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Capítulo 8

Selene Boenkyodo se llevó una sorpresa por segunda vez en un solo día. Y de la misma persona.

La heroína conocida como Advisory era la profesora de Historia de los Héroes en la UA. Como la mayoría de los profesores que también eran profesionales, ella hacía doble trabajo. En su caso, también se encargaba de enseñar Combate Desarmado para los tres años, y Autodefensa en el tercero. Los cursos para Héroes y Estudios Generales requerían tomar el más exhaustivo (de múltiples formas) Combate Desarmado. Los estudiantes de los cursos de Negocios y Soporte eran asignados a Autodefensa en su primer año, y tenían la opción de cambiar a Combate Desarmado en segundo y tercer año.

Muy pocos lo hacían.

La UA tenía una tradición. Durante la semana de exámenes de ingreso, tanto los de recomendación como los regulares, los estudiantes tenían tiempo libre para estudiar, para prepararse para sus exámenes finales y dejar que los profesores se enfocaran en los potenciales nuevos ingresos de primer año. Y durante dicha semana, cualquier estudiante que cursara primer o segundo año podía desafiar al profesor de Combate Desarmado a un duelo. Si el estudiante ganaba, se le consideraría una calificación de B+ en dicha clase por el resto de su tiempo en la UA, de modo que el estudiante podría utilizar el tiempo adicional para tomar una electiva adicional, tener más espacio para estudiar, o tomar Combate Desarmado para intentar subir la nota.

Los combates de sparring también eran observados por una enorme porción del cuerpo estudiantil, la mayoría de ellos por entretenimiento. Sin embargo, algunos utilizaban a sus compañeros para medir al profesor antes de intentar desafiarlos. La mayoría de los años, unos ocho o nueve estudiantes tomaban el reto. La gran mayoría se confiaban en exceso y la subestimaban, por lo que perdían rápidamente. Unos pocos lograban darle daban una pelea decente. Y en los seis años que llevaba enseñando en la UA, Selene sólo había perdido en dos ocasiones. Su predecesor había mantenido la posición durante 14 años, con cuatro derrotas y un empate. Una de dichas derrotas fue a manos de Advisory.

Todo eso era para decir que ahora se estaba enfrentando a una de dichos retadores. Su primera sorpresa fue el desafío. No muchos de primer año tomaban la prueba, e incluso menos de los estudiantes del curso de Soporte sentían la necesidad de enfrentarse a ella. Que un estudiante del curso de Soporte le pidiera pelear era casi inexistente. La rareza habría mandado a Advisory a jugar en las máquinas de pachinko, si no fuera porque ya había sido baneada de todos los locales que estaban dentro de la distancia de viaje entre la UA su apartamento.

La segunda sorpresa fue cuando Melissa Shield ingresó al gimnasio. Advisory estaba familiarizada con la chica: era la hija del famoso David Shield, y una genio en su propia área. Y basándose en la foto de su archivo, una belleza rubia, de ojos azules y voluptuosa. Selene no había visto a la chica en persona durante sus siete meses en la UA.

Bueno, la chica Shield sin duda era todas esas cosas, pero también era atlética. Estaba en forma y tonificada. Gracias a su Quirk, Selene podía verlo incluso a través de su uniforme de la UA, que Melissa rápidamente se quitó. Quitarse los zapatos y las medias no era una sorpresa, pero la audiencia que estaba en las tribunas arriba de ellas reaccionó cuando se desabotonó y se despojó de su blusa, y dejó caer su falda. Debajo llevaba un top y shorts deportivos de color rosa, pero no de los baratos y comunes. Llevaba del tipo de equipamiento deportivo pesado y con soporte extra que llevaban los atletas profesionales y peleadores de artes marciales.

Y más importante aún, reveló cuán fuertes eran sus brazos y piernas. La chica Shield no tenía abdominales constantemente visibles, pero al respirar profundamente o tensarse, la definición de estos se asomaba.

Pero era mucho más que el hecho de que la joven estuviera en mejor forma que la mayoría de estudiantes de tercer año del Curso de Héroes. Era más bien la forma en como Shield se conducía a sí misma. Equilibrada, sin desperdiciar ningún movimiento. También se había amarrado su larga (por estimación de Advisory) cabellera en una trenza apretada, para mantenerla fuera de su rostro. La chica era una peleadora, suficiente para poner expectativas en Advisory.

La rubia adulta ajustó su visor a su configuración más baja, de modo que eso restringía su Quirk, tanto como se lo permitía su herramienta. Advisory se desabrochó su chaqueta y la tiró hacia un lado. Llevaba un top deportivo similar al de Shield-san, excepto en azul, y de talla más pequeña. También llevaba una camiseta blanca sin mangas para mayor cobertura. Aunque Selene también andaba descalza, llevaba unos pantalones de pierna completa holgados de tela de nylon. Ya había suficientes estudiantes entre el alumnado que le miraban el trasero en sus pantalones normales, sin pelear en algo apretado.

Casi se sentía algo celosa de Shield-san; no por su figura, sino por su confianza.

– Entiendes las reglas, ¿verdad? – preguntó Advisory. – Nada de Quirks...

– No tengo uno. – dijo Shield-san, tratando de sonar casual y sin tener mucho éxito. Selene dio un respingo ante su paso en falso.

– Nada de armas, ni armaduras, ni objetos de soporte a menos que sean necesarios para controlar tu Quirk. – continuó la profesora. – En mi caso, mi visor es necesario, pero lo he puesto en el nivel de supresión más alto de mi Quirk. Fuera de eso, no hay reglas o restricciones. Pelearemos hasta que una de nosotras ya no pueda hacerlo o se rinda. ¿Lo has...?

Advisory se vio interrumpida cuando Melissa se lanzó de frente. La joven le había lanzado un golpe cruzado de derecha directo a la quijada. Selene bloqueó el puñetazo, y sus labios se curvaron hacia arriba.

– Tomaré eso como un... ¡SÍ! – gritó la última palabra mientras lanzaba una patada lateral hacia el estómago de Melissa. La adolescente giró para evadirlo, y usó el mismo giro para dar un golpe de revés hacia la sien de Selene.

De repente observó que los estudiantes estaban menos interesados en la ropa de Melissa o su apariencia.

