Extra 2
— ¡Ya llegué!— Jungkook anuncio al entrar a su hogar, pero no tuvo respuesta así que comenzó a caminar para buscar a su familia hasta llegar a la sala donde había un mini nido donde encontró a sus tres pequeños Drapacas— Bebés, ¿Dónde está su papá?— preguntó.
— ¡Aquí! — SeokJin gritó y se apresuró a revisar, debajo de sus hijos se encontraba su Omega aplastado por sus tres hijos.
— ¿Qué haces ahí?
— Como SangJin está enfermito le hice un nido, pero los otros dos se unieron y los tres decidieron acurrucarse sobre mí.
— Vamos, bebés— cargo a SangJoon, después a Jisung y por último a SangJin, los mellizos ya habían cumplido dos años y ya se convertían a voluntad en su forma animal— ustedes son pesados y papi es un palito.
— ¡Contra papá!— Jisung gritó y volvió a su forma animal para ir contra Jungkook.
— ¡Cuidado!— Jungkook tuvo que entrenar para cargar a sus hijos, al ser dragones con lana eran sumamente pesados.
— Estaba calientito— SeokJin se levantó— ¿Los llevarás a entrenar?
— Solamente a Kookie y a Sungie, porque este otro pequeño sigue enfermo.
— ¡Nooo!— SangJin se abrazo con fuerza a él.
— Pequeño, las garras— soltó un chillido al sentir como las garras de su hijo de enterraban en su espalda— vas a quedarte con tu papi, te dará galletas y mucho amor para que te recuperes.
Habían descubierto que al quedarse a lado de SeokJin los enfermos comenzaban a recuperarse.
— Yo me quedo con papi— Jisung soltó emocionado.
— No, todavía debes practicar— JungKook dejo a SangJin en brazos de su esposo y cargo a sus otros dos hijos para ir al jardín.
— Mi dragoncito, ¿Quieres galletas?
— Sip— asintió y fueron a la cocina, SeokJin dejo sobre una silla a su hijo y el subirse a un banquito para alcanzar el frasco de galletas que su esposo se esforzaba en esconderle. Sacó una galleta para su hijo y otra para él.
— No les digas a tus hermanitos, ¿De acuerdo, Sangie?
— Si, papi— asintió.
Mientras Jungkook en su forma híbrida seguía a sus otros dos hijos que iban en su forma animal, seguía especialmente a SangKook porque aún le costaba mantener su vuelto estable, mientras que Jisung ya lo controlaba mejor.
La idea de SeokJin sobre llevarlos a natación había sido muy buena idea porque los ayudaba a entender un poco más el como manejarse.
— Ahora vas a descender, Kookie, ¿Recuerdas cómo? —el pequeño estiró sus patitas delanteras para inclinarse hacia enfrente— Muy bien~
Poco a poco los tres comenzaron a descender hasta aterrizar en la azotea del hotel principal de la familia real.
— Aprenden rápido, yo a su edad me seguía desviando y hasta perdí.
— La abuela dice que así conociste a papi.
— Algo así...— contestó avergonzado.
— ¿Cómo conociste a papi?
— Después se los contaré— debía ponerse de acuerdo con SeokJin que les contarían a sus hijos— vamos a dar una vuelta y volvemos a casa.
Al volver se encontró a SeokJin y a SangJin en el sofá de la sala tapados con varias mantas mientras veían una película, ambos usando vasitos entrenadores, el cachorro era un clon de su papá Omega.
— Volvimos.
— ¿Sangie?— SangKook se acercó a su mellizo— ambos tenían una relación especial, Kook cuidaba mucho de su hermanito y cuando esté enfermo se preocupo mucho, no se quería separar de su lado.
— Papi, como se conocieron tú y papá.
— Papá me acosaba— respondió.
— ¡Jiiin!— Jungkook se quejó.
— ¿Acosaba?
— Me seguía a todos lados sin que yo supiera, después hubo algunos problemas y termine casado con él.
— ¿Y lo quieres?
— Lo amo, por eso tuvimos tres hermosos cachorros— respondió y beso la frente de Jisung.
— Jinnie, habíamos quedado que no les contaríamos eso a los niños.
— Lo siento, no puedo mentirles, ¿Que ejemplo les estaría dando si miento?
— Tienes razón— farfullo— no debemos darles un mal ejemplo.
SeokJin se había vuelto más maduro y siempre trataba de darles un buen ejemplo a sus hijos, entre los dos se dividían las tareas de su hogar, la señora Lee se había jubilado y ellos no quisieron contratar a nadie más.
JungKook de día iba su oficina y a veces cuando sus hijos no iban al colegio o guardería se los llevaba con él junto a SeokJin, a veces también iban al reino de las Alpacas, aún no había una decisión sobre lo que pasaría con aquel reino porque los pobladores pedían que uno de los hijos de SeokJin tomara el puesto como rey cuando se pudiera o también se hablaba sobre ser anexado al reino de los dragones.
Los tres cachorros habían sido llevados al castillo de aquel reino y visitaron el museo para aprender un poco de la historia de la familia.
(• • •)
— Deben quedarse quietos, cachorros— Jungkook y SeokJin perseguían a sus hijos para atraparlos y llevarlos con quiénes cortarían su lana.
SeokJin y Yugyeom habían hecho un plan de negocios para vender toda la lana que les tenían que quitar a sus cachorros ya que su lana crecía demasiado rápido, a los pocos meses ya era demasiada lana y les era incómoda además de que era de mejor calidad que cualquiera.
La primera vez que vendieron la de Jisung fue en secreto y les pagaron demasiado así que lo guardaron en una cuenta dejándolo para emergencias o se quedarían como ahorros para su cachorro, después fueron descubiertos por Jungkook tuvieron que confesar que la lana de dragón era muy buscada y varios querían comprar de ella.
Todo el dinero ganado se quedaba en una cuenta de ahorros para alguna emergencia y si no se usaba para cuando los mellizos cumplieran la mayoría de edad se dividiría entre los tres, ese era el plan.
— Quietos, nada de jugar porque los pueden lastimar.
— Si, papi— los tres asintieron.
Ambos padres vieron como sus tres cachorros se quedaron dormido después de varios minutos, al igual que a SeokJin le daba sueño la sensación de caricias en su lana y el ruido de la máquina.
— Nuestro poco tiempo de descanso— Jungkook soltó un suspiro.
— Ser papá no es fácil, pero tú querías cachorros, ¿No?— Jin le dió un besito en la mejilla.
— ¿A quién se le olvidó decirme que le habían quitado el implante anticonceptivo?
— Al doctor.
— No culpes a terceros, tramposo— pellizco una de las mejillas del Omega— tú fuiste quien no me avisó y tuvimos a Jisung.
— ¿Y qué te parece si tenemos otro pequeño error?— tocó el vientre de su esposo.
— Ni lo pienses, Jeon JungKook, tres son más que suficientes.
— Pero otro cachorrito nos haría muy felices.
— Shhh, no es no— le dio un besito en los labios.
— ¡Papi! — escuchó el grito de SangKook que los miraba molesto, celaba mucho a SeokJin, no lo quería compartir con nadie.
— No te preocupes, Kookie, a él ni lo quiero— empujó a su esposo.
— ¡Oye!— Jungkook reclamo y Jin soltó una pequeña carcajada.
Amaba a su familia y no le importaba todo lo que tuvo que pasar para llegar a ese punto, era feliz y no cambiaría nada de su vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro