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21: Tensión

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Después de una tarde tan insoportablemente tranquila, lo único que JongIn estaba pidiendo a gritos era la hora de la salida para poder ver a KyungSoo.

El bajito le había aceptado la salida y habían quedado de verse por la tarde afuera del trabajo, así que aprovechando que ChanYeol andaba haciendo no sabía cuántas cosas como Chen le había dicho, JongIn abusó de su jefe y se metió al pequeño cuarto que tenía en la parte superior del negocio para tomar una ducha.

ㅡ Ponte guapo wey, que hoy toca... ㅡ Chen le había dado unas palmaditas en la espalda con esa sonrisa gatuna suya, haciendo que JongIn rodara los ojos por lo descarado que era.

Pero a la vez, pidiéndole al señor que sí, que su mejor amigo tuviera un poquito de razón y que le fuera muy bien esa noche para poder cerrar la semana con broche de oro.

Hacía un par de semanas que no iba al club a bailar, y también extrañaba un poco eso, sacudir el esqueleto era uno de sus pasatiempos favoritos después de todo. No, JongIn no se podía mentir, en realidad él amaba bailar, amaba sentir la adrenalina que le ocasionaba la música fluyendo por su cuerpo, haciéndolo sentir que se fundía a cada ritmo y que de él emanaban esas energías que lo hacían danzar sin pudor alguno.

JongIn amaba bailar y esperaba algún día poder lograr ese sueño suyo que tenía cuando llegó a la gran ciudad, como lo era el entrar a una buena academia de baile. Ojalá todo hubiese sido tan sencillo; quizá en un universo paralelo hubiese estudiado en la misma universidad que KyungSoo y ahí lo hubiese conocido, quizá estaban tan destinados que ahí se hubiesen enamorado.

O quizá no.

JongIn se pasó las manos por su cuero cabelludo, con los ojos cerrados mientras sentía el agua correr libremente por su cuerpo desnudo, sintiendo con cada gota repicando sobre su piel dorada la libertad que tanto amaba.

Y frunció el ceño mientras pensaba en todas esas infinitas posibilidades, pensó que quizá se hubiesen enamorado, quizá lo hubiese seducido en uno de los pasillos de la universidad. JongIn se pasó la mano por el pecho, bajando lentamente y de manera traviesa por su estómago plano y descendiendo hasta la base de sus caderas, con el jabón en la mano mientras disfrutaba del suave toque de las puntas de sus dedos.

Pensar en KyungSoo sonriéndole mientras se tocaba a sí mismo lo hacía enloquecer, lo hacía sentir que su cuerpo hervía y que el agua podía evaporarse en cualquier momento, así que se pasó la mano por la entrepierna para apaciguar un poco las ansias mientras se refregaba a sí mismo.

Y después tragó saliva, porque quizá si él no existiera en ese universo, si KyungSoo no hubiese llegado por casualidad a El Dorado, quizá estaría saliendo con ese chico ricachón y engreído que varias veces se había topado ya. Y el simple hecho de imaginar a KyungSoo de la mano de ese fulano lo hacía temblar y no precisamente por la sensación de su mano acariciando sus glúteos y sus piernas, sino por la rabia que le embriagaba de solo pensarlo.

Disfrutar de una ducha nunca estaba demás, pese a que se suponía que debería ser rápido para no ser sorprendido en caso de que Yeol regresara de improviso, aunque Chen le había repetido que seguramente estaría por ahí muy ocupado como para regresar a cerrar el negocio.

Cuando salió de bañarse, JongIn se encargó de secarse apropiadamente, delimitando su cuerpo delgado con la toalla y relajándose mientras se veía al espejo. Se apresuró a comenzar a cambiarse y cuando se colocó la camisa de manga larga en un tono oscuro, se dio cuenta que se veía bastante guapo.

Seguro a KyungSoo le gustaría.

Se mordió el labio inferior y suspiró, animándose a sí mismo con imágenes mentales de la reacción del bajito cuando lo viera.

