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15: Problemas en el paraíso

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ㅡ Lay...

La voz de Kris era hasta cierto punto profunda y demandante, esparciéndose como eco por toda la habitación en la que los trabajadores dejaban los últimos toques para la gran inauguración del nuevo taller.

El olor a pintura fresca inundó por completo las fosas nasales de YiXing, que respiró profundamente porque bueno, le gustaba mucho el olor que desprendía de las paredes recién pintadas.

El aludido escuchó su nombre y perezosamente se levantó de su lugar, caminando a paso lento hasta donde YiFan se encontraba sentado. YiXing esbozó una pequeña sonrisa al observar a ZiTao sentado en las piernas de YiFan, acordándose de los tiempos en los que el patrón se la pasaba un poco indeciso sobre su relación con el muchacho.

Y es que ZiTao era de una familia más adinerada que la de Kris, como lo llamaban sus encargados en general, lo había conocido a la salida de una escuela cuando su auto casi lo arrolla por atravesar la calle sin poner mucho cuidado.

ZiTao se había puesto a alegar con él y bueno, al parecer eso a YiFan lo había encendido, porque no le importó ponerse en plan de conquista con un chico que no solo era ocho años menor, si no que era también menor de edad.

YiFan lo conoció cuando tenía veinticuatro años, estaba en el esplendor de su juventud y ZiTao podría considerarse un niño, un muchacho en crecimiento, con tan solo dieciséis años cumplidos, pero claro que eso no lo detuvo a la vez de responder a las miradas coquetas del chino.

Kris era conocido por su atractivo y por su peculiar y fría forma de ser con casi todo el mundo, menos con ellos. ZiTao se había ganado el corazón de su novio de una manera esplendorosa y rápida, e incluso podría decir que lo mangoneaba a su gusto de vez en cuando, porque YiFan siempre terminaba cumpliendo cada uno de sus caprichos caros.

ㅡ ¿Llegó la mercancía? ㅡ YiFan preguntó, recibiendo con su mano a ZiTao, que se acomodó sobre una de sus piernas abiertas y se abrazó de él por el cuello.

ㅡ Si jefe, ya está todo listo, solo falta acomodar y que la pintura seque.

YiXing asintió repetidamente y prefirió mirar hacia otro lado, hacia el piso o hacia sus zapatos baratos cuando observó a ZiTao dejar que sus labios recorrieran el mentón de YiFan con mucho apremio.

¡Ah!

YiXing suponía que tener un novio fijo sería algo increíble algunas veces, no sólo salir por ahí a ligar y a tener encuentros de una sola noche. A YiXing le gustaba divertirse, le gustaba bailar y le gustaba pegar su cuerpo al primero que encontrara para pasar un buen rato, y si se dejaba pues las cosas avanzaban.

Él agarraba parejo, no le importaba mucho si era un compañero o una compañera quien le amenizaba la noche porque bueno, a él le gustaban las dos cosas.

Claro que esa vida no le había llevado a nada bueno en China, por eso decidió comenzar desde cero, según él, ahora que estaba comenzando una nueva vida en otro país. Nuevo país, nueva persona, como él solía decir.

Fuera Lay o YiXing, quería comportarse a la altura y conquistar algún bombón que le llenara de satisfacción, y lo cierto es que hacía tiempo que estaba saliendo con un muchacho que también había llegado de China y ambos se entendían bastante en cuanto a sus gustos sobre la cama.

Pero desgraciadamente fuera de ella tenían algunos problemas que YiXing pensaba no tenían remedio alguno, porque a Lu Han, como se llamaba el chino con el que vivía actualmente, le gustaba la vida cara y él no tenía muchos wons para complacerlo.

ㅡ Entonces yo creo que pasado mañana podemos comenzar. ㅡ Kris habló, sacándolo se sus pensamientos en los que constantemente se perdía.

YiXing asintió en silencio, sonriéndole a su jefe para darle a entender que lo había escuchado todo.

ㅡ Tao y yo nos encargaremos de los detalles de la propaganda... ¿Verdad, bebé? ㅡ  YiFan se giró lo suficiente como para que sus labios besaran los labios delgados de su moreno novio y después se acomodó sobre su cuello para besarlo nuevamente.

ㅡ Sí gege... nosotros nos encargamos. ㅡ La voz de ZiTao salió entre risitas coquetas, mientras se mordía el labio inferior y disfrutaba de las caricias de los labios de su novio sobre su cuello.

ㅡ Bueno, entonces me retiro...

ㅡ Sí... igual si tienes amigos, puedes traerlos, entre más gente mejor.

ㅡ Si jefecito...

YiXing prefirió darse la vuelta que seguir observando cómo comenzaba su jefe a ponerse caliente y meloso enfrente de todos los demás, que se mantenían enfocados en su trabajo, pero que a final de cuentas estaban ahí.

YiXing no tenía a nadie a quien invitar, porque bueno, no podía ser tan descarado como para decirle a Kai, de El Dorado, que se diera una vuelta a la gran apertura del taller que lo dejaría sin trabajo, no... YiXing no era tan tonto como para pedirle algo así.

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ㅡ Papi rico, me calientas más que el comal de las tortillas...

SeHun rodó los ojos al escuchar el comentario y respiró profundamente, intentando mantener la calma mientras elegía el atuendo apropiado para usar ese día.

Su closet era enorme, y eso le encantaba porque tenía variedad de camisas y pantalones en colores y estampados, sin contar con los zapatos y los accesorios como los lentes oscuros que siempre le gustaba cargar con él, porque no le gustaba que la luz del sol encandilara sus preciosos ojos.

ㅡ JunMyeon hyung...

ㅡ ¿Sí?

JunMyeon parpadeó con coquetería y se dejó caer sobre la amplia cama de su novio mientras se ponía en una buena posición que le dejara observar con lujo de detalles los movimientos de SeHun.

El muchacho, cubierto únicamente con una toalla en la cintura, cubriéndole sus atributos masculinos y parte de sus torneadas piernas, se movía de un lado a otro en el closet mientras que JunMyeon se mordía el labio inferior y suspiraba porque su novio estaba buenísimo.

ㅡ Te doy y no consejos, bebé... ㅡ  exclamó sin poder evitarlo, pese a que sabía que a su novio no le gustaba para nada que dijera sus intentos de piropos sucios.

SeHun lo ignoró mientras descolgaba una camisa rosa pastel de la parte superior del armario y con parsimonía estiraba el brazo para dejar el gancho en su mismo lugar, haciendo que sus músculos de la espalda se marcaran, porque bueno, Oh SeHun le dedicaba cierto tiempo al gimnasio.

Sabía cuánto le gustaba a su hyung que tuviese su pack de cuadritos entre otras cosas, JunMyeon se deshacía de solo admirar su cuerpo y él se sentía satisfecho de ponerlo caliente con que solo echara un vistazo.

Sin embargo, prosiguió con su tarea mientras que JunMyeon refunfuñaba sobre la cama porque bueno, era un poquito caprichoso también, ya que le gustaba decirle cosas al menor para ver sus reacciones, que casi siempre eran las mismas.

Fue mientras que dejaba caer su frente sobre una acolchada y suavecita almohada, rindiéndose al hecho de que su novio no le haría caso a sus bonitos piropos, que su teléfono comenzó a sonar, haciendo que levantara la vista hacia el aparato que había dejado de lado.

JunMyeon estiró el brazo mientras suspiraba y observó un peculiar contacto en su pantalla principal. Frunció ligeramente el ceño y tragó saliva porque bueno, en realidad no se esperaba que le llamara.

Decidió que no tenía nada de malo contestar así que deslizó su dedo índice sobre la pantalla para hacerlo, mientras se erguía lo suficiente como para sentarse sobre la cama.

JunMyeon se mordió la mejilla interna mientras se llevaba el teléfono cerca de su rostro.

ㅡ ¿Sí?

La voz del otro lado de la línea no le sorprendió y solo esbozó una diminuta sonrisa en sus perfectos labios mientras asentía como si estuviera hablando con esa persona físicamente.

ㅡ Claro que te recuerdo, ¿Sucede algo? ㅡ  preguntó JunMyeon mientras hacía un puchero con sus labios. ㅡ Oh si, supongo que podría darme una vuelta...

SeHun arrugó el ceño, dejando lo que estaba haciendo porque bueno, le parecían extrañas las palabras de su hyung.

No era como si supiera exactamente cómo se comportaba, aunque en realidad sí que sabía cómo era, cada centímetro de su piel explorada. Pero no era hora de ponerse a pensar en eso, si no en la llamada misteriosa que estaba teniendo.

JunMyeon estaba un poco nervioso, casi imperceptible, pero SeHun podía saberlo incluso con el pequeño, diminuto pedazo de frente un poco arrugada subre sus cejas bonitas, por la manera en que asintió como si estuviera un poco nervioso, sin contar con que había tragado saliva, como si tuviera un nudo en la garganta.

Y con curiosidad decidió aproximarse, con la ropa que había elegido para dejarla sobre la cama aunque no era lo habitual en élhacerlo así, y se sentó al lado de su hyung mientras observaba disimuladamente sus manos sobre su pantalón.

Estaba estudiándolo, SeHun se propuso estudiar el lenguaje corporal de JunMyeon, observar detenidamente sus gestos, sus movimientos suaves y nerviosos. Eso era, estaba nervioso, se sentía aunque fuera un mínimo de nervioso y eso de alguna manera lo hizo sentir extraño.

ㅡ Si bueno, entonces pasaré por ahí mañana, claro... ten buen día.

La sonrisa de JunMyeon sonó un poco forzada cuando colgó y dirigió su vista a SeHun, cuyos ojos estaban concentrados sobre sus manos. Tragó saliva porque sintió la gargante repentinamente seca.

Nunca le había ocultado algo a SeHun desde que lo conocía, desde que se hicieron novios, incluso cuando se volvieron simplemente amigos con ciertos beneficios. SeHun era un niño mimado pero también era un poquito celoso, solo un poquito, porque cuando oficializaron su relación dejó de sentirse de esa manera.

SeHun estaba completamente seguro de lo que tenía entre sus manos, por lo que sentía que no había nadie a la altura de JunMyeon, nadie a su altura que pudiera siquiera intentar desplazarlo, eso simplemente no estaba dentro del vocabulario del gran Oh seHun.

ㅡ ¿Quién era, hyung? ㅡ su tono de voz fue tranquilo, pero no dejaba de tener una chispa de incertidumbre que hizo que JunMyeon tardara en responder.

ㅡ Ahh... era un conocido, van a inaugurar un negocio y bueno, como cortesía me invitó SeHunee ㅡ  JunMyeon sonrió, pero evitó el contacto con sus ojos, dejándolos sobre sus labios que se esforzó por alcanzar.

Depositó un suave beso sobre la superficie de los labios de SeHun y sintió su pulso arder en su interior, bombeando sangre estaba su corazón demasiado agitado, quizá un poco más que demasiado.

SeHun asintió en silencio y respiró profundamente contra sus labios, besándolo de regreso antes de levantarse y recoger su ropa de la cama para ir a cambiarse.

JunMyeon se mordió el labio inferior al observar la espalda ancha de SeHun. Había conocido a un chico que casi había arrollado hacía unos días, y le había invitado a comer por su falta. Y porque le dio curiosidad su manera tan rústica de expresarse.

Zhang YiXing, como le había dicho que se llamaba, había intercambiado su número con él para ayudarle con su estudio sobre el lenguaje de los piropos. YiXing le había comentado que era un arte de seducción y que él podía decirle algunos cuantos piropos si llegaba a necesitarlos.

Así que por eso tenía registrado su número. Pero no se había esperado que le hablara para invitarlo a esa inauguración. Y bueno, no pasaba nada si iba un rato, pero no sabía cómo podría reaccionar SeHun ante el tipo de persona que era YIXing.

Lo más probable era que lo convenciera de no ir o de que le borrara el número. JunMyeon sentía que no pasaba nada porque a final de cuentas no estaba haciendo nada malo.

Era una simple inauguración.

No pasaba nada.

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🐪🐻🐧🦌

La mañana del viernes fue un poco diferente a todas las demás de JongIn. Estaba haciendo un poco de calor y el cielo estaba coloreado de un azul brillante, celestial.

Sin embargo, pese a haber estado hablando con KyungSoo por teléfono hasta tarde, no le bastaba, porque bueno, Kim JongIn no se bastaba de solo escuchar su voz. Cada día era más codicioso y cada día quería un poco más que el anterior.

