capítulo 33
En el bosque que rodeaba al encanto, una joven se encontraba llorando, manteniendo su cabeza apoyada en sus rodillas.
- Mirabel... - se escuchó a Alma, quien se acercaba a la menor. La joven secó sus lágrimas, para luego comenzar a hablar.
- Perdoname... No quería hacernos dañó, sólo quería ser una persona que no puedo ser.
La mayor de ambas pensó en lo que iba a decir, para luego sentarse junto a su nieta, observando el lugar en el que se encontraban.
- Jamás había sido capaz de volver aquí... Este lugar, aquí es donde recibimos el milagro.
- Donde el abuelo Pedro... - soltó Mirabel, alzando la cabeza para poder observar a su abuela, pero no se atrevió a terminar la frase.
- Creí que tendríamos una vida diferente... creí que yo podría ser una mujer diferente...
Dos oruguitas
Enamoradas
Pasan sus noches y madrugadas
Llenas de hambre
Siguen andando
Y navegando un mundo
Que cambia y sigue cambiando
Navegando un mundo
Que cambia y sigue cambiando
Dos oruguitas
Paran el viento
Mientras se abrazan
Con sentimiento
Siguen creciendo
No saben cuando
Buscar algún rincón
El tiempo sigue cambiando
Inseparables son
Y el tiempo sigue cambiando
Ay oruguitas
No se aguanten más
Hay que crecer
A parte y volver
Hacia adelante seguirás
Vienen milagros
Vienen crisálidas
Hay que partir
Y construir su propio futuro
Ay oruguitas
No se aguanten más
Hay que crecer
A parte y volver
Hacia adelante seguirás
Vienen milagros
Vienen crisálidas
Hay que partir
Y construir su propio futuro
(Oooh~)
Dos oruguitas
Desorientadas
En dos capullos
Bien abrigadas...
- Se me concedió un milagro - habló Alma - otra oportunidad, y tenía tanto miedo de perderla, que acabé olvidando para quién debía ser ese milagro, y... yo lo lamento tanto. Nunca le hiciste daño a la familia, Mirabel... Estamos lastimados por culpa mía.
Mirabel sólo observaba a la mayor sin saber que decir, hasta que algo llamó su atención. Una mariposa había llegado volando a tan solo unos metros de ellas.
- Abuela... - dijo Mirabel, haciendo que la mayor levantara la mirada - ya puedo entender - extendió ambas manos hacia su contraria, la cual las aceptó - tú perdiste tu hogar... Todo lo perdiste; has sufrido tanto. Abuela, tú sola, para que no volviera a pasar nunca. Nos salvamos gracias a tí... Se nos concedió un milagro, gracias a tí. Somos una familia, y todo gracias a tí, y no hay nada que se pueda derrumbar que no arreglemos juntos.
- Le pedí a mi Pedro su ayuda - dijo la mayor - Mirabel... - la tomó de las mejillas - él te envío a tí.
Y entonces, después de tanto tiempo, abuela y nieta se dieron un fuerte abrazo, mientras que una gran cantidad de mariposas volaban a su alrededor, haciendo que ambas las observaran fascinadas.
- ¡Ella no hizo nada! - se escuchó un fuerte grito, mientras que un Bruno montando a caballo hizo acto de presencia - ¡Ella no lo hizo! ¡Yo le di una visión! - bajó del caballo, dejando una de sus piernas apoyadas en este. El animalito se movió, haciendolo caer - ¡Fue mi culpa! - se levantó rápidamente, alzando un dedo - ¡Yo le dije: fuera! Y ella dijo: "Pff pff" sólo quería ayudar. No me importa lo que digas de mí, pero si eres muy necia para entenderlo... - se quedó callado, ya que su madre lo envolvió entre sus brazos, formando un abrazo.
- Brunito - soltó Alma, feliz de volver a ver a su hijo.
- Como que siento que algo pasó y me lo perdí...
- Vámonos - dijo Mirabel, caminando hacia el caballo en el que había llegado su tío.
