Todo estaba listo, la música había comenzado a sonar mientras todas las personas ahí reunidas se ponían de pie para recibir al Omega que con tantas ansias esperaba el duque.

Namjoon estaba tan nervioso su aroma denotaba aquello — Cachorro tienes que calmarte, estoy aquí y siempre estaré para ti, así que no más nervios, es momento de entrar — decía Jungkook quien abrazaba a su hermanito.

Tomándolo del brazo fue que ambos emprendieron camino, la mayoría de las personas de la alta sociedad veían sin poder creer al Omega que sería entregado al duque, obviamente no era de alcurnia como ellos, se le notaba en todo su ser y lo que más alzaba eso era aquella tonalidad del moreno.

Sin embargo para Namjoon y Seokjin eso no importaba, para el alfa habían dejado de existir todos a su alrededor pues sus ojos únicamente estaban concentrados en aquel bonito Omega que caminaba con entusiasmo hacia sus brazos.

Lo admitia Namjoon se veía precioso y lo mejor era su cuerpo, jamás se había sentido así de atraído físicamente por alguien pero es que aquellas grandes caderas y muslos le hacían desear tantas cosas entre ellas dejar un lindo cachorro idéntico a su futuro esposo.

Cuando por fin estuvieron cerca fue que todo el nerviosismo del menor desapareció, Seokjin lo había tomado de la mano como muestra de apoyo.

Todos veían aquella aura juvenil del moreno, quizás algunos alfas podían comprender porque Seokjin se había fijado en el menor pues a pesar de aquella pancita que portaba, sus animales les decían que sería bueno para cuidar a sus crías en aquel fuerte vientre.

La ceremonia fue tan rápida que pronto ambos se encontraban dándose el si.

Nam agradecía a Jin pues este se había esmerado tanto haciendo que todo luciera hermoso, había miles de flores por todos lados, la música era tan tranquila, se notaba que el alfa había invertido mucho dinero por complacer a su pequeño.

— Muy bien entonces los declaro finalmente esposos, alfa puedes tomar a tu Omega — dijo aquel hombre después de que ellos firmarán.

Namjoon estaba tan nervioso, mientras Seokjin se iba acercando, ellos ya se habían besado muchas veces pero ahora era diferente, sus hermanos lo verían y eso le daba mucha vergüenza.

La misma que despareció en cuanto los labios de Seokjin impactaron con los suyos en un beso demandante y profundo.

Todos aplaudieron con alegría aunque muchos omegas estaban abochornados por como el duque había marcado con su aroma al menor.

Al separarse Jin pudo notar como su bonito esposo tenía sus mejillas muy rojas y aquellos ojos traviesos le daban a entender que estaba tan ansioso como él por seguirse besando, pero al oír aquellos aplausos se detuvo, tendría todo el tiempo del mundo para besar a su Omega y sobre todo hacerlo de forma más privada y divertida.

— Felicidades Duques — muchos de los hombres se habían acercado a felicitarlos, Nam no conocía a ninguno pero su maestra le había dicho que solo agradeciera y sonriera, no se le permitía hablar y sinceramente tampoco lo deseaba mucho.

Cuando llegaron al gran salón el menor abrió sus ojos en grande pues todo era tan hermoso, candelabros decoraban el lugar, había rosas por todos lados, las mesas tenían grandes jarrones de cristal que adornaban sus mesas.

— Mi esposo y yo queremos agradecer el que estén aquí, así que disfruten que está fiesta es en honor de mi precioso Omega — dijo Jin mientras todos aplaudían y comenzaban a comer.

La noche estaba tan tranquila y eso le gustaba mucho al menor — Es hora del primer baile, me consederias el honor Omega — dijo Jin mientras se inclinaba con respeto y claro que Nam aceptó.

El momento era tan mágico, solo ellos dos existiendo en aquel vaivén, sus pies tenían vida propia y se movían con gusto.

Seokjin no había podido ocultar su sonrisa al ver feliz a su Omega, incluso muchos estaban sorprendidos pues jamás habían visto así de alegre al Duque.

Si Jin pudiera le daría el mundo entero a ese pequeño que bailaba con alegría, ambos estaban cansados pero disfrutaban del momento.

— ¿No crees que has tomado mucho?— le susurro el duque al moreno

Las mejillas del menor se incendiaron sus ojos estaban algo achispados lo que quería decir que si se había pasado con la bebida — Sabe muy rico el vino — dijo alegre y esa fue razón suficiente para que Jin volviera a unir sus labios.

Nada les importaba, incluso Yoongi estaba sorprendido pues su señor no se estaba comportando tan correcto como siempre, aquella parejita si que estaba dando un espectáculo pero al parecer no les importaba.