Como besarlo más allá, tocar más allá de sus manos y escucharlo susurrar en su oído, decirle palabras salidas desde su corazón y un poquito desde su creciente calentura también.

JongIn suspiró mientras se dejaba caer sobre el sillón del taller, frunciendo los labios porque su humor no era muy bueno. Tenía que esperar para ver a KyungSoo hasta en la tarde, si es que el bajito no se ocupaba en algo de su carrera o amigos y para colmo estaba preocupado por la apertura del taller de enfrente.

ㅡ Chingadamadre... ㅡ Chen se quejó con el ceño frundio, resoplando mientras se sentaba al lado de Kai ㅡ Ese puto ruidajo wey, me tienen hasta la madre.

Y bueno, JongIn lo comprendía, lo comprendía a la perfección, porque desde hacía más de una hora que la competencia había abierto las cortinas a su nuevo local, dejando ver todo lo radiante que tenía el lugar.

Después de todo era nuevo, todo parecía nuevo, y aunque la curiosidad les invadía a ambos, tampoco estaban tan pendejos como para aproximarse. Al poco tiempo había llegado un camión que comenzó a descargar unas enormes bocinas, y bueno... lo inevitable vino después.

La música comenzó a sonar para animar el ambiente, lo cual hacía reír un poco a ChanYeol, que frustrado se la había pasado encerrado en su oficina porque bueno, les iba bien pero no como para pagar una publicidad de esas.

Volantes, anuncios en la radio entre otras cosas, había sido lo que vieron los tres trabajadores de El Dorado como propaganda, y ahora se habían dedicado a inflar unos muñecos de aire para que se ondearan con la música que estaba a su máxima potencia.

JongIn suspiró, frustrado, cuando Zhang YiXing se asomó en la puerta del otro taller y le sonrió lastimeramente, como si se disculpara, como si una puta disculpa fuera a hacer que se le olvidara que había traicionado su confianza.

ㅡ Pinches chinos traidores... ㅡ murmuró con los dientes apretados, levantándose en un impulso para comenzar a dar vueltas porque no tenían ni un coche en el qué trabajar.

ㅡ Wey, necesitamos hacer algo, con ese puto escándalo nos van a quitar los clientes.

Chen chasqueó la lengua, poniéndose de pie, avanzando hacia la entrada del taller para ver un poco mejor.

Observó el colorido anuncio de "Taller mecánico El Chino" y arrugó la nariz por el mal gusto que definitivamente tenían sus vecinos. Digo, si él era corriente, los otros definitivamente habían llegado tarde a la repartición de cerebros.

ㅡ Mira esa mamada... El chino, a la verga.

JongIn esbozó una diminuta sonrisa y se acercó un poco más, con el overol a medio poner porque tenía un poco de calor y no tenía caso tenerlo abrochado hasta el tope. Puso sus manos sobre su cintura y respiró profundamente, quizá si se tomaban con humor todo el asunto, las cosas saldrían definitivamente mejor.

ㅡ ¡Ah!... ¿JongIn?

La voz conocida hizo que se le erizaran los vellos de las manos, escuchó a JongDae silbar ante ello y quiso rodar los ojos pero desgraciadamente se había quedado congelado en ese mismo lugar. Porque del taller de enfrente venía saliendo un chico delgado y bajito, demasiado delgado para su gusto si se lo preguntaban.

Con unos ojos brillantes y encantadores y una sonrisa dulce, el muchacho que llevaba un atuendo un poco ridículo en colorido, decidió cruzar la pequeña calle que los distanciaba con ese atisbo de sonrisa creciente en sus labios delgados.

ㅡ ¡Eres tú, JongIn! ㅡ El muchacho le sonrió, deteniéndose y pestañeando hacia donde estaba para capturar su atención. ㅡ ¿Me recuerdas?

JongIn tragó saliva cuando Chen ladeó la cabeza, con una expresión extrañada y un poco divertido ante lo que sus ojos estaban observando. Porqie JongIn no se movía en absoluto, permanecía estático como si estuviera ido o realmente no supiera qué decir.

El muchacho de cabellos castaños claros hizo un bonito pucher con sus labios para él ㅡ Oppa malo...

