Capítulo 2
Perdí la cuenta de cuentos borradores tuve que escribir para finalmente tener este escrito, es mi momento de narrarte mi primer asesinato.
-"Recuerdo que apenas había pasado mi cumpleaños número once, la escuela era cada vez más tortuosa debido al constante acoso que recibía por parte de mis compañeros.
Hubo un punto donde me cansé, tanto fue así que usando mi propia mente le partí el cuello a una de las niñas que me acosaba. Al principio me asusté al ver como su cuerpo caía como una muñeca de trapo frente a mi, sin embargo, el alivio y sorpresa de mi propio poder fue mucho mayor.
Nadie me vio ese día, la policía no pudo hacer mucho debido a la falta de pruebas y tuvieron que cerrar el caso como un accidente, la desgracia fue tal que todos fuimos enviados a casa con nuestros padres.
Al volver de la mano de mi padre mientras caminábamos a casa, tuve que quedarme callada todo el camino por el miedo a confesar lo que realmente había cometido. Mientras me cambiaba el uniforme por ropa limpia, incluso cuando quise preparar el almuerzo para nosotros no pude emitir sonido alguno.
La hora de comer fue silenciosa, me daba pavor levantar la mirada; temía que mi padre me tuviese miedo o peor aún, que me odiara. Me negaba rotundamente a decirle la verdad de todo ese hecho, incluso si yo había sido la única culpable.
Cuando mi padre comenzó a lavar los platos decidí acercarme a paso lento, mi estatura siempre fue pequeña al lado suyo, me arme de valor y rodee su cintura por la espalda para abrazarlo.
-Tengo frío, papá
Murmuré con la voz temblorosa, claro que no tenía frío pero necesitaba consuelo. Mi amado padre no tardo en secarse las manos en la tela de sus pantalones, dándose la vuelta para abrazarme contra su pecho mientras se ponía de rodillas*
-Aquí estoy, pequeña
Tenía una voz grave, pero no áspera; más bien, como el sonido de una guitarra bien afinada, resonante y profunda. Hablaba despacio, con una cadencia tranquila que transmitía paz y seguridad. Aunque sus palabras eran firmes, había un tono suave y gentil en su voz, como si cada frase fuera un abrazo silencioso. Era la voz de un hombre que había vivido, que había aprendido, y que siempre me había amado.
Incluso cuando este hombre sabía que su propia hija había sido capaz de asesinar".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro