T.3.3.
Grigory tiene una riquísima historia de más de dos milenios. Desde que los Cadres fundaron la actual Grigory capital con el nombre de "Ir-gdola le-Bocher Elohim", literalmente "La Gran Ciudad de los Elegidos de Dios", en aquellos tiempos remotos del siglo X antes de nacimiento de Yeshua (más concretamente en el año 930 a.C.) cuando unos jóvenes y llenos de ilusión Azazel, Shemhazai, Penemuel, Baraquiel y Kokabiel pusieron la primera piedra de lo que en el futuro sería la capital de toda una raza de ángeles que, tentados por ellos mismos (con la aprobación de Padre) cayeron y llegaron al Inframundo para combatir contra los traidores demonios.
En esos dos milenios de vida, ningún ángel caído había dudado o se había cuestionado el porqué luchaban contra los demonios. Era un hecho bastante obvio y motivo de cohesión ideológica entre ellos. Esto es importante debido a que muchos de los que caían no sabían con exactitud qué hacer ahora que habían caído. Teniendo en mente que su objetivo era, en palabras de un joven y vigoroso Kokabiel "Acabar con los traidores usando cualquier tipo de método", todos tenían en ese mismo instante un único objetivo: acabar con los demonios.
Con el pasar de los siglos, con sus batallas, incursiones, asedios, muertes y bajas, al contrario de lo que se podría esperar, ese objetivo seguía muy vigente. Tan vigente que incluso los ángeles caídos que nacían en Grigory (los nacidos de ángeles caídos originales del Cielo) tales como Raynare y Kalawarner habían crecido rodeadas de propaganda contra los demonios, desde las más sutiles, como una supuesta "intolerancia al azufre" hasta las más burdas y directas, tales como música, carteles, incluso conferencias enteras de supuestos "expertos" en costumbres demoniacas, en las cuales se contaban barbaridades si pudor de los demonios (la gran mayoría eran ciertas, pero se exageraban).
Por eso, cuando Penemuel les dijo a los Cadres, a los Arcángeles, a Yeshua Ibn Mariy y a los miembros del "Lahak-Yeshu'a", el Escuadrón de la Salvación (o de Cristo, pues <Yeshu'a> significa Salvación y es el nombre propio de Cristo), Raynare, Issei, Asia, Kalawarner, Mitelt, Donasheek y, con la aprobación de Baraquiel, Akeno, la cual también se unió al Escuadrón, según el Cadre para que "madurase y supiese defenderse por si sola", nadie se esperaba que la Cadre pelimorada y Secretaria del Gobernador General de Grigory les dijese que entre los más de 50 millones de habitantes del lado angelical del Inframundo hubiera un traidor o traidora.
-Escuchadme. Vosotros, Achim, Achayot, Yeshua-melech, todos vosotros sabéis que tengo una, don nato... mis sueños son especiales y, de alguna manera que ni siquiera Padre comprendía, predecían de alguna manera el futuro. -explicó Penemuel a sus hermanos para que, aunque ya tuviesen conocimiento de este impresionante don, los más jóvenes -véase el portador de Draig Issei Hyōdō, Raynare, Asia o Akeno- lo supieran y tuvieran constancia de éste.
-Eso ya lo sabíamos Penemuel-achot, pero ¿Cómo que hay un traidor en Grigory? ¿Sabes a caso quién es? -preguntó preocupado Azazel a su Secretaria, la cual frunció el ceño dando a entender que no.
-El quién es no lo sé, pero sé que involucra a la diablesa que os llevasteis al Cielo, Uriel-ach, Rafael-ach. -confesó Penemuel dejando a unos Rafael Arcángel y Uriel Arcángel confusos y preocupados, más si cabe teniendo en cuenta que la diablesa Phoenix se lleva extrañamente bien con Yeshua.
-¿Pero peligra el Cielo por que esté involucrada la diablesa Phoenix? -preguntó Yeshua desde su Trono a través de un holograma.
-No, es más, tal vez nos sería beneficioso que esté involucrada la diablesa que capturamos en Menfis. -manifestó con un cierto y extraño tono esperanzador.
-¿Qué intuyes Penemuel-achot? ¿Qué dejemos al traidor o traidora suelto? -preguntó Kokabiel con voz inquisidora a su hermana caída.
