— Trajimos cosas de Jinnie, espero que eso funcione para calmarlo.

— Veamos si funciona— la Omega araña soltó un suspiro. El principe dragón se ponía cada vez más agresivo, pensó que podría ser por estar lejos de su pareja que era quien lo calmaba y además porque seguramente la última imagen que tiene de él era de cuando estaba herido así que posiblemente eso lo tenía tan alterado.

Un beta se encargó de llevar las cosas al interior del cuarto, debían evitar que algún otro olor se impregnara porque eso lo podría molestar más. Con cuidado se acercó ya que el dragón quiso atacarlo. Le dejo una sudadera con orejas de conejo y cuernos haciendo que el príncipe se quedará quieto observando la prenda, decidió sacar otro de los objetos que era un peluche de alpaca, peluche que SeokJin amaba y casi siempre llevaba con él.

— Omega...— susurró e intento tomar el peluche así que el beta lo ayudó y se lo entregó— Jinnie— veía con cariño la alpaca de peluche y por un momento sus colmillos disminuyeron de tamaño, pero sólo fue momentáneo porque intento volver a atacar al beta que salió por su seguridad. JungKook se quedó sujetando con cuidado el peluche.

— Hijo— escuchó la voz de su madre y por fin puso atención al cristal viendo a su mamá junto a una híbrida araña— debes volver, Jinnie necesita que estés a su lado en estos momentos...

— Jinnie...— murmuró y observó el peluche.

(• • •)

— No queremos que nadie más que nosotros entremos a ver al príncipe SeokJin— la Omega Alpaca hablaba y los médicos los veían con confusión.

— Lo siento, señora, pero todas las indicaciones del cuidado del principe SeokJin son dadas por la familia real de dragones— un doctor le informo— por favor, pase a registrarse y no haga escándalo porque hay más personas aquí.

— ¿¡Cómo se atreve-

— No me haga llamar a seguridad— el profesional se alejó y fue seguido por un grupo de otros médicos y enfermeros.

— ¿Qué acaso no sabe quiénes somos?

— Sólo entremos a encargarnos de SeokJin y vámonos— el rey intento calmar a su esposa, a registrarse antes de entrar a la sala de espera y fueron una enfermera los detuvo.

— Lo lamento, sólo puede haber una persona con el paciente.

— Entraré—  y la Omega quiso seguir avanzando.

— No lo decía por eso, es porque ya hay alguien con el paciente— explicó.

— Pues sácalo, soy su madre y tengo más derecho que cualquiera de estar ahí.

— De hecho según la lista ustedes dos tienen prohibido visitar al príncipe SeokJin, fue una indicación por parte del principe JungKook.

— ¡Pero él fue el que le hizo eso a nuestro hijo!

— Eso no es asunto mío, yo sólo hago lo que mis superiores me piden— se encogió de hombros.

— Ahora escucharemos algunas declaraciones sobre desertores del reino de las alpacas.

— La educación es sólo para un grupo reducido, se puede cometer cualquier delito y no habrá consecuencia, todo nuestro dinero se lo quedan los reyes...

— Hay escasez de alimentos, la gente muere de hambre, no hay servicios médicos...

— Todo está controlado por la corona, televisión, Internet y otros servicios, no hay libertad..

— La pareja se sorprendió al escuchar todo eso miraban la televisión de la sala de espera.

— También se reporta el arresto de la autora del ataque al principe SeokJin que se mantiene en el hospital en estado crítico.

— Pero es culpable fue Jeon JungKook — la reina refunfuño— se supone que debería ser culpado y odiado...

— Lo sentimos su majestad, no los reconocimos y los dejamos entrar— un alfa seguía a Jiwoo que llegaba a la sala de espera— de verdad lo sentimos mucho— ambos se detuvieron al ver a la pareja.

— ¿Dónde está su hijo?, ¿Cómo se atrevió a prohibirnos ver a nuestro SeokJinnie?

— Lo hizo por la seguridad de SeokJin, así que les agradecería que se retiren ya que no queremos un escándalo en el hospital.

Mientras la pareja de alpacas hacia un escándalo en la sala de espera dentro de la habitación se encontraba la alpaquita junto a su verdadero papá.

— Cachorro, debes recuperarte pronto, me duele mucho verte de esta manera— acariciaba la mano del menor— eres mi bebé y necesito que estes bien...

(• • •)

— Jiminnie antes de mandarme al diablo me menciono sobre unas cámaras de seguridad que estaban conectadas a su celular y al de JungKook.

— ¿Por qué tendrían cámaras?, Se supone que eso ya sería invadir su privacidad por parte del hotel.

