En una de las habitaciones de la gran casa, se podía observar a un pequeño niño recostado sobre las piernas de su madre.

Una gran nube gris que amenazaba con empezar a botar lluvia se encontraba sobre ellos.

La mayor acariciaba la cabeza de su hijo mientras que él solo miraba hacia un lugar estando absorto en sus pensamientos.

Ninguno hablaba hasta que el menor rompió el silencio.

- Mamá... ¿Tío Bruno nos dejó? - preguntó mientras giraba la cabeza para observar a su madre.

- Eso dice la abuela cariño y si lo dice la abuela pues es así - dijo mientras dirigía su mirada al pequeño.

- _________ está muy triste - dijo devolviendo su mirada hacia el frente.

- Como todos pequeño, como todos...

...

El pequeño Camilo se encontraba en camino a la habitación de su amiga.

Quería ver cómo se encontraba aunque sabía que aquella noticia la había destrozado.

Al llegar, tocó la puerta pero no recibió respuesta, asi que se decidió por entrar.

- ________ ¿Estás aquí? - dijo mientras inspeccionaba el lugar con la mirada, esperando encontrar a la pequeña.

No obtuvo respuesta, estaba dispuesto a irse hasta que vió como unas mariposas hechas de brillo volaban sobre un árbol, ahí estaba la pequeña, recostada en lo más alto de este mientras jugaba con aquellas mariposas.

Se acercó hasta el lugar y comenzó a subir el gran árbol.

- ________, oye ¿Estás bien? - preguntó llegando hasta el lugar donde se encontraba su amiga, una vez estando a su lado, se dió cuenta de las marcas que las lágrimas habían dejado sobre su rostro.

- Vete de aquí Camilo - le dijo sin despegar la mirada de las mariposas, las cuales parecían estar débiles, su don se encontraba afectado.

- Está bien, como tanto lo pides no me iré - dijo para luego acomodarse mejor en aquel árbol, recibiendo una mala mirada de la menor - ¿Qué? Tú eres la que quiere que me quede.

La pequeña solo rodó los ojos mientras negaba con la cabeza para luego continuar jugando con las débiles mariposas.

El silencio se hizo presente, la pequeña sentía la atenta mirada del niño sobre ella, entonces decidió romper el silencio.

- No puedo creer que papá Bruno desapareciera - dijo aún mirando las mariposas.

- Yo tampoco... ¿Crees que sea por...? - dijo Camilo, dejando las palabras en el aire.

- Claro que no ¿Por qué se iría por eso? - dijo la menor mostrando una cara de desagrado ante lo que acababa de decir su amigo.

- Yo sólo decía...

- ¿Por qué tuvo que irse? ¿Por qué la abuela Alma dijo que nos abandonó? - habló la pequeña, recordando las palabras de la matriarca Madrigal.

El pequeño Camilo solo suspiró para luego comenzar a hablar.

- Tal vez tenga una buena razón.... Tal vez regrese algún día - dijo mientras tomaba la mano de la pequeña.

- ¿Y si no es así? ¿Y si él realmente nos dejó? - habló la menor mostrando unas nuevas lágrimas.

- Bueno... Pues el se lo pierde, somos increíbles - dijo mientras jugaba con la manita de la menor.

La niña solo volteó a mirarlo y él a ella, se quedaron así por unos momentos para luego comenzar a mostrar unas pequeñas sonrisas, la menor se levantó para poder sentarse y se acercó más para poder darle un abrazo.

- Gracias por estar aquí - dijo empezando a soltar nuevamente unas pequeñas lágrimas. Las mariposas volvían a cobrar fuerzas.

El pequeño Camilo solo correspondió al abrazo mientras acariciaba el cabello de la pequeña.

...

En otra de las habitaciones de la casa Madrigal, se encontraba Alma, mirando la foto de su amado.

- Pedro... Desgracias están llegando a nuestra familia y a nuestro pueblo, al encanto... Debemos encontrar la manera de solucionar esto - dijo soltando unas lágrimas.

Dejó la foto en su lugar y empezó a dirigirse hacia la vela, la observó por unos momentos para luego retirarse.