Se apresuró a recoger su overol de mecánico y bajó cuidadosamente, cerciorándose de que no quedara nada en el cuarto y de haber recogido todo lo mejor posible para que Yeol no se molestara.

Y cuando finalmente bajó las escaleras, JongDae ya se había encargado de cerrar casi por completo.

ㅡ Ay wey, ya bañado pareces otro ㅡ Chen se echó a reír mientras que Kai llegaba a él y le daba un golpe con el puño en el brazo, haciéndolo quejarse un poco de dolor ㅡ Ya te dije que tienes la mano pesada.

ㅡ Y no quieres saber qué otras cosas tengo pesadas wey, así que tranquilo.

ㅡ Ah no mames no, reserva todo para tu chico.

JongIn se echó a reír y ambos tomaron sus cosas, listos para salir finalmente de su horario de trabajo, se apresuraron a cerrar con llave y cuando el moreno se dio la vuelta, se sobresaltó dando un brinco al ver a LuHan tan cerca.

ㅡ JongInnie... creí verte desde el otro lado de la calle. ㅡ El muchacho de ojos brillantes y de piel albina le sonrió, mientras que Chen fruncía considerablemente el ceño.

ㅡ ¿JongInnie? ㅡ Chen arrugó la nariz a escucharlo y cuando lo observó finalmente, rodó los ojos.

El aludido tragó saliva y sonrió un poco nervioso mientras que LuHan reía ampliamente.

ㅡ El otro día te fuiste, parecías apurado...

ㅡ ¿En serio lo piensas? ㅡ Chen interrumpió sin que lo llamaran y después se hundió de hombros, girándose para revisar que todo estuviera bien con la cerradura, quizá ese chino fuese de la mafia y se acercó a ellos con el plan de distraerlos para que no cerraran bien y en la noche los robaran; Chen no se podía dar ese lujo, no señor.

ㅡ Si bueno... pasa que

ㅡ Kim JongIn.

Cuando la voz de KyungSoo se escuchó de aquella manera tan fría, JongIn cerró los ojos porque definitivamente no podía tener más mala suerte. LuHan se giró para observar al recién llegado y su mano alcanzó el brazo de JongIn mientras sonreía.

ㅡ KyungSoo...

ㅡ Ya te cayeron wey, por pendejo.

El bajito frunció el ceño al escucharlos y se apresuró a dar un par de pasos, acortando la distancia que los separaba para colocarse en medio de JongDae y de JongIn, mientras que su mano posesiva se apoderaba de la mano de su novio y entrelazaba los dedos con los suyos.

ㅡ Estaba esperándote para ir a cenar, como prometiste. ㅡ La voz de KyungSoo sonó ruda y JongIn tragó saliva mientras asentía, sabiendo lo que tenía que hacer en ese momento.

ㅡ LuHan, este es mi novio KyungSoo, KyungSoo... LuHan es un chico que conocí hace mucho.

JongIn los presentó finalmente como debía y KyungSoo infló el pecho cuando escuchó que el moreno lo nombraba como su novio. Sintiéndose un completo pavorreal sobre lo que era ese bailarín del taller de enfrente.

ㅡ Ah, JongInnie no me había hablado de ti. Soy LuHan, compartí departamento con JongIn por un tiempo.

ㅡ Hace mucho, mucho tiempo ㅡ aclaró JongIn con una sonrisa especialmente nerviosa.

El bajito asintió mientras repasaba con la mirada a su contrincante, si es que se le podía llamar así a aquel resbaloso, porque KyungSoo no creía que pudiera llegar ni a eso, después de todo, JongIn estaba con él.

ㅡ JongIn no me ha hablado de ti, no tenemos mucho tiempo para hablar cosas irrelevantes. ㅡ KyungSoo sonrió con franqueza y tomó a JongIn por la cintura, al que se le sonrojaron las mejillas casi al instante cuando escuchó la crudeza en las palabras de su novio ㅡ ahora si nos disculpas, iremos a cenar, entre otras cosas.

Chen soltó un chiflido cuando escuchó al más bajito y asintió, levantando sus pulgares para dar su aprobación mientras que los otros se dirigían al auto de KyungSoo para irse.

