¿Cómo surgieron los demonios y los ángeles caídos? ¿Qué ocurrió para que algunos de los ángeles más fieles a Dios, como Azazel o Penemuel, cayesen en pecado? Para saberlo hay que remontarnos a hace 4000 años en el pasado.

FLASHBACK: 4000 AÑOS ATRÁS.

El Cielo. Lugar donde los ángeles junto a Dios conviven. Hoy había sido un día de sermón. Padre les enseñó sobre cuando usar y cuando no usar la violencia. Dios les habló de la violencia porque había recibido un ultimátum de An, el dios sumerio del Cielo y su antiguo jefe.

El ultimátum era, básicamente, que renunciase a ser una facción independiente y volviese a Sumer. Pero El había sido previsor y había creado a los ángeles con su magia y energía.
Los ángeles eran sus hijos y les cuidaba como eso, hijos. Aunque también eran soldados que le defenderían de todo lo que pudiesen.

Ahora mismo, los futuros Cadres, los que serían los Arcángeles y los antepasados de los Maōs actuales estaban a la sombra del Árbol de la Sabiduría, en el Jardín del Edén. Estaban todos hablando amenamente unos con otros cuando Azazel se acordó una cosa.

–¿Ajim, alguno de vosotros a visto a Luzbel? –preguntó Azazel a sus hermanos.

Luzbel era uno de los ángeles más bellos y leales a Padre. Tenía el pelo blanco como la nieve, y los ojos azules como el cielo celeste. Luzbel era el primer ángel que El creó de entre todos los que crearía en menos de 1 año.

–¿Luzbel? Yo no lo he visto Azazel-aj. –le respondió con sinceridad Gremory, el ángel que más conocía a Luzbel y su mejor amigo en el Cielo. De hecho, Luzbel, Leviatán, Asmodeo, Belzeebub, Sitri, Gremory, Astaroth y Glasya-Labolas, ese grupo de ocho ángeles eran los más cercanos y los que mejor se llevaban entre ellos.

–¿Y tú Kokabiel-aj? –preguntó Gremory a un jovencísimo Kokabiel el cual miraba al cielo embelesado, como si no estuviese ahí.

Kokabiel solo se quedó mirando al cielo como si eso fuese más interesante que el paradero de su hermano Luzbel. Kokabiel tenía un secreto, pero no quería decirlo. A veces sus alas parpadean a negro, tiene miedo, pero no lo va contar.

–¡Kokabiel-aj! –exclamó Baraquiel al joven Kokabiel.

–¡Ah! ¿Qué queréis? ¡Me habéis asustado! –recriminó Kokabiel aclarando su mente de lo que había pensado antes.

–Te queríamos preguntar si sabías dónde estaba Luzbel-aj. –cuestionó Baraquiel a Kokabiel. Kokabiel negó con la cabeza. Él no sabía dónde estaba Luzbel-aj.

–Si no lo sabes, ¿alguien sabe dónde está Luzbel? –preguntó un poco indignado Azazel.

–¿Por qué quieres saber dónde está Luzbel-aj? –interrogó Gabriel a su hermano.

–Porque Padre quiere reunirnos para una charla. Estaba extrañamente nervioso cuando me lo dijo... –explicó Azazel a sus hermanos. Sus hermanos se extrañaron de que Padre les reuniese de esa forma tan repentina y con una actitud nerviosa.

Entonces, Azazel, Gabriel, Baraquiel, Kokabiel y los demás ángeles fueron a la sala del trono a la reunión que iba a impartir El.

Mientras tanto, en un rincón del Jardín del Edén, Luzbel estaba durmiendo tras una reunión que había tenido en privado con Padre. En dicha reunión, Padre le había contado su difícil situación diplomática en el Mundo Sobrenatural. Ahora mismo ninguna facción le reconoce como Dios independiente, y para empeorar las cosas, está enemistado con las facciones sumeria y egipcia, pues había ocupado la frontera de ésta última.
Tanto Ra como An le tenían acorralado, y, por tanto, la guerra era inevitable. El era débil, no le llegaría a la punta de los talones a Baco, el dios griego más débil. Tenía que entrenar. Así que El decidió entrenar y meditar mientra que sus hijos defendían la tierra prometida "Medinat Israel".

En cuanto a Luzbel, el hijo favorito de Padre, éste estaba teniendo un sueño muy extraño.

Sueño de Luzbel.

Estaba todo oscuro, Luzbel estaba de pie en una inmensa oscuridad. Estaba confundido y asustado. Nunca antes había visto la oscuridad. Él siempre había vivido lleno de luz, de hecho, su nombre, "Luzbel" significaba "La luz de El".
El ángel favorito de Padre empezó a deambular por esa eterna oscuridad cuando de repente apareció un pentagrama rojo en el suelo con extraños símbolos en él. Luzbel se paró enfrente del extraño pentagrama y se quedó observándose en el reflejo que éste reflejaba.

Entonces apareció algo que puso los pelos de punta a Luzbel. Era una criatura que parecía un ser de otra dimensión: tenía el cuerpo encorvado, cabeza de cabra, cuernos de alce, cola de serpiente y pelo de simio. Los brazos y piernas eran delgados y acaban en garras parecidas a las de un dinosaurio. La bestia le habló en un idioma desconocido para Luzbel.

–ሉዝቤል ነህ? –habló en una voz profunda y gruesa la bestia mientras miraba a Luzbel a los ojos. (¿Eres tú Luzbel?)

–¿Porqué me lo preguntas bestia inmunda? –cuestionó Luzbel mirando a la bestia cara a cara.

–እኔ ሰይጣን ነኝ. ከአሁን ጀምሮ አዲሱ አምላክህ. –rugió la bestia señalando con su garra a Luzbel a la vez que se acercaba al ángel y sus ojos se volvían rojos carmesí con pentagramas en lugar de pupilas. (Soy Satán. A partir de ahora, soy tu nuevo Dios).

Luzbel intentó resistir el hechizo de control mental de Satán, pero era muy poderoso. Al final Luzbel sucumbió a la bestia, y éste, sin tener ningún control de su cuerpo, se arrodilló ante la bestia.

–Ahora te seguiré hasta el final, mi Señor y único Dios, Satán. –terminó por pronunciar Luzbel arrodillado. En ese momento, sus alas se volvieron completamente negras, y perdieron las plumas, quedándose con alas parecidas a las de los murciélagos.

–በጣም ጥሩ. ህይወትህን ትቀጥላለህ.  ብዙ መላእክትን አንሳ፣ እና አስፈላጊ ሆኖ ሲሰማችሁ፣ ያንን ሐሰተኛ አምላክ ተቃወሙ. –declaró la bestia con un aire de superioridad mientras se acercaba a Luzbel y le daba una palmadita en el hombro. (Muy bien. Tú seguirás con tu vida. Recluta a más ángeles, y cuando creas oportuno, levántate contra ese falso Dios.)

Así Luzbel se despertó de ese sueño tan extraño y bizarro. Él creía que la bestia había desaparecido cuando se levantó, pero la bestia seguía viva, pero en su mente. Ahora él tendría que escuchar la voz, profunda y grave de la bestia inmunda.

–[በነገራችን ላይ ስምህ ከአሁን በኋላ "ሉዝቤል" አይሆንም.  አሁን መብራቱን የሚያጠፋውን እራስዎን "ሉሲፈር" ብለው ይጠሩታል.] –habló la bestia desde la cabeza de Luzbel, ahora llamado Lucifer. (Por cierto, tu nombre ya no será "Luzbel".  Ahora te llamarás "Lucifer" aquel que hace la luz.)

Desde ese momento, Luzbel siguió con su vida, a la vez que Satán seguía envenenando la conciencia del pobre Luzbel con más y más odio hacia Padre y hacia los demás ángeles, salvo a sus amigos, Leviatán, Astaroth, Belzeebub, Glasya-Labolas, Gremory, Sitri y Asmodeus. Luzbel les hablaba sobre Satán, pero no le creían.

Tras un sermón de Padre junto antes de la batalla más importante de la nueva facción, El se sentó en su trono preocupado, su hijo favorito estaba raro, distante, no le hacia caso y se portaba extraño cuando se encontraba solo.
El siguió en el trono cuando una vieja amiga suya apareció a su lado.

Apareció a su lado un fantasma de una niña rubia, con ojos verdes y un vestido de muñeca de color rosa. La niña se subió al regazo de El y le habló con una voz suave y dulce, como la de una niña pequeña.

–Kio estas amiko? –preguntó la niña a El jugando con sus mofletes y haciendo gestos graciosos.

–No pasa nada Mavis. Solo que Luzbel, mi querido hijo está raro. ¿Sabes que le puede estar pasando? –le preguntó El a Mavis. Mavis solo hizo un lindo puchero sin saber que decir. –Sea lo que sea, esperaré a después de la batalla de mañana, para preguntarle que le pasa por su cabeza.

–Vi vidos, kiel nenio okazas al li!  En mia gildo, kiam iu estis tia, post kelkaj tagoj ĝi pasus. –le respondió Mavis con una voz tranquilizadora al recordad su antiguo gremio y a sus compañeros. (¡Ya verás como no le pasa nada! En mi gremio cuando alguien estaba así, a los pocos días se le pasaba.)

–Jajajaja eso espero Mavis, eso espero... –replicó El riéndose al recordar a los aguerridos magos del gremio más fuerte de la era anterior a los dioses "Fairy Tail".

Paso el día, ya era el día de la batalla. En el campo de batalla, en Palestina, entre las fuerzas de El, quien estaba meditando y entrenando para ser más fuerte, y las fuerzas sumerias, comandadas por An, el dios sumerio del cielo, y Ra, el dios egipcio del Sol.

Al frente de cada dios, había más de 2000 soldados humanos* frente a pocos más de 3000 soldados israelitas.

*(En esta época, al principio de la historia propiamente dicha, los Dioses eran conocidos para los humanos, por eso las batallas entre Dioses implicaban batallas humanas. En este caso, tropas egipcias y sumerias contra tropas israelitas)

En el campo de batalla, los casi 4000 soldados enemigos se encontraban frente a frente contra los casi 3000 soldados israelitas reunidos de entre las 12 tribus descendientes de Abraham. Los soldados esperaban ansiosos la orden de atacar de sus respectivos Dioses.
Entonces, cuando menos se lo esperaban, Ra y An exclamaron ambos: "¡Al ataque¡".

A la orden de sus respectivos Dioses, las tropas humanas atacaron simultáneamente a donde las tropas israelitas estaban atrincheradas. Era una fortaleza de nombre "Yerushalayim", la que en el futuro se convertirá en la ciudad más importante para el judaísmo, el cristianismo y el islam: Jerusalén.

Las tropas egipcias atacaban desde el sur, mientras que las tropas sumerias atacaban desde el norte. Los israelitas para defenderse, lanzaban flechas a sus enemigos. Las tropas enemigas usaban arietes o escaleras para atacar la fortaleza, pero estaban siendo repelidos por los defensores.
Mientras tanto, con los seres sobrenaturales, Ra y An solo veían como los ángeles de El se defendían como podían de los rayos de An o de los ataques de luz solar de Ra. Estaba siendo una batalla difícil cuando Ra y An escucharon a los israelitas gritar: nitzchon-anu! (Victoria para nosotros)

Ra y An al escuchar eso no tuvieron otra que retirarse a sus dominios y declarar que El había conseguido la independencia de la facción sumeria y también el poder establecerse en su tierra prometida. "Medinat Israel".

Cuando acabó la batalla, entre los ángeles, la situación no era la mejor. Luzbel estaba enfadado, lleno de ira. Padre no les había ayudado en contra de An y de Ra, los demás ángeles estaban por el estilo: Beelzebub, Leviatán y Asmodeus estaban igual que Luzbel. Azazel, Kokabiel, Penemuel, Shemhazai y Baraquiel estaban frustrados con Padre, pero no estaban como Luzbel. Los demás ángeles comprendían a Padre y dejaron pasar lo que hizo, pues entendían que Padre era aún débil.

Cuando llegaron al Cielo, todos los ángeles festejaron la victoria de los israelitas sobre egipcios y sumerios. Todos los ángeles estaban en la sala del Trono, donde Padre les observaba con compasión, pero El no había encontrado aún ni a Luzbel ni a sus amigos.

La fiesta siguió un poco más hasta que, bien entrada la noche, en la sala donde se había llevado a cabo la fiesta, Dios se encontró con Luzbel, junto a sus amigos y 68 ángeles en total, es decir, Luzbel, Leviatán, Belzeebub y Asmodeus, junto a 72 ángeles. Luzbel dió un paso adelante y habló con Padre con arrogancia e ira.

–Padre, no, mejor dicho, Elohim, ya nos tienes hartos. A mí y a mis hermanos. Mientras nos jugábamos la vida contra Ra y el abuelo An, tú solamente estuviste aquí tranquilo, "meditando" y "entrenando". Si hubieses estado con nosotros, muchos hermanos ángeles estuviesen aún vivos. ¡Son tus hijos Elohim! ¡Deja de pensar en ti mismo por un mísero momento y piensa en tus hijos! –terminó gritando frustrado y enfadado Luzbel apuntando a El. 

El solo quedó cabizbajo y soltó alguna que otra lágrima. Mavis, invisible ante los ángeles que estaban allí, abrazó a El y le susurró que no se preocupase. Que se le pasará.

Dios solo se levantó del trono y habló con ternura y amor hacia sus hijos. Él había notado algo raro en Luzbel y en sus hijos en cuanto habían entrado por la puerta.

–Entiendo tus palabras Luzbel. Pero algo me dice que no estás siendo tú mismo. Ni tampoco tus hermanos. ¡Pronúnciate Satanás! –ordenó Dios haciendo un gesto con su mano, haciendo que Luzbel le creciesen cuernos y una cola de serpiente y desplegase alas de murciélago.

Entonces Satán, a través de Luzbel, empezó a hablar directamente a Dios.