...

La pequeña _________ se encontraba fuera de la cocina esperando a que Camilo saliera de esta, al pequeño se le había ocurrido robar algo para comer y dejó haciendo guardia a la menor.

- Listo! Aquí están, uno para tí y cuatro para mí - dijo mientras le entregaba aquel bocadillo.

La pequeña solo soltó unas risas empezando a caminar hacia su habitación, siendo seguida por el pequeño.

Pasaron cerca de la habitación de Bruno y la niña se quedó observando la puerta por unos momentos hasta que su amigo lo notó y empezó a hablar.

- Vamos ________ - dijo tomándola de la mano.

La menor no dijo nada, solo bajo la cabeza para luego caminar junto a Camilo.

...

Un nuevo día había comenzado, la pequeña se encontraba entre sus sábanas, no tenía las fuerzas suficientes para salir.

El dolor de los últimos acontecimientos seguía en ella. Claro que seguiría en ellas acababan de suceder.

Sintió como alguien tocaba la puerta, se trataba de Mirabel, quien le llevaba el desayuno.

- ________! Me costó convencer a mamá pero aquí está tu desayuno, dice que podemos comer aquí - dijo dirigiéndose hacia la pequeña.

Se sentó en la cama y le entregó el desayuno.

- Vamos, come - dijo mientras comenzaba a comer.

La menor observo por unos momentos el plato para luego imitar la acción de su amiga.

Y así ambas pequeñas iniciaron su día juntas.

...

Camilo y ________ se encontraban paseando por la casa mientras tomaban sus manos.

El pequeño niño quería cuidar de su amiga, sabía que se encontraba dolida por todo lo que había pasado.

No iban a ningún lugar exacto, solo hablaban y ya, o bueno, él hablaba.

- Cómo te decía, el burro se escapó y tuve que fingir ser Luisa porque solo le hacen caso a ella - la menor solo mantenía su mirada fija en la flor que llevaba en su mano, la cuál Camilo le había entregado momentos atrás - y creo que no me estás escuchando...

- Un burro se escapó porque andabas de payaso y tuviste que fingir ser Luisa para que te hiciera caso - dijo rápidamente la menor, demostrando que en realidad si había prestado atención a la charla, acto seguido, acercó aquella flor a su rostro y la olió por unos momentos.

- Oh, veo que sí me escuchaste - dijo mostrando una sonrisa.

Ambos pequeños continuaron caminando mientras el mayor continuaba contándole algunas anécdotas.

...

La noche había llegado y la menor de la casa se encontraba en la habitación de su mejor amiga.

Estaban sentadas en el piso mientras abrazaban sus rodillas.

Acababan de tener una conversación sobre todo lo que había sucedido, desde lo que pasó en la ceremonia hasta la desaparición de Bruno.

No decían ni una palabra, solo necesitaban de su compañía.

La menor de ambas observó su mano para luego comenzar a  jugar con los brillos que salían de esta.

Miró aquellas formas por unos momentos para luego lanzarle una a su compañera, la cual elevó la cabeza mirando sorprendida hacia el frente hasta que comenzó a reír.

Agarró una de las almohadas que tenía cerca y se la lanzó a su amiga.

La pequeña _______ solo se defendía lanzando sus brillos a la contraria.

Había iniciado una guerra de almohadas y brillos.

Se estaban divirtiendo, solo necesitaba pasar un buen rato juntas para lograr olvidar lo malo.

Ambas calleron al suelo y se quedaron allí mirando al techo mientras continuaban riendo.

- Eso fue divertido! - exclamó Mirabel quien había vuelto a tomar su personalidad alegre.

- No lo dudo - dijo mirando a su contraria con una sonrisa, le gustaba verla feliz.

Solo se quedaron ahí, tiradas en el suelo mientras que algunos brillos continuaban cayendo.

No necesitaban nada más que estar juntas.

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Perdonen por subirlo tan tarde, estuve un poco ocupada hoy pero ya está aquí! ‹3

Los quiero muchísimo 🌺 tomen agua, no lo olviden!

Travesura realizada ♡