ㅡ Yo que tú, no me metía en problemas... ese está chiquito pero picoso, y no quieres que te deje un ojito moradito.

LuHan frunció el ceño y después resopló, a la par que observaba a JongIn y a KyungSoo irse por calle arriba y a JongDae darse la media vuelta.

ㅡ Pero yo solo estaba saludando a mi amigo...

LuHan hizo un puchero infantil que a Chen le pareció poco le quedaba y negó en un gesto al escuchar su voz infantil, porque ese de niño bueno no tenía absolutamente nada.

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ㅡ JongDae...

La voz de MinSeok lo hizo sentir extraño, le había hablado justo después de abandonar el taller, insistiendo en que necesitaba verlo, así que Chen había aceptado inmediatamente y le había dicho que le dijera donde pasar a buscarlo.

Por eso, unos minutos más tarde, JongDae se encontraba sentado en el asiento copiloto de su novio, con la vista puesta sobre el vidrio mientras el semáforo les daba unos cuantos minutos en los que ambos se habían sumergido en completo silencio.

El silencio que hacía sentir a JongDae demasiado incómodo, porque sabía de alguna manera, por la expresión inquieta de MinSeok, que algo había pasado, así que había estado repasando mentalmente lo que había hecho desde la última vez que se vieron, para ver si es que había metido la pata en algo o no.

Pero no podía recordar nada más que tener a MinSeok desnudo gimiendo su nombre, y eso echaba a volar su imaginación que quería apagar en ese momento, porque no era hora de ponerse caliente si es que su novio tenía algún problema o si tenía algo que reclamarle.

Cuando levantó la mirada, JongDae observó la calle y le resultó demasiado conocida, así que tragó saliva cuando finalmente MinSeok se detuvo a las afueras de su edificio de departamentos y se secó el sudor de las manos en los pantalones, sin poder terminar de creerse que se sintiera tan nervioso porque él no había hecho nada malo.

ㅡ ¿Sucede algo, MinSeokkie? ㅡ se animó a preguntar cuando vio que el mayor se quedaba en completo silencio.

ㅡ Quería hablar contigo... pero no quería hacerlo por teléfono ㅡ confesó con dejos de nerviosismo impregnados en su tono de voz.

JongDae asintió lentamente y esperó, esperó a que MinSeok fuera capaz de decir eso que al parecer le estaba costando mucho trabajo.

ㅡ Bueno, creo que no te he comentado mucho sobre mi familia todavía...

ㅡ No... no me has hablado mucho de mis suegros ㅡ JongDae sonrió un poco para intentar amenizar el pesado ambiente, pero se dio cuenta de que no fue realmente lo mejor que pudo haber hecho.

Las manos de MinSeok se aferraron entre sí, entrelazando sus propios dedos mientras respiraba profundamente, tomando el valor necesario para proseguir, porque sentía el pecho hecho un nudo, sentía que algo en el pecho le ardía y que la ansiedad iba a terminar con él.

ㅡ Mi papá es algo tosco... y bueno, no está muy contento conmigo desde que dejé la facultad de Derecho; siempre había querido que su hijo sacara buenas notas, se graduara, heredara el grupo familiar y tuviera un matrimonio provechoso.

JongDae asintió en completo silencio al escucharlo, comprendiendo un poco mejor la tensión que parecía rodear a su novio por completo.

ㅡ Y bueno, ni seré abogado, ni me casaré en un matrimonio provechoso y definitivamente ya no sé si heredaré algo.

ㅡ ¿Eso te preocupa? ㅡ preguntó Chen con seriedad en sus facciones gatunas.

MinSeok negó apresuradamente y suspiró.

ㅡ En realidad no, creo que puedo trabajar en algo y conseguir dinero, pero mi papá quiere que deje la academia de canto, apenas había comenzado este semestre, es algo que me gusta mucho, KyungSoo me convenció para ingresar.

La voz de MinSeok se quebró por completo con cada palabra que decía, sintiendo todo su interior temblar a la par que sus bonitos ojos expresivos se llenaban de lágrimas sin poder hacer nada para evitarlo.

