— En cualquier momento puede haber una réplica, así que debemos ser cuidadosos— Jungkook hablaba mientras caminaba sin soltar la mano de SeokJin que se había mantenido en silencio todo el tiempo desde que le había dicho que eran destinados, parecía estar perdido en sus pensamientos e ignoraba todo a su al rededor.

Habían salido del callejón y Jungkook veía todo, la gente estaba reunida en varios grupos, había policías poniendo orden al igual que ambulancias y paramédicos para ayudar a la gente que había entrado en pánico, al menos por lo que veía no había un daño grave o eso pensó hasta acercarse más al centro de la ciudad donde vió que varias estructuras habían colapsado.

— Hay gente ahí — SeokJin murmuró.

— ¿Eh?

— Esa es la tienda a la que pase hace un rato— señaló hacia una de las construcciones colapsadas— había una señora ahí.

— Los rescatistas se están haciendo cargo, ella debe estar bien— Jungkook siguió caminando.

— ¿Qué pasará con la gente que se quedó sin hogar?

— Serán reubicados hasta que sus hogares sean reconstruidos, hay un fondo para emergencias así.

— ¿Y como saben cuánto dinero necesitan?

— Se hace un estudio.

En el reino de las alpacas no era así, si había una catástrofe ellos no estaban preparados, ni siquiera había una alerta sísmica como la que tenían ahí, si las casas y edificios recibían daños simplemente eran clausurados y la gente se quedaba sin hogar, debían buscar otro lugar donde vivir, las únicas cosas que eran reparadoras eran en el castillo o en la ciudad la cual sólo era habitada por gente que tenía demasiado dinero o por la familias de los coroneles del ejército.

JungKook lo acompaño hasta que llegaron a casa y ahí la señora Lee, NamJoon y Taeyang los esperaban.

— Yo lo lamento, príncipe Jeon— la mujer se apresuró a disculparse— no tuve que haber sacado a su esposo sin permiso-

— Todo está bien, señora Lee— Jungkook la interrumpió— ¿todos están bien?

— Si, aquí nada grave paso— Taeyang informó.

— Perdón por escapar y meterlos en problemas— SeokJin se disculpó y fue corriendo hacia su habitación.

— Luego nos vemos, vayan a ayudar a los rescatistas o pueden ir a ver como están sus conocidos— Jungkook fue tras su esposo— SeokJinnie...— entró a la habitación— debo curar tus heridas.

— Esta bien— asintió y el dragón lo llevó al baño para lavarle el rostro y manos— ¿Dónde más te lastimaste?

— Las rodillas— Jungkook bajo la mirada y notó que el pantalón de la alpaca estaba roto y sus rodillas tenían sangre.

— ¿Podrías crear tu pantalón?

— Si— se agachó e intentó doblarlo hasta que quedará más arriba de las rodillas, pero al ser ajustado era realmente difícil así que decidió quitárselos haciendo que su esposo se sonrojara, pero aún así se agachó y limpió las heridas.

— ¿Cómo fue que te caiste?

— Los escalones son bastantes pequeños al final...

— ¿No te duele algo?— había inspeccionado superficialmente y no había notado hinchazón y Jin no se quejaba.

— No.

— Bien, ahora siéntate y yo me encargó de tus heridas— SeokJin se sentó sobre la tapa del inodoro y Jungkook se arrodillo frente para comenzar a desinfectar cada herida.

— Esto va a arder un poco— advirtió y sólo escuchaba como el Omega siseaba intentando no quejarse.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

— ¿Que cosa?

— Que somos destinados, ¿Por qué decirlo justo hoy que intente escapar?

— Tenía miedo de que no me fueras a creer, pero dio más miedo pensar que podría perderte y por eso te lo dije.

— No te creo.

— No me crees...

— No dejaré que nadie me vuelva a usar con esa excusa de ser destinados, nuestro matrimonio tuvo sus razones para hacerse y por eso no te conviene que escape.

— Yo no te voy a usar, de verdad te quiero— dejo de aplicar el antiséptico para centrarse en la conversación— por favor dame una oportunidad para demostrarte que de verdad te quiero— al ver que su esposo se quedaba en silencio mordió su labio inferior con preocupación.