ㅡ ¿Oppa? ... tsss — Chen enunció como si se desinflara en el sonidillo, dándole golpecitos al hombro de su mejor amigo para que reaccionara.

ㅡ ¿Lu Han?

La voz de JongIn salió extraña mientras el muchacho asentía una y otra vez ante él. Había conocido a Lu Han hacía mucho tiempo, cuando recién llegó a la ciudad y le había tocado rentar un diminuto cuarto en su departamento para compartir gastos.

Sin embargo no había vuelto a mantener contacto con él desde que se salió de ese lugar. Podría decirse que no eran amigos, quizá simples conocidos de habitación, pero nada más. Así que le había costado un poco recordarlo y también se le hacía un poco extraño que le saludara con tanta familiaridad.

ㅡ Claro, Nini ¿Cómo has estado? ㅡ  El chico que era originalmente Chino, pronunció con su mejorado acento coreano mientras se acercaba otro paso, poniendo su mano sobre uno de sus brazos trabajados que estaban al descubierto. ㅡ Uh... has mejorado.

Chen se atragantó con su porpia saliva cuando escuchó al tipo decir aquello y comenzó a toser dramáticamente, desinflándose otra vez con un tsss porque aquello cada vez se ponía mejor, un chisme de los buenos.

ㅡ He estado bien, ¿Qué tal tú? ㅡ JongIn respondió por cortesía, sintiendo un escalofrío recorrerle cuando la mano del chino travieso subió y bajó por su brazo hasta alcanzar juguetonamente su hombro, bajando por su pecho esa vez con cierta dedicación.

JongIn se sintió extraño ante el toqueteo y también se sintió morir cuando escuchó una voz que había aprendido a reconocer con el paso de los días incluso vía telefónica.

ㅡ JongIn...

Do KyungSoo estaba parado junto a su auto, que estaba estacionado a un par de metros de donde estaban ellos tres. JongIn tragó saliva y sintió cómo todo el cuerpo se le congeló con el sólo tono de la voz de su novio a la hora de pronunciar su nombre.

ㅡ ¿KyungSoo? ㅡ Su voz sonó un poco más ronca de lo que hubiera preferido, pero finalmente el cuerpo le respondió cuando se movió del lugar donde había permanecido y se dirigió en un par de pasos hacia donde estaba su recién llegado novio.

El bajito apretó los dientes con la boca bien cerrada mientras la sangre le hervía en su interior después de ver como ese espécimen acariciaba el abdomen de su novio y éste no hacía nada por quitar sus manos de ese lugar.

ㅡ Creí que te vería más tarde... ㅡ Comenzó JongIn, intentando amenizar un poco el ambiente a su alrededor, dejando que sus manos viajaran hasta la de KyungSoo para tomarlas entre las suyas.

Sin embargo, el bajito la retiró y la levantó hasta su cabeza para peinar sus cabellos con las yemas de sus dedos despreocupadamente.

ㅡ Si, eso veo...

ㅡ KyungSoo...

El tono de voz tan seco de KyungSoo  lo hizo estremecer, JongIn hizo un puchero para él mientras parpadeaba, intentando convencerlo de que lo dejara tocarlo porque sabía que estaba molesto.

Se le notaba muchísimo en la cara, en los ojos que lo acuchillaban y lo atravesaban sin piedad, con el ceño ligeramente fruncido, KyungSoo suspiró mientras se zafaba nuevamente del intento de agarre del moreno, que tragó saliva al ver cómo su novio retrocedía un paso.

ㅡ Vine para ver si querías ir a almorzar, pero veo que estás ocupado.

ㅡ No estoy ocupado... puedo decirle a ChanYeol que saldré un rato-

ㅡ Mejor nos vemos después, JongIn.

KyungSoo se dio la vuelta y se apresuró a meterse en el asiento piloto de su auto, haciendo sentir a JongIn el pánico recorrerle por cada poro de la piel, sin saber muy bien cómo reaccionar porque tenía que avisarle a ChanYeol que saldría sin más, JongIn se giró con frustración hacia el taller mientras KyungSoo encendía el automóvil.

Lu Han frunció el ceño mientras que Chen negaba rotundamente y con las manos en el pecho refunfuñó un montón de cosas que el chino no alcanzó a entender muy bien.