-Será mejor que os cuente cómo fue mi sueño, ¿no? -respondió Penemuel levantándose de su asiento para demostrar que en su despacho era ella quien tenía la voz cantante.
-Pues adelante, somos todos oídos. -dijo Yeshua con su ya típica melodiosa y pacífica voz.
FLASHBACK:
La noche anterior, en el apartamento de la Cadre pelimorada, mientras todos los habitantes de Grigory dormían tranquilos en sus lechos, Penemuel no podía conciliar el sueño. Tapada con una manta, casualmente morada, con la ventana abierta para que el aire pudiera entrar en la habitación, ella se retorcía en su cama. Parecía que estaba teniendo una pesadilla en ese momento. ¿Pero con qué estaba soñando la Cadre de Grigory para que no pudiese dormir a gusto?
Sueño de Penemuel.
En un amplísimo y aparentemente infinito desierto donde no había más que dunas y dunas y más dunas y el árido viento recorriendo las arenas y haciendo volar el vestido de noche de Penemuel, la Cadre pelimorada veía el cielo de este paisaje, celeste y amplio, con alguna que otra nube flotando en lo alto. Penemuel no sabía qué hacer en esta situación, es más, ni siquiera sabía si este era un sueño normal o de los suyos. Pero estaría a punto de averiguarlo.
Tras estar de pie sin hacer nada por varios minutos, tal vez media hora incluso, Penemuel pudo escuchar a lo lejos, más allá de las dunas, una especie de graznido estridente de un ave para Penemuel bastante familiar: un cuervo. Los graznidos siguieron varias veces, como si el cuervo la estuviese llamando. Penemuel dudó por un momento; si estaba en un desierto, ¿Dónde estaba posado el cuervo? Esa duda ahora mismo daba igual, pues su mente se centró en seguir los graznidos del cuervo.
Siguiendo los graznidos del ave, la Cadre Penemuel atravesó el aparente infinito desierto, recogiéndose los bajos de su traje para dormir, quitándose las babuchas de estar por casa y sintiendo la extraña placentera sensación de caminar sobre la arena con los pies desnudos, Penemuel sintió por vez primera calma y paz interior. En Grigory, su trabajo como Secretaria de un despreocupado y jovial Azazel y su pasado como Ménade de Dionisio apenas la dejaban en paz, habiendo noches que apenas conciliaba el sueño. Desde la derrota de Dionisio, hace ya casi un mes, su pasado a dejado de atormentarla, pero ahora la atormenta un dragón rojo con cierto portador de origen oriental. Tendría que hablar con él acerca de eso.
Estuvo la Cadre pelimorada casi una hora andado cuando, a lo lejos, con una mirada ciertamente borrosa, pudo ver como si alguien fuese a donde ella estaba. Pero había algo peculiar en la figura: era una mujer bellísima, con cabello rojizo que se podía apreciar por unos finos hilos de pelos que se escapaban de un turbante que le tapaba el pelo y su boca, pero dejando al descubierto unos ojos celestes hermosos. Aparte de eso, la mujer montaba un camello con mirada cansada y lo más revelador: el cuervo que la llamaba estaba posado en el hombro de la pelirroja, destacando sobre todo los ojos rojos del cuervo.
-Gremory... -susurró la Cadre al ver el símbolo que tenía el camello en la frente.
El cuervo posó su mirada en la Cadre, desplegó sus alas y graznó repetidamente. En total graznó 12 veces. 12 graznidos que se escucharon en toda la inmensidad del desierto. Con cada graznido, Gremory parecía sonreír para sí confiada. Gremory, más bien el descendiente del ángel Gremory, era un demonio que desde siempre ha ambicionado el poder. Uno de los actuales Malchei-gehinom desde la Guerra Civil Demoníaca (380-476 d.C.), Sirzech Lucifer, era del Ducado Gremory. Y lo que quiera que el cuervo haya hecho con esos graznidos, ha hecho muy feliz a Gremory, por lo que tiene pinta de ser peligroso.