Advisory se agachó, y los nudillos de Melissa le pasaron rozando su cabello mientras el golpe se iba de largo. Advisory dirigió su codo hacia el costado expuesto de la chica. Melissa completó su giro luego de no sentir resistencia a su puño de revés, y esto le ganó algo de espacio. La rubia más joven fue capaz de interceptar el bíceps de la profesora antes que su codo se hundiera mucho en su costado.

Melissa saltó hacia atrás y dio un empujón para ganar algo de rango extra.

Debajo de su visor, los ojos de Selene se ensancharon al ver que Melissa cambiaba de postura. La muchacha abrió sus manos y sacudió sus brazos, inclinándose hacia adelante para apoyar más su peso en sus pies.

– ¿Dos estilos? – murmuró Advisory entre dientes.

– ¿Dos? – Melissa sonrió. Selene arqueó una ceja dudosamente. Y luego, no es que fuese la primera vez, se sintió como tonta. Su visor ocultaba sus ojos, incluyendo sus cejas, pero aun así trató de hacer el gesto.

– Supongo que veremos si es verdad. – le dijo la adulta a la adolescente con confianza.

...

Veinte minutos después, las peleadoras estaban agotadas, pero el público seguía al filo de sus asientos.

La batalla cambiaba constantemente. A veces, parecían los mejores movimientos de las películas de Wuxia, fluyendo grácilmente como si fuese una danza coreografiada. Se acercaban, y luego se convertía más en una pelea de callejones luego de que el bar cerraba. Después volvían a separarse, se preparaban y cambiaban de estilos, antes de lanzarse con una serie de puñetazos, bloqueos, patadas y esquivas dignas de expertos.

Ambas mujeres tenían múltiples marcas de moratones que se iban oscureciendo. Melissa más que Selene, en parte porque la rubia más joven estaba más expuesta, y en parte porque la profesora lograba tener más éxito en conectar los golpes. Dicho eso, en cierto momento la chica Shield logró hacerle un agarre sujetando el top de Advisory, levantándoselo y casi estrangulándola con él, así que la adulta abandonó la capa extra, dejando su torso casi tan expuesto como el de la adolescente.

Melissa dio algunos pasos dando tumbos, y casi se tropezó. Dejó su espalda parcialmente expuesta para Advisory, y la profesora se lanzó de frente, tratando de agarrar a la chica por la trenza.

Y entonces la boca de la muchacha se curvó en una pequeña sonrisa. Sus movimientos aparentemente torpes se volvieron más agudos. Dio un paso y giró su cabeza, alejando su trenza dorada fuera del alcance de Selene, al tiempo que agarraba la muñeca de la profesora. Shield pateó a Boenkyodo en los tobillos, haciendo que la mujer más delgada se cayera de espaldas, directo sobre la colchoneta de entrenamiento. Sujetó el brazo de Advisory estirándolo a toda su extensión, y le aplicó el pie sobre el hombro.

Si Izuku hubiera estado allí, habría reconocido un movimiento ligeramente distinto, pero con el mismo resultado que en Halloween. Pero no lo estaba.

– Ugh. – gruñó Advisory. – Me engañaste usando tu trenza.

– Todo se vale. – dijo la chica despreocupadamente.

– ¿Sabes algo? – dijo Advisory, sin confirmar nada. – Este agarre tiene algunos fallos, especialmente si el oponente está boca arriba. Si tiene la misma fuerza que tú...

Advisory trató de ponerse encima de Melissa, pero la adolescente no se movió. Selene se vio sorprendida por tercera vez, ya que apenas hizo que los brazos le temblaran a Melissa. Y Selene no ganó nada de ventaja.

– O si no, si tienen la flexibilidad y ángulo...

Selene dio una patada al suelo y conectó su rodilla por detrás de la de Melissa. Esto sirvió para romper la postura de la joven. La profesora fue capaz de ponerse de rodillas, y luego se impulsó hacia arriba, lanzando su hombro contra el estómago de Melissa. La adolescente perdió su agarre y se cayó de espaldas. Aterrizó de sentón, pero luego rodó hacia atrás y volvió a levantarse. Advisory hizo lo mismo y volvió a ponerse en su postura por defecto nuevamente.

Pero cuando Melissa se puso de pie, suspiró. Entrecerró sus ojos, bajó su postura aún más, colocando su rodilla izquierda en ángulo recto y su pierna derecha totalmente extendida. También extendió su mano izquierda en paralelo a su pierna, colocando su mano derecha por detrás, con la palma en paralelo al piso y apuntando en la dirección opuesta de su oponente.

Los ojos de Advisory brillaron. Y otra vez, hizo el primer movimiento.

...

Melissa despertó, viendo un techo que le resultaba familiar. Sintió un pellizco en su brazo, pero fuera de eso el dolor y la fatiga de su cuerpo se había ido. Al ver la luz en las paredes, calculó que debía haber estado fuera de comisión por cuatro horas, o quizás múltiples días más cuatro horas, aunque esperaba que no fuese así.

– Supongo que eso significa que no aprobé. – suspiró, pero no sonaba muy molesta.

– Yo no diría eso. – le dijo la voz de Advisory desde su lado izquierdo.

Melissa se giró y vio a la profesora en la cama junto a ella. La otra rubia no se había cambiado su ropa, y todos sus moratones se habían ido, pero tenía su brazo derecho envuelto en un cabestrillo.

– Qué... ¿qué pasó? – preguntó Melissa.

– No me sorprende que no lo recuerdes. – dijo una nueva voz.

Melissa se giró y vio a una mujer muy pequeña con un enorme moño de pelo gris detrás de su cabeza.

– Te sacudió bastante el cerebro. – continuó Recovery Girl. – Puede que tenga que darte otro beso, para asegurarme que no queden efectos remanentes de la contusión. Aunque siendo justos, le dislocaste el hombro severamente a Boenkyodo-san, y le rompiste los dos huesos en su antebrazo.

– Oh, lo siento. – se disculpó Melissa con toda sinceridad.

– No te preocupes. No muchos estudiantes entienden o respetan las reglas. Yo iba a asfixiarte si no rompías la llave, y definitivamente la rompiste. – La heroína se rio ligeramente. – Debí haberme rendido en ese momento, pero perdí un poco el control. Lo traté como si fuera una pelea real. Te di un rodillazo en la quijada mientras recuperabas el aliento, que te derribó de espaldas y me aseguré que tu cabeza aterrizara en la colchoneta.

