Había llegado el día en el que la pareja tenía que ir al reino de las alpacas por la invitación que les habían los padres del Omega, JungKook se encontraba mucho más nervioso de lo normal porque quería demostrar que había sido una buena elección de esposo para SeokJin, mientras que él tenía algo preparado.

— ¿Estás listo?— el dragón le pregunto a la alpaca en cuanto lo vió bajar las escaleras.

— Si— asintió.

— Vamos— lo tomó de la mano y salieron de la casa.

— ¿Cuánto tardaremos en llegar?

— No mucho, unos minutos— se encogió de hombros— lo mismo que el día que nos casamos.

—  ¿Tendré que montarte?— preguntó asustado y el más alto se sorprendió por lo dicho por el Omega hasta que reaccionó y dejó de mal pensar las cosas.

— Si, es mucho más rápido y menos peligroso.

— ¿Menos peligroso?

— Ya te dije que te voy a cuidar, mientras esté a tu lado no dejaré que nada malo te pasé.

SeokJin confiaba en Jungkook, pero no en la gravedad, había altas posibilidades que cayera; aunque aún así aceptó esa forma de transporte, tuvo miedo y fue como la vez anterior: cerró los ojos todo el camino.

Al llegar fueron recibidos por los guardias del reino que los guiaron al castillo dónde vivía la familia real donde los padres de SeokJin los esperaban.

— Mamá, papá— el Omega se acercó a sus padres y estos lo abrazaron con cariño.

JungKook no los veía como malas personas, parecían querer a su hijo, tal vez tan sólo tenían un pensamiento conservador.

— Principe Jeon— los padres de su esposo lo saludaron y el respondió con una respetuosa reverencia.

Fueron llevados al comedor y se acomodaron en sus lugares, el padre de Jin en la cabeza de la mesa y a su lado derecho su esposa, mientras que a su lado izquierdo se encontraba su hijo y al lado de este se sentó el dragón.

Pronto varios betas se acercaron y comenzaron servir la cena para la familia real, todo era realmente incómodo para JungKook, sentía que no era muy bien recibido en ese lugar y notaba las sonrisas falsas de sus suegros

— ¿Y cómo has estado, bebé?— La Omega le pregunto a SeokJin que estaba demasiado feliz.

— He estado bien, mamá.

— ¿Como es tu nuevo hogar?

— Es realmente agradable, todos son amables conmigo, JungKook me ha llevado andar varios recorridos para que conozca mejor..— la alpaca hablaba alegremente que parecía un niño pequeño, para el dragón era adorable y no podía dejar de verlo con una tonta sonrisa dibujada en su rostro— aunque hace demasiado frío-

— ¿Cuándo piensan tener cachorros?— el mayor de todos ahí presentes interrumpió a su hijo con aquella pregunta que sorprendió a Jungkook y SeokJin.

— ¿Eh?— el Omega se quedó confundido, esperara haber escuchado mal.

— ¿Cachorros?— el dragón sentía su rostro caliente, no creía que aquel hombre preguntara por ese tema.

— Si, ha pasado un tiempo desde que se casaron, en la noche de bodas tuvieron que haber concebido un cachorro— el alfa miró a su hijo— ya deberías estar en espera, ¿Por qué aún no lo estás?

— Es que...— la alpaca menor no sabía que responder, nunca imagino que sus padre fuera a hacer una pregunta así.

— ¿Hay algo mal en su matrimonio?

— Es que SeokJin y yo decidimos esperar, aún es muy joven y pronto entrará a la universidad— JungKook decidió intervenir.

— ¿Universidad?— los dos mayores vieron a su hijo con una sonrisa burlona.

— Jin, pensé que había quedado claro que la universidad no es para los Omegas.

— Exacto, los Omegas no estamos hechos para algo así, nuestro deber es complacer a nuestro alfa, tener cachorros y cuidar de ellos— la voz de la mujer era dulce— debes de dejar tus tontas ideas sobre ser médico y comenzar con tu familia.

— Si, mamá— el Omega bajo la cabeza y en su mirada se podía notar su tristeza.

— Disculpen, pero yo no estoy de acuerdo con eso, SeokJin llegará a ser un gran doctor y para eso yo lo ayudaré— JungKook intervino, le molestó bastante ver cómo aquella pareja le quitaba la felicidad a su esposo.

— Será una perdida de tiempo, los Omegas no estamos hechos para otra cosa más que tener cachorros.

— Compermiso— Jin se levantó de su silla y se alejó rápidamente.

— Jin...— el dragón iba a ir detrás de él, pero fue detenido por su suegro.

— Déjalo, sólo necesita calmarse y aceptar su realidad, en un rato tendrá que regresar.

— Pero-

— También hay algunos temas de los que nos gustaría hablar contigo, JungKook.

El dragón tenía un mal presentimiento, pero accedió a quedarse aunque antes le dió una orden en secreto a Mingyu, había pedido que fuera él quien los acompañará en aquella reunión.

( • • • )

Le dolía su pecho, pensó que sus padres por fin apoyarían en su sueño de poder convertirse en un doctor; pero no fue así, ellos seguían sin creer en él y se lo tomaban como una broma.

— Tal vez ellos tengan razón..._ soltó un sollozó y talló sus ojitos con la intención de disipar las lágrimas.

Quería que alguien lo abrazará, le diera cariñitos le dijera palabras alentadoras para no renunciar a su sueño y sabía exactamente quién era la persona indicada, una de las personas por las cuales aquella invitación le había dado tanta alegría.

Se dirigió a la que había sido su habitación y busco entre sus cosas hasta encontrar un hermoso anillo dorado, se cambió de ropa y salió del castillo evitando a casi todos los guardias, sin percatarse de que había uno que lo seguía desde hace un buen rato. Se dirigió hacia el pueblo más cercano y miraba a su al rededor como si estuviera buscando algo o a alguien, hasta que llegó al punto en el que llegó con una seño

— Señor Park, ¿Sabe dónde se encuentra Mark?

— ¿SeokJin?— el señor estaba sorprendido de verlo ahí— pensé que te habías casado e ido a vivir con tu esposo...

— Así es, pero vine de visita y por eso no tengo mucho tiempo, ¿Si sabe dónde está él?

— Estas casado, niño, debes respetar a tu esposo, lo tuyo con él tuvo que terminar-

— Lo sé, terminó pero debo hablar con él una vez más... Después de todo él es mi pareja destinada y mis sentimientos no pueden desaparecer~

— Aún eres bastante inocente y no te das cuenta de alguna cosas— el hombre le revolvió el cabello— Mark debe estar en el callejón detrás de la casa de sus padres, ya sabes que ahí siempre se juntan los jóvenes-

— Gracias, señor Park— salió corriendo y parecía dar saltitos de felicidad en su recorrido.

Mingyu lo seguía desde las alturas, pero le era difícil porque aquel lugar era un gran mercado ambulante nocturno y entre tanta gente, puestos y luces podía llegar a perderlo de vista.

SeokJin se adentro en un callejón y comenzó a bajar los escalones desiguales, ahí la gente era de su edad, luces neones lo iluminaban, la música hacia difícil escuchar las conversaciones y había algunos que ni siquiera parecían saber que estaban haciendo ahí. El príncipe siguió bajando hasta que llegó al otro lado del callejón y ahí se encontró con una escena que rompió su corazón.

Su ex novio Mark tuan besándose con el alfa león Jackson Wang, lo conocía gracias a su ex, él los había presentado y le hizo conocer sus excepcionales habilidades musicales, era tan bueno que fue convencido de hablar con sus padres y conseguirle una beca al alfa para estudiar en la academia de artes.

— Mark...— se acercó ya sin tanta emoción y apretando fuertemente con su puño el anillo. No le encontraba sentido, Mark era alfa y Jackson también, ¿Por qué estarían juntos?

Ambos lo miraron cuando se detuvo frente a ellos, parecía que quisieran esconder y huir, pero era demasiado tarde.

— Jinnie, que sorpresa verte aquí— Tuan se atrevió a hablar y Jin pudo percibir un aroma en él: Naranja, era dulce y su escencia era de Omega. Estaba muy confundido.

— ¿Qué está pasando?, ¿Por qué tú y él._ no encontraba las palabras o más bien, el nudo en su garganta no le permitía hablar con claridad.

— Jin— Tuan lo tomó de las manos— debo confesarte algo... Yo soy un Omega.

— Pero tú y yo somos-

— No, no somos pareja destinada— negó con la cabeza— tal vez aquel día que nos conocimos tu destinado estaba cerca y te confundiste, yo siempre he usado los supresores y por eso no tenía escencia alguna.

— ¡¿Y por nunca me lo dijiste?!

— Lo iba a hacer, pero me di cuenta que eras el príncipe y pensé que podría sacar provecho de la situación y ayudar a mi destinado a cumplir su sueño.

— ¿Destinado?

— Mark y yo somos destinados— Wang intervino.

— Ustedes solamente me usaron.. —susurró— ¡Me usaron! —empuió a Tuan —iMe usaron sin importarles mis sentimientos!— iba a volver a empujar a su ex, pero el alfa lo detuvo agarrándolo de las muñecas.

— Jin, no hagamos un escándalo, debes entender la situación en la que nosotros vivimos, además de que tú ahora estás casado y no estaría bien que la gente se entere que el príncipe vino a buscar a su ex.