Y no estaba equivocada la Cadre pelimorada. Cada graznido había invocado a más demonios: en total 10 demonios más, con Gremory en total son 11. El último graznido fue para invocar al Innombrable, a la Cabra, a Satán en persona, si no él, por lo menos sí su significado como divinidad demoniaca que guiaba a los traidores de Padre. En cuanto a los 11 demonios, estos eran Gremory, Sitri, Glasya-Labolas, Phoenix, Astaroth, Bael, Agares, el Melech-gehinom Lucifer. el Melech-gehinom Leviatán, el Melech-gehinom Beelzebub y el Melech-gehinom Asmodeus. Cada uno venía en su verdadera forma, al igual que Gremory:
La verdadera forma de Sitri, el demonio líder del Principado Sitri, era una mezcla de humano con un taparrabos, cabeza de tigre y alas negras, no como la de los ángeles caídos, sino como la de los ángeles del Cielo. Sitri se colocó a la derecha de Gremory, la cual le acarició el cuello, provocándole un leve ronroneo. Gremory sonrió para sí misma, al igual que con los graznidos del cuervo que había atraído.
Al segundo graznido fue invocado el Elector Glasya-Labolas, también llamado Caacrinolas, tomó la forma de animal, cuerpo de león, cabeza de perro, mismas alas que el Príncipe Sitri, garras de oso en las patas posteriores y águila en las anteriores y cola y orejas de fuego oscuro. Su cabeza de perro ladraba a la Cadre Penemuel, pero ésta se mantenía inmutable, sabía que esto era un sueño y no podían hacerle daño, solamente querían mandarle un mensaje. El demonio se situó a la izquierda de Gremory.
Al tercer graznido fue llamado el Gran Duque Astaroth, líder del Gran Ducado Astaroth. Este demonio tenía dos formas, como Gremory. Era un hombre con una corona de oro montado en una especie de hiena con cola de serpiente. En el brazo tenía enroscada una serpiente y de su espalda salían dos alas parecidas a las de un murciélago, a diferencia del Príncipe Sitri y el Elector Glasya-Labolas. El Demonio Astaroth se situó al lado de Gremory, haciendo que el Príncipe Sitri y el Elector Glasya-Labolas se situasen a las espaldas de Gremory, en el mismo orden en el que estaban antes.
Al cuarto graznido la tierra tembló y del subsuelo surgió el Rey Bael, líder del Reino de Bael. Solamente a un puesto por debajo de Lucifuge, Secretario personal del Lucifer original. (Lucifuge sería hijo directo de Lucifer con Lilith, el cual, sirviendo a Lucifer aprendía a gobernar el Infierno y controlar a los 72 Atzilim, los Pilares del Infierno, descendientes directos de los 72 ángeles que cayeron junto a Lucifer, Leviatán, Asmodeus y Beelzebub) El Rey Bael también tenía el privilegio de reclutar legiones de otros Territorios del Inframundo, pudiendo comandar al Gran Ejército Demoniaco (Adir Tzava-Shedim), un total de 2.700 legiones de demonios, un total de 11.340.000 de demonios. Pero casi nunca se reunieron todas las legiones, como mucho se usaban 5 legiones a la vez.
Al quinto graznido, las arenas del desierto vibraron y un socavón al lado del Gran Duque Astaroth. De este socavón salió un hombre viejo que montaba un cocodrilo y tenía en su mano un halcón que se posaba sobre ésta. Éste era el Gran Duque Agares, líder del Gran Ducado de Agares. En el Inframundo, en el el Territorio Agares se localiza la fábrica central de Evil Pieces, que es monopolizado por el Gran Duque Agares, aliado tras la Guerra Civil Demoniaca (380-476 d.C.) de Sirzech Lucifer, el vencedor de la misma.
Al séptimo graznido del cuervo, se escuchó otro graznido, más estridente y fuerte que el del córvido. Era el del Marqués Phoenix, líder del Marquesado Phoenix. Tenía el aspecto de un ave Phoenix con unas alas amplias de fuego y en su unión con el cuello estaba ardiendo en vivos colores amarillentos y anaranjados . Pero algo hizo sorprender a los demonios presentes, y a la mismísima Penemuel incluso: en vez de situarse en el donde los demás, se situó detrás de la Cadre. La sorpresa duró poco cuando el cuervo graznó 4 veces seguidas.