–መጥፎ ሽማግሌ አይደለም!  የእኔ ተለማማጅ የለበሰውን ልብስ ማሸነፍ ችለሃል! –habló Satán con la voz de Luzbel, pero esta estaba distorsionada e imposible de entender. (¡No está mal viejo! ¡Has conseguido superar el disfraz que usaba mi aprendiz!)

–¡Sal ahora mismo de mi habitación, engendro del mal! ¡Y cómo castigo por rebelarse en mi contra, todos vosotros seréis condenados a sufrir eternamente en el Infierno! –exclamó Dios haciendo un gesto con su mano, provocando que todos los ángeles que le habían traicionado cayesen al infierno a través  de un portal mágico, donde estarían por toda la eternidad.

Pasaron los años, y Dios mandó a una legion de ángeles, comandados por Miguel y Azazel a que acabasen con los traidores, lo que ningun ángel se esperaba es que Luzbel, ahora llamado Lucifer, hubiese multiplicado el número de Demonios. ¿Cómo lo hizo? Pues mediante una hermosa humana que él mismo había enamorado: Lilith. Aquella que sería la madre de todos los demonios, succubus e inccubus.

Ante tan abrumadora cantidad de demonios, Miguel y Azazel decidieron llamar a más ángeles para la batalla. En total, 10000 ángeles en contra de 15000 demonios. La batalla fue sangrienta y cruel. Muchos ángeles murieron en esa batalla. Azazel y los futuros Cadres fueron, junto a los que serían los Arcángeles, fueron los pocos supervivientes. Cuando regresaron al Cielo, Padre los vió masacrados, con muchas heridas, y alguno que otro estaba casi muerto. Ante esa mirada, Dios habló con preocupación.

–Hijos míos... ¿tan fuertes se han vuelto los traidores? –Padre pronunció consternado levantándose de su Trono y curando a sus hijos.

–Sí Padre... ha sido la peor batalla que hemos vivido desde el comienzo de nuestras vidas... –le contestó Miguel con lágrimas y con un claro SPT*.

*(SEPT: Síndrome de Estrés Postraumático. Un síndrome que suelen sufrir los soldados tras guerras muy cruenta o largas. Ej: IGM o Guerra de Vietnam)

–Ya me lo imagino Miguel. Azazel, quiero hablar contigo y con tus hermanos... –con tono entre severo y paternal le habló a Azazel y sus hermanos, Shemhazai, Kokabiel, Penemuel y Baraquiel.

–Sí claro Padre. Vamos hermanos. –contestó Azazel a su Padre a la vez que animaba a sus hermanos a acompañarle.

Mientras que los futuros arcángeles se iban de la sala del Trono, Azazel y los Cadres, fueron junto a Dios a una sala privada para reuniones, al lado de la sala del Trono de Dios. Una vez dentro de la sala, Dios se sentó en un sillón y comenzó a hablar a sus hijos.

–Azazel, Penemuel, Kokabiel, Shemhazai y Baraquiel. Tengo una misión para vosotros. –manifestó solemnemente El a sus hijos. Los mencionados prestaron atención. –Quiero que vayáis al Inframundo y conquisteis para vosotros una parte de él. Vamos a derrotarlos desde su terreno, da igual cuanto nos cueste, ya sean 100 años o 2000 años. Los derrotaremos. –declaró Padre soltando la noticia.

–¿Cómo se supone que lo haremos? –preguntó escéptico Azazel a lo dicho por su Padre.

–He escuchado que tenéis "amigas entrañables" y un cierto "amigo" ¿no es así, hijos míos? –preguntó Padre con una voz socarrona y curiosa.

–¿Cómo lo sabes? ¡Se supone que hemos sido cautos! –exclamó nervioso Kokabiel al pensar en su "amiga entrañable".

–Eso me da igual hijo. Sólo actuad como vuestro corazón os diga. Aún así, si superais una "cierta linea" perderéis la gracia que os di y caereis. Y eso precisamente es lo que quiero. Cuando caigais, dirigiros al Inframundo, tentad a vuestros hermanos, os doy carta blanca, y conquistad a los traidores. –explicó con sumo nivel de detalles El a sus hijos.

Sus hijos estaban sin palabras. ¿Podrán estar con esos humanos? ¿Quiére que caigan solamente para derrotar a los traidores?

–Si eso es lo que quiere Padre, eso se hará. –dijeron solemnemente los futuros Cadres con respeto.

–Amén. –declaró Dios colocando sus manos en posición de rezo y haciéndoles una reverencia.

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PALABRAS: 2767.

¡He vuelto! Tras casi un mes sin escribir nada aquí estoy. Os presento el primer O.V.A. de esta serie. Dentro de unos días tendréis el siguiente. (Con Lemon incluido).
Espero que os haya gustado este O.V.A. y nos vemos en el siguiente.
Atte.

E.S.Z.