— Ellos las instalaron porque Jinnie a veces dejaba salir a su conejito y luego lo perdía de vista así que con las cámaras ya sabía dónde se metía.

— Tenemos los celulares, los tomamos para que nadie los robara, podemos revisarlos— oprimió un botón para pedir que alguien llevará ambos celulares y esperaron hasta que un Omega entró a la oficina los dejo y se fue— pero debemos desbloquearlos.

— Yo puedo desbloquear el de él principito— tomó el móvil de color rosa y colocó su dedo índice en el lector del celular.

— ¿Por qué-

— Jin se emocionó mucho cuando JungKook le regaló su celular y fue conmigo, con Jimin, Mingyu, YoonGi, TaeHyung, Yugyeom, la princesa y la reina para que todos nosotros lo pudiéramos tomar cuando quisiéramos...— abrió una aplicación y le entregó el móvil a Hoseok para después colocarse a su lado y ver las grabaciones.

— El principe SeokJin jugando con Jimin.. Se va y llega el príncipe JungKook— esa parte de la grabación sólo era la sala así que decidió pasar las grabaciones de la habitación donde había pasado todo.

— Se desmaya y Jinnie lo está intentando despertar— siguieron observando y pasando de cámara en cámara para poder encontrar el momento en el que la híbrida había entrado— No, no quiero ver eso— se volteo— adelanta, no es necesario que veamos a mi cachorro en sus momentos privados.

— Ya lo sé— comenzó a adelantar hasta que en la esquina apareció la fecha del incidente—mira, ahí detuvo la grabación— ambos estaban en la cocina y de esa bolsa sale un conejo.

— Se metió en la bolsa de las compras que Jin encargó...

— Ellos estaban en la cocina cenando mientras ella-— se quedó callado al ver a Ye-won volver a su forma híbrida para atrapar a Koya y sin pensarlo romper el cuello de la mascota de los príncipes e ir a esconderlo en la jaula y volver a su forma animal.

Siguieron viendo la grabación hasta que SeokJin hablaba mientras cargaba al conejo impostor y hablaba con su esposo, no había audio así que no sabían de que estaban hablando. El Omega dejo al conejo de nuevo en la casita y fue a dormir, un rato después vieron cómo salía y volvía a su forma híbrida, le colocó una inyección al dragón en el brazo y en ese momento Jin despertó, al girar al verla recibió dos disparos uno en el abdomen y otro en el pecho para el final huir por una ventana. 

— ¿Cómo hizo para salir por la ventana?, Esa habitación esta en lo más alto del edificio — Hoseok  no encontraba sentido.

— Sabe trepar bien, así que supongo que se sostuvo o tuvo ayuda de alguien más.

— De fuera debe haber más grabaciones para descubrirlo, pero ya sabemos que ella es la responsable y debemos arrestarla.

(• • •)

Había logrado abrir los ojos por fin, pero no había nadie, estaba en lugar lleno de nieve y a pesar de sólo vestir su pijama de RJ no tenía frío. Camino un buen rato esperando encontrar a alguien hasta que se canso y se sentó en el suelo.

— ¿Dónde estás, Jeonie?— preguntó mientras tomaba un poco de nieve en sus manos y comenzaba a intentar hacer un muñeco de nieve.

— SeokJinnie, despertaste~— alzó la mirada encontrándose con la mujer de sus recuerdos.

— ¿Diosa luna?

— Puedes llamarme Mitzuki~— se sentó frente al Omega.

— ¿¡Estoy muerto!?—preguntó preocupado.

— No, no estás muerto, no te preocupes— lo calmó— pero estarás aquí un buen rato, así que vine a hacerte compañía ya que eres mi heredero.

— ¿Heredero?

— Todas esas memorias que recuperaste son de tus antepasados y tú línea familiar comienza conmigo que vendría siendo tu abuelita muy viejita.

— No te ves como una abuelita muy viejita.

— Es porque soy inmortal~— respondió con una sonrisa— parte de mi magia la heredó mi hijo y se supondría que hasta ahí tuvo que llegar, pero me lo arrebataron y al saber que seguía vivo y que formaba su familia decidí que mis herederos tendrían parte de mi poder para cuidarse y proteger a sus seres queridos, pero me arrepentí casi de inmediato— soltó un suspiro y se sentó frente a SeokJin para comenzar a ayudarle con su muñeco de nieve.

— ¿Por qué te arrepentiste?

— Aún tenemos tiempo, pequeño, si te cuento todo de una vez puede hacerte daño y no podrás recuperarte como deberías— contestó— solamente que tuve que aprovechar la situación para poder hablar contigo y ayudarte a que nuestra familia vaya por el buen camino y no siga con su camino de destrucción y avaricia que llevará a la ruina todo por lo que he luchado.