58
— ¡Arriba!— SeokJin brincaba sobre Jimin— ¡Arriba, arriba!
— ¿Qué hora es?— el mayor preguntó sin abrir los ojos.
— Temprano.
— ¿Qué hora es temprano?
— Cuando tu tercera alarma suena.
— ¿Tercera alarma?— esa estaba puesta para sonar a las cinco y media de la mañana, tenía varias puestas para ir despertando de a poco, la última sonaba a las seis— ¿Desde hace cuánto estás despierto?
— Desde que tu primera alarma sonó.
— ¿Mi primera alarma?— se quedó pensando por unos segundos, su primera alarma tuvo que haber sonado a las cuatro y media de la mañana, abrió los ojos para ver a su cachorro que seguía sobre él—¿Desde esa hora estás despierto?— el otro asintió— ¿Por qué?
— Porque me asustó cuando sonó y después me enoje y te iba a pegar, pero me acordé no eras Jeonie y me controle; aunque ya no que pude volver a dormir.
— Le pegas a Jungkook cuando te enojas.
— Cuando su alarma suena muy temprano y no me avisa desde antes si, porque me asusta, pero sólo le doy un empujón y lo sacó de la cama.
— Ahora entiendo porque luego de queja de dolor— murmuró y soltó un suspiro— debes tener hambre, vamos a desayunar— Jin se levantó y él le siguió hasta la cocina, lo hizo sentarse en uno de los bancos de la cocina, le preparo un smoothie de fresa y un omelette de jamón y queso.
—No comas tan rápido— Jimin le reclamó sin siquiera tener que voltear a verlo para saber lo que hacía.
— No estoy comiendo rápido...
— Si lo estás haciendo.
— ¿Y cómo lo sabes?, Ni siquiera me estás viendo.
— Porque te escucho— respondió— y porque Jungkook me dijo que comes así— eso último lo murmuró— ¿Por qué comes así de rápido?
— No lo sé— se encogió de hombros—me gusta mucho comer y me emociono.
— Tus padres seguramente te dejaban comer de lo mejor en casa.
— No, mi mamá me regañaba cuando comía mucho, ella decía que debía mantener mi figura o me vería mal y no tendría la imagen de un principe y que nadie me iba a querer— de a poco su mirada se comenzó a apagar, soltó los cubiertos y mordió su labio inferior.
— ¿Jinnie?
— Ya no tengo hambre.. —soltó.
— Pero si acabas de empezar, ¿Cómo es que ya no tienes hambre?
— Solamente ya no tengo hambre.
— Debes comer, Jinnie, es malo no comer-
— Pero ella me va a regañar y castigar si subo de peso...
— ¿Eh?—confundido giró a verlo, notando como Jin sostenía su cabeza con ambas manos y de sus ojos se asomaban unas lágrimas— ¿Qué sucede?, ¿te sientes mal?— preguntó preocupado mientras se acercaba.
— Me duele la cabeza...— cerró con fuerza los ojos y por un momento varias imágenes llegaron a su mente en la que la protagonista era su madre haciendo que su respiración comenzará a agitarse.
— Cachorro...— el Omega lo cargo y lo llevo al sofá para acostarlo.
— No quiero que me pegue— el menor susurró y eso asustó a Jimin— no hice nada malo...
— Jin, reacciona, estás diciendo cosas sin sentido— le acarició el rostro intentando hacerlo reaccionar— ¿De quién estás hablando?
— Mamá, ella no me quiere— respondió— ella me lo dijo, no me quiere...— su tono de voz bajaba cada vez más hasta que fue imposible de entender o escuchar y sus ojos se cerraron.
— ¿Cachorro?— su corazón se aceleró al ver cómo sus ojos se habían cerrado, reviso que siguiera respirando y su pulso para asegurarse que no hubiera sido algo grave y después tomó su móvil para marcar el primer número que le apareció.
¿Qué sucede, Minnie?
— SeokJin se puso mal.
Voy para allá.
La llamada se cortó y no pasaron más de tres minutos cuando su puerta fue golpeada y él se apresuró a abrir encontrándose con NamJoon.
— ¿Dónde está, Jinnie?
— En la sala— el Alfa no tardó en correr para revisar a SeokJin y cargarlo— lo llevaré a tu habitación, lleva alcohol— ordenó y se llevó al Omega, quitó las almohadas y lo recostó con cuidado acomodando sus pies sobre la pequeña torre que había hecho con las almohadas, después le aflojo un poco la ropa, aún seguía en su pijama de RJ, y cuando Jimin le entregó el alcohol comenzó a frotarlo en sus muñecas y un poco en su nuca.