— ¿Cómo supones que confiaré así nada más?

— Te diré toda la verdad.

— ¿Lo prometes?

— Si, te lo contaré todo— asintió.

— ¿Por qué nos casamos?

— Era una condición que mi mamá puso para que se firmara el acuerdo de paz, ella se enteró que yo estaba enamorado de tí y aprovecho la oportunidad, yo no estaba de acuerdo y le insistí que lo cancelará, pero se negó.

— ¿Cómo que estabas enamorado?, ¿Desde cuándo sabes que somos destinados?— JungKook se quedó en silencio, al parecer hablo de más pero era lo mejor, Jin debía saber la verdad.

— Lo sé desde hace años.

— ¿Qué?

— Fue por coincidencia, entre a tu reino y te ví, desde ese momento supe que quería estar junto a tí por el resto de mi vida pero tú aún eras un bebé, estuve yendo a tu reino por años y te veía desde lejos pero nunca tuve el valor para acercarme más_ cerró los ojos y bajo la cabeza avergonzado.

— ¿Tú sabías que Mark y Jackson me estaban usando?

— No lo sabia, el dia que ustedes se conocieron fue porque casi me atrapas yo entre en pánico y huí, desde ese día sufrí demasiado al verte estando a lado de alguien más pero prefería verte feliz a sólo aparecer frente a tí y causarte confusión... Yo no sabía los planes de él.

— ¿Cómo puedo saber que dices la verdad?

— Hay pruebas de que he estado detrás de tí todos estos años.

— ¿Cuáles?

— Yo era el admirador secreto que te dejaba regalos cada época de esquila porque no me gustaba verte triste— confesó.

— ¿Admirador secreto?— SeokJin recordó todas las cartas y regalos que aparecían en su habitación siempre que volvía de que cortaran su lana— ¿De verdad eras tú?

— El Conejo de peluche cuando tenías dos años, el juego de tazas de té de RJ cuando tenías cinco, a los siete años la tiara de diamantes— siguió mencionando regalo y edad para que SeokJin le creyera también en tu cumpleaños siempre dejaba algún regalo, pero pasaba desapercibido por los otros que recibías— el Omega se quedó en silencio pensando en todo lo que él dragón le había dicho.

— ¿Cómo hacías para entrar a mi habitación?

— Me escabullía por la ventana...

— ¿Eras un acosador?

— ¿Por qué de todo lo que te conté sólo te fijas en eso?— reclamó haciendo un mini puchero con sus labios.

— Perdón, pero es que es extraño que te hayas metido en mi habitación— igual hizo un puchero, Jungkook no parecía mentir y estaba siendo sincero con todo, además de que tenía pruebas— ¿Por qué me dejaste estar con Mark si sabías que todo era una confusión?

— Te veías feliz con él y yo era bastante cobarde como para intervenir.

— ¿Por qué fuiste tan serio cuando nos casamos?

— Estaba nervioso y no sabía cómo comportarme, además de que me molestaba que me tuvieras miedo...— tomó las manos del menor con delicadeza— SeokJin, yo de verdad te quiero y me gustaría que me dieras la oportunidad de remediar todo y poder hacer las cosas de la manera correcta.

— ¿Cuál es la manera correcta?

— Permíteme cortejarte como se debe, hay que ignorar que estamos casados y empecemos de cero.

— Pero el cortejo empezó desde hace años, solamente que no sabía quién era el alfa que me cortejaba, así que creó que ya vas por buen camino— Jin dijo de manera juguetona haciendo que el corazón del alfa se aceleré— gracias por ser honesto conmigo, Jungkook — susurró— Príncipe Jeon, es un honor ser cortejado por usted— habló con un tono bromista y eso hizo sonreír al dragón que beso las manos del Omega.

— Es honor es mío~—respondió— gracias por no odiarme— susurró lo último— ahora debo seguir curando tus heridas— retomó su trabajo de desinfectar y luego vendar las manos y rodillas de su esposo.