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— Ten— YoonGi había pelado una mandarina y se la entregó a SeokJin.
— Gracias— tomó la fruta— ¿Por qué siempre tienes mandarinas contigo?
— A YoonGi le gustan mucho las mandarinas, así que siempre tiene una— NamJoon respondió.
— Creo que por eso su pareja es TaeHyung, él huele a mandarinas— Mingyu comentó y vió al mencionado entrar con una botella de agua en mano.
— A mí me gusta como huele TaeHyung— Jin Murmuró, sabía que YoonGi y TaeHyung eran pareja porque Jungkook se lo mencionó una vez.
— Ten, Jinnie— El tigre le entregó la botella de agua— ¿Ya no sangra tu nariz?
— Nop.
— Fue extraño que de repente sangrara— le colocó la palma de su mano en la frente— pero ya no tienes fiebre, eso es bueno~
— Creo que lo mejor es dejar que descanse y evitar el tema de los sueños y estudios un rato— Jimin no dejaba de acariciar el cabello de la Alpaca.
— Es lo mejor, sigue estando débil por lo de la otra vez— JungKook observaba como Jin comía su mandarina.
— Pero yo aún recuerdo un poco más— metió un gajo de la fruta en su boca— un grupo de hombres le quitaban a su bebé y lo asesinaban frente a ella... Después ella— se quedó en silencio— ella simplemente desapareció.
Todos se miraron confundidos, posiblemente por lo que Kim So-Jung había dicho todo eso podrían ser recuerdos de SeokJin relacionados con la historia de la familia real, pero no encontraban relación alguna.
— Creo que el niño seguía vivo, habían engañado a la mujer y él se la paso viviendo con esos hombres que lo adoraban y lo-
— ¡El descendiente de la luna!— Yugyeom gritó sorprendiendo a todos los presentes.
— Mi madre una vez me contó sobre una leyenda, madre luna en su forma humana convivía con los mortales en tierra aunque la gente la acusaba de ser una bruja, un día con ella apareció un niño albino con ojos grises algunos comenzaron a inventar rumores sobre ellos hasta que un día al niño lo vieron revivir a un conejo, en ese momento se llevaron al niño y ella lo busco por mucho tiempo descuidando sus deberes provocando desgracia en la tierra, cuando por fin se percató del daño causado con el corazón roto desapareció del mundo de los mortales para ocuparse de sus labores y cuidar a todos para poder proteger a su hijo aunque no pudiera volver a verlo.
— ¿Es por eso que luna nos protege tanto?— Jin preguntó con sus ojitos brillando.
— Si, especialmente a los cachorros.
— Woow, mis padres nunca me habían contado esa leyenda y eso que siempre usaban a la luna en todo lo relacionado conmigo, decían que la luna es importante para la familia.
— De madre luna hay muchas leyendas y algunas culturas la adoran con devoción— TaeHyung se encogió de hombros.
— Madre luna.. —la alpaca susurró— pero en mi sueño ella parecía enojada antes de desaparecer... Después el niño ya no era niño, era un adulto que parecía ser adorado por mucha gente— rasco su cabeza.
— Ya no te fuerces, cachorro— Jimin le acarició la mejilla— te harás daño.
— Esta bien— soltó un suspiro.
— Vayamos a la otra oficina para dejarlo descansar— Jungkook se acercó y le dio un besito en la frente— descansa, cariño.
— Adiós..— los siete salieron de la habitación y él se quedó recostado en el sofá dónde no tardó ni dos minutos en dormirse.
— Tal vez Jin en algún momento escucho esa leyenda y la soñó— YoonGi no encontraba sentido o relación a ese sueño con lo que So-Jung había dicho.
— Puede ser, pero debemos estar al pendientes de sus sueños por si llega a recordar algo— el dragón talló su rostro con las manos.
(• • •)
— Hyung-won dice que no ha podido acercarse para nada al estúpido de tu hijo.
— Lo sé, es por culpa del dragón ese, pero Hyung-won debe esforzarse si quiere volverse rey de este lugar.
— Estoy segura que lo tiene muy claro— la mujer refunfuño— debemos esperar a que el cachorro nazca para deshacernos de los dragones y que Jin y Hyung-won se puedan casar.
— Espero que ese cachorro no herede el secreto de mi familia, así será más fácil para manipular sin recurrir a mi tío o a mi madre.
— Sólo hay que amenazarla con hacerle daño a SeokJin o a su bisnieto y hará lo que sea— alzó la estaba en su escritorio— quien diría que foto que este mocoso nos serviría tanto.
— Pensar que lo consideramos un estorbo por ser un Omega.
Ambas alpacas sonrieron con altanería mientras observaban la foto de su hijo.
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