JongDae, que había estado observándolo todo el tiempo, apresuró su mano hacia las suyas y tomó una de ellas, atrayéndola hacia él para abrazarla con calidez contra su pecho. MinSeok se echó a llorar en el momento en que JongDae depositó un pequeño beso sobre el dorso de su mano, y su novio le repitió en voz baja que estaba bien si lloraba, que podía hacerlo con libertad.

Las manos de Chen eran gloriosas, lo envolvieron y lo atrajeron contra su pecho mientras que él se entregaba al llanto y el mecánico le acariciaba la espalda con detenimiento.

ㅡ Llora MinSeokkie, Chenchen está aquí para ti ㅡ pronunció con cierta delicadeza y MinSeok se acomodó sobre su pecho con la incomodidad que el auto les brindaba.

ㅡ Yo en verdad... ㅡ la voz de MinSeok salió entre cortada ㅡ en verdad quiero seguir en el canto.

ㅡ Ya encontraremos una forma, no te preocupes ㅡ JongDae lo consoló, a sabiendas que quizá no podría cumplir sus palabras, porque ni siquiera había podido alcanzar ese sueño suyo de pararse en un escenario de verdad. ㅡ Hey, ¿quieres ir a mi casa?

MinSeok se rio ante la pregunta y se separó de él, limpiándose las lágrimas para observarlo mejor.

ㅡ No todo termina en sexo en esta vida JongDae...

ㅡ Oye yo no dije que tuviéramos sexo MinSeokkie... dije que si querías ir a mi casa ㅡ Chen sonrió maliciosamente mientras negaba ㅡ eres un sucio, eso es lo que pasa.

ㅡ Si claro... está bien, vamos.

ㅡ Me encanta cuando te resistes ㅡ Chen le guiñó un ojo y se dispuso a abrir la puerta, mientras que MinSeok rodaba los ojos y se bajaba del auto también.

El menor observó a unos chicos que eran bien conocidos por andar en malos pasos, pero que eran en el fondo buenas personas; les saludó con un gesto de mano y todos asintieron al unísono.

ㅡ Qué onda TaeYong, te encargo que nadie me raye el carrito de mi novio wey...

ㅡ Simón Chen hyung, tú déjanoslo a nosotros ㅡ El chiquillo que traía el cabello de un color bastante extravagante, se llevó un cigarrillo a la boca mientras se reía. ㅡ Linda máquina.

ㅡ Y es mío wey... ㅡ Continuó Chen, refiriéndose a MinSeok.

Los otros chicos que estaban acompañando a TaeYong chiflaron largo mientras veían a MinSeok contonear las caderas hacia la entrada del edificio.

ㅡ Diviertete mucho, Chen hyung, eres admirable.

ㅡ Gracias Ten, no se desvelen ni fumen tanto, les va a fundir el cerebro esa madre.

Los cinco chicos asintieron y JongDae se dio la vuelta, para ir a alcanzar a su amor, después de todo él era conocido en el barrio y lo respaldaban como para que nada le pasara al coche de su novio.

Esas eran buenas influencias y no fregaderas, y él iba a dedicarse a consolar a su novio, que necesitaba los mimos más especiales esa noche.

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Las manos de SeHun temblaban sobre el volante, tenía al menos media hora estacionado en aquella calle que ya conocía bastante bien, no hacía frío, pero sin duda alguna estaba más que nervioso.

Había decidido hacer algo, ponerle punto final a aquella historia que había comenzado hacía unos años, y decirle adiós a JunMyeon pese a que le doliera demasiado, pero ahora que estaba ahí, afuera de la casa de su exnovio, SeHun ni siquiera podía atreverse a bajarse del automóvil.

Se había dado contra el volante un par de veces, mientras respiraba profundamente para armarse de valor, pero lo cierto era que no se sentía ni por asomo, mucho mejor.

Por el contrario, todo en su interior, especialmente su corazón, le decía que no podía seguir así, que fuera el hombre que verdaderamente era y que luchara por JunMyeon, pero él mismo se desanimaba pensando que no se podía luchar por alguien que no lo quería.