»Pero al final del día... – Advisory se encogió de hombros – ... no estoy segura de si los alumnos de tercer año a punto de graduarse puedan derrotarte. Si peleáramos de nuevo y no esperaras hasta estar cansada y golpeada para cambiar a wushu, quizás no podría vencerte. Quizás.

– Ah. – Melissa gruñó simplemente, sonando avergonzada.

– ¿Por qué esperaste tanto para utilizar tu mejor estilo? – presionó amablemente Advisory. En parte porque estaba molesta de que la adolescente parecía estar subestimándola, pero mayormente como profesora, quería entender por qué su estudiante hizo algo tan tonto y arriesgado.

– ¿Quiere la versión corta, la normal, o la más larga? – preguntó Melissa.

– Empecemos con la versión corta. – dijo Selene. – Y luego seguimos desde allí.

Estaba mirando a la joven con mucha atención. Y aunque Recovery Girl estaba haciendo su trabajo en la enfermería, también ponía atención discretamente.

– Cuando tenía seis años – inició Melissa – mi papá me contó sobre su familia. Sobre una de sus tátara, tátara, tátara... ¿cuántos eran? Tatarabuelas, que era una gimnasta de clase mundial, y solía tener problemas con acosadores en la escuela.

Luego de accidentalmente irse de lengua con el tío Might, Melissa adquirió el hábito de decir que Kimberly Hart había aprendido a pelear porque Rita (cuyo nombre no mencionaba) se la pasaba acosándola. Lo cual no era del todo falso.

– Así que le pidió a algunos de sus amigos que le enseñaran artes marciales básicas. Golpes y patadas simples para defenderse. Los incorporó en su gimnasia, y luego de haberse deshecho de los acosadores, descubrió que le gustaban las artes marciales. Así que hizo algo de investigación, y encontró el wushu. Decidió que eso la haría una mejor gimnasta y mejor peleadora, así que lo aprendió, y se volvió realmente buena en él.

Melissa hizo una pausa, y tosió. Shuzenji-sensei le trajo un vaso de agua fría, que la chica muy agradecida se bajó.

– La pequeña yo estaba fascinada por la historia, así que le pedí a mi papá que me dejara aprender wushu. No había muchos dojos que enseñaran el estilo en el sur de California, o al menos eso decía mi papá... pero encontramos uno, y empecé a aprender. Estudié artes marciales durante tres años y medio, hasta que... hubo un ataque de villanos. El Sensei no era un héroe, pero trató de ayudar a la gente a escapar y quedó atrapado en el fuego cruzado. Perdió su pierna derecha desde la mitad del muslo, la pierna izquierda le quedó totalmente paralizada, y también el brazo izquierdo desde el codo. Tendría que recibir un implante espinal para la parálisis y aprender a controlar su pierna artificial, pero eso significaba años de fisioterapia. Los doctores dijeron que probablemente nunca volvería a tener la misma velocidad o control que antes, así que cerró su escuela, para enfocarse en su recuperación y en su familia.

Ambas mujeres adultas asintieron.

– No pudimos encontrar un nuevo dojo. – continuó Melissa después de un momento. – Así que continué estudiando por mi cuenta. Conseguí libros sobre wushu, gimnasia y artes marciales en general. Intenté probar con gimnasia, pero descubrí que no era para mí. También me puse a ver videos de wushu, tanto demostraciones como de instrucción. Los imité lo mejor que pude.

»Y entonces, el pasado mes de julio, vine a Japón, y conocí a mi actual profesor. – dijo con cariño. – Pasaron cosas, y decidí quedarme. Él es quien me está enseñando shotokan karate, tae kwon do, y Jeet Kun Do. Al estudiar con él, me di cuenta que mientras aprendía por mi cuenta, cometí algunos errores y adopté algunos malos hábitos.

»Y bueno, dejando de lado la historia, le oculté mi wushu. – explicó Melissa. – Primero porque sentía vergüenza de mis malos hábitos, y empecé a arreglarlos. Y ahora... bueno, en parte es para tener una carta de triunfo en el caso de que tengamos una pelea de sparring verdaderamente dura, igual que acabamos de tenerla Advisory-sensei y yo justo ahora. En parte es porque conoce otros estilos que todavía no me ha enseñado, porque nos estábamos enfocando en que yo aprendiera los otros tres rápidamente. Pero aun así quiero guardarme mi propio estilo para mí misma, y mayormente, es porque lo conozco. Puede que sea mi maestro, pero también era... y sigue siendo, un estudiante. Si supiera que yo también estoy estudiando wushu, querría ayudarme. Así que estaría perdiendo su tiempo al aprender otro estilo, cuando debería enfocarse en dominar los que ya está practicando. Y si bien yo habría apreciado eso, no quiero convertirme en una carga para él.

– ¿Tu instructor de artes marciales es un estudiante? – dijo Advisory, ligeramente escéptica. – ¿Y te llevó a este nivel de habilidad en apenas nueve meses?

– Bueno, tengo memoria eidética, y mi estudio autodidacta no fue totalmente malo o inútil. – se jactó Melissa. – Pero sí.

– ¿Y estás segura de que no tienes Quirk? – presionó Selene.

– Usted ya sabe quién es mi papá. – La expresión de Melissa se tornó sombría. – La prueba de dedos de los pies no le bastó. Me hizo una prueba completa de Factor Quirk, y luego un escaneo de ADN, por si acaso es que yo era de los que florecen tarde.

Levantó su pie izquierdo y movió sus dedos. – Tengo una articulación en mi dedo pequeño. Tengo cero de Factor Quirk. Y tampoco tengo el metagen Quirk.

– Lo siento. – dijo Advisory suavemente, recordando su anterior metida de pata. Luego en un tono más firme, continuó: – Pero tú y tu instructor deben ser realmente asombrosos, para llevarte tan lejos, y tan rápido.

– Claro que lo es. – dijo Melissa con afecto, y luego sonrió ferozmente. – Pero probablemente usted sabrá más de él en un mes, Boenkyodo-sensei.

– ¿Oh? – Recovery Girl entró también a la conversación.

– Sí. – Melissa sonaba emocionada. – Estará tomando el examen de admisión el viernes. Y dejando de lado cualquier complicación inesperada, ¡él será un estudiante de primer año en el curso de Héroes empezando el próximo mes!

– Lo estaré esperando. – dijo Advisory. – Y mientras tanto, felicidades. Te has ganado tu B+ en Combate Desarmado para segundo y tercer año. Aunque espero que decidas tomar la clase de todos modos. Me encantaría ayudarte a mejorar tus estilos, y practicar los míos contra ti.