Y con los cuatros graznidos fueron invocados los Melchei-Gehinom: Lucifer, Leviatán, Beelzebub y Asmodeus. Lucifer vestía una armadura plateada, con sus alas de murciélago y una maza de luz grisácea en su cintura; Leviatán tenía la forma de una gran serpiente marina que flotaba sobre el cielo, escupiendo hielo y agua de sus fauces; Beelzebub era una mosca gigante, del tamaño de un elefante, revoloteando alrededor de Lucifer, babeando veneno a través de su probóscide, veneno que sería capaz de corroer la armadura más resistente; y por último, Asmodeus era el más amorfo y asqueroso para la vista: era un hombre con tres cabezas (toro, hombre y carnero) y alas de dragón, montado sobre una bestia con cabeza de serpiente, cuerpo de cocodrilo, patas de elefante y aliento de fuego.
En cuanto llegaron los Melchei-Gehinom, los demonios que el cuervo había invocado antes, Gremory, Sitri, Glasya-Labolas, Astaroth, Agares y Bael se arrodillaron antes los soberanos del Inframundo, pero uno no lo hizo: el Marqués Phoenix se mantuvo serio altivo frente a los Reyes. Éstos afilaron su mirada ante el Phoenix, el cual chilló ante los demonios. Ante todo este espectáculo, Penemuel no cabía en su asombro, ¿un demonio no se arrodillaba ante sus superiores? Eso era extraño, muy extraño de ver.
Pero cuervo no había dicho, o graznado, la última palabra: así el cuervo dio su último graznido, el undécimo. Con este último graznido fue invocado el Innombrable, el Cabrero, el Dios de los Demonios abrahámicos: Satán. Cuerpo encorvado, cabeza de chivo, manos y patas de dinosaurio, piel gruesa de pelaje negro, torso humano y ojos rojizos. Cuando apareció, todos los demonios presentes se arrodillaron ante él susurrando "Seyit'ani bicha newi. Seyit'ani merīyachinina mebiratachini newi. Seyit'ani bichenyawi āmilaki newi. Kibiri leseyit'ani!"
Pero de todos los demonios, el Marqués Phoenix, o por lo menos su verdadera forma, no se arrodilló. Es más, le dio la espalda al Innombrable, a modo de rechazar su figura. El Cabrero se enfureció, apuntó con su dedo al Phoenix, el cual giró su cabeza para ver como los demás demonios estaban a punto de atacarle. Pero la tensión del ambiente, resultante de la insubordinación del Marqués Phoenix al Innombrable, fue rota con un graznido. El graznido del mismo cuervo que había invocado a los demonios y su dios.
Incluso la mismísima Penemuel, que se había mantenido alejada por el miedo de haber visto las verdaderas formas de los principales demonios, abrió los ojos sorprendida al escuchar al cuervo que la había llamado volver a graznar. El Innombrable y sus acólitos también se fijaron en el cuervo, que volvió a graznar y graznar. Nadie sabía qué pasaba exactamente, pero lo que nadie se esperaba fue lo que pasó a continuación: el cuervo de ojos rojos alzó el vuelo y se posó en el hombro del ave Phoenix. Desde allí volvió a piar, pero esta vez en el oído del ave.
Todos los demonios e incluso el Innombrable estaban confusos a más no poder: el cuervo que les había invocado se había pasado al demonio que no obedecía a su dios. El Marqués Phoenix, por su parte, chilló en un tono estridente y alzó el vuelo junto al cuervo. Ambas aves sobrevolaron el espacio mental de Penemuel graznando y chillando. Tras varios minutos, el cuervo volvió a donde estaba Penemuel y, para asombro de todos los presentes, se posó en su hombro. Por su parte, el Phoenix se posó justo detrás de la Cadre con sus alas abiertas de punta a punta.
-¿Pero qué...? -fue lo único que dijo Gremory al ver que al graznido del cuervo se alzaron miles y miles de sombras con martillos, azadas, dagas, palas, picos e incluso con sus puños desnudos.
