Todos absolutamente todos estaban muy sorprendidos, la idea de Caos era muy alocada; pero el parecía muy convencido y antes de que pudieran siquiera asimilar todo lo que estaba pasando, los chicos ya estaban en sus habitaciones del internado.
Lo único bueno de todo era que era un internado para criaturas sobrenaturales, lo malo era que estaban en primero y eran 5 años.

Las chicas estaban acomodan sus cosas en la habitación, aún sin entender lo que estaba pasando, Daiana estaba en el baño probandose el uniforme del colegio y al verce al espejo no pudo evitar soltar un grito se horror que no Sólo alertó a las chicas en la habitación sino también a los otros tres que estaban en la otra punta del edificio que no era para nada pequeño.
-¿Qué pasa?- inquirieron todos entrando al baño, Daiana se giró a verlos y unas pequeñas lágrimas se escaparon se sus ojos; tenía puesto una camisa blanca con corbata negra y un pantalón de vestir negro.
-Porque tenían que ser pantalones- soltó entre lágrimas, todos se dieron un fuerte golpe en la cabeza ante el comentario y la exageración de la campeona, menos Liana quien salió del cuarto de baño antes de volver con una falda negra entre sus manos.
-También puedes usar la falda del colegio- Daiana la abrazo muy fuerte hasta dejarla sin aire.
-¿Qué le pasa exactamente?- inquirió Lucas preocupado por su amiga.
-Tártaro dijo que era posible que experimentará cambios de humor repentinos y que sus emociones estuvieran algo variable- explico Abigail.
-O eso es verdad, volver de la muerte y los poderes de Amara me han alterado un poco, dijeron que estaré bien en un tiempo, quizas- contestó la campeona con tranquilidad mientras se ponía la falda- así está mucho mejor, ¿no lo creen?
-¿Por qué te niegas a usar pantalones? Porque no es porque no te gusten- interrogó la nueva campeona.
-Principios, oigan ya que estamos todos aquí ¿Por que no damos un paseo?- nadie se negó porque ella parecía estar de buen humor y no quería que eso se esfumara, al parecer era importante mantener a la campeona de la destrucción feliz. Así que con un movimiento de sus manos los cinco chicos se cambiaron, menos Abigail quien recibió las miradas serias de todos los demás.
-¿Qué? yo....- empezó a decir pero se quedó callada antes de mover su mano para cambiarse ella también- saben esto es raro... tardaré en acostumbrarme.
-Espera a que puedas ver el caos en las personas.
-¿Qué?
- Nada, vamos- y sin más los seis salieron de la habitación.

Después de un largo rato se encontraron con un grupo de chicos, que estaban recortados a la sombra de un gran árbol del jardín trasero.
-Hola, vengan- llamo a los campeones la chica de Ojos morados, pelo negro lagro con las puntas en contraste con sus ojos, cuerpo esculpido por los dioses, Piel blanca como la nieve y suave como una pluma, pies pequeños y delicados al igual que sus manos.
-Hola ¿como están?- saludo Daiana, cuando se acercaron a ellos.
-Bien, son los nuevos ¿Verdad?- los seis asintión- genial, yo soy Dyosa y soy un ángel, ellos son Liam, él es un vampiro- presentó al chico de Ojos azules con una mirada fuerte, Pelo negro y despeinado, con un rostro esculpido por los dioses de manos grandes y piel blanca con un cuerpo bien trabajado- y ella es Solange es una Mujer lobo- presentó a la chica de pelo castaño con ondas y ojos miel muy dulces, de piel bronceada y cuerpo pequeño pero bien equilibrado, al igual que los campeones tenían puesto el uniforme del colegio.
- Yo soy Daiana, y ellos son Owen, Lucas, Liana, Bastián y Abigail- presentó señalando a cada uno.
-¿Y ustedes que son?- inquirió Liam interesado, el olor de ellos era muy extraño y eso alimentaba de Sobremanera su curiosidad.
-Pues yo soy parte vampiro y parte lobo, además de que tengo la bendición de un dios aunque eso es nuevo- explicó Abigail.
-¿Qué Dios?- interrogó Dyosa.
-Caos- contestó con simpleza- Bastián tiene la de Urano, Liana La de Gea, Lucas la de Tártaro, Owen la de Calixta y Daiana la de Amara, antes tenía la de Caos- termino de explicar.
-¿Primero quienes son Calixta y Amara? Y segundo ¿Por qué tu ya no eres la campeona de Caos?- inquirió Solange confundida.
-Calixta es la diosa primordial del orden y Amara la de la destrucción- contesto Daiana- y yo ya no tengo el poder del caos porque morí, luchando contra Apofis. Pero mi cuerpo está hecho de caos- contestó con una sonrisa divertida. Liam apareció detrás de ella e intento tocarla pero su mano se vio capturada por la de la campeona antes de que siquiera pudiera atraparla- ¿Qué crees que haces?
-Quería tocar tu cuerpo a ver como era- ella lo miro irritada antes de doblar su brazo en su espalda- lo siento...
-Daiana por favor- pidieron sus compañeros a la vez, haciendo que lo soltara sin gran interés.
-Recuerda que debes mantener tus emociones tranquila- Le recordó el campeón de Tártaro, ella cerró los ojos unos instantes regulando su respiración, antes de volver a abrirlos con una sonrisa.
-¿Nos darían un recorrido?- las dos chicas se pudieron de pie; asintiendo débilmente, el chico comenzó a irse alejando se de ellos.
-Liam ¿donde vas?- indagó Solange, deteniendolo, él lo miro curioso antes de seguir su camino hasta alejarse de ellos.
-Pensé que tardarías más en empezar a sustarlos a todos- confesó con diversión Liana.
-¿Deberíamos preocuparnos?- arqueo una ceja interrogativa Dyosa.
-Solo eviten alterarla mucho... esta algo inestable últimamente- aseguró Abigail con diversión.
-Bien vámonos el lugar es grande y hay mucho que ver- apresuro la loba, y sin perder tiempo comenzaron el recorrido.

La escuela era casi tan grande como el castillo de caos Y tenía una cantidad similar de habitaciones, aún que había mucha más gentes.
Durante el recorrido los campeones no parecían muy interesados, a excepción de Daiana, nadie la podía entender, pero había estado prácticamente toda su vida sirviendo a Caos y con el paso de los siglos la monotonía de su existencia se había vuelto agobiante, ella veía en ese lugar la oportunidad de reescribir su ser, reamoldarse a su nueva realidad y quizás poder amar con mayor libertad.