La pequeña niña había caído, se encontraba en un bosque, inconciente, donde muchas criaturas se asomaban al sentir su presencia.
Aquellas criaturas se acercaron a esta con curiosidad.
Se acercaban despacio y sigilosamente.

Parecía que todo el bosque se había puesto de acuerdo para proteger a la pequeña.
Los árboles la cubrían de la lluvia, algunos animales a su al rededor la protegían, otros trataban de darle calor, todo se encontraba calmado, en paz.

Pasó el tiempo, la lluvia había parado y la pequeña empezaba a despertar.
Se despertó lentamente, se encontraba desconcertada ¿Quién no lo estaría? Estaba en medio de un bosque, con tantos animales a sus alrededor ¿Qué había sucedido? Se preguntaba.

Hasta que lo recordó, recordó cada detalle, desde ver la cama de sus padres destendida, hasta al señor Carlos acercándose peligrosamente.

Las lágrimas amenazaban con asomarse ante aquellos dolorosos recuerdos.
Pobre pequeña, sola e indefensa.

Uno de sus ojos mostró su primera lágrima.
Ante esto, uno de los animales que estaban junto a ella se acercó para lamer el lugar por dónde cayó esta.

La menor se desconcertó por un momento para luego observar a aquel animalito.

- Hola pequeño - habló la pequeña en un tono triste, mientras acariciaba la cabeza del animal, con lágrimas en los ojos, tratando de mostrar una pequeña sonrisa, lo que le resultó imposible.

El animalito al sentir su tacto empezó a saltar a su al rededor con emoción, esto le sacó una pequeña risa a la pequeña.

- ¿Qué pasa amiguito? ¿Te hacían falta unas caricias en la cabeza no es así? - dijo mientras volvía a posicionar su mano en la cabeza de la criatura - créeme que a mí me hacen tanta falta justo ahora - comentó mostrando unas nuevas lágrimas en sus ojos y mejillas.

Todos los animales presentes se empezaron a acercar, mientras aquel animal a su lado intentaba levantarla.

- wow tranquilo amiguito ¿Qué sucede? - preguntó la pequeña al ver como la llevaban a un lugar.

La guiaron hasta un punto donde pudo observar un pequeño pueblo, las luces de las casas de aquellas personas madrugadoras estaban presentes, era una vista hermosa, todo era tan colorido, todo era tan hermoso, seguro que no tenían ni idea de lo que pasaba la pequeña en esos momentos...

La menor al observar todo con detenimiento, sonrió.
Era tan similar y tan distinto a la vez a su pueblo.
Un sentimiento llegó a su corazón.
Un sentimiento que no sabía describir.
Un sentimiento de calma?
De dolor? De paz? ¿Qué era aquello?
Solo sabía que lo sentía.

Sabía que debía ir a ese lugar.
No tenía motivos.
No tenía una razón para ir.
Simplemente sabía que debía estar allí.
Y estaba dispuesta a corresponder aquel sentimiento.

Regresó con paso decidido al lugar donde despertó, para luego sujetar su canasta, al momento en que la tocó, sintió otro sentimiento, uno de inseguridad ¿Qué haría al llegar aquel pueblo?
La pequeña observó a sus acompañantes para luego decir

- Y si... y si mejor lo intentamos mañana? - dijo mientras soltaba una pequeña risa nerviosa.

Al ver la reacción de los animales simplemente soltó un suspiro y un " lo haré mañana, lo prometo" para luego empezar a arreglar el lugar para tomar una pequeña siesta.

Se acomodó en el lugar para intentar dormir hasta la mañana.

Antes de caer dormida, observó aquel colgante que le entregó la joven, lo abrió y observo la foto de sus padres para luego decir...

- Me hacen tanta falta - sujetando el collar mientras cerraba sus ojos, los cuales mostraban unas pequeñas lágrimas.

Todas las criaturas presentes se acercaron para protegerla y brindarle calor.

...

A la mañana siguiente, nuestra querida ________ se despertó al sentir unas pequeñas lamidas en su rostro.
Aquel animalito al verla despertar, se puso a saltar nuevamente con emoción.
La pequeña solo se limitó a reír y a decir un " hola amiguito ¿Cómo dormiste? " Para luego levantarse y empezar a juntar sus cosas.
Estaba decidida, iría a aquel pueblo.

Observó todo el lugar para caminar hasta un camino que la llevaría más al pueblo.

