Gracias...

Por cada roce de manos, por cada entrelazo de dedos; por cada beso en la mejilla, en la frente, en la comisura de los labios y aún en estos.

Gracias por cada conversación dulce, la última fue hace varios meses. Gracias por todos los sobrenombres románticos, aunque solo me confundían más.
Gracias por las caricias en el cabello o en el rostro. Gracias por todos los "te amo", que en algún momento fueron mutuos... O eso he creído. Gracias por cada promesa sin cumplir; gracias por cada palabra llena de ilusión y amor. Gracias por estar sin importar la hora o la fecha. Gracias por las emociones y sentimientos que despertaste en mí. Gracias por las veces que te recostaste en mi hombro o yo en el tuyo; gracias por la carta que jamás me diste. Gracias por acompañarme en pequeños pero mágicos momentos. Gracias por mostrarme lo que es tener el corazón lastimado. Gracias por la primera vez que te acercaste a mí de la mismísima nada a sacarnos un selfie y hablar. Gracias por la primera conversación hace tres o cuatro años. Gracias por las últimas palabras que intercambiamos y por lo dulce que fuiste hasta hace unos meses. Gracias por mostrarme que no era solo interés, sino que, al inicio, en serio me amabas. Luego me querías, y terminaste por apreciarme de una manera poco visible. Gracias por apoyarme, por estar, por regalarme momentos tiernos; por brindarme miradas cómplices y por hacer ese tierno gesto cuando me hallabas viéndote mientras estabas distraído. Gracias por cada vez que supiste secar mis lágrimas, que supiste recoger las sobras de mi ánimo y reunirlas hasta juntar un "buen poco" de ellas. Gracias por comprenderme en esos días malos, por soportar mis groserías y malos humores, mis insultos, y mis quejas. Gracias por los consejos y por salir a mi rescate cuando no sabía qué hacer. Gracias por contar y sacar a luz tus mejores gracias y chistes, gracias por hacerme sonreír cuando quería llorar y alejarme de todo. Gracias por la intensidad de algunos momentos pasados y la frialdad y desinterés de los momentos recientes. Gracias por cada vez que salimos en grupo, y, de forma discreta, entrelazabas nuestras manos y acariciabas mi rodilla más cercana. Gracias por los "yo pagaré", los "yo paso por ti", los "oye, eso no está bien", y podría seguir diciendo que agradezco cada bella palabra que emanó de tus dulces labios. Gracias por hacerme darles un significado a ciertas canciones que cantaba por el simple hecho del gusto. Gracias por estar para mí todo el tiempo y por siempre hacerme ver que las cosas no eran tan desastrozas como se echaban de ver. Gracias por ser mis primeros poemas; gracias por ser mis primeras canciones. Gracias por tratar de subir mi autoestima y mi ánimo, gracias por los días de locura y risa hasta faltar el aire. Gracias por todas las fotos, que son pocas las que aún conservo. Gracias por abrir ese espacio en mi corazón, creí que era porque te quedarías, pero no, solo dejaste el hueco porque alguien mejor vendría. Gracias por mostrarme que soy más fuerte de lo que creo. Gracias por no haber correspondido mis últimos "te amo" en vez de hacerlo recíproco con falsedad. Gracias porque me diste momentos románticos e inolvidables, que voy acumulando en una pequeña grieta en mi corazón; tú mismo hiciste ese espacio. Gracias por los suspiros robados. Gracias por los deseos provocados. Gracias por los sentimientos despertados. Gracias por haber estado conmigo. Gracias por tomar mi mano cuando las cosas marchaban para nada bien. Gracias por las charlas de horas y por las de solo instantes. Gracias por mostrarme hasta dónde corre mi alma por un ser que no lo amerita. Gracias por el esfuerzo que hiciste cuando parecía yo otra persona. Gracias por cada pelea, cada golpecito de broma en el hombro, cada choque de puños, cada sonrisa, cada mirada, cada silencio, cada palabra, cada risa, cada momento, cada gesto de caballerosidad y romanticismo, cada mensaje de madrugada o tarde...

No podría terminar mi lista de agradecimientos hacia ti. Me hiciste feliz, espero que la vida te devuelva al doble la felicidad que me diste. Me regalaste una parte de ti, de tu alma, de tu mente, de tu ser en sí, y es inolvidable, fue hermoso, pero...

... Pero ya era tu hora de ser libre.

Así que ve, ama, ríe, llora de felicidad, alcanza tus metas, tus sueños, tus anhelos. Viaja, aprende, cumple lo que deseas ver realizado. Sueña, vive, deléitate en los latidos de tu corazón y la oxigenación en tu sangre y pulmones. Disfruta de esta vida entregada por nuestro supremo Creador.

Sé feliz.

Te amé, pero ya pasó.
Te busqué, y te hallé a medias.
Te perseguí, pero me cansé.
Te suspiré, pero no puedo seguir dándote mi oxígeno.
Te lloré, y te seguiré llorando hasta que no me duelas.
Te tuve, sí, te tuve, pero ya quedó atrás.

Ya es tu hora de ser feliz; ve a disfrutar.
Consigue ser amado en la talla que mereces, y consigue amar más de como la persona lo merezca.

Te disfruté, pero ya puedes extender tus alas en libertad y desplazarte explícitamente por los cielos.

Gracias por todo, no amor de mi vida.

Con cariño,
- Una persona libre de ti..