Alma se separó del abrazo, para luego tomarlo del rostro, dejando un beso en su mejilla. Lo tomó de la mano para poder guiarlo hacia el caballo.
- Que, que ¿Qué está pasando? - preguntó confundido - ¿A dónde nos llevas?
La menor soltó aire, para luego decir...
- A casa - y así, hizo que el caballo comenzara a andar.
...
- ¡Es ella! ¡La encontré! - gritó uno de los niños del pueblo.
- ¡Yo la encontré! - reclamó una de sus amigas.
- ¡Volvió! ¡Volvió! - exclamó la pequeña niña de trenzas, haciendo sonar la taza que su amigo tenía momentos atrás.
El trío de amigos comenzaron a correr por todo el pueblo, llevando la buena noticia.
...
________ se encontraba caminando por el pueblo, esperando encontrar a Mirabel.
- ¿Cuánto a que yo la encuentro? - escuchó a lo lejos. Un pequeño grupo de personas se encontraban reunidas; la joven los reconoció de inmediato. Eran las personas que ayudarían aquel día con la búsqueda, eran personas que conocían muy bien el pueblo y sus bosque, lo sabía por los pañuelos que tenían atados en sus cuellos, brazos o muñecas.
- ¿Bromeas? Yo la encontraré - habló una mujer, que para _______, era enorme - conozco este pueblo como la palma de mi mano.
- ¿Quieres apostar?
- Pues si el pañuelo te queda - todos soltaron un "ouhh"
- Hagan sus apuestas, amigos ¿Quién encontrará a la joven Madrigal? - todos soltaron fuertes carcajadas.
La joven, quien observaba aquella escena, se acercó rápidamente.
- Disculpen... - habló suave pero firmemente, haciendo que todos la giraran a ver - ¿Cómo va la búsqueda de Mirabel? - preguntó, mostrando una expresión que remarcaba unos ojos de cachorro apunto de llorar.
Todos se quedaron observándola fijamente, con lástima ¿A dónde se fueron las personas que había escuchado momentos antes?
- Oh pequeña ________ - habló nerviosamente uno de los hombres - lamento tanto que todo esto esté pasando...
- Está bien... - bajó la cabeza - sólo espero podamos encontrarla...
Las personas del pequeño grupo se observaron entre si, para luego volver a ver a la joven.
- Pequeña, los ayudaremos ¿Si? No te preocupes - dijo una de las mujeres - ella... Ella estará bien.
- ¿En serio? - preguntó la menor, mostrando unos ojos esperanzados.
- ¡Claro que sí! - exclamaron todos.
- ¡Entonces vayan a buscarla y dejen de apostar! - exclamó con enojo, haciendo que sus contrarios dieran un pequeño brinco - por favor... - volvió a un tono dulce. Uno de los hombres iba a volver a hablar, pero el grito de la pequeña Cecilia lo interrumpió.
- ¡Ha vuelto! ¡Ella ha vuelto! - pasó corriendo, siendo seguida por sus amigos.
_______ se quedó paralizada ¿Se trataba de Mirabel? ¿Su Mirabel? ¿Su mejor amiga de toda la vida? Su hermana no de sangre....¿Hablaban de ella?
Observó cómo las personas del pueblo salían de sus casas al oír los gritos de la pequeña. Todos comenzaron a caminar hacia la casa Madrigal, esperando encontrar a la joven ya reunida con su familia. ________ no se quedó atrás, empezó a seguirlos, rogando por poder abrazar a su amiga una vez más.
No se imaginaba que Mirabel no sería la única a la que abrazaría...
💗🌱
Aparezco
¡Listo! ¡Ya se acerca el momento tan esperado!
Espero les guste el capítulo aaaah lamento si no es así :(
¡Los amo muchoooo! Les mando un fuerte abrazo de oso y un beso del tamaño de la luna 💐 gracias por todo mis pedazos de luna
Travesura realizada━☆゚.*・。゚
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