– Lo pensaré. – dijo Melissa sinceramente.

...

Extrañamente, ningún otro estudiante desafió a Advisory aquel año. O quizás no era tan extraño, considerando todo.

Al mismo tiempo, una mayor porción del cuerpo estudiantil se quedó mirando a Melissa. Aunque las razones para dichas miradas no eran las mismas que solían ser, al menos en la mayoría de los casos.

...

Viernes, 17 de marzo, 2238.

Izuku se detuvo frente a las puertas. Cualquiera que lo mirase pensaría que estaba viendo la puerta y el edificio detrás de ella con asombro y adoración.

No lo estaba. Al principio sí lo hacía, pero sus ojos potenciados por su Morfer vieron algo. En el segundo piso del edificio, una cabellera rubia, ojos azules, y un uniforme de la UA que se ajustaba perfectamente. Sonrió ligeramente al ver cómo una sonrisita se formaba en el rostro de Melissa, que le saludaba con la mano. Probablemente lo habría planeado, calculado cuándo llegaría y dónde él podría verla. Su vista, incluso con sus gafas, no era suficientemente buena como para verle claramente el rostro, pero él esperaba que ella pudiese reconocer sus pelos verdes alborotados. Él también le devolvió el saludo, esperando que ella pudiese verlo.

Y entonces, dio su primer paso para entrar a los terrenos de la UA.

– ¡Sal del camino, maldito nerd!

Moviéndose por instinto, Izuku se giró hacia un lado y se apartó. Luego una explosión sacudió el aire donde antes había estado la cabeza de Izuku.

Izuku frunció el cejo. La puerta era lo bastante grande como para que cuatro personas (o tres del tamaño de All Might) pudieran pasar por ella. Y la gente iba pasando al lado de él. No habría razones para que Bakugou lo atacara, fuera del hecho de que el chico estaba más molesto de lo usual aquel día, luego de enterarse que Izuku también planeaba tomar el examen de admisión a la UA.

...

Aquí están sus pases para la UA. – les dijeron el consejero y el subdirector de Aldera a los dos adolescentes. – Los dos deben estar en sus salas de examen a las AM, y entrar a la UA está totalmente bajo su responsabilidad. Aquí está la ruta de autobús para llegar allí, si la necesitan. Los dos quedan libres por el resto del día.

Izuku tomó el trozo de papel, le hizo una reverencia al profesor, y dejó la oficina.

Katsuki estaba que escupía al no poder contener su rabia. Al punto de que Izuku se le había escapado para cuando se recuperó. Cogió el papel violentamente, se lo metió en el bolsillo, y salió dando pisotones. Una vez que cerró la puerta, salió corriendo.

¡Deku! – le gruñó. – ¡Detente!

Izuku no titubeó, ni mostró ninguna razón. Katsuki lo alcanzó, lo rodeó y se detuvo frente al chico más bajo. Abrió sus brazos para bloquearle el paso, mientras pequeñas explosiones brotaban de sus palmas.

¡Deja de ignorarme, maldito nerd!

Oh. – dijo Izuku tranquilamente. – ¿Me estabas hablando a mí?

¡Tú sabes que sí, Deku! – gritó Katsuki tan fuerte como se atrevió. Lo último que necesitaba era meterse en problemas o que lo castigaran por interrumpir las clases.

Ese no es mi nombre. – dijo Izuku, con un ligero tono tajante en su voz. – Mi nombre es Izuku. Y no creo haberte dado permiso de llamarme por mi nombre de pila, mucho menos un apodo, Bakugou-san.

Katsuki cerró la boca con un click. Luego de siete meses o poco más de apenas reconocer su presencia, el maldito nerd se atrevía a responderle de esa forma. Pero recordó su propósito, su meta de hoy. El chico explosivo se obligó a bajar su temperamento, pero no dejó de fruncir el ceño.

¿A dónde crees que vas? ¿Qué diablos crees que estás haciendo?

Voy camino a tomar el examen de la UA. – dijo Izuku simplemente. – Planeo entrar al curso de héroes, y convertirme en un héroe.

Katsuki no estaba seguro de si quería explotar de rabia o reírse de la estupidez.

¿De verdad crees que puedes hacer toda esa mierda que acabas de decir?

Izuku se movió. Casi más rápido de lo que Katsuki pudo verlo, y ciertamente más rápido de lo que el rubio pudiera haber hecho algo para detenerlo. De pronto, Izuku ya estaba detrás de él, alejándose.

¿Tú crees que no puedo?

...

Izuku había elegido caminar en lugar de tomar el autobús, y aun así llegó primero. Lo cual probablemente hizo enfurecer a Bakugou todavía más.

Aunque evitó la peor parte de la explosión, todavía lo sacudió. Y su pie aterrizó mal; una de las piedras en el camino de entrada estaba ligeramente levantada respecto a su vecina. La suela de su zapato apenas rozó el filo elevado, y el resto de su peso se fue hacia adentro cuando intentó equilibrarse.

No que eso importara mucho. Empezó a caer, se fue hacia atrás, pero rodó hacia un lado y volvió a ponerse de pie. Miró a Bakugou, sin estar nada impresionado.

Luego se giró y vio a una chica algo delgada aunque curvilínea que parecía haber estirado la mano para atraparlo o al menos frenarle la caída.

– Gracias. – dijo mientras inclinaba su cabeza hacia la castaña.

– No, estaba a punto de usar mi Quirk contigo. – dijo ella. – Lo cual probablemente no sea la mejor idea ahora. Así que de nada, pero gracias a ti también.

Katsuki gruñó y siguió su caminata.

– Mejor nos vamos. – le dijo Izuku a la chica,

– Oh, sí. – dijo ella.

Se dio la vuelta y se fue casi trotando.

– Qué genial. – murmuró la chica.

...

Incluso con Melissa ayudándole a estudiar, Izuku nunca había sido capaz de reclamar el primer puesto en el ranking de calificaciones de Aldera. Pero al parecer se trataba más de lo inteligente que era la chica en primer lugar, ya que los exámenes escritos de la UA fueron mucho más fáciles de lo que Izuku esperaba. Terminó cada uno de ellos rápidamente, y hasta pudo revisar dos veces sus respuestas.

Había una asamblea antes del examen práctico. Present Mic salió y trató de darles algo de hype a los estudiantes. Izuku estaba medianamente emocionado, pero no tanto como ponerse a murmurar. Luego de pasar tanto tiempo con Toshinori y Tommy, el Héroe Voz era genial, pero no tan impresionante.