- Bien... Aquí vamos - se giró hacia sus pequeños amigos para luego decir - adiós queridos animalitos, los veré pronto - mostrando una dulce sonrisa.

Los animales parecían darle ánimos, sí, estaba dispuesta a ir.

Caminó por aquel camino observando como los árboles disminuían al avanzar, notó como su pequeño amigo la venía siguiendo ¿No confiaba en ella?

Solo siguió mirando al frente, segura de lo que estaba por hacer.
Al llegar al final del camino de árboles se quedó parada allí para luego decir...

- Nop - dijo dando la vuelta dispuesta a regresar por donde vino, pero al toparse con el animal se detuvo.

Se miraron un momento hasta que la pequeña rápidamente gritó.

- MIRA, PETER PAN! - señalando un lugar a las espaldas del animal.

Al ver como el animal se volteaba para observar donde había señalado, se echó a correr entre las plantas que estaban junto al camino de árboles.

La criatura al percatarse que había caído en su trampa, sacudió levemente la cabeza para luego empezar a seguirla.

Corrieron por un largo rato hasta que el animalito logró atrapar a la pequeña, al hacerlo empezó a lamer su rostro para mantenerla retenida.

- Está bien! Está bien pequeño! Ya voy ya voy - dijo mientras reía.

El animal paró rápidamente para luego quedarse completamente quieto, observando un punto fijo.

- Hey ¿Sucede algo pequeñín? - dijo dirigiendo su mirada al lugar donde su compañero veía.

Al ver con detenimiento, vió a un animal acercarse y no con muy buenas intenciones.
Al notar esto la pequeña se levantó rápidamente para observar mejor.

Ahí estaba, aquel animal que los acechaba.

- pequeño... Corre! - gritó empujando al animal a un lado mientras ella empezaba a correr al lado contrario.

Aquel animal salvaje ignoró completamente a su amigo y empezó a seguirla a ella.

Corría como podía, tratando de esquivarlo.
¿Cómo había llegado a esto? ¿Tenía que desviarse del camino? ¿En serio? Claro que se arrepentía de haberse acobardado.
Probablemente no tendría que estar no en este escenario.

La pequeña corría por el oscuro bosque, era plena mañana pero los árboles hacían que este se viera tan oscuro.
No sabía que daba más miedo, el que un animal la esté persiguiendo o que el bosque esté tan oscuro.

Corrió sin fijarse por donde pisaba hasta que de un momento a otro, tropezó.
Cayó por una colina, haciéndose heridas por todo el rostro y cuerpo.
Rodó lo que quedaba de la colina y al caer al final de esta quedó nuevamente inconciente.

...

- Mamá, te digo que escuché algo - habló una niña, la cual jalaba a su madre hasta aquella colina que se conectaba con el bosque.

- Dolores, claro que escuchaste algo, en ese bosque hay tantos animales, volvamos a casa - habló su madre mientras una nube aparecía sobre su cabeza.

- Esto fue distinto mamá, yo lo sé.

- Dolores hablo ense-
Dijo siendo interrumpida por su hija

- Mamá, mira! Ahí está! - dijo mientras corría hacia un pequeño bulto en el suelo.

Su madre suspiró para luego seguirla.
Al llegar junto aquel bulto, pudo notar que era una pequeña niña llena de heridas.

Rápidamente se acercó para examinarla.

- Santo cielo! Ay mi niña ¿Pero qué te sucedió? - dijo mientras la tomaba en brazos - Dolores, rápido, debemos llevarla a casa.

Dolores solo observaba como su madre empezaba a caminar con la pequeña en brazos para luego empezar a seguirla.

Llegaron a casita y rápidamente llamaron a Julieta, ella la ayudaría.

- Julieta! Tráeme una arepa lo más pronto posible! - dijo mientras recostaba a la menor en el mueble de la sala - ¿pero qué te sucedió pequeña? - preguntó a la pequeña que se encontraba inconciente para luego acariciar su rostro.

💗🌱
Aparezco

BUENAS BUENAS al fin pude traer este capítulo!
Lamento la tardanza, estuve ocupada hoy pero ya está aquí.
Estuve pensando tanto tiempo en como haría este capítulo y por fin lo pude terminar.

Perdonen si no es de su agrado, no encontraba la manera correcta de escribirlo :(

Recuerden que los quiero mucho, les mando un fuerte abrazo de oso ‹3