— Si no despierta en un minuto llamaremos una ambulancia— Kim se sentó en el borde de la cama— ¿Qué fue lo que pasó?
— No lo sé, Jinnie estaba desayunando y mencionó algo de su mamá y de repente se perdió, no me hacía caso y comenzó a decir algunas cosas y... —soltó un suspiro— se desmayo-
— ¿Qué cosas- —ambos escucharon un quejido y miraron al menor— No se golpeó ni nada al perder el conocimiento, ¿Verdad?
— No, yo lo cargué hasta el sillón para que no fuera a suceder— NamJoon se acercó a la alpaca notando que abría sus ojos lentamente y que miro a su alrededor confundido.
— Cachorro, ¿Puedes hablar?
— Si...
— ¿Cuál es tu nombre?
— SeokJin.
— ¿Cuántos años tienes?
— Diecinueve.
— ¿Cómo se llama él?— señaló al Omega tigre.
— Jimin.
— ¿Y yo?
— NamJoon.
— ¿Tienes frio?
— Si.
— Lo supuse— miró al mayor que ya había ido a sacar mantas y volvía para abrigar a su cachorro— creo que está bien, pero tendremos que llevarlo a qué lo revisen y también llamarle a Jungkook.
— Es lo mejor, no es normal que se desmayé— Jimin se sentó a un lado de Jin.
— ¿Recuerdas de lo que hablabas con Jiminnie, cachorro?— le acarició la mejilla con suavidad.
— No, pero me duele mi cabeza...— se quejó.
— Creo que es mejor que descanses— Jimin le acarició su otra mejilla.
— ¿No-no se van a ir?— preguntó tímidamente.
— No, aquí vamos a estar contigo, cachorro— NamJoon le respondió— tú descansa~
SeokJin nunca había sentido esa calidez en su pecho, era como cuando estaba con JungKook pero un poco diferente, como si estuviera en el lugar correcto con las personas correctas, era como por fin volver a casa después de mucho tiempo de no ver a su familia, ni siquiera con sus padres había sentido algo similar, por alguna extraña razón con ellos sentía una presión en el pecho y que su estómago se revolvía además de que su parte instintiva siempre le decía que se alejará.
(• • •)
— ¿Entonces se ha comprometido?
— No, yo ya estoy casado— Jungkook respondió con una sonrisa en el rostro.
— ¿Y dónde está su esposa?
— Mi esposo— remarcó la palabra— no pudo acompañarme ya que pronto comenzarán sus estudios universitarios— explicó a aquella jóven Omega que había notado con lo seguía con la mirada hay que por fin se atrevió a acercarse a él ya que él no tenía el más mínimo interés en hacerlo.
— ¿No sería mejor que lo acompañará?, Eso es lo que hacen los Omegas, obedecer a los Alfas— le sonrió de manera coqueta y en movimiento discreto rozó su mano con la de él, pero el dragón sacó sus garras para asustarla, aunque no pareció funcionar ya que a la joven le brilló la mirada.
— Yo le pedí a mi esposo que se quedará en casa.
— Entonces supongo que su matrimonio no va muy bien, un Alfa siempre quiere a su Omega a su lado.
— No sabes cuándo deseo que mi esposo estuviera aquí a mi lado, pero me importa mucho más su educación que estos estúpidos eventos.
— ¿Consideras estúpidos estos eventos?
— Por supuesto, sólo son una perdida de tiempo.
— Yo los veo más como una diversión~
— Pues vaya y diviértase.
— ¿No le gustaría aprender a divertirse en estos eventos, príncipe Jeon?
— No, tengo que llamarle a mi esposo para saber cómo está— sacó su móvil— ¿Acaso no es lindo?— le mostró la pantalla del celular dejando ver una foto de ambos recostados en la cama mientras SeokJin le daba un beso en la mejilla— lo amo tanto~— se dio media vuelta y comenzó a caminar sin ya prestarle atención a la Omega.
— Presumes a SeokJin cada que puedes— su madre se le acercó.
— Es que es tan perfecto~
— Si, no siquiera te importo como dejaste con ganas a esa resbalosa— su hermana se unió a la conversación.
— ¿Por qué me importaría otro Omega que no sea SeokJin?, Sólo tengo ojos para él se encogió de hombros y a las dos mujeres les mostró su móvil— esa es la última foto que le tome, se veía tan tierno mientras desayunábamos~
— Lo perdimos— Moonbyul suspiro.
— Definitivamente— la reina asintió sin dejar de sonreír, la hacía tan feliz ver a su hijo de esa manera.
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