Issei Hyōdō estaba atónito, sin palabras. ¿El era qué? ¿El Sekiryūtei? ¿Qué se supone que signifique eso?
Issei no dudó en preguntar a Yūma. Había comprendido, solo hasta cierto punto, que el grupo de personas que tenía enfrente no eran humanos: eran ángeles caídos, tenían plumas negras, a su parecer hermosas, como la noche misma. Pero ese título era muy extraño. ¿El Emperador Dragón Rojo?

-Disculpa Yūma-chan pero, ¿qué se supone que soy? -preguntó incrédulo el castaño a su "novia".

-Issei-kun, si quieres saber más acompáñanos a la iglesia de las afueras de Kuoh. Allí te explicaremos todo, absolutamente todo lo que quieras saber. ¿Vale? -le respondió Raynare con un tono suave y comprensivo. Ella sabía que para el joven castaño era un shock enterarse de todo el mundo sobrenatural, pero ella tenía la firme creencia de que si se lo explicaba ella con suavidad, quizás y solo quizá lo acepte y decida unirse a ellos.

Así que el grupo de Raynare junto con Issei fueron a la iglesia a las afueras de Kuoh, dicha iglesia llevaba casi 80 años sin usarse, aunque fuese construida hace 400 años.
Fueron a la iglesia cogidos de la mano, dándole Raynare a Issei confianza, diciéndole a Issei que todo saldrá bien si él la acompañaba en todo momento.

Tras estar media hora andando al fin llegaron a la vieja iglesia. Estaba en un estado de decadencia: las columnas que dividían la iglesia en tres naves están agrietadas y alguna estaba a punto de venirse a bajo. El altar, por extraño que parezca, estaba intacto. Las vidrieras que mostraban escenas de la pasión de Cristo y algún que otro Santo estaban rotas. Los bancos para sentarse estaban desperdigados por toda la iglesia. La pila bautismal estaba seca.

Cuando llegaron Issei se sentó en el primer banco, justo delante del altar, donde se colocaron Raynare y sus compañeros para poder explicar y revelar el secreto de este mundo a Issei.

–Issei-kun, ahora debes de estar atento a lo que yo y mis compañeros te vayamos a explicar, ¿de acuerdo? –ordenó Raynare a Issei, a lo que este afirmó pero no sin antes preguntar.

–Supongo que Amano Yūma no es tu nombre, ¿no? Entonces, ¿cuál sería tu nombre? –preguntó Issei a Raynare y a sus compañeros.

–Mi nombre es Raynare y mis compañeros son Kalawarner. –señalando a la peliazul que vestía una gabardina burdeos. –Mitelt, –señalando a la pequeña niña rubia vestida de sirvienta. –y Donasheek. –dijo señalando al hombre vestido como alguien salido de la década de los años 20 del siglo pasado.

–¿Así que Raynare eh? ¡Te llamaré Ray-chan! –el castaño estaba muy alegre por ese mote cariñoso. Raynare estaba que se moría de la vergüenza mientras que su compañeros se estaban riendo descaradamente de ella.

–Bueno, ahora que nos hemos presentado como realmente somos, es hora de que estés atento. Al principio, durante lo que los humanos llamáis Paleolítico, los seres sobrenaturales o cosas sobrenaturales como la magia no existía, simplemente no lo habíais descubierto. Con la invencion de los cultivos y la ganadería y el consecuente sedentarismo, el hombre descubrir la magia, pero aún no había seres sobrenaturales. Esta época la llamamos lo seres sobrenaturales "Earthland". Que duró aproximadamente desde el 10.000 a.c hasta el 4.000 a.c.

–¿Y por qué los prehistoriadores y antropológos no han descubierto restos de magia? –cuestionó el Sekiryūtei poniendo un dedo en su barbilla.

–No han descubierto restos de magia porque la magia no se fosiliza, no es un ser vivo ni una piedra. Es algo inmaterial. –explicó Donasheek mientras formaba una lanza de luz azul y la volvió desaparecer.

–Bueno, prosigo. ¿Qué pasó en el 4.000 a.c para que se pasase de etapa? Pues que nació el primer ser sobrenatural: An o Anu, dios del Cielo en la mitología sumeria. Después de él nacieron muchos otros dioses: Zeus, Endelovico, Thor, Amaterasu, etc. Pero vamos a centrarnos en la mitología sumeria. An y los demás dioses sumerios tenía a unos mensajeros, los llamados Annunaki. Estos eran seres con cuatro alas que enviaban mensajes entre la mitología sumeria y las demás mitologías, incluyendo también a los humanos. Uno de estos mensajeros era muy poderoso y astuto: se llamaba El.

–¿Quién es El? –preguntó el castaño intrigado.

–El, Issei es Dios, el Dios abrahámico; Elohim, Yahvé o Alá, como quieras llamarlo. –respondió Mitelt al castaño que se quedó con la boca abierta.

