En aquel pueblo, se podía observar a una pequeña niña paseando por todos los lugares tratando de ayudar a quien lo necesitaba.

El tiempo ya había pasado desde que llegó a aquel lugar.

Todo el pueblo le había tomado un gran cariño y ella al pueblo.

Era como si ese fuera el lugar al que ella pertenecía.

La menor se estaba dirigiendo hacia la tienda del señor Hugo, quien le daría un vestido que fue pedido por Pepa unas semanas atrás.

- Hola don Hugo!  ¿Cómo se encuentra hoy? Vengo por el vestido que encargó mi tía Pepa para Dolores - habló mientras se acercaba a este y le regalaba una gran sonrisa.

- Pero si es la pequeña _________! Me encuentro de maravilla ahora que estás aquí - dijo para luego terminar de atender a un cliente - gracias, vuelva pronto! ... Ahora te traigo el vestido mi niña.

La menor solo esperó pacientemente.

- Aquí está! Pepa ya me pagó cuando me lo encargó, no te preocupes - dijo mientras le entregaba el hermoso vestido.

- Como siempre, un hermoso vestido señor Hugo - alagó mientras admiraba aquella prenda - gracias señor! Hasta luego.

- No hay de que, vuelve pronto querida.

La menor solo se despidió dándole una sonrisa y se retiró del lugar. Aún debía hacer algunas otras tareas.

...

Las tareas ya estaban terminadas y se encontraba caminando a casa. En el camino se topó con algunos de los amigos que había hecho.

Hablaron unos momentos hasta que vió pasar a su buen amigo Camilo, se despidió del grupo y se dirigió hacia él.

- Pero miren a quién me encuentro por aquí, si es Camilo Madrigal - dijo mientras rodeaba sus hombros con el brazo - ¿cómo estás hoy?

- Que alegría verla señorita ________, me encuentro completamente bien pero aquí la pregunta es - habló para luego transformarse en la contraria - ¿Cómo estás tú?

- Esa es una excelente pregunta - respondió con una sonrisa - me encuentro bien mi querido amigo.

- Me alegra oír eso ¿Te parece bien si hoy vamos a ya sabes dónde? - le preguntó mientras le guiñaba un ojo y volvía a su forma original.

- Por qué no, nos vemos luego - dijo para luego empezar a caminar en dirección a casita.

- Nos vemos!

...

La menor se encontraba caminando en dirección a su habitación.

Andaba metida en sus pensamientos hasta que chocó con alguien.

- Wow, creo que ya se te hizo costumbre chocarte con todos pequeña - habló el mayor mientras despeinaba el cabello de la menor.

La niña levantó la cabeza, encontrándose con el hombre con el que había chocado.

- Papá Bruno! - dijo mientras le daba un gran abrazo - ¿Cómo amaneciste hoy?

- Bien mi niña - respondió mientras comenzaba caminar junto a ella- te veo feliz, bueno, más de lo normal. Cuéntame ¿Qué ha sucedido?

- Hoy pasaré el día con una de mis personas favoritas.

- Déjame adivinar... ¿Mirabel?

- No

- ¿Isabella?

- No

- Ya sé! Luisa!

- Nooo

- Mejor dílo porque si seguimos así voy a nombrar a todo el pueblo - dijo mientras soltaba una risa.

- Con Camilo! Obviamente - respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

- Estuve cerca ¿a qué se debe aquel encuentro? - dijo mirándola con curiosidad.

- Porque hoy se cumple otro mes desde que llegué aquí y siempre la pasamos juntos! - habló mientras daba pequeños saltitos.

- Ya veo mi niña, no lleguen tarde porque Pepa se va a enojar y ya sabes lo que pasa cuando se enoja - dijo mientras ponía una expresión de nervios.

Esto causó una pequeña risa en la niña, quien se despidió y se fue rápidamente a la habitación que compartía con su mejor amiga, Mirabel.

...

- Hola Mirabel! - dijo mientras entraba a la habitación, al hacerlo pudo ver cómo esta se encontraba dormida. Solo rodó los ojos con gracia y se concentró en alistarse.

No tenía mucho que preparar, solo necesitaba su canasta y cambiarse de ropa.

Luego de esto salió de la habitación para dirigirse al lugar especial que compartía con su amigo.

...

- Llegué! - exclamó la menor dirigiéndose hacia el lugar donde se encontraba sentado Camilo.

