— Mark, tú saliste un tiempo con el príncipe SeokJin, ¿Cierto?

— Si, salí con él.

— Entonces tal vez lo que descubrí te interese.

— ¿Qué descubriste?

— Los reyes están planeando algo en su contra, quieren deshacerse de él y también de los dragones.

— ¿Qué?— el contrario extendió su mano y Jaehwan se quedó en silencio unos segundos

— sabes el precio de la información.

— Lo sé, pero-— una tarjeta fue dejada sobre la mano del individuo.

— Habla— otro alfa intervino.

— Bien— reviso la tarjeta antes de meterla dentro de su saco— pronto habrá otro ataque de dragones del cual los reyes culparán al otro reino pero en realidad es dirigido por ellos, así que les recomiendo esconderse y avisar a sus seres queridos.

— ¿Y que hay sobre el principe?

— Dejo de ser útil para su padres así que jugarán su última carta y lo asesinaran para echarle la culpa al principe dragón y así dejar arruinada la imagen de esa familia además de pedir una compensación por el ataque y la muerte de su hijo— eso es todo lo que tengo.

— Lárgate— el Alfa león ordenó y el otro se volvió a su forma animal para huir rápidamente.

— Debemos avisarle a Jin— Mark miró a su pareja— pero aparte de que nos odia es imposible salir de aquí.

— Yo podría salir, pero no directo al reino de los dragones... Debo conseguir un pasaporte falso porque ellos tienen el control sobre cada lado que voy.

— Yo lo puedo conseguir, pero es costoso.

— Debemos reparar nuestro error con SeokJin, así que no importa el precio.

— También debemos advertir a todos, por fin habrá una motivación para todos para levantarse en contra de esos dos... Después de tanto tiempo.

— Tendremos que ir con cuidado.

— Lo sé, pero ¿A quien crees que la gente va a apoyar?, Todos en este reino aman al príncipe y detestan a los reyes, en cuanto sepan que están planeando hacerle daño no se quedarán de brazos cruzados.

(• • •)

— ¿Y quién es ella?— SeokJin le preguntó al Alfa oso al verlo llegar junto con una Omega oso que nunca había visto.

— Ella es mi nueva compañera de trabajo, Kim Ye-won.

— Un gusto conocerlo, príncipe SeokJin— la Omega hizo una leve inclinación de respeto al ser presentada.

— Oh, un gusto— la alpaca respondió, NamJoon era el encargado de su seguridad y trabajaba junto a taeyang pero esto último había sido cambiado de puesto por el incidente de la galleta así que alguien más ocuparía su lugar y Jimin no hubiera escogido a cualquiera— ¿Hace cuánto que eres guardia?— preguntó, no podía confiarse en cualquiera.

— Salí de la academia hace unos días y por mi buen rendimiento fui escogida para servir de guardia real.

— Entiendo— asintió— no lo tomes a mal, pero prefiero que sólo Joonie me acompañe— por mejor rendimiento que tuviera era imposible que Jimin la hubiera escogido.

— Pero Jin, este es un-

— Vamos, se me hace tarde— comenzó a caminar ignorando al Alfa que quería convencerlo de dejar a la Omega hacer su trabajo.

— ¿Acaso no te agrado Ye-won?

— No es eso, pero no siento que sea necesaria su presencia— siguió caminando.

(• • •)

— Un espía de las alpacas— JungKook soltó un suspiro.

— Hablo bastante rápido, dijo que sólo hacia ese trabajo por los beneficios que tendría— Jimin comentó— que hay otros más, pero dice no conocerlos ya que para no pudieran descubrirlos a todos por la culpa de uno no dejaron que tuvieran interacción alguna.

— Entonces tendremos que encontrar a los demás sin su ayuda...

— Siguen inspeccionando la casa en busca de camaras, micrófonos y más híbridos.

— ¿El hotel?

— Esta fuera de riesgo.

— ¿Y qué haremos con él?

— Será llevado a prisión, aunque creo que sí sigue cooperando y dando información sobre el reino de las alpacas y sus planes podemos tomarlo como un refugiado, pero eso ya será trabajo del juez— también reino de mencionó que había unos infiltrados como guardias.

— Si, lo noté— asintió— de repente aparecieron varios nuevos y se excusan diciendo que apenas salieron de la academia, pero es imposible que tú los hayas admitido tan rápido y menos si se encargarán del cuidado de tu cachorro.

— Revisare y voy a suspender a los nuevos hasta asegurarme de la identidad de cada uno.

— Espero que no haya nada planeado en contra de Jinnie, pero igual ya le mandé una carta a la abuela Kim para que ni siquiera puedan manipularla.

— Sin la abuela pierden el control de su reino...

— Tenemos esa ventaja, por suerte.