
Capítulo 21:Daiana
Después del abrazo, los dos campeones se quedaron varias horas junto al lago hablando de como había cambiado todo, a la vez que recordaban momentos de su vida.
Cuando el sol se comenzo a esconder en el horizonte ellos decidieron volver a sus habitaciones para poder prepararse.
Daiana llego a la habitación y lo primero que encontro fue a sus compañeras alistandose para el baile, y sin decir nada se dirigio hasta su cama donde encontre sobre ella, un vestido negro que le recordo al estilo de sus primeros años de vida.
El vestido era elegante, largo hasta los pies, de un solo hombro y en la única manga de este se encontraba un broche de plata que combinada perfectamente con el cinturón plateado que ceñia un poco el vestido bajo el busto. Junto a este una mascara negra con detalles en plateado y unos zapatos negros a juego. Daiana tomo la mascara entre sus manos sonriendo inconscientemente, un recuerdo de tiempos antiguos se hizo presente en su mente y en sus sentidos; la sangre mezclada con el vino que regaban la tierra, los cuerpos inerte dispersos por las calles de las ciudades, era un recuerdo ligeramente agradable pero entonces un escalofrió recorrió su cuerpo con el recuerdo del dios de los muertos frente a ella, mucho tiempo antes de su Rencuentro en el inframundo.
-Daiana- Llamo Liana sacudiéndola por los hombros.
-¿Qué?- inquirió la campeona saliendo de sus recuerdos.
-Llevas como veinte minutos parada, ¿Qué sucede?- interrogó Abigail.
-Solo estaba recordando algo que había olvidado, un recuerdo muy antiguo- Daiana dejo la mascara sobre la cama soltando un suspiro- Debemos tener cuidado esta noche.
-¿Por qué?- preguntaron las otras dos a la vez.
-Es posible que Hades ataque hoy- informó tranquila.
-Tal vez seria mejor no ir esta noche- propuso Liana.
-No, vamos a ir igual, pero primero voy a darme un baño- soltó sin dejar lugar para dudas.
Daiana se baño rápidamente se seco y cambio, peino y arreglo su cabello, en menos de media hora estaba listo. Ella con su vestido negro y mascara a juego. Abigail tenia un estilo más llamativo con su vestido rojo de mangas largas de encaje, la espalda quedaba completamente descubierta, era ceñido debajo del busto y corto hasta la rodilla, la mascara era negra de encaje y zapatos a juego. En el otro extremo estaba Liana, con un vestido corto hasta las rodillas color azul oscuro, muy sencillo, de mangas largas con un escoto en v no muy pronunciado, su mascara era azul con detalles en negro y un pluma al lado izquierdo también negra.
Las tres salieron de la habitación, para ir por los chicos, Liana golpeo la puerta de la habitación, segundo después Bastián abrió la puerta y las invito a pasar, él ya estaba vestido con un traja negro con corbata azul. Cuando las chicas entraron solo estaba él en el lugar.
-¿Donde están Owen y Lucas?- interrogó Daiana.
-Lucas esta en el baño terminándose de cambiarse, Owen se fue con Liam, hace más de diez minutos- explicó el campeón de Urano mientras se colocaba la mascara azul que estaba sobre su cama. Lucas salio del baño con su cabello ligeramente mojado y despeinado, pantalón de vestir negro, iba descalzo y tenia una camisa blanca a medio abotonar.
-Había oído que las mujeres tardábamos más en estar listas que los hombres, eh aquí la contradicción- se burló Abigail, recibiendo una muy mala mirada de parte de él.
-Ya déjalo- regaño Daiana yendo hasta él- no sabes que nunca se llevo bien con las camisas- recordó mientras le abotonaba bien la camisa.
-No es verdad, además la razón de que no este listo es que te estuve buscando todo el día y no te encontre, ¿Dónde estabas?
-¿Quién eres para hacerme planteos? ¿Mi esposo?- inquirió divertida, Lucas la miro con la ira latente en sus ojos- Estaba en el lago del bosque, ya ¿Contentó?- él no contestó solo se aparto para ponerse la corbata y el saco rápidamente, antes de calzarse y tomar la mascara.
-¿Nos vamos?- Todos asintieron y se fueron de allí.
El baile había tomado como locación la cafeteria, las mesas fueron reemplazadas por otras más pequeñas, acomodadas en una pequeña porción del lugar, en el centro, la pista que iba desde la entrada hasta la pared contraria donde se encontraba un pequeño escenario desmontable. La iluminación era tenue y la decoración un poco exagerada, con temática del fondo del mar, la idea fue de un grupo de sirenas de la escuela.
Cuando los campeones llegaron automáticamente todos los miraron, a lo largo de los meses se habían convertido en los raros del lugar, no era una gran sorpresa, su fuerza era mayor a la de cualquiera allí, sus habilidades inentendibles para el resto y su sabiduría y edad no daba más que razones para asegurar que ellos no debían estar allí.
No pasaron más de dos segundos antes de que los campeones se dividieran en dos grupos, Liana y Bastián se fueron a la pista de baile, mientras que los otros tres se apartaron de la muchedumbre yendo hasta una mesa con diferentes tipos de bebidas sin alcohol. Abigail fue la primera en notar este ultimo detalle.
-¿Pueden creerlo? Ni una sola botella de alcohol- se quejó.
-Abigail es una escuela y la mayoría de los que están aquí no pueden beber- le recordó con diversión Lucas, mientras que Daiana observaba el lugar alerta- ¿Qué sucede?- ella lo miro con una sonrisa tranquila.
-Nada, sólo observo todo esto. No recuerdo la última vez que fuimos a un baile.
-La última vez que fuimos masacraste a la mitad de la corte en el cumpleaños del rey Enrique VI allá por el mil cuatrocientos y algo- recordó el campeón.
-Si, fue hace mucho tiempo, los vestidos no eran tan cómodos en esa época- confesó ella divertida.
-¿Alguna vez sentiste remordimiento por las vidas que quitaste?- inquirió Abigail entrando en la conversación, la campeona la observo en silencio unos segundos, mirandola fijamente a los ojos.
-No- contestó con simpleza- ¿Tu lo harías?
-Tal vez, al menos creo que pensaría en ellos alguna vez- Daiana estalló en carcajadas sorprendiendo a sus compañeros- ¿Qué es tan gracioso?
-Qué nunca pensé que tu pudieras sentir culpa, no lo tomes a mal, es sólo que pensé que eras más como yo y no tan como él- explicó señalando al campeón del Tártaro que estaba a su lado, antes de acercar sus labios al oído de ella- nunca más vuelvas a pensar en eso, la culpa mata y tortura... Y eso no es una opción para nosotros. Nosotros somos armas y las armas no siente, ¿Lo entiendes?- Abigail asintió con un poco de dificultad, esas palabras habían generado un torbellino de recuerdos y emociones muy difícil de procesar para ella.
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