— Yo nunca vi televisión porque es muy fome
Yo prefería estudiar y hasta leer
Pero mi padre que es un loco y vende teles
Para mi santo me vendió un televisor— SeokJin cantaba en voz baja en lo que Jimin lo llevaba de regreso a su casa.

— Y descubrí un mundo nuevo y fácil
Que estaba en la televisión
No necesito amigos que me amen
Es la pantalla la que cumple esa funcion— su acompañante le siguió y eso puso feliz a la alpaca.

Llegaron a la casa del principe y ambos se despidieron, Jimin se dio la vuelta para ir a su casa.

— ¿Te acompaño?— NamJoon apareció frente a él.

— No— lo esquivo y siguió su camino.

— ¿Qué te parece si vemos treinta y un minutos mientras cenamos?

— Nos vienes siguiendo desde la ciudad, ¿Cierto?

— No...— siguió caminando detrás del Omega tigre.

— Ve a casa, NamJoon, ya es noche.

— ¿Me acompañas a casa?, Ya es noche y algo me puede pasar...

— Kim, ¿Sabes quién está a cargo de la seguridad en este lugar?

— Tú.

— Entonces pidiendo que te acompañe a casa estas sugiriendo que estoy haciendo mal mi trabajo.

— iNo!— corrió para pararse frente a él— tu trabajo es excelente, ningún crimen desde que estas a cargo-

— Entonces puedes volver a casa sin preocupación.

— Esta bien, nos vemos mañana— aceptó resignado.

— Descansa~ — Jimin siguió su camino con tranquilidad.

( • • • )

SeokJin al entrar a casa fue recibido rápidamente por un Alfa que parecía haber estado esperando frente a la puerta.

— Bienvenido, SeokJinnie~

— Hola, Kookie~ — lo saludo y se acercó a darle un besito en la mejilla haciendo que la cola del dragón se moviera de un lado a otro alegremente.

— ¿Cómo te fue en tu curso?— lo ayudó con su mochila.

— Estuvo bien, creo que fue sencillo porque apenas está empezando.

— Si en algún momento tienes problemas sabes que yo te puedo ayudar~

— Gracias— tomó su móvil— tengo tarea para la siguiente clase, dice que debo ir resolviendo el libro práctico que me dieron y que al final de cada semana lo debo dejar para que lo revisen.

— Ajá, van a ver si entendiste lo que explicaron.

— También te harán algunos exámenes de simulación para tener una idea de cómo te irá en los verdadero.

— O sea que si fallo en el de simulador significa que fallaré en el real.

— No te preocupes por eso, estoy seguro que te irá bien en los de simulación y en los reales~

— ¿De verdad crees en mi?

— Por supuesto— asintió— ven, es hora de cenar y después veremos tu novela.

— Estoy comenzando a pensar que te gustó más la novela a tí que a mí.

— No me culpes, es realmente entretenida una vez que le entiendes— ambos se sirvieron la cena, la señora Lee ya se había ido— Desde hace unos días tengo una duda.

— ¿Cuál?

— Desde que llegaste no te he visto tomar tu forma animal.

— Pero si lo he hecho, la señora Lee me ha ayudado a cuidar mi lana~

— ¿Enserio?

— Si, ella es muy linda— sacó su móvil— una vez me adorno bonito, mira— le entregó el celular y Jungkook se fijó en las fotos que le mostraba.

Era una alpaca bastante adorable y además era como si la cámara lo adorará porque se veía increíble en todas las fotos; aunque pudo notar que su lana había crecido demasiado, se veía tan esponjoso y tenía muchas ganas de abrazarlo.

— Eres adorable~

— Lo sé— de pronto hizo un puchero— se acerca la época de esquila y debo volver con mis padres para cortar mi lana.

— ¿Es obligatorio que corten tu lana allá?

— No lo es, pero si debe ser cortada porque luego se vuelve incómodo.

— ¿Y que hacen con esa lana?

— Ropa...— se encogió de hombros— no lo sé.

— ¿Nunca te dijeron que hacían con ella?

— No— negó con la cabeza— ellos sólo reunían a todas las alpacas del reino, hacían que les cortaran la lana y ya.. No me gustaba, siempre me lastimaban— levantó un poco su pantalón— una vez me cortaron muy feo y ni siquiera por ser híbrido hubo forma de que la cicatriz desapareciera— en su pantorrilla tenía una cicatriz—mis papás se enojaron cuando vieron lo que sucedió.

— ¿Y que hicieron?

— Me llevaron al médico para que me revisará y creo que despidieron al hombre que me cortó; aunque todos eran igual de toscos.

— ¿No te gustaría que mejor encontremos a alguien que pudiera cortar tu lana sin que te lastime?

— ¿De verdad?— sus ojitos brillaron.

— Si, es lo mejor a seguir aguantando que te lastimen~

— ¡Gracias, Kookie!— se levantó y lo abrazó sorprendiendo al dragón que por instinto lo tomó de la cintura— siempre he odiado la época de esquila por como me lastimaban.

JungKook solamente cerró lo ojos y recargó su cabeza en el vientre de su esposo e inhaló su dulce aroma a fresas, nunca lo había podido abrazar y era realmente agradable, una sensación de calidez invadió su pecho y por fin todas sus preocupaciones desaparecieron.

De repente sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, SeokJin había estirado sus brazos hasta acariciar tímidamente sus alas.

— ¿Qué estás haciendo?_ preguntó sin abrir los ojos.

— ¿Te duele?

— ¿Qué cosa?

— Que toque tus alas.

— No, solamente es extraño— murmuró— nunca antes alguien lo había hecho.

— ¿Por qué no?

— No todos son tan curiosos y atrevidos como tú.

— Pero a alguien le tuvo que dar curiosidad y tocó tus alas.

— A tí.

— A alguien más.

— No, nunca nadie lo había hecho.

— ¿Y que hay de tus cuernos?— dirigió sus manitas hasta la cabeza y acarició sus cuernos sorprendido de la sensación.

— Tampoco, también eres el primero en hacerlo~

— ¿Te molesta?

— Para nada.

— A mi tampoco me molesta que acaricies mis orejitas— confesó.

JungKook no entendía como es que ahora tenía a su destinado abrazándolo de manera tan cariñosa, pero agradecía que por fin pudiera hacerlo, había soñado por tanto tiempo con que en algún momento eso sucediera.

— Te quiero mucho, SeokJinnie~

— Yo también te quiero mucho, Kookie~