— ¡Me importa una mierda los demás!— gritó y se forcejeó con el alfa hasta que logró zafarse del agarré y una lágrima bajo por su mejilla— ¡Ustedes dos me estuvieron usando todo este tiempo! —lanzó el anillo contra el pecho del otro Omega— me usaron...— sollozó para después salir corriendo sin rumbo alguno.

— ¡SeokJin!— escuchaba a alguien gritar su nombre, pero no pensaba detenerse— ¡Jin!— siguió corriendo hasta que sus piernas no pudieron más y cayó se rodillas al suelo— carajo, corres demasiado rápido y no es fácil volar en un mercado— aquella persona refunfuño, pero no recibió respuesta— debemos volver a casa, tus padres y JungKook deben estar preocupados.

—Puedes esperar unos minutos en lo que me recupero...

— Por supuesto, yo también necesito recuperar el aire y averiguar por cual camino podemos regresar.

Mingyu ya no recibió respuesta y después de unos minutos vió al Omega levantarse, sacudir la tierra de su ropa y comenzar a caminar.

— ¿Sabes por dónde volver?— no recibió respuesta y se limitó a sólo seguirlo, después le contaría a Jungkook lo que había alcanzado a ver.

Tardaron un buen rato en regresar al castillo y cuando lo hicieron notaron que ha había varios militares con linternas buscando en los al rededores. Al entrar se encontraron con el príncipe Jeon caminando de un lado a otro.

— Volvimos— Mingyu aviso y JungKook rápidamente giró a verlos, sus ojos se iluminaron y corrió hacia su esposo para tomarlo de las manos.

— ¿Te encuentras bien, SeokJinnie?, ¿Te paso algo?, ¿En dónde estabas?— hizo una serie de preguntas para al final solamente abrazar a la alpaca— me tenías preocupado.

— Lo siento...

— Jin, debes de dejar de hacer berrinches, ya estás casado y debes actuar como adulto— su padre regaño.

— Lo siento, padre.

— Porque no dejamos esto en paz y nos relajamos con un trago— la madres de Jin llegó acompañada con un sirviente que llevaba unas copas con vino que fueron entregadas a Jungkook y a los padres de SeokJin, mientras que otro sirviente llevaba una especie de vaso entrenador adornado con un conejito en el centro, con popote y agarraderas para niños pequeños que en su interior llevaba leche que le entregó al Omega.

— Mamá.._ Jin veía el vaso con un puchero— ya no soy un bebé.

— Pero es tu vaso favorito y la leche tibia siempre te hace calmarte, hace que duermas como bebé— la mujer le pellizco la mejilla.

SeokJin siguió con un pronunciado puchero en su labios mientras que sus padres tomaban de sus copas, JungKook no se atrevía a tomar el vino que le había sido entregado porque había detectado un extraño aroma.

— ¿Por qué no bebes, JungKook?

— No bebo alcohol— mintió y le regreso la copa al sirviente notando las miradas de molestia de parte de sus suegros, miró a su esposo y tuvo un ataque de ternura al verlo beber del vaso para bebés.

— Debemos volver a casa, ya es bastante noche— JungKook miró a los dos mayores— muchas gracias por su invitación— hizo una reverencia.

— Fue un gusto conocerte, JungKook— la pareja hablo con unas sonrisa, la mujer se acercó a su hijo.

— Espero tener un nieto pronto~

El dragón se apresuró a tomar la mano libre de su esposo ya que la otra la tenía ocupada sosteniendo su vaso.

— Adiós..._ el Omega se despidió de sus padres y junto a su esposo y Mingyu salieron del castillo. JungKook se convirtió en dragón y con ayuda del halcón Jin subió a su lomo.

Apenas el dragón se elevó Jin comenzó a sentir demasiado calor en el vientre y una punzada de dolor en sus partes íntimas. JungKook también se desequilibró un poco porque sentía que el aroma de su esposo era más potente y eso lo había distraído.

—Ten cuidado, Kook, creo que el celo de Jin a comenzado— Mingyu había vuelto a su forma híbrida y al comenzar a caer cambio a su forma animal. A todos les sorprendía la habilidad del halcón para controlarse tan bien.

El dragón intento ignorar el fuerte olor de su esposo, pero se le estaba haciendo casi imposible. Llegaron al territorio de los dragones y JungKook abrazo a su Omega por los hombros tratando de impregnarlo con su aroma para cubrir el fuerte y dulce aroma a fresas.

— Me duele— Jin se quejó.

— Llegaremos a casa pronto, resiste..

No sabía que haría, no pensó que el celo de SeokJin fuera a ser tan pronto, aunque le parecía que empezará de repente, normalmente había señales, los Omegas se daban cuenta y se preparaban, pero no hubo nada. Era extraño y lo peor es que él también entraría en celo, se le había sentía que adelantado por el de Jin.