreja a oreja al verlo. Radiante. Así es como sé que esas vacaciones van a ser espectaculares y un recuerdo inolvidable para los dos. Will se sienta junto a nosotras, comentando el frío que hace en la calle y pidiendo un café para llevar en la tablet.
―Espero que lo paséis genial ―Digo, colocándome el bolso al hombro―. Mandadnos muchas fotos para darnos mucha envidia.
―Conociendo a Anne, eso está hecho ―Will sonríe, dejando un casto beso en la mejilla de Anne, que sonríe como una quinceañera―. Y tú mucha suerte con Jack.
Después de unos abrazos ambos se montan en el coche y se marchan. Yo empiezo a caminar al campus, con los cascos puestos escuchando Yellow de Coldplay. Veo a mucha gente con maletas, mochilas, muchos coches y cada vez hay menos gente en el campus. Cuando llego al edificio, James, el portero, está en su postura habitual, lo saludo y él me devuelve el saludo muy poco interesado. Me acerco a él para, como cada mes, pagarle la mensualidad.
―Prometo darte lo que falta cuando acaben las vacaciones de invierno.
―No podemos estar así cada mes, Olive. Hay muchos otros alumnos que también tienen problemas económicos pero pagan las mensualidades completas cuando corresponde.
―Lo sé, lo sé ―Digo, exasperada―. Prometo que el próximo mes no va a ocurrir.
James desvía su mirada hacia mi espalda, lo cual me sienta algo mal porque se puede interpretar como que la conversación para él ha acabado y que no piensa escuchar ninguna de mis súplicas, con lo cual tengo que asentir con la cabeza y girarme para encaminarme a mi cuarto. Cuando llego, Jessica está terminando de hacer la maleta mientras pone una música horrible a todo volumen. Cuando me ve, sonríe ampliamente y baila al rededor de mis cosas.
―¡Vacaciones de invierno! ―Exclama, saltando en la cama―. ¿Cuales son tus planes?
Antes de que pueda decir nada, Jack entra en la habitación moviendo la cabeza al ritmo de la música, divertido.
―Yo soy sus planes ―Me empieza a recoger las cosas de la habitación―. ¿Vas a llevarte todo esto?
―Son dos semanas y luego quieres ir a ver a tu familia, por supuesto que me llevo todo.
Jack suelta un poco de aire y Jessica empieza a colocarse el pelo y el escote.
―¿Tenéis una relación? ―Pregunta ella, mirándome como si me hubiera salido un tercer ojo.
―No ―Contesto, antes de que Jack pueda hacer alguna broma absurda que alimente los rumores―. Solo somos amigos.
Jessica asiente y después de despedirse desaparece del cuarto deseándonos que pasemos unas buenas vacaciones. Jack y yo terminamos de recoger mis cosas de la habitación y salimos de la habitación, no sin antes asegurarme que esté todo correctamente y que haya cerrado la puerta. Cuando salimos, James sigue en recepción en la misma postura y espero que no diga nada delante de Jack, no quiero que sepa que no tengo dinero para pagar la mitad de la mensualidad de mi estancia en la residencia.
―¡Que no se te olvide la mensualidad, Olive! ¡Buenas vacaciones!
Cierro la puerta del edificio antes de que Jack caiga en la cuenta de lo que quería decirme. Cuando salimos el frío aire de la calle me azota en la cara, haciendo que tenga que esconder parte de mi cara detrás de mi jersey. Un coche negro brillante está aparcado frente al edificio, lo miro asombrada, Jack le da a un botón de una llave y se abre. Genial, es suyo.
―Es un Ford Mustang ―Comenta, dejando mis cosas en el maletero―. Fue un regalo de mis padres.
Cuando lo tiene todo colocado, se va hacia el lado del copiloto y me abre la puerta haciéndome un gesto para que suba, una vez dentro me doy cuenta que está todo como nuevo e incluso huele de esa manera, como si nunca lo hubiera usado.