Al poco rato Bakugou se metió en un concurso de gritos con un chico alto y de cabello oscuro. Izuku muy deliberadamente los ignoró, manteniendo su rostro en blanco. Mejor pretender que no conocía al bravucón.

Present Mic recuperó el control y terminó de explicar, y luego todos fueron separados. Los estudiantes se dividieron en siete grupos y enviados a centros de entrenamiento que tenían cada uno el tamaño de diez cuadras de una ciudad, amurallados pero con algunos edificios altos asomándose. Los estudiantes se empezaron a aglomerar, mirando y esperando mientras observaban el por ahora inactivo Jumbotron en la pared externa del terreno de entrenamiento.

– ¿Conoces a ese rubio? – La chica con la que Izuku se había topado en la entrada se le había acercado.

– Sí, lo conozco. – dijo Izuku simplemente.

– Parece muy... temperamental. – dijo ella con cautela.

– Es muy problemático, y no se ve muy apto para ser un héroe. – El chico con el que Katsuki había tenido ese altercado había escuchado su conversación y se les había acercado también. Ahora Izuku podía verle los tubos de escape que sobresalían desde sus pantorrillas, que estaban al descubierto. Le recordaron mucho a los tubos del héroe profesional Ingenium.

– No puedo estar en desacuerdo. – suspiró Izuku. – Pero ser un héroe ha sido su sueño desde que era niño. Y para ser justos no es que sea mucho peor que Endeavor o Mount Lady. No todos los héroes profesionales son grandes personas...

La chica lo consideró. Y el chico alto asintió con tristeza. Ambos héroes que mencionó eran conocidos por ser altamente destructivos. Endeavor era temperamental y agresivo. La heroína novata Mount Lady tenía una reputación desequilibrada debido a su actitud holgazana y con derecho, aunque lo compensaba con su alta tasa de éxito y atractivo sexual.

Y entonces la pantalla se encendió, mostrando a Present Mic y previniendo cualquier discusión posterior.

– ¡Muy bien! – gritó el héroe de gran voz, captando la atención de todos los que no estaban mirando. – ¡¿Ya estamos listos para empezar?!

Hubo sólo algunos gritos débiles en respuesta.

– ¡No los oigo! – se quejó Mic de nuevo. – ¡Les dije, ¿estamos listos para empezar?!

Izuku miró la puerta. Asumió su postura, listo para arrancar, pero no era la posición de salida de un corredor. Llevó sus dedos hacia su muñeca, hacia su Morfer, apenas sin tocarlo.

– ¡SÍIII! – Esta vez todo mundo gritó, excepto Izuku.

– Iniciar mórfosis. – murmuró. – Echo Ranger 1... Modo Green.

Apenas se abrieron las puertas, declaró suavemente la forma que quería y presionó el Morfer. Izuku se lanzó a la carga incluso mientras iba transformándose, torciéndose de lado para pasar entre las dos puertas.

Todos los demás aspirantes a héroes se congelaron, en shock por su iniciativa y transformación.

– ¿Qué esperan el resto de ustedes? – se quejó Mic. – ¡En la vida real no hay conteos!

Izuku desenfundó sus Dragon Daggers, y le cortó la pierna al primer robot con el que se encontró. La hoja no encontró resistencia, se le habría hecho más difícil cortar algunos de los paneles oxidados de barcos que encontró en la playa. Mientras el "villano" comenzaba a caer, su segunda daga se hundió directo en su cámara. El objetivo quedó inutilizado, y con eso Izuku se movió hacia su siguiente enemigo.

– "Los Patrulleros eran más fuertes que esto." – murmuró.

El aire a su alrededor empezó a arremolinarse. El chico con tubos de escape en sus piernas pasó volando, más rápido incluso de lo que el Modo Green podía correr. El velocista ignoró a los robots y siguió corriendo para adentrarse más en la arena.

– "Definitivamente es pariente de Ingenium." – Ese fue el primer pensamiento de Izuku. Y el segundo fue: – "Buena idea, no tiene sentido quedarse en la entrada y competir con todos los demás mientras van entrando."

Acabó con su segundo robot y siguió corriendo. El adolescente alto había ido hacia el norte, así que Izuku se fue hacia el oeste.

...

Kaminari Denki estaba en problemas. Había atraído a tres robots que valían un punto, y dos de los que valían dos puntos. Planeaba derrotarlos a todos a la vez, pero su plan se empezó a derrumbar cuando percibió la batería de otro robot, moviéndose en su dirección. Si esperaba a que estuviera en rango, los otros probablemente se lo cargarían. Si no esperaba, estaría perdido si el último robot lo encontraba mientras su cerebro estaba en cortocircuito.

Pero no tenía opción.

– ¡Choque Indiscriminado, 700 Kilovoltios!

De él salieron chispas que volaron hacia los robots, que se convulsionaron salvajemente por un momento, y se desplomaron inertes. Al ir perdiendo su conciencia, vio que otro robot de dos puntos pasaba frente a lo que parecía una tienda de abarrotes.

El robot se dirigió hacia el chico de cara blanca, levantó su cola y garras, y se preparó para cargar contra Kaminari.

Luego hubo un destello ardiente de color blanco, y el droide se desplomó en cuatro pedazos desiguales. Izuku, ahora en Modo White, se acercó al otro chico.

– ¿Te encuentras bien? – preguntó el Ranger en entrenamiento, confundido por lo que acababa de ver.

– Wheeeeyyy. – dijo el rubio mientras le daba una sonrisa vacía y un pulgar arriba a Izuku.

– ¿Estás seguro? – El Ranger sonaba dudoso. El rubio sacudió su cabeza y exhaló forzosamente.

– Sí. – dijo ya con voz normal. – Sólo necesitaba unos segundos para resetearme luego de ese nivel de voltaje. Pero gracias, hombre, me salvaste.

– Puedes pagarme por adelantado. Modo Green.

Izuku salió corriendo, mientras su color cambiaba.

– Huh... – gruñó Denki. – ¿Qué clase de Quirk es ese?

...

Trece de un punto, siete de dos puntos, y tres de tres puntos. Acorde con la HUD en su visor, seis de los diez minutos asignados ya habían transcurrido. No hubo tantos robots como Izuku esperaba al principio, pero definitivamente había menos a medida que pasaban los minutos. El grupo alrededor del chico eléctrico era el mayor que el Ranger en entrenamiento había visto.