— Me parece que aquí tenemos a un alfa molesto — aquella voz sacó del transe a Jungkook, quien veía con algo de molestia la forma en que Seokjin tomaba a su hermano.

— Que te importa — le gruñó pues sabía muy bien de quién se trataba.

— No debes ser grosero con tus señores — decía aquel alfa con aires de prepotencia.

— No lo estoy siendo, pero me incomoda que esté aquí.

— Vamos Jungkook creí que podríamos ser buenos amigos — el rubio comenzó a reír.

— ¿Yo amigo de un tipo como usted? No me haga reír — se burló mientras el otro le sonría igualmente con cara de soberbia.

— No entiendo porque no te caigo bien, tu a mí me agradas mucho Jungkook.

— Usted a mi no Duque Kim Taehyung — le miró con algo de enfado.

Al voltear a la pista simplemente su enojo aumento pues veía la manera en que Seokjin abrazaba de forma posesiva a Namjoon, no quería ni imaginar lo que ese tipo le haría a su hermanito esa noche.

— Por qué mejor no vamos a los jardines, creo que te serviría mucho respirar aire fresco y tomar un poco.— Jungkook no iba a aceptar pero al ver como aquellos dos volvían a besarse fue que salió y siguió al otro alfa.

Todo el pueblo estaba feliz pues se notaba el cariño que el duque le tenía a su ahora esposo, incluso Jin había dado tanta comida y vino que todo el mundo estaba enfiestado.

Namjoon y él seguían bailando aunque claro que Jin notaba como el pequeño Omega cada vez batallaba más en su andar y se reía por cualquier cosa.

La madrugada les estaba dando la bienvenida y fue el momento que Seokjin aprovechó para subir a la alcoba que habían preparado para su noche de bodas.

Namjoon iba algo borracho a decir verdad, razón por la cual Jin lo había cargado como saco de papas importandoles poco que alguien los viera, en realidad el alfa también iba muy bien entrado en copas ya que se balanceaba haciendo reír a los dos.

Cuando por fin pudo llegar a la habitación fue que la realidad los atrapó, Namjoon se había lanzado a sus labios pues quería hacerlo desde que se dieron el si en el altar, se sentía tan inquieto y necesitado de algo que solo Jin podía ofrecerle.

— Quiero estar contigo jinnie.— decía algo agitado.

— Yo igual mi bello omega— con nada de delicadeza el alfa comenzó a desabrochar aquel elegante traje, Nam no sentía pena sino por el contrario le ayudaba a desnudarse.

— Quién diablos amarró esto — la calentura se les había bajado, Nam no dejaba de reír mientras Seokjin gruñía molesto pues no podía quitar aquel estúpido corset.

— Fue la señorita Wen, debeees castigarla alfa — decía mientras batallaba para que sus palabras salieran de forma correcta.

— Voy a romperlo — pero al querer hacerlo el Omega comenzó a gritar pues no quería arruinara su vestimenta.

Con calma Seokjin se puso a deshacer aquellos cordones y cuando al fin logro su tarea pudo notar como su bello esposo estaba tan dormido.

—¿Nam?— pero este solo se acurrucó más a su lado por lo que ahora los dos dormían con tranquilidad.

.....

Quería seguir durmiendo pero aquella luz que entraba por la ventana se lo impedía, su cabeza dolía a montones, no recordaba mucho de lo que pasó, pero de lo que si estaba seguro es que aquella habitación no era la suya.

Al querer levantarse unos fuertes brazos se lo impidieron por lo que asustado abrió más sus ojos mientras se removía.

— Deja de moverte — aquella voz ronca hizo que no pudiera continuar con su tarea, no podía ser cierto.

— De-debes soltarme — dijo con timidez.

— Anoche no querías que me separa de tu lado incluso me pedías por más — se burló el alfa.

Al girar se dio cuenta de algo ambos estaban desnudos en aquella enorme cama.

—¿Qué fue lo que pasó? — preguntó preocupado aunque si su cerebro no le fallaba tenía recuerdos tenues de lo que había sucedido.

— Vamos Jungkook ahora me dirás que lo olvidaste — Taehyung lucía tan seguro como siempre.

— Fue un error — dijo avergonzado mientras intentaba levantarse más un dolor intenso en su espalda baja se lo impidió.

— Para mi no fue un error kookie sino todo lo contrario, no sabes cuánto disfrute hacerte mío — el alfa lucía tan seguro que molestó al lobo de Jungkook.

El rubio no podía creer lo que había hecho pero es que estaba tan borrado y caliente que todo explotó.

— Jamás se volverá a repetir esto — aún y con dolor se puso de pie para cambiarse llevándose una gran sorpresa al sentir aquel liquido viscozo bajar por sus piernas.