―¿Lo utilizas mucho? ―Pregunto, cuando ya se ha sentado.
―No suelo. Utilizo siempre la moto pero no podía venir a buscarte con la moto con tanto equipaje.
Jack me mira sonriente y yo le golpeo en el hombro, divertida. Después de unos minutos en los que pensaba que me iba a morir por la velocidad a la que va, llegamos al apartamento. Cuando entramos por la puerta puedo respirar el olor a lavanda, como si hubiera estado limpiando y todo está perfectamente colocado. Dejo mis cosas en la habitación de Will y voy dejando algunas cosas colgadas en el hueco del armario que me ha dejado mi amigo. Dos golpes en la puerta captan mi atención y está Jack apoyado en el marco, mirando como estoy colocando mis cosas.
―¿Qué te apetece hacer?
―Acabo de sacar matrícula en todas las asignaturas, creo que me apetece salir a celebrarlo.
Jack sonríe, haciéndome un gesto militar.
―Saldremos en una hora entonces.
Me deja sola en el cuarto y después escucho la ducha. Cuando termino de dejar mis cosas más o menos colocadas decido empezar a buscar qué es lo que me voy a poner, me decido por un pantalón de cuero negro, una blusa del mismo color y unos botines con algo de tacón, el maquillaje lo mantengo simple no porque me guste llevarlo de esa manera si no porque no sé muy bien maquillarme y me limito a hacer las cosas con las que me siento cómoda. Me hago algunas hondas en el pelo y cuando estoy lista salgo al salón, donde Jack está esperándome sentado en el sofá pasando los canales de la televisión.
Carraspeo, Jack se da la vuelta para mirarme y sonríe, silbándome.
―Estás guapísima, Olive ―Parece sincero―. Aunque solo seas físico y no seas para nada inteligente.
Río, haciendo un gesto con la mano para hacerle saber que no comparto su opinión.
―¿A dónde vamos a ir?
―Primero pensé en el bar de siempre, pero viendo que todos los del campus están de vacaciones seguramente esté vacío ―Se levanta y apaga el televisor―. Había pensado salir por la ciudad.
Asiento emocionada, es la primera vez que salgo por la ciudad. Jack agarra las llaves del coche y, agarrándome de su brazo bajamos por las escaleras hasta el garaje donde lo tiene aparcado. Por el camino, voy mirando el móvil y viendo las fotos que me ha mandado Anne, enseñándole alguna a Jack que me va diciendo cosas para que le conteste. Cuando por fin llegamos al sitio, veo que hay muchísima gente haciendo fila en la puerta. Jack consigue aparcar cerca de la puerta y da la vuelta rápidamente para abrirme la puerta.
Ando cogida de su brazo ya que no estoy muy acostumbrada a andar en botines y cuando llegamos antes de que nos pongamos a la cola como el resto de la gente el chico que está en la puerta le da la mano a Jack y le deja pasar. Es un sitio espectacular, todo está decorado como si estuviéramos en una jungla, incluso hay algunos camareros disfrazados de animales. La música está bastante alta y nos vamos directamente a la barra, donde Jack pide dos cervezas.
―¿De qué conoces al que estaba en la puerta?
―Este local es de mi hermano, por eso nos ha dejado pasar.
―¿Tu hermano es más mayor?
―Es más pequeño, le saco dos años. No fue a la universidad y le gustaba demasiado la fiesta así que mi padre decidió sacarle partido a eso y le montó este local.
Asiento, mirando asombrada hacia todos los lados. La camarera se acerca y nos da las dos cervezas, mirando a Jack como si fuera comestible. Si no estuviera ya casi acostumbrada me molestaría, pero ya es una costumbre, seguro que ha estado con ella o con la mitad de las camareras de este local. La chica se agacha, colocando sus pechos sobre la barra mientras le hace preguntas a Jack que él intenta evitar pero termina siendo imposible.