Los de uno y dos puntos eran fáciles, cualquiera de sus formas podía destruirlos sin problemas. Pero los de tres puntos eran un poco más fuertes, y se vio obligado a cambiar al Modo White para eliminarlos sin perder mucho tiempo.

Se detuvo para evitar que un robot de dos puntos emboscara a un chico que tenía manos con forma de taladro, pero esta vez no derrotó al robot. No quería robarle la presa, así que sólo desvió algunos disparos de su cola de escorpión con sus dagas, lo que le dio al otro chico la oportunidad de acabar con el robot de un punto contra el que estaba peleando. Izuku le asintió con la cabeza al chico luego de que este le dio las gracias y le dejó el dañado robot de dos puntos a merced de sus taladros.

Dos veces tuvo que rescatar a una chica con pelo en rastas de color rosa brillante, unas gafas protectoras enormes y una mochila llena a reventar. Parecía estar más interesada en examinar los robots que derrotaba, que en ganar puntos o defenderse.

Luego encontró otra persona en problemas. Era una chica un poco más alta que él, con cabello a rayas parecido a un tigre, y también orejas y cola. Sus manos eran patas felinas con garras, y bajo su camiseta y pantalones vaqueros se notaba muy musculosa. Estaba luchando contra dos robots de dos puntos, rodeada por los restos destruidos de un tercer robot de dos puntos y otro de un punto. Se movía como una peleadora bien entrenada. Izuku no creía que pudiese vencerlo a él o a Melissa en habilidad, pero definitivamente lograba compensarlo con su Quirk.

Pero entonces, dos robots de tres puntos emergieron de una pila de escombros, y empezaron a dispararle.

Incluso cuando la chica le arrancó la CPU a uno de sus enemigos, Izuku echó a correr. Le saltó encima del hombro al robot de dos puntos y dio una voltereta encima de él, declarando "Modo Black". Incluso mientras las Dragon Daggers se fusionaban para formar el Brachio Staff, agitó el arma más larga, destruyendo con ella el primer salvo de misiles antes que se acercaran demasiado a él o a la chica felina. Se puso a girar el bastón, clavando la cola afilada en el primer cohete del segundo grupo. El cuarto disparo le dio de lleno en su armadura de su pecho.

Izuku no estaba seguro de cómo funcionaban los misiles "aturdidores", e hizo una nota mental de preguntarle a Melissa. Pero fuera como fuese que funcionaran, un solo golpe no fue suficiente para superar las defensas del Modo Black. Aunque Izuku sospechaba que el Modo Green y especialmente el Modo White no habrían resultado igual de bien. Saltó en el aire, estampando una patada hacha sobre la cabeza del primer robot con armas de alcance, y luego clavó el bastón en el segundo robot, destruyendo uno de sus lanzadores y dañándole el segundo. Los robots no tenían caras para emitir emociones, pero Izuku sentía como si pudiera ver la confusión del droide cuando intentó dispararle y falló.

El primer robot trató de agarrar a Izuku cuando aterrizó, pero el chico evadió sus brazos, y apenas tocó el suelo, le pateó su oruga de tanque lo suficientemente fuerte para dejarle una abolladura.

– Modo White.

Le dio otra patada, y esta vez casi le arrancó el sustituto de sus piernas por completo. Atravesó la armadura de un puñetazo, donde el torso se conectaba con las orugas, y luego lo volcó. La batería cayó fuera de su contenedor, y el robot se detuvo.

– Tu Quirk se parece al mío. – dijo la chica, acercándose detrás de él lentamente, mirando tanto a Izuku como al neutralizado robot de tres puntos. Izuku notó que ella ya había acabado con los otros dos por su cuenta.

– ¿En serio? – preguntó él.

Ella cambió de forma. Su cabello, orejas y cola se volvieron más amarillas y con manchas. Su constitución musculosa se volvió más delgada, y sus garras más finas.

Luego volvió a cambiar. Todo su "pelaje" se volvió negro azabache, y también su piel. Luego volvió a asumir su forma de tigre.

– También puedo apagarla, volverme un ocelote para escalar, o un león que es la forma más balanceada. – le explicó a modo de agradecimiento.

– Yo sólo tengo tres modos. Pero tu Quirk es bastante asombroso... – dijo Izuku. Luego respiró profundamente, recordándose a sí mismo que no era el momento de empezar a analizar un nuevo Quirk.

– ¿Vas a...? – La chica señaló al todavía activo robot de tres puntos, que intentaba dispararles sin éxito.

– No, adelante. – dijo Izuku rápidamente. – De hecho, perdón por haberte robado aquel otro.

– No me lo robaste, yo estaba distraída y ni siquiera lo noté. De hecho, debería dejarte tener el otro, por salvarme.

– Está bien. – Izuku sacudió su cabeza. – Sólo asegúrate de ayudar si ves a alguien en problemas.

– ¿No se supone que todos somos rivales? – preguntó ella ligeramente confusa.

– Quizás. – dijo él. – Pero yo soy un héroe primero. Buena suerte.

Le hizo una reverencia y corrió en dirección norte.

– Sí. – dijo ella pensativamente. – Yo también vine aquí para ser una heroína.

...

Quedan sólo dos minutos, jefazo. – anunció Hizashi.

Suelten a los Ejecutores. – La cara de Nezu se iluminó de una manera muy preocupante.

...

Toda la arena, aproximadamente de diez cuadras con edificios entre una y ocho plantas de alto, empezó a temblar. No como un terremoto, sino rítmicamente, como un patrón. Como un verdadero creyente de los Power Rangers, para Izuku eso sólo significaba una cosa.

Aunque la horda de adolescentes frenéticos, corriendo mientras gritaban de miedo en la misma dirección, podría haberle ayudado a llegar a la misma conclusión.

Había algo gigante en el campo. Probablemente un robot, a menos que la UA tuviera a alguien con un Quirk para hacer este papel. ¿O acaso sería un verdadero ataque de monstruos?

Izuku corrió a través de la multitud. Tenía que pensar que esto era parte de la prueba. ¿Cómo reaccionarían los aspirantes a héroes profesionales a algo gigantesco, aterrador, y aparentemente fuera de su liga? ¿Saldrían corriendo, pelearían, o tratarían de ayudar de otra forma?