— De eso puedes estar seguro Jeon, yo jamás repito de amante, anoche lo disfruté pero tampoco fue para tanto, ahora por favor sal y déjame dormir — el pelinegro se giró mientras ignoraba como aquel rubio lo miraba con odio pero sobre todo vergüenza por lo que había hecho.

— Eres un idiota Taehyung— dijo antes de salir de aquella habitación totalmente arrepentido de lo que había hecho.

Al llegar a la cocina se enteró por parte de Jimin que Namjoon y Jin se habían ido muy temprano, quería despedir a su hermano pero ahora agradecía el no haberlo encontrado.

— ¿Sabes en donde está Jackson ?— Jimin le explicó que desde anoche no lo veía.

— Sabes la última vez que lo vi estaba platicando de manera animada con el señor Jung pero después le perdí la pista — le dijo con amabilidad el Omega.

....

— Aaaaaahhhh si así alfa, dale más rápido Jackson — el menor amaba la forma en que su hermoso Omega se retorcía de placer mientras le daba estocadas duras y profundas — Voy a venirme — gritó desesperado.

La pareja no había dormido en toda la noche y es que Hoseok había sido tan débil al dejarse llevar por aquellas palabras bonitas del alfa, que cuando menos lo espero ya le había abierto las piernas y vaya que lo estaba disfrutando.

— No hagas tanto ruido mi amor o pueden escucharnos — la parejita se encontraba en la habitación de Jackson, Hobi no quería gritar pero le era imposible, se sentía tan necesitado del alfa como jamás lo estuvo, le encantaba lo que ese inexperto joven le hacía a su cuerpo.

Cuando al fin llegaron al orgasmo Jackson volvió a anudarlo como lo había repetido en varias ocasiones.

Después de que aquella nube de excitación bajó, Hoseok aprovechó que Jackson dormía para poder huir a su propia habitación, estaba tan avergonzado por haberse dejado llevar.

Su chaperona que siempre lo acompañaba lo miró con desaprobación pues Hobi la había corrido para poder estar a solas con Jackson.

— Podrías traerme un té por favor, ya sabes....especial — dijo avergonzado mientras se metía en aquella enorme tina pues debía quitarse el aroma del alfa.

— No es bueno que lo tome, podría dañarlo a estás alturas.

— Eso no importa yo estoy sano — dijo mientras enjabonaba su cuerpo.

— No hablo de usted señor Jung, sino del cachorro que lleva en su vientre — los ojos de mayor se abrieron en sorpresa pues no podía creer eso, la última vez también había tomado un té así que era imposible.

— Pero...

— No hay peros señor, lo huelo, usted está preñado.— dijo aquella mujer mientras salía de aquel cuarto.

....

Despertar rodeado de aquellos fuertes brazos era lo mejor — Buenos días mi lindo Omega — al escuchar la voz ronca de su alfa sintió miles de mariposas en su estómago, no podía creer que al fin pudiera difrutar de una mañana así en compañía del señor Kim.

— Buenos días alfa — sin embargo salió de aquella felicidad al recordar lo de anoche — Alfa nosotros — preguntó pues no recordaba mucho.

— No pasó nada Nam, no te preocupes creo que ambos nos pasamos con las bebidas — mencionó sonriente el castaño.— Aunque eso no quita que quiera hacer cumplir mis derechos maritales ahora — aquella coquetería le era extraña al Omega el cual comenzó a ponerse muy nervioso.

— Yo....yo creo que.....— su aroma era tan fuerte.

— ¿Qué pasa osito? — sin detenerse el alfa había comenzado a besar su cuello de forma lenta sonriendo al escuchar aquellos leves jadeos que soltaba su ahora esposo. — Ahora pareces muy tímido, dónde quedó el Omega que disfrutaba de besarme a escondidas — al ver aquel sonrojo el corazón de Jin comenzó a latir con fuerza pues Nam lucía tan tierno y adorable así tan tímido.

— Creo que si seguimos aquí se nos hará tarde para nuestra luna de miel.

Al ver como su pequeño cambiaba de tema fue que le tomó la palabra y ambos comenzaron a guardar sus cosas para ir a esas dichosas cabañas.

Nam estaba algo triste pues ninguno de sus hermanos lo habían ido a despedir, suponía que seguían algo celosos y decaídos por su boda.

Cuando todo estuvo listo la pareja partió alegre mientras Seokjin le encargaba a Yoongi que cuidara muy bien su castillo y despidiera de forma amable a sus invitados.

Finalmente después de desayunar la feliz pareja partió camino y claro que cierto alfa estaba tan ansioso de al fin llegar a su destino, no desperdiciaria ni un solo minuto de su luna de miel para demostrarle a ese Omega lo mucho que le interesaba y que mejor lugar que la habitación para dejar claro el punto.