capítulo 7
- Oh mi señor, la niña ha escapado... lamento tanto este inconveniente pero si me permite-
Aquel hombre se vió interrumpido por su contrario.
- Carlos... Mi fiel amigo ¿Sabes cuánto nos está costando este "pequeño" error no es así?
- Sí, lo sé mi señor, pero si me permíte - el hombre nuevamente se vió interrumpido.
- ¿Qué es lo que tienes para decir ahora? ¿"Lo lograré la próxima vez"? ¿"Haré un nuevo plan"? ¿"Deme una última oportunidad"? Me temo mi querido amigo, que las oportunidades se te han acabado.
- Pero mi señor yo le prometo que - nuevamente lo interrumpieron.
- No Carlos! Se nos acaba el tiempo y no puedo permitir que sigamos así... Usaremos el otro plan, llámala, necesitamos hablar con ella.
- Pero señor! Esto es una locura, nos estaríamos arriesgando demasiado.
- Me he arriesgado lo suficiente contigo, es momento de tomar otras medidas. Llámala ¡Ahora!
- Como usted lo ordene mi señor - habló por última vez para luego retirarse de la habitación. Estaba perdido, lo había arruinado todo.
...
En aquella enorme y colorida casa, sencontraba una pequeña, la cual comenzaba a despertar.
Al abrir sus grandes ojos se topó con dos mujeres observándola preocupadas.
- Mira Julieta! Ha despertado - habló una mujer de cabello cobrizo , la cual tenía una nube gris sobre su cabeza.
- Pequeña, que bueno que despertaste. Ven, siéntate y come esto, te hará sentir mejor - habló la segunda mujer, ofreciéndole una arepa.
La menor en la habitación simplemente obedeció a la mujer en silencio y algo dudosa ¿Dónde estaba? Se preguntaba, tomó el bocadillo para luego empezar a comerlo, al hacer esto pudo observar cómo algunas heridas de sus brazos empezaban a sanar ¿Cuándo y cómo se las hizo? Y lo más importante ¿Cómo aquel alimento había logrado que aquellas heridas desaparecieran?
- ¿Te sientes mejor querida? - preguntó dulcemente la mujer de cabellos negros.
La niña solo asintió tímidamente.
No acostumbraba a despertar en una casa con dos mujeres desconocidas.
- Oh me alegra tanto mi niña! ¿Cómo te llamas pequeña? ¿Cómo has llegado aquí? ¿Y tus padres? - habló nuevamente la mujer, esta vez con un pequeño arcoiris sobre su cabeza.
Solo la quedó observando unos momentos para luego bajar la mirada y preguntar.
- ¿Quiénes son ustedes? - habló por primera vez la pequeña en un tono tímido.
Ambas mujeres se miraron para luego devolver la mirada a la menor.
- Mucho gusto mi niña, soy Julieta Madrigal, ella es mi hermana, Pepa. No tienes de que preocuparte, estamos aquí para cuidarte - habló una de las dos mujeres - ¿Cuál es tu nombre pequeña?
- Me llamo _________ - habló en un tono casi inaudible pero ambas mujeres lograron escucharla.
- Bueno _________ ¿Quieres contarnos cómo llegaste aquí? - habló la mujer que llevaba un arcoiris sobre ella.
- Yo... Realmente no lo sé, solo desperté aquí - habló mirando hacia el piso.
- Oh! No no mi niña, a eso no me refería - soltó una pequeña risa- yo te traje aquí, me refiero a ¿cómo llegaste a aquella colina? Es donde te encontré.
La pequeña lo pensó un poco hasta que recordó a aquel animal persiguiendo la. Una extraña sensación apareció en ella al recordarlo.
- Caí por la colina, estaba escapando.
- ¿Escapando de qué? - habló esta vez Julieta, con una gran preocupación.
- Había un animal, estaba persiguiendo me - habló la pequeña un poco nerviosa, recordar la desesperación que sintió en aquel momento no era de su agrado.
- Ay mi niña ¿Te hizo daño? - habló la mujer del arcoiris teniendo nuevamente una nube gris sobre ella.
La pequeña negó ante su pregunta.
- Bueno mi niña, no debes preocuparte, ahora estás a salvo - habló la mujer de cabello negro - ¿Sabes dónde podemos encontrar a tus padres?
La menor bajó la cabeza para luego decir.
- Yo... No lo sé, unos hombre se los llevaron - las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
Ambas mujeres se miraron nuevamente para luego acercarse a la pequeña para así darle un fuerte abrazo.
- Está bien querida, estás aquí, tus padres estarán bien si? No debes preocuparte, nos haremos cargo de tí hasta que vengan a buscarte - habló Julieta secando las lágrimas de la menor.
- Iré a avisarle a mamá, sé que ella estará de acuerdo - habló Pepa separándose de la pequeña para luego salir de la habitación.
...
Los minutos habían pasado, Julieta había logrado tranquilizar a la pequeña hasta que vieron como regresaba Pepa junto con Alma, la matriarca de la familia.
- ¿Es esta la niña de la que me hablabas? - habló aquella mujer.
- Sí mamá y justo ahora necesita de nuestra ayuda - respondió Pepa esperando a que su madre comprendiera la situación de la menor.
La mayor se acercó a la niña y la observó unos momentos para luego mostrar una pequeña y cálida sonrisa.
- Mucho gusto pequeña, soy Alma, madre de Julieta y Pepa, tú debes ser _______ no es así? - recibiendo como respuesta un asentimiento de cabeza por parte de la menor - bueno mi niña... te doy la bienvenida a la familia Madrigal.
💗🌱
Perdonen por actualizar a esta hora aaah en la tarde no me daba aquello que llaman inspiración.
Ya tenía la idea pero no lograba escribirla.
Pero ya está aquí! De mí, por y para ustedes
Les mando un gran beso, tan grande como la luna! Los quiero ‹3
Pd: ayuda no sé de qué color es el cabello de Pepa
Pd 2: ya se viene lo que esperan! Ya saben de qué hablo verdad?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro