Capítulo 17
El anuncio - Ella es mi compañera
Mientras la pareja real de Fiore se imaginaba los nietos que deseaban, los reyes de Alvares se animaron a bailar junto al resto de las personas, Wendy por otro lado hablaba con su amiga felina y una amiga de sus clases en Fairy Hills, Shiela, mientras era vigiladas por Romeo, uno de los guardias aprendices del castillo. En el salón todos disfrutaban del baile y solo ansiaban esperar el final de este.
~•~•~•~•~•~•~En el Jardín~•~•~•~•~•~•~
Natsu:Así que quieres ser escritora -menciono mirando hacia las estrellas.
Tanto el príncipe como la joven doncella se habían quitado el antifaz, tras varios comentarios y temas triviales, ambos habían conseguido entrar en un ambiente de confianza, incluso la rubia había olvidado que el apuesto joven que ahora la pretendía era un príncipe.
Lucy:Si, aún no se porque pero me gusta mucho escribir historias -la forma en la que hablaba dejaba más que enternecido al pelirosa.
Natsu:Ya veo... ¿Y hay alguna historia que ya hayas completado? -pregunto más interesado.
Lucy:Pues la verdad... Si, solo que aún no me animo a mostrarla -menciono bajando la cabeza.
Natsu:¿Y porque no?
Lucy:Para publicar una historia debo tener una garantía de que mi libro será exitoso... Si no lo es... -de repente el buen humor de la rubia decayó.
Natsu hizo una mueca de desagrado, pero casi al instante lo cambio por una de preocupación, su Dragon interno daba exhalaciones de desagrado, no les gustaba ver a su pareja deprimida. Así que tenía que hacer algo.
Natsu:Te propongo algo -dijo serio, dejando confundida a la rubia, pero antes de hablar la interrumpió- déjame leer tu libro, yo mismo te diré que tan buena es.
La propuesta dejó pensando a la rubia, pero había un impedimento.
Lucy:Pero, aún si tú lo leyeras, no podría publicarlo -el pelirosa la vio confundido- si decido publicarlo, lo harán pero porque soy tu pareja -lo último lo dijo sonrojada y desviando levemente la mirada.
El Dragon interno y Natsu gruñeron felices de escuchar a la rubia en referirse a ella misma como su pareja, pero lo otro mencionado lo dejo pensativo y sorprendido. La rubia no era aprovechada, podía jurar que alguna otra chica en su lugar aprovecharía que su pareja sea de la realeza o clase alta para conseguir lo que quisiera, pero ella no, tenía el coraje de alcanzar sus sueños por ella misma, eso solo conmovía y enamoraba más al pelirosa, más una pregunta llegó a su mente. ¿Que podía hacer para ayudar a su amada rubia?.
Casi la respuesta le llegó a su mente de forma inmediata.
Natsu:¡Y si lo haces con un alías! -sugirió otra vez emocionado.
Lucy:¿Un alías?
Natsu:Si, podrías publicar tu libro con un referencia a tu nombre o uno falso para proteger tu identidad, al mismo tiempo no te aceptarán tus historias por ser mi pareja -su idea emocionó a la rubia.
Era verdad que quería publicar sus historias, pero no quería ser agobiada, aunque por lo que estaba pasando y la noticia dada por el príncipe, ya sería difícil pasar desapercibida y si le sumaban ser famosa o no por un libro.
Lucy:¡Me agrada la idea! -emocionada dijo- oh Natsu eres el mejor -y con más confianza, la rubia se lanzó a sus brazos abrazando al oji verde.
Este se sonrojo ante el repentino abrazo, pero casi al instante lo correspondió encantado aspirando el olor de la rubia.
Así permanecieron por un largo rato disfrutando del momento entre ellos, pero se separaron para mirarse a los ojos.
Natsu:Me encantan tus ojos... -murmuro acercandose y recargando su frente con la de la rubia
Lucy:Natsu... -simplemente murmuró- tambiénte adoro tu ojos...
Ambos se sonrieron, cualquier persona que no supiera que solo se conocían de un día pensarían que se conocieran de toda la vida, pero así conllevaba ser una pareja destinada, conocer la escénica y ser de esa persona especial, pero al mismo tiempo ir descubriendo más sobre ellos mismos.
Ambos se acercaron lentamente, pero de repente se escucharon unas campanadas, lo que hizo que ambos se detuvieron.
Natsu:Es hora... Debemos anunciar que eres mi compañera destinada... -exclamo bajando su cabeza y apoyando su frente con la de la rubia.
Pero solo dicho esto hizo que la rubia se pusiera nerviosa, algo que noto su pareja y sonriendo le expresó.
Natsu:No temas o sientas nervios mi princesa, te aseguro que todo estará bien yo estaré todo el tiempo contigo -viendo a los ojos jades la rubia sintió como sus miedos y nervios disminuían considerablemente.
Lucy:Gracias Natsu... -de repente sonrió recordando la forma con el que el la había llamado-... mi Dragon...
Las últimas palabras fueron como un flechazo en el corazón del Dragón interno y Natsu,
que emocionado y feliz le dió un sutil beso en el dorso de la mano a la rubia.
Natsu:¿Vamos?
Lucy:Hai -con esa respuesta formativa ambos se encaminaron de regreso al salón.
~•~•~•~•~•~•~•~En el salón~•~•~•~•~•~•~
Al escuchar las campanadas todos los que estaban en el salón de baile prestaron atención a los reyes, los cuales solo esperaban a qué Gray y Jellal les dieran la señal de que su hijo y nuera estarían a punto de entrar.
Grandine:Mi querido pueblo, como les hemos anunciado al inicio del baile, en este momento se dará a conocer a la pareja de mi hijo Natsu -en ese momento todos comenzaron a susurrar, aunque ya varios creían que la pareja sería la joven con la cual había salido del salón.
En ese momento, Igneel vio como el azabache y peliazul se acomodaban frente a las puertas, listos para darle el pase a la joven pareja.
Igneel:Damas y caballeros, el príncipe Natsu y mi futura nuera -con estas palabras los dos jóvenes guardias abrieron las puertas, dejando ver así al joven príncipe acompañado de la hermosa joven con la que había salido al inicio del baile.
Tomando la mano de la joven rubia, el pelirosa hizo que ambos se encaminaran hasta los tronos de su familia, ya una vez frente al rey dió una reverencia, la cual fue devuelta por la familia en conjunto. Dando un suspiro se dio la vuelta para ver a los presente, axión que imitó Lucy
Natsu:Pueblo de Fiore -comenzó a hablar con voz firmé pero al mismo tiempo con tranquilidad- les quiero presentar a mi compañera destinada, la mujer a la que hoy en esta noche, le entrego mi corazón y le juro protección y devoción -la mayoría veía la escena con infinita ternura, emoción y felicidad, unos (tanto hombres como mujeres) limpiaban sus lágrimas de emosion y otros solo apretaban los dientes. El joven pelirosa volvió a tomar la mano de la rubia con delicadeza y amor- Mi querido pueblo, ante ustedes mi hermosa compañera ¡Lucy Heartfilia!
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