Y así, entre tantos divagues en sus pensamientos nublados por todos aquellos sentimientos, SeHun dejó pasar el tiempo que parecía volar, haciendo que el atardecer muriera en el horizonte, mientras él recordaba los buenos tiempos de su relación con su hyung.

SeHun sabía que él tenía muchas cosas que mejorar, comenzando por su actitud pedante y su mala disposición para salir a la calle y mezclarse con esas personas que siempre le habían dicho que no valían la pena, pero que al parecer había terminado siendo el único de sus amigos que lo pensaba así.

Porque todos estaban saliendo con esa clase de gente y aunque él intentara no sonar despectivo, terminaba siéndolo incluso en sus pensamientos, lo cual lo hacía sentir un poco frustrado. Incluso JunMyeon lo había dejado por ese chino pobretón. Y le dolía el corazón que lo hubiera cambiado por un naco como ese.

Fue a eso de las nueve de la noche cuando el portón de la colosal casa de JunMyeon se abrió y SeHun se sobresaltó cuando observó el auto de JunMyeon salir. El corazón le retumbó en el pecho y no pudo evitar sentir que tenía que hacer algo en ese momento, o dejarlo pasar para siempre.

Así que sin pensarlo ni un instante, SeHun abrió la puerta del coche y se bajó apresuradamente, mientras que JunMyeon se detenía justo frente a su auto y apagaba el coche.

El mayor parpadeó para ver si no es que estaba soñando, porque SeHun estaba afuera de su casa y no solo eso, sino que venía directamente en su dirección. El menor se apresuró a tocarle la ventanilla con los nudillos y con firmeza lo observó a través del cristal.

Se notaba sorprendido con su presencia, pero pese a que esperaba que solo bajara la ventanilla, JunMyeon abrió la puerta del auto y se bajó para terminar con todo aquello de una buena vez.

ㅡ ¿Vas a algún lado, JunMyeon hyung? ㅡ Soltó SeHun e inmediatamente se arrepintió, apretando las manos hasta hacer sus nudillos blancos, porque él no era quién para interrogarlo.

ㅡ Un amigo me invitó a cenar...

Cuando lo escuchó hablar, SeHun supo que no se trataba de cualquier amigo, que se trataba de ese chico bailarín que él tanto detestaba por meterse como la mugre en su relación.

Sin embargo, a sabiendas de que no era quién para reclamar, SeHun por primera vez en mucho tiempo, quizá por primera vez, bajó la mirada ante JunMyeon y simplemente asintió.

ㅡ Espero que pasen una bonita velada.

Y la voz de salió más rota de lo que esperaba, tragando saliva para evitar que todo lo que sentía se acumulara sobre sus lagrimales, porque quería conservar un poco de la contada dignidad que le quedaba.

ㅡ SeHunnie... ㅡ JunMyeon se aclaró la garganta, con el corazón golpeteando en el interior de su pecho, mientras sus labios se fruncían de dolor al verlo así, al verlo ahí, doblegándose ante él por primera vez y haciéndolo sentir más miserable de lo que ya se sentía.

Porque JunMyeon no podía evitarlo y lo quería, lo quería tanto que no sabía que podía querer así alguna vez.

ㅡ ¿Sabes hyung? Hubiese sido bueno que al menos me lo hubieses dicho de frente ㅡ SeHun levantó la vista, con un nudo en la garganta creciendo cada vez más.

ㅡ Lo siento...

ㅡ No quiero que vayas... ㅡ SeHun se aferró a su propio abrigo mientras lo observaba directamente a los ojos, sintiendo que algo le quemaba en el pecho y que era su momento decisivo ㅡ No quiero que vayas a verlo. Quiero que te quedes conmigo.

ㅡ SeHunnie...

ㅡ Quiero que me des la oportunidad de ser diferente contigo hyung, no pienso reprocharte tus malos gustos, lo prometo. ㅡ SeHun le dedicó una mirada llena de súplica.