Sólo hizo falta un estridente chillido del Phoenix para que las sombras atacasen a los demonios, los cuales apenan podían defenderse de la turba armada y furiosa. Gremory se intentaba zafarse de las sombras, Astaroth también, Bael y Agares ya habían caído, los Melchei-Gehinom estaban en las últimas, Sitri y Glasya-Labolas se defendían con sus garras y dientes, pero estaban siendo superados. Y ante tal espectáculo vergonzoso, el Innombrable, el Cabrero, Satán no hacía nada. Solamente observaba atentamente todo.
Cuando el último demonio, Gremory, murió a manos de la enfurecida turbia, Satán dejó su pose del loto y se puso al fin de pie. Con una altura imponente (de pie, desde la pezuña, hasta la punta de sus cuernos medía casi 4 metros de alto) y una voz de ultratumba y carrasposa, el dios de los demonios señaló con su dedo al Phoenix, pero el hechizo de control mental que realizó en Luzbel hace más de dos mil años no surtía efecto en el Phoenix. Satán estaba confuso ante su imposibilidad de someter al ave de fuego, pero esta alzó el vuelo y se lanzó en picado contra Satán, prendiéndole fuego.
Penemuel quedó asombrada, con la boca abierta, ¿Un demonio que se rebelaba contra su señor Satán? ¡Eso es imposible! -por lo menos para Penemuel y los demás Cadres y Arcángeles-. Pero casi se cae de la impresión cuando el ave regresó a donde estaba ella y le hizo una reverencia a la Cadre, incluido el cuervo que estaba ahora posado en la cabeza del ave de fuego. Y con ese espectáculo final, la Cadre pelimorada secretaria de Azazel despertó de ese extraño, terrorífico pero sin duda revelador sueño, pesadilla, según se vea.
Fin del Sueño de Penemuel.
Despierta en su lecho, con las manos apoyadas sobre sus sábanas y con unas ojeras ciertamente pronunciadas, la Cadre Penemuel se susurró para sí misma unas palabras que cambiarían el rumbo del Mundo Sobrenatural para siempre: "Tengo que decírselo a mis hermanos" Y con estas palabras se vistió y fue a comunicárselo a los demás Cadres y al Escuadrón de la Salvación. Necesitaban saber de esto sin lugar a dudas.
Fin del Flashback.
El despacho de Penemuel se había llenado de tensión en el aire cuando la Cadre dijo a sus hermanos de Grigory y del Cielo que entre sus filas había un traidor o traidora. Las reacciones pasaban de la mera e inocente ingenuidad de Akeno a la ira incontrolable y volátil de Kokabiel. La mayoría sin embargo estaban en el punto medio: decepcionados y preocupados. Decepcionados de que un hermano -o hermana- ángel les había traicionado, preocupados por si el traidor se vendía a los demonios o a algún Panteón enemigo (si ellos supieran...).
Pero cuando la pelimorada secretaria de Azazel contó el sueño que había tenido a sus hermanos, a Yeshua Ibn Mariy y al Escuadrón de la Salvación, la tensión del aire se relajó, las caras serias y frías de los Cadres cambiaron a unas, aunque ciertamente no alegres, sí esperanzadas en el hecho de que al final los demonios serían destruidos a pesar del traidor. A todos les llamó la atención que el Marqués Phoenix, aquel descendiente de su hermano Phenes, un ángel tímido, miedoso y dudoso, que pidió permiso a Padre de volver al Cielo (a pesar de la negativa de Elohim, éste le dejó regresar a los 12000 años), tuviese un papel tan importante en el principal objetivo del porqué estaban ellos en el Inframundo: destruir a los traidores.
-Umh~... -susurró Yeshua sentado en su Trono, observado por sus hermanastros a través de un holograma. -Si tu don es cierto, Penemuel-achot, hay un traidor entre vosotros... -afirmó Yeshua, los Cadres asintieron con gestos serios-. -Pero éste llamará la atención del Phoenix, del único que queda vivo... -sentenció el hijo de Elohim con su puño en su barbilla, acariciándose la barba, los Cadres volvieron a asentir, los Arcángeles se sorprendieron, sobre todo Uriel y Rafael.
-Eso quiere decir que... -quiso decir Miguel Arcángel sin saber cómo reaccionar a lo que estaba intuyendo.
-Así es, la diablesa Ravel sería nuestra aliada... confesó Yeshua con una sonrisa de oreja a oreja.