- Ahí estás, te estuve esperando - dijo mientras se levantaba de su asiento.

- Ya ya perdón, me quedé ayudando a doña Nelly con algunas cosas pero ya estoy aquí - habló mostrando una sonrisa.

- Si ya lo veo - respondió mientras tomaba la apariencia de la señora ya mencionada - que opinas ¿Me parezco?

- Sí, y mucho - soltó unas pequeñas risas por las muecas que hacía su acompañante.

Ambos empezaron a reír, se pasaron la tarde juntos como siempre lo hacían cuando se cumplía un nuevo mes desde la llegada de la pequeña.

Hasta que llegó la hora de volver a casa. Regresaron tomándose de las manos para que ninguno se perdiera.

Al llegar, pasaron por la cocina para robar algunos bocadillos (como siempre, fue idea de Camilo) y así se dirigieron al cuarto del mayor.

...

En otra habitación de la casa Madrigal, se podía ver cómo la abuela Alma observaba la foto de su amado, hasta que notó como la vela que les brindaba la magia comenzaba a brillar más fuerte que antes.

Rápidamente se acercó a esta y no necesitó observarla más de unos cuantos segundos para comprender lo que sucedía.

- Llegó el momento...

Y así, tomó la vela entre sus manos y salió de la habitación para empezar a caminar por los pasillos.

Llegó hasta un lugar en específico, donde se podía observar un espacio que empezaba a iluminarse, aquel lugar donde pronto habría una puerta, una puerta que no sería para alguien con sangre Madrigal.

Observó el lugar por unos momentos para luego empezar a reunir a la familia.

Llegaba el momento, tendría muchas cosas que explicar.

...

Camilo y ________ se encontraban jugando mientras comían aquel aperitivo que habían tomado de la cocina, hasta que escucharon como la mayor de la casa los empezaba a llamar.

Rápidamente terminaron de comer para salir de la habitación y así dirigirse a dónde se encontraba la abuela Alma.

Al llegar, pudieron observar como detrás de ella se encontraba aquel lugar brillante, el mayor de los dos ya conocía perfectamente que era aquello.

- Familia, los he reunido aquí ya que la vela quiere otorgar un nuevo don a la familia... Cómo sabrán aún faltan unos meses para que Mirabel reciba el suyo. Está puerta, es para alguien más - habló mientras dirigía la mirada hacia la pequeña _________ - mi niña, mi querida _________, ya ha pasado un tiempo desde que llegaste a nuestras vidas y por tu esfuerzo, la vela quiere darte un don.

Todos los presentes solo miraron sorprendidos y atentos a la matriarca ¿Un don? ¿A alguien que no tenía sangre Madrigal?

- Entonces familia, se realizará la ceremonia en tres días, debemos preparar todo. Vamos! Que esto debe ser especial - habló para luego empezar a encargar algunas cosas a los integrantes.

La menor se acercó a Alma y le preguntó.

- Y... ¿Yo qué hago? - esperaba que le diera alguna tarea, si algo le encantaba a la pequeña era ayudar.

- Oh mi niña! No necesitas hacer nada - dijo mientras acariciaba su cabeza.

La menor lo pensó por un momento para luego decir.

- Abuela...

- ¿Sí pequeña? - preguntó Alma.

- ¿Por qué recibiré yo un don? - preguntó esta vez la menor.

- Mi niña - dijo mientras se agachaba a la altura de la pequeña - No necesitas tener sangre Madrigal en tus venas. Tú eres parte de esta familia, nunca olvides eso. Este don te lo has ganado y créeme que no hay nadie más feliz por esto que yo, estoy muy orgullosa de tí, confía en mí, confía en la vela - al terminar de decir esto, depósito un pequeño beso en la frente de la pequeña.

La menor pensó por unos momentos las palabras de la mayor para luego saltar a sus brazos.

- Gracias abuela - dijo mientras la abrazaba

- No... gracias a tí querida - correspondió a aquel abrazo.

Toda la familia empezaba a prepararlo todo.

Algunos en casa, mientras que otros pasaban la noticia por todo el pueblo.

Un nuevo don llegaría y este sería uno muy especial.

💗🌱
Aaaaaah perdón no me aguanté y subí este capítulo.

Perdonen si les desagrada :(

Realmente me emocionaba llegar a este capítulo espero que lo disfruten ‹/3

Los amo mucho mucho 🌺 gracias por todo!

Travesura realizada━☆ﾟ.*･｡ﾟ