Era una noche fría y lluviosa del 22 de septiembre cuando el Dr. Edward Holmes llegó de regreso a la ciudad en un tren. Había estado asistiendo a una conferencia en Edimburgo durante los últimos 3 días y estaba  exhausto, Muerto de pie .Ahora, solo quería regresar a su hogar y descansar.

Poco después llama un taxi y le dice la dirección al taxista, el Dr. Holmes se encuentra al frente de su casa adosada donde vive en 54 Walker Street.

"Hogar, dulce hogar", se dice Edward con una sonrisa cansada.

Camina hacia la puerta principal y está apunto de abrirla con la llave de su casa cuando noto algo extraño.

Sentada en la banca de la parada del autobús, a menos de 2 puertas de donde esta Edward está parado, hay una joven adolescente. Ahora bien, habían algunas cosas sobre esta imagen que preocupaba a Edward. Primero, ¿Dónde estaban los padres de la niña? ¿Qué estaba haciendo fuera tan tarde en a noche? ¿Por qué no se puso un abrigo? ¿En la Lluvia Torrencial nada menos?

Edward rápidamente camina hacia la joven. Cuando llega hasta ella, se quita la gabardina y la coloca sobre los hombros de la chica.

La chica salta asustada, y gira su cabeza y logra mirar a Edward

Edward,al ver el miedo en los ojos de la niña, desea asegurarle que no tiene malas intenciones "Tranquila Pequeña, No quiero hacerte daño"

Se sienta junto a ella , abre su paraguas sobre los 2 ,brindándoles un repiro del torrente.

"Ahi vamos,eso deberia bastar". Le da el paraguas a la niña que ahora esta agarrando un gran peluche de unicornio, con una sonrisa amable le dice "Ahora Bien, Pequeña ¿Que estás haciendo afuera con este tipo clima? A estas Horas".

La joven no responde, todavía seguia asustada para poder hablar.

"Bueno, ¿Y tus padres? "Edward le pregunta. "¿Saben que estás aquí?".

Esta vez, la niña niega con la cabeza, lo que hace que Edward pregunte." Y por qué?"

"No tengo ninguno, Señor". La chica finamente dice, su voz lleva una nota triste mientras dice esas palabras.

Edward siente una punzada en su corazón ante las palabras de la chica. Si bien perdió a su madre cuando era muy joven, todavía tenía nada de eso.

"¿Pero tienes un Guardian, Tutor? ¿Alguien que te cuide?"

La niña asiente con la cabeza.

"Bien, bien. Y,¿ dónde están?"

Ante la pregunta, la niña comienza a llorar, "N-no lo sé, señor"

Edward mete la mano en ek bolsillo de su abrigo y saca un pañuelo, que le da la chica. "Ahora, ahora. No hay necesidad de eso. Todo va a estar bien"

Después de que la niña se suena la nariz y se calma un poco, Edward se pone de pie y le tiende la mano a la niña para que la tome."Ahora, vamos a sacarte de este clima espantado". señala hacia su residencia, "mi casa está justo ahi abajo, ¿vez? Entonces, ¿qué te parece si te traemos algo caliente para beber y luego puedes decirme la dirección de tu tutor para que podamos llamarlos y que te puedan venir a recoger," ,¿okey?"

Tomó unos minutos más de convencimiento antes de que Edward pudiera hacer que la misteriosa chica con el unicornio de peluche lo siguiera. Él comprende su renuencia, pero como Doctor en medicina, no podría perdonarse a si mismo si simplemente hubiera permitido que la niña se quedara afuera bajo la fría lluvia y tuviera hipotermia. El hecho de que la niña aún no lo haya atrapado en sí mismo.

Abre la puerta principal de su casa y rápidamente hace pasar a la niña dentro. La entrada A su casa parecía una sala de espera, con cómodos asientos a cada lado para los pacientes que esperan. delante de ellos se encontraba una escalera que conduce al segundo piso, mientras que a la izquierda más allá de la "sala de espera" se encuentra la sala de estar que también conecta con el comedor y la cocina.

Edward aplaude, "¡Espera un Momento!, Déjame encender la chimenea, luego de eso, nos preparare a los 2 unas tazas de té , ¿Que dices?", Le pregunto a la Joven.

La niña asintió tímidamente con la cabeza

"¡Esplendido! ¿Por que no te sientas en el sofá de allí ?", Dice Edward señalando un cómodo Sofá que se encuentra en el centro de la sala de estar, con una mesa de café enfrente de el.

La joven se sienta en el gran sofa de la sala de estar, observando como Edward enciende el fuego y luego aviva las llamas, con los ojos asombrados y con curiosidad.

Despues de encender el fuego Edward se da la vuelta para ver a la misteriosa chica que lo observa. "El sonríe, Nunca me presente, ¿Verdad? Mi Nombre es Holmes, Edward Holmes. ¿Y cual es el tu nombre?

La Niña No responde, Haciendo que Edward suspire: "Bueno, Sera mejor vaya a hervir el agua" 

Comienza a caminar a la cocina cuando escucha a la chica decir algo. "¿Que fue eso?" El pregunta

"Unicorn. Mi nombre es Unicorn". Dijo la Niña Suavemente con su peluche en brazos.

Edward Sonríe, "Encantado de Conocerte Unicorn".