–El decidió un día independizarse de la mitología sumeria. Así que llamó a Abraham, ciudadano de la ciudad de Uruk, junto a toda su familia para llevarlo a una nueva tierra donde vivir: Canaan o Palestina. Allí Abraham se asentó con su familia y empezaron a adorar a El como un dios. Esto en el mundo sobrenatural se tomó muy mal ¿cómo un simple mensajero se había transformado en un Dios? Así que decidieron acabar con El. El no se quedó con los brazos cruzados y creo un ejército; los ángeles. Seres puros creados con la energía mágica de El. Entre estos ángeles estaban Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Luzbel entre otros muchos. Cuando las mitologías atacaron a El, se llevó a cabo una gran batalla que duró una semana. Al final El ganó y se independizó formando su propia facción: la facción abrahámica, en honor a su primer seguidor. ¿Por ahora lo vas entendiendo Issei-kun?

–Sí, por ahora no tengo dudas Ray-chan. –respondió el castaño a Raynare haciendo que se sonrojase levemente ante ese mote.

–Bueno, pues sigo yo. –tomó la palabra la mujer que vestía una gabardina burdeos, Kalawarner. –Tras esta gran batalla, los ángeles se dedicaron a cuidar a los humanos y a hacer milagros. Pero unos ángeles, estaban descontentos con El porque durante la gran batalla El no había participado, solamente se dedicó a meditar y a entrenar pues aún era débil. Estos ángeles descontentos eran Luzbel, Belzebuub, Leviathan y Asmodeus. Estos cuatros se rebelaron contra El seguros de 72 ángeles más, los pilares del Inframundo. El estaba triste de que sus hijos se rebelaran así que los mandó a todos al infierno para que fueran los gobernantes.
Muchos siglos después, los demonios decidieron atacar el cielo y conquistarlo pues sus Dios, Satán se lo habia dicho en un sueño a Lucifer. Durante esta guerra algunos ángeles empezaron pecar y cayeron del cielo: eran los ángeles caídos que, en un principio eran cinco: Azazel, Shemhazai, Barakiel, Penemuel y Kokabiel. No conformes, tentaron a algunos ángeles a caer, quedándose el cielo con un tercio de su población original, el otro tercio había seguido a los ahora Maōs y los 72 pilares. Entonces empezó la gran guerra civil en la facción abrahámica. Una guerra que ha tenido etapas de paz y etapa de conflictos. Ahora las tres facciones de la facción abrahámica están en una especie de Guerra Fría a tres bandas. ¿Lo entendiste todo hasta ahora?

–Sí Kalawarner-san. Pero tengo una duda. ¿Qué significa ser el Sekiryūtei? –preguntó Issei a la peliazul.

–Para saber qué es el Sekiryūtei tenemos que remontarnos a la alta Edad Media, momento donde estábamos en guerra. Sucedió que durante una gran batalla en las Islas Británicas, aparecieron dos dragones extremadamente poderosos, capaces de matar a un dios si se lo proponían: Draig Goch, el dragón galés, era un dragón rojo con ojos verdes que había nacido de un huevo en las montañas de Gales. El otro era Albion, el dragón blanco con ojos azules, este había nacido en Inglaterra y ambos estaban peleados por quien controlaba todas las islas Británicas. Durante su pelea se cruzaron con nuestros ejércitos y mataron a muchos demonios, ángeles y ángeles caídos. El creyó que eran muy peligrosos así que los mató y los encerró en unos artefactos que él mismo estaba fabricando: Las Sacred Gears. Estas son armas que se les daría a los humanos para que se defendiesen de los seres sobrenaturales. –explicó Kalawarner.

–Así que yo tengo el alma de u dragón de Gales dentro... ¿cómo la activo? –preguntó Issei emocionado por ver su Sacred Gear.

–Simplemente piensa en alguien muy poderoso. No tiene por qué ser real, puede ser un personaje ficticio. –habló Donasheek a Issei.

Issei en ese momento pensó en su personaje de anime favorito: Natsu Dragneel de Fairy Tail. Para él era alguien no solo poderoso sino también de admirar: protegia a sus seres queridos incluso si tuviese que morir en el intento. Así que chocó sus puños y gritó al aire "¡Estoy encendido!".
En ese momento, en su brazo izquierdo apareció un guantelete rojo con una gema verde en medio y con garras similares a las de un dragón.

–¿Esta es mi Sacred Gear? ¡Esta muy chula! ¿Qué puedo hacer con ella? –preguntó emocionado a más no poder Issei.

–Esa Issei-kun es la Boosted Gear, la Sacred Gear donde está sellado el dragón de Gales, Draig Goch, el primer Sekiryūtei. –explicó Raynare a Issei. –Te permite doblar tu poder cada 10 segundos y es capaz, con entrenamiento y perspicacia, matar a un dios.

Issei no podía estar más impresionado por su Sacred Gear: no todos los días te dicen que básicamente puedes matar a un dios. Entonces Issei miró a sus compañeros y preguntó.

–¿Y ahora qué hacemos? Acabo de despertar mi Sacred Gear. Tendré que entrenar ¿no?.

–Sí Issei-san. Es más, vamos a Grigory a presentarte a los Cadres y que ellos mismos te entrenen. ¿Estás de acuerdo? –dijo Donasheek a Issei el cual solo asintió con una sonrisa.

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Palabras: 1582.