ㅡ ¿A dónde vas wey? ㅡ Chen detuvo a JongIn que había comenzado a caminar hacia el taller con la intención de ir a avisar que saldría. ㅡ La cagaste, ve por él...

ㅡ Pero Chan-

ㅡ Deja, yo me encargo del jefe... písale porque se te va wey... ㅡ JongDae le hizo un ademán exagerado con las manos, para hacerlo reaccionar.

El moreno asintió y se giró justo cuando KyungSoo estaba echándose en reversa por la pequeña calle y no dudó en correr.

Sus pies salieron despegados del piso, impulsándose con la suficiente fuerza como para echarse a correr a una buena velocidad, acelerando en el escaso trayecto hacia el automóvil y dirigiéndose como objetivi hacia la puerta del copiloto... haciendo malabares para atravesarse cuando KyungSoo estaba dando la vuelta al coche en la esquina y frenó un poco para ello, mientras que JongIn logró alcanzar la manija de la puerta y sin dudarla la abrió, rezándole a San Siwon que por favor le ayudara en su cometido, que no tuviera seguro la maldita puerta, él ya se encargaría de arreglar el asunto con KyungSoo.

Lo único que tenía que hacer era entrar al auto, y era el peor de los retos. Así que cuando KyungSoo escuchó el sonido de la puerta abrirse, pisó el freno y sorprendido ante el hecho de que JongIn hubiera salido disparado en su dirección, tragó saliva, dándole una escasa oportunidad sin siquiera elegirlo por su propia cuenta.

Un simple segundo de retraso en pisar el acelerador fue suficiente para que JongIn abriera la puerta del coche y se apresurara a dejarse caer en el asiento, metiendo sus pies con presteza y cerrando la puerta justo en el momento en que KyungSoo aceleró.

JongIn respiró profundamente, todo su interior quemaba, sentía que sus pulmones estaban trabajando más allá de lo debido en mantenerlo vivo y su corazón se saldría de su pecho en cualquier segundo, fuera por el esfuerzo físico repentino o por el montón de sensaciones que la angustia de perder al novio que acababa de conseguir con mucho esfuerzo, se hicieron presentes.

KyungSoo frenó casi al instante en el que había pisado el acelerador, pero las manos de JongIn sobre la suya en la palanca de velocidades le incitaron a continuar, a que no se detuviera.

ㅡ No quiero hablar en este momento, JongIn... deberías bajar. ㅡ  La voz de KyungSoo salió cortante y un poco tosca, sin embargo, lo primero que JongIn hizo fue negar.

ㅡ No, no... no me voy a bajar hasta que hablemos. ㅡ JongIn frunció el ceño y apretó el agarre de su mano sobre la palanca ㅡ  Así que acelera y llévame a donde quieras.

ㅡ Jhm... ㅡ soltó KyungSoo, rodando los ojos mientras todo el revoltijo en su interior lo prendía.

Decidió safarse del agarre nuevamente y acelerar, sabía que necesitaría hablar las cosas con JongIn una vez que se detuvieran, pero no sabía cuándo detenerse, no sabía qué decir.

Le había molestado muchísimo el hecho de ver a alguien más poner sus manos sobre su novio, sin importar que él se estuviera comportando de manera infantil porque no estaba dándole espacio de explicarse, si es que tenía explicación, porque no había visto que se moviera en absoluto, como si aquella mano no le molestara, como si estuviese acostumbrado a que aquella mano huesuda lo tocara.

KyungSoo aceleró y se perdió en una de las avenidas rápidas de la ciudad, en rotundo silencio mientras que el moreno iba repasando mentalmente lo que podría decir, porque para colmo de males, esa sería la primera pelea que tendría con KyungSoo, y tenía que hacerle saber que no, que no era nadie.

Que sólo lo conocía de antes, que no pasaba nada.

Y en verdad esperaba que lo escuchara.

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Notas:

No soy una autora que escriba mucho drama porque no me gusta, mucho menos exagerar las cosas, pero el drama es bueno de vez en cuando, y a esto le hacía falta salseo :v ...  solo les diré Confíen en la autora (?)

Espero que les haya gustado el capítulo, me esforcé por actualizar pronto ;w;

Nos vemos en el siguiente, ya tengo todo fríamente calculado.

Besos posholatosos

🌠Ary.

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