Aunque él definitivamente tenía la intención de pelear o ayudar si era necesario, en el fondo Izuku sabía que estaba corriendo hacia el peligro por una razón diferente. Él quería verlo. Ver lo genial que era, y cómo se comparaba con los Zords.

Giró en una esquina hacia la calle más ancha por la que la habían pasado la mayoría de los estudiantes que salieron huyendo. Y se llevó una decepción.

Seguro, era grande, de unos cinco o seis pisos de alto, así que la mayoría de edificios todavía eran más altos. Y apenas podría llegarle a la cintura a la mayoría de los Megazords, sin mencionar que su estética era muy simple, casi militar, como la mayoría de los otros villanos robots. El escáner en su visor le dijo que era fuerte y bien acorazado, pero técnicamente si le hubieran subido la escala a los robots de dos puntos al mismo tamaño, estos habrían sido más peligrosos. Este agitó un brazo golpeando un edificio, haciendo caer trozos de la fachada, pero se le haría muy difícil romperlo o atravesarlo de un solo golpe. Se habría quedado atascado con los armazones de metal.

Francamente, Izuku habría ignorado por completo al robot de cero puntos, como le habían indicado. Lo habría hecho, de no ser por una cosa.

Su casco dirigió la atención de sus ojos a la única persona que seguía en la calle. Alguien que no estaba huyendo, debido a que estaba atrapada bajo unos escombros que cayeron. Al mirar más detenidamente, reconoció a la chica que intentó ayudarlo cuando casi se tropezó en la entrada, y con la que habló afuera del área de entrenamiento.

El robot se iba moviendo hacia ella. Izuku no estaba seguro si el gigante podía verla, si era automatizado o a control remoto. Pero por su estimación, en dos pasos, la iba a aplastar.

Izuku corrió. Ya estando en Modo Green, se empujó a sí mismo al límite. Moviendo sus piernas, sacando su poder. Pero él sabía, incluso sin la tecnología en su casco, que no sería lo suficientemente rápido. No podría llegar a tiempo, o más bien, apenas podría llegar a tiempo para terminar aplastado junto a ella. Él no creía que la fuerza del Modo White o la defensa del Modo Black fuese suficiente para detener el peso del robot de cero puntos.

Tenía que intentarlo. Tenía que hacer algo. ¿Había alguna forma en que el Dragon Blaster pudiese hacerlo? ¿Un lugar a dónde dispararle para deshabilitarlo? El escáner no podía identificar nada de eso. Y no podía estar seguro de que el gigante no se fuera a caer. Pero era su mejor opción.

Mientras empezaba a desenfundar sus dagas, para fusionarlas en la pistola, los instintos se apoderaron de él. Sólo sacó la daga de su cadera derecha, y la levantó hasta donde su casco cubría su boca. La daga cambió de forma, y tres botones aparecieron en la empuñadura.

Presionó los botones en un patrón específico. Una fanfarria de seis notas hizo eco desde la hoja. Izuku todavía seguía corriendo, contando los milisegundos mientras se iba acercando, pero el robot, a pesar de sus pasos pesados, ya casi llegaba allí.

No pasó nada. Nada excepto un extraño temblor que recorrió el cuerpo de Izuku. Y entonces él se dio cuenta de lo que pasaba. Enfocando su energía e imaginación, las vertió en la daga, y volvió a tocar la melodía otra vez.

Esta vez un rugido, que aparentemente salió de la nada, desgarró el aire. Izuku tocó la canción por tercera vez.

Una grieta se formó en la calle encima del Echo Ranger, y de ella salió un dragón. Su cuerpo era largo y serpentino, como los dragones orientales. Su cara y cuernos eran más parecidos a los de los dragones occidentales, y sus brazos y piernas eran más largos y gruesos, con articulaciones como se esperaría de los dragones europeos. Tenía alas, que compartían un hombro complejo con los brazos, pero eran cuatro, largas y de color triangular, como una libélula geométrica. La mayor parte del Zord tenía escamas de metal verde, aunque los cuernos y garras eran de color dorado. Y el ala frontal derecha, el ala trasera izquierda y el ojo izquierdo eran blancos, mientras que las alas y ojo opuestos respectivos eran negras.

Izuku se sintió exhausto, pero siguió corriendo, y apuntó con su arma. El robot de cero puntos se detuvo a mitad de su último paso asesino. Su cabeza se ladeó como si hiciera una pantomima de confusión, y luego comenzó, un poco tarde, a retroceder.

El Dragonzord embistió al robot menor. Sus garras le destrozaron la armadura del pecho, los solenoides, servos y circuitos como si fueran de cartón mojado. Sus dientes se cerraron alrededor de la cabeza del robot de cero puntos, separándola sin esfuerzo del cuello del droide y aplastándola parcialmente. Luego arrojó los restos del "obstáculo" hacia atrás. Alzó su cabeza y soltó un llamado que sonaba igual que la tonada con la que fue invocado.

– ¡Modo Black! – Izuku saltó hacia la chica, y se puso encima de ella. Aunque ya no estaba en peligro de ser aplastada por el robot, hubo una lluvia de metal y fluidos industriales, objetos potencialmente punzocortantes, pesados y cáusticos. Cambiar de modos también causó que el Dragonzord desapareciera. Entre eso, y que el Modo Black era el que menos le drenaba energía en general, Izuku ya no se sentía tan agotado al mantener su forma Ranger.

Luego de un par de segundos, la cascada de desechos terminó. Izuku verificó que la chica estuviera bien, y luego levantó con cuidado el trozo de concreto y la barra de acero que le aprisionaban las piernas. Luego se sentó... o más bien, se dejó caer... sobre una de las piezas de piedra manufacturada, y murmuró "Poder fuera".

Miró a la chica, y le dio una sonrisa exhausta. – ¿Estás bien?

– Sólo me duele un poco la pierna. – admitió ella. – ¿Tú estás bien?

– Sólo algo cansado. – dijo él. – Nada que unos minutos de descanso y una malteada de energía no puedan arreglar.

– ¿Qué pasó? – preguntó ella.

– Estaba intentando llegar a ti. – dijo él. – No creí que pudiera hacerlo, pero entonces algo golpeó al robot, y lo hizo retroceder. ¿No viste qué fue?

Ella negó con la cabeza. – Lo único que vi fue el pie del robot de cero puntos, y luego cuando saltaste sobre mí. Sonaba como un dragón. ¿Crees que haya sido Ryukyu?

