"Un veintidós de diciembre fue el día donde perdí todo; perdí a mi padre de la misma forma en que mi madre murió. Aún recuerdo como me arrodillé junto a su cuerpo y me aferré a él sin ganas de soltarle, no me importaba mancharme de sangre.

-¡Seré una buena hija, por favor... papá, no me dejes sola!

No te imaginas cuanto lloré y supliqué ese día, Alexander fue quien me tuvo que arrastrar lejos para evitar ser capturados.

Hasta ahora sigo visitando la tumba de mi padre, no me canso de llevarle hermosos ramos de flores y de cantar sus poesías favoritas.

Mi dolor fue tanto que me alejé por completo del mundo, incluyendo a aquel hombre de cabello rojizo que tanto amaba.

Pasaron años hasta que finalmente regrese a buscarlo, tenía la esperanza de finalmente confesarle lo que sentía por él. Que grave fue mi error, frente a mí estaba un niño pequeño idéntico a Alexander; mi primer y único amor ya se había sacado, incluso ha había formado una familia.

Como tantas veces en mi vida volví a mentir, tragándome mi dolor y mi corazón roto en pequeños pedazos.

-Espero que se protejan mutuamente, nunca se separen... señorita, te encargo el trabajo que yo no pude cumplir

Y sin mirar atrás, me alejé. No me detuve a pesar de que Alexander gritaba mi nombre, no podía hacerme sufrir aún más.

Mi paseo sin rumbo acabó en una terraza de un alto edificio, varías veces me asomaba con intenciones de saltar pero como te dije antes, soy muy cobarde para hacer algo así.

-No hay cielo para asesinos

Murmuré mientras miraba el cielo, mis ojos buscaban entre las estrellas en búsqueda de alguna señal de mi amado padre.

Esto es todo lo que puedo decir de mi tortuosa existencia, mientras sigan pasando los días quizás me olvide de mi propio nombre o cuantos años tengo.

No duraré mucho en pie, mi cordura se está apagando como una vela en la oscuridad y tan solo espero que el espíritu de mi padre me dé el valor de finalmente suicidarme para no tener que soportar esto por más tiempo.

Solo quiero que estos pedazos de papel y tinta le sean de utilidad a quien las encuentre.

Atte: Kitana Ryu."