Y JunMyeon no supo qué hacer, su corazón estaba martilleando dentro de su pecho, porque ese era su SeHun, su pequeño SeHun que lo había enamorado con sonrisas traviesas y besos candentes, con sus manos que lo sostenían firmemente y sobre todo, con el corazón de oro que realmente tenía.

SeHun podría ser un niño malcriado, pero en el fondo, JunMyeon sabía que podía ser un buen hombre, que lo era todo en su vida y que hacía mucho más de lo que pensaba le había entregado definitivamente su corazón.

No había querido verlo para terminar con todo aquello porque sabía que no podría hacerlo, porque amaba a SeHun y lo que menos deseaba en realidad era justamente eso; dejarlo de lado. Pero SeHun necesitaba poner de su parte, necesitaba madurar.

JunMyeon tragó saliva, nervioso por la repentina cercanía entre ambos, porque no se percató de cuando fue que SeHun había acortado la distancia.

ㅡ Si te vas ahora con él... no voy a volver a molestarte.

SeHun se aproximó otro poco, inclinándose lo suficiente para hacerlo estremecer, con la tensión creciendo entre ambos porque podía ver ese brillo en los ojos de su amado que le decía que no se fuera, que se acercara un poco más.

ㅡ Pero si te quedas... no vas a arrepentirte.

JunMyeon cerró los ojos al instante, dejándose seducir por aquella voz varonil que lo engatusaba, esperando con el corazón acelerado el paso final, ese que SeHun no tardó demasiado en dar cuando sus manos lo tomaron por su cintura y se acercó a él, rozándole la nariz con la suya para dejar que sus labios se apoderaran de los suyos.

No fue un beso suave, fue todo lo contrario, fue candente, con roces desesperados, necesitados de atención en cada segundo transcurrido, en cada movimiento frenético que los impulsaba a jadear mientras las manos de ambos se enroscaban en sus cuerpos con una habilidad inigualable.

JunMyeon lo abrazó por el cuello y se dejó hacer por los labios de SeHun, que lo convencían con cada movimiento, con cada invasión de su lengua a su cavidad bucal de que estaba haciendo lo correcto, de que su corazón no podía estar más satisfecho que en ese momento, cuando su cuerpo se pegó a la puerta del auto y SeHun se restregó contra él de manera necesitada.

Con la respiración acelerada ambos se separaron, observándose a los ojos brillantes del otro, con las mejillas un poco sonrosadas mientras recuperaban el aliento.

ㅡ Te amo, JunMyeon hyung, en verdad lo hago.

ㅡ También te amo, niño mimado.

ㅡ Pero soy tu niño mimado hyung, tuyo y de nadie más.

JunMyeon asintió con las mejillas arreboladas, y se dejó besar otra vez, porque quizá estar enamorado de SeHun era simplemente radiante, pero la tensión después de una reconciliación era definitivamente algo que necesitaba despejar.

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Notas:

¡A que no se lo esperaban!

De seguro esperaban que actualizara el próximo mes :v pero no...

Básicamente ya tengo planeado todo de esta historia, por capítulos y todo -mira, hasta ahora me pongo ordenada- Y bueno... dije que iba a seguirla hasta el final 💕

Espero que les haya gustado este capítulo ~ yo tuve muchos problemas con el SeHo pero en lo personal -aunque me lo sugirieron- yo no quería separarlos, así que bueno, espero que les haya gustado xD... además necesitaba poner a KyungSoo bien perritz defendiendo lo suyo, pues oye ya hacía falta~

Gracias a las personitas que pese a que me tardé en retomar esta historia, siguen dándole amor a mis personajes y siguen apoyándola, estoy muy agradecida ❤

Nos vemos en el siguiente, no digo cuando pero será pronto.

Pd: ¿Vieron los MMA? ¡Se notó mucho la diferencia! Incluso los chicos se veían más animados que con el ambiente de los otros premios; me encantaron, para mi siempre serán ganadores, pero no desmerito el trabajo de los demás artistas.

Sigamos apoyando a los chicos y dándoles amor~

Besos posholatosos

🌠Ary.

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