Mientras Jack habla con la chica, un brazo se posa sobre mis hombros, lo que me hace girar.
―Hola, chica ―Un chico de mi edad, bastante borracho diría yo―. ¿Estás aquí sola?
―Pues...
―No, no está sola capullo. Ya te puedes ir largando.
El chico se disculpa con la mirada y se marcha tan rápido como ha llegado. Le diría a Jack que por qué lo ha echado pero me ha ahorrado el trabajo de tener que hacerlo yo. La noche sigue pasando entre risas, anécdotas y cervezas.
―¡Vamos a bailar! ―Exclama, dejando su cerveza vacía sobre la barra.
―Dudo que pueda mantenerme en pie después de todo lo que he bebido.
―No te preocupes, yo te sujeto.
Y de esa manera acabamos dando un espectáculo ridículo en la pista de baile, con bailes extraños con las miradas de la gente observándonos extrañados. La energía del local cambia cuando empieza a sonar Maybe de James Arthur, las parejas se empiezan a abrazar y a bailar lentamente y antes de que pueda siquiera huir de ahí, las manos grandes de Jack ya están rodeándome la cadera y atrayéndome hacia él. Le rodeo el cuello con mis brazos y le sonrío sin dientes, los ojos avellana de Jack están mirándome directamente, sin apartar ni un segundo la vista de mí. Para romper el contacto visual, entierro mi cabeza en el hueco de su cuello continuando con el vaivén despacio que requiere el ritmo de la canción.
Jack inspira sobre mi pelo y sus manos viajan por mi espalda hasta mi nuca, con una sola mano juguetea con mi pelo y la otra vuelve a bajar a la cadera. Jack me hace girar y nuestros ojos se encuentran, una extraña tensión que no sé explicar es palpable entre nosotros, esta vez no me aparto y me permito vivir en el momento para intentar descifrar que es lo que estoy sintiendo. Pero entonces es él el que rompe el contacto visual y nos vuelve a colocar de una manera que no podemos mirarnos a los ojos. Cuando quiero darme cuenta, la canción ya ha terminado y esta vez nos miramos sonriendo sin dientes, como si ninguno de los dos supiera que debemos hacer ahora.
―¿Y si volvemos al apartamento?
Asiento sin decir nada más, Jack me agarra de la mano y empieza a tirar de mí mientras intentamos salir de la cantidad de gente que se ha aglomerado en el local, una vez fuera, el frío vuelve a hacerse demasiado presente y la chaqueta que había decidido llevar para esta noche no termina de abrigarme del todo, me empiezo a pasar las manos por los brazos para tratar de calentarme. Es entonces cuando siento un peso sobre mis hombros, Jack se ha quitado la chaqueta, quedando en un jersey fino. Intento devolvérsela pero él lo rechaza y caminamos hacia el coche.
El camino hacia el apartamento es silencioso, como si ninguno de los dos supiera que decir. En cuanto llegamos lo primero que hago es encerrarme el la habitación de Will, suspirando, tratando de deshacerme de la tensión. Escucho los pasos de Jack por el pasillo y, cuando abro la puerta, le encuentro entrando a su habitación, con un pantalón de cuadros, sin camiseta y con una botella de agua en la mano.
―Buenas noches, Olive ―Dice, cuando se gira para cerrar la puerta.
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¡Hola a todos!
Es la primera vez que hablo con vosotros, me encantaría que me dijerais que os está pareciendo la historia y que me apoyaseis con vuestros votos y compartáis esta historia con vuestros amigos!!!!
¿Cómo creéis que acabarán Jack y Olive estas dos semanas de vacaciones? ¡Os leo y responderé!
Todavía no sé que días de la semana actualizaré la historia... Añadirla a vuestra biblioteca para que os lleguen las notificaciones cuando actualice :) y comentadme que días os vendrían mejor, seguramente actualice a las 21:00, pero necesito saber los días...
¡Os leo y nos vemos pronto!
Twitter: @mirirosesw
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