El resto de la calle estaba vacía, así que Izuku se sintió aliviado. Su transformación podía pasar fácilmente por un Quirk. Invocar un robot gigante, no tanto.

– Probablemente no. – dijo él. – Yo no creo que ella esté aquí, y de todos modos, ¿cómo suena un dragón?

Ella pareció considerarlo. La mayoría de los dragones eran ficticios, y Ryukyu no rugía luego de transformarse. Así que la castaña tuvo que admitir que él tenía razón. Ese rugido podría haber sido cualquier cosa.

La conversación llegó a su fin cuando llegó una mujer diminuta con un moño de pelo gris y una bata blanca de médico que era demasiado larga para ella. Miró a Izuku de pies a cabeza.

– No tienes ninguna herida. Sólo estás cansado por la prueba. – le dijo a Izuku, que empezó a emocionarse mientras la anciana examinaba a la chica.

– Usted es la Heroína Juvenil, Recovery Girl. – murmuró ligeramente.

– Una torcedura moderada y moratones extensivos. – dijo la doctora, ignorando a Izuku. – Definitivamente necesitarás tratamiento. Toma, unas gomitas.

Le puso unos caramelos multivitamínicos en la mano a la chica. Luego, después de que se los comió, se acercó para darle un beso sonoro. Ambos adolescentes se sonrojaron.

– Ya que no es demasiado serio, te puedes saltar ir a la enfermería, si quieres. – le dijo Shuzenji-sensei a la chica. – Aunque si el dolor no se ha ido para cuando llegues a la puerta del área de entrenamiento, será mejor que vengas de todos modos. Puede que haya daño más profundo. Tú, ayúdala.

La última oración iba dirigida a Izuku. El chico obedeció la orden, poniéndose de pie y ofreciéndole la mano y el hombro a la chica. Ella los aceptó, prefiriendo usar su lado ileso por si las dudas, pero al apoyar su pie en el suelo pareció sorprenderse, como si le hubiera dolido menos de lo esperado.

– Tengo que ir a ver si alguien más se habrá lastimado. – dijo Recovery Girl en un tono un poco más tajante. – Y luego, tendré una conversación con cierto trío de idiotas.

...

Aunque dos de ellos se encontraban en la sala de monitoreo, y el tercero estaba a medio camino de la escuela en el taller de máquinas, Nezu, Yamada Hizashi y Maijima Higari, estornudaron al unísono, y luego temblaron de terror.

...

– Gracias. – le dijo la chica a la doctora, mientras esta se alejaba a una velocidad bastante inusual.

– Te ayudaré a llegar a la entrada. – le dijo Izuku a la chica. – Y entonces allí podemos decidir si crees que necesitas ir a la enfermería, o estás bien para marcharte.

– Gracias. – dijo la chica de nuevo. Su rubor permanente pareció intensificarse.

...

En la sala de monitoreo, sólo dos de los miembros del staff de la UA habían estado viendo los eventos en el área B en vivo. Los otros estaban más enfocados en el chico explosivo en el área D, o la chica con cabello de plantas en el área F. Después podrían ver los videos de todas las áreas con calma, para evaluar los puntos de héroes y revisar quiénes hicieron trampa.

Así que Nezu, habiéndose recuperado de su breve momento de miedo, expertamente apartó una cierta colección de tomas de cámara, y movió los videos a una partición privada. Luego se giró y miró a su contraparte.

Yagi Toshinori miraba con orgullo y emoción, hasta que vio la expresión en la cara de Nezu. El Símbolo de la Paz soltó una gota de sudor frío.

– ¿Todavía vas a seguir negándolo? – preguntó Nezu. La pregunta era vaga, pero la intención muy clara.

...

¿Qué diablos pudo haberle hecho esto a un Ejecutor? – Power Loader no estaba seguro de si estaba más emocionado o decepcionado de que algo o alguien fue capaz de hacer trizas su obra maestra como su fuera de papel maché. Dos de los otros estaban dañados, pero no a este extremo.

...

– Entonces ¿era linda? – preguntó Melissa, fingiendo enojo.

– Supongo que sí. – dijo Izuku después de pensarlo un momento. – Quiero decir, ya estoy saliendo con la chica más hermosa e inteligente en toda la UA. Así que no es algo en lo que realmente me enfoque la verdad.

Era una línea. Pero hasta donde Izuku le concernía, era totalmente cierto. Melissa le sacó la lengua, pero también se sonrojó.

– Pero creí que estarías más interesada en el hecho de que... invoqué... ¡al DRAGONZORD!

Izuku hizo una pequeña danza sobre su silla. Arriba y detrás de ellos, Tommy se rio.

– Honestamente – admitió la rubia – sólo dije eso para no ponerme como una friki al enterarme que lo hiciste... o enojarme de que no pude verlo. ¿Qué aspecto tenía?

– Se veía igual que en tu dibujo. – dijo una voz en tono neutral. – Excepto que los ojos tenían heterocromía de blanco y negro, y que medía unos quince metros de alto y cien de largo.

Todos voltearon a ver a All Might. Se sorprendieron de que él lo supiera, y les preocupaba que no pareciera importarle.

– ¿Qué pasa, tío Toshi? – preguntó Melissa.

– ¿Estabas allí? – agregó Izuku.

– Sí, claro que estuve allí. – le respondió primero a Izuku, relajando su forma. – Voy a empezar a enseñar en la UA, comenzando el próximo trimestre. Originalmente, planeaba buscar a un sucesor, debido a mis heridas. Ahora, Nezu me tiene atrapado en un contrato, pero para ser honesto, creo que será bueno si estoy allí para enseñar a Izuku, y ayudarle a mantener su secreto. Y tal vez busque un sucesor, sólo que no tan urgentemente como planeaba.

Toshinori se dejó caer en su silla. Tommy, Izuku y Melissa sintieron un extraño peso por el término "sucesor", aunque no estaban seguros de qué significaba.

– Tuviste suerte. – le dijo Toshinori a Izuku muy enfático. – Sólo Nezu y yo estábamos monitoreando activamente el área donde tú estabas. Ninguno de los demás profesores o estudiantes lo vio. Y parece que el Director Nezu quiere mantenerlo en secreto, por el momento. Pero quiere tener unas palabras en privado contigo, Izuku.

– ¿Cuándo? – preguntó el adolescente simplemente.

– Mañana, después de tus clases del sábado.

Izuku asintió.

Esta historia continuará...


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