Era un aficionado fascinado de las lanzas, aunque en realidad, siempre lo fué con cualquier arma épica. Por lo que, cuando recibió su arma, secretamente quedó enloquecido de la emoción.

Su arma era justo lo que quería, incluso lo ayudaba a manifestar otras lanzas de materia oscura con un gran poder destructivo. Y su lanza no sólo se quedaba en eso, los Cíclopes la hicieron con tanto esmeró que era capas de agrietar el espacio.

Dicen que con solo el pensamiento del portador, puede matar o dañar a cualquier ser que está apuntó de atacarlo por dónde no pueden ver sus ojos.

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Había un grabado que decía; "Y por dónde Juzgará su autoridad, el filo de su lanza ahí penetraria" Le pareció genial, pero no pudo evitar ver otro contexto más obsceno, recordandole en qué tipo de mundo estaba.

Cuando la tomé, sentí la conexión y el poder que fluía dentro de mi y de mi alma. Incluso diría que está arma, estaba arraigada en todos los conceptos conocidos hacía mi existencia.

Mis hermanos habiendo recibido sus armas, me miraron expectantes, ellos sabían lo que estaba por acontecer, pero necesitábamos más aliados en el frente.

- Se que están emocionado o un poco asustados, pero les recomiendo qué se alisten y usen el monte Olimpo como basé. Yo buscaré aliados y soldados dispuestos para esta Batalla. Sin embargo, les pido que entrenen y se fortalezcan. Cronos no atacará portó y sus súbditos tardarán en darse cuenta de lo que sucedió. Así que este es el momento para prepararnos y terminar lo más rápido posible esté odio vil de nuestro padre, y por fin tener nuestra libertad de una ves por todas - Dije decidido. Zeus protesto, pero fue minimizado por los gritos de guerra de sus hermanos. Zeus solo se sintió ignorado, pero se cayó por qué la verdad, el era más débil que su hermano mayor.

Y aunque quiso siquiera mencionar su nombre, nunca se le presentó la oportunidad.

Viajar con las Náyandes bajo el agua en cabernas profundas le impidió hablar por todo el camino, y las bestias eran bastante molestas, que le quitaron todo el tiempo hasta llegar hasta aquí. Y como si el destinó se burlarse, ahora el estaba obedeciendo a su hermano a pesar de ser el 'Salvador' de sus hermanos.

Pero ahora no había tiempo. Su hermano rápidamente usó su lanza y desapareció. Impresionado, miro sus brazaletes de oros que soltaban rayos... si tal vez pudiera hacer lo mismo. Envidioso, maldijo en silencio a su hermano, mientras siguió a los demás.

En otro lado, el Reencarnado atravesó un destello morado hasta quedar en un suelo completamente rocoso. Miro que estaba en una montaña, pero lo que agudizó su mirada fue la cantidad insana de bestias muertas que estaban desperdigadas en absoluto desorden.

Su oído captó el sonido de el metal siendo arrastrado en la piedra, sus ojos callendo ante el perturbador del silencio. Miro la espalda robusta y llena de cicatrices brutales y épicas.

Un hombre musculoso, que sostenía una espada el doblé de alto, más grande que su tamaño. Su cabello era cortó y negro, su barba extensa y un poco larga. Al pisar una rama a propósito, el hombre robusto ya tenía la espada a unos milímetros de mi garganta.

- Se puede saber, ¿Que hace un hijo de Cronos en mi montaña? - fueron las simples, pero gruesas palabras del hombre. Sin embargo, ni siquiera estaba intimidado, mire a sus sanguinarios ojos y lo desafíe a una batalla de miradas.

Ante el silencio, de un movimiento rápido, sencillo y elegante, mi lanza ya estaba tratando de cortarles la cabeza. Sorprendido, el hombre robusto esquivo con una elasticidad, que no debería ser permitido por sus músculos, y abalanzó su espada contra mi brazo.

Una lanza oscura recibió el impacto y lo desvío, permitiendo al Reencarnado contratacar rápidamente. Pero incluso con esa ventana no pudo hacerle nada por la rápida repuesta de su oponente.

Todos los ataque que recibía el hombre robusto era esquivados con gran experiencia y autonomía desmedida. Pero el también halagó la capacidad del chico, era capaz de esquivar sus estocadas y puñetazos con elegancia y sin despeinarse, esquivando y desviando sus ataque con su simple lanza sin usar las dos manos o directamente las manos.

Ambos al final terminaron en un punto muerto. No lograrían nada, ni siquiera incapacitar a su oponente se veía cómo una acción que se pudiera lograr. Haciendo que pararán inmediatamente.

- Mmhhh, parece que no eres simplemente un Retoño Infame. Has mantenido la calma incluso cuándo no estaban atacando de muerte mientras yo si lo hacía, incluso cuándo me atacaste al cuello, había un intervalo de tiempo suficiente para que lo pudiera esquivar sin esfuerzo. Pero, Bastardo de Cronos dime, ¿Que es lo que quieres de mí? - Habló tranquilamente, expectante de las palabras de el primogénito del Señor De Todo. Para su sorpresa, recibió una sonrisa calurosa y muy apasionada, pero con una mirada sería y afilada como la misma espada de la, Muerte No Violeta.

- Quiero derrotar a Cronos, pero necesitó a generales a mi lado. Soldados que darán todo por los suyos en la batalla que se librará. Por eso, ¡Yo! El Díos Del Vacío, ¡Hackov! ¡Te pido que luche a mi lado en esta batalla juntó a tus hermanos!... Kratos... - Está palabras, fueron las que darían a los ojos espectantes del universo, inició a los hermanos de las armas.