Pasaron varios minutos desde que Yeshua soltó a la conclusión que había llegado al escuchar el sueño que había tenido la Cadre Penemuel. Los Arcángeles y Yeshua tuvieron que desconectar sus hologramas, pues tenía cosas que hacer. Los Cadres se quedaron en el despacho, hablando entre ellos sobre la identidad del traidor o traidora. El Escuadrón de la Salvación, al ser el "As bajo la manga" de Grigory tuvieron que quedarse en el despacho. Todos hablaban entre ellos cuando de la puerta del despacho apareció una mujer peliazul, con botas y traje militares gris y un tatuaje simbólico en el pecho, tatuaje que simbolizaba la unión con Draig, aunque no hubiera habido coito entre ellos. Era Tiamat, la Dragona del Karma, representante del Panteón Mesopotámico entre los dragones y venía enfadada y con aura violenta alrededor que congelaba todo a su alrededor.
-Mendem aaš kag bad, duri nimu! -exclamó gritando, casi rugiendo, la dragona de origen sumerio. (¡Necesitamos hablar macho mío!)
-¿Tiamat? ¿Qué haces aquí? -preguntó sorprendido el portador de Draig al ver a su pareja dracónica.
-Tukum deg gune anta ušumgal gi. Zae tésbi gada zu malag-ušumgal ur héennanammaam gana gada gtildae. -explicó Tiamat a Issei y a Raynare señalándolos con el dedo y después a sí misma. (Pronto se llevará a cabo la Gran Reunión Dracónica. Tú y tu pareja deberéis venir conmigo)
-¿Gran Reunión Dracónica? ¿Dónde? -preguntó Azazel curioso, pues estaba escuchando como quien no quería la cosa la conversación entre el portador de Draig Goch y la dragona del Karma Mesopotámica.
Tiamat les explicó que cada siglo, todos los grandes dragones del Mundo Sobrenatural, es decir, los Dioses Dragones (Gran Rojo y Ophis), los Reyes Dragones (Tannin, Tiamat, Ladón, Fafnir, Jörmundgander, Sheng-Long y Quetzalcóatl), los portadores de los Dragones Celestiales (Draig y Albión) y algún que otro Dragón Maligno (Azhi Dahaka, Yamata no Orochi, Apophis, Vitra, etc...) se reunían en una gran asamblea para discutir entre ellos de diversas cosas. La asamblea de este siglo estaba clara de qué iría, y por eso Issei (el portador de Draig) y Raynare (la portadora de Fafnir) debían ir. El portador de Albion aún no había despertado, aclaró Tiamat.
Y así fue como Tiamat, educadamente, agarró a Issei y a Raynare del cuello y se los llevó de ahí rápidamente hacia el Territorio Dragón del Inframundo, una zona "tierra de nadie" en la que los dragones vivían y convivían entre ellos como sus lejanos antepasados vivían en la Tierra. Mientras tanto, en el despacho, mientras los Cadres seguían hablando entre ellos, una tierna e inocente Akeno pidió la palabra a su padre, el cual se sorprendió por escuchar a su hija en un tono, digamos inusual en ella.
-¿Qué pasa hija mía? ¿Qué te ronda por tu cabecita? -dijo tiernamente Baraquiel a su hija, los demás Cadres escuchaban atentamente lo que la hija de Baraquiel iba a decir.
-Halima-chan últimamente huele muy mal... -soltó de repente la hija del Rayo de Dios, dejando a su padre consternado.
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Palabras: 3959.
¡El sueño de Penemuel ha revelado que hay un traidor en Grigory! ¿Ravel tendrá se acabará uniendo a la Alianza? ¡¿Halima huele muy mal?! ¡Issei y Raynare se encontrarán con todos los dragones! ¿Qué ocurrirá en el próximo capítulo? ¡Estaos atento y descubridlo!
PD: Recientemente hemos llegado a 7k estrellas en esta historia. Estoy muy sorprendido, ¡no me esperaba llegar ni siquiera a 5k! ¿Creéis que lleguemos a 10k antes de Fin de Año? Eso sólo depende de ustedes, mis queridos lectores.
Un cordial saludo.
Atte.
E.S.Z.
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