Hades y Poseidón ya habían caído, y con eso trajo la decisión más importante del Reencarnado.

Este en el tiempo que transcurrió, usó su conocimiento para fortalecer y entrenar a sus hermanos. Siendo los futuros dioses del Olimpo, era de esperarse que esto aprendieran instantáneamente rápido.

A excepción de Poseidón, más bien no quería hacer nada más que nadar en las grandulas salivales de su padre, por lo que a golpes tuvo que ser entrenado por su hermano mayor. Aunque siempre Poseidón fue el más tonto para todos.

Hades fué el que más capacitación tuvo al ser el qué más cercanías tenía de sus poderes, por lo qué con un entrenamiento riguroso, se volvió la mano derecha de su hermano mayor. Tanto qué prometió que estaría de su lado cuándo el lo necesitará.

Hestia y Hera fuero disciplinadas por su hermano mayor en el adiestramiento de todas las armas. No era difícil para el Reencarnado crear esas armas con materia oscura, aunque difícil mantenerlas por largos períodos de tiempo al ser débiles para que no explotarán. Por suerte, saber de todas las armas se lo amerito a su omnisciencia.

El era una máquina de guerra en estos momentos. Cualquier arma que el tuviera sería dignó de portarla con una maestra Divina.

Actualmente, solo se limita a una lanza oscura con el filo llenó de grietas violetas. Brillaba y estaba conectada a el poder de una pequeña estrella, no fue difícil con su omnisciencia conectarse a una, ahora solo le quedaba controlar el poder. Aunque está obra estaba incompleta, tenía la capacidad de hacerle mucho daño a su padre, lo cual le era perfecto para lo que planeó.

El cuerpo de Cronos se volvió en el patio de los dioses. Literalmente sufría día y noche el tormento de tener baterías inagotables saltando por todo su cuerpo sin descanso.

Incluso pensó que alguien se metía en su cabeza y le susurraba "Puto~" en una entonación tan aguda y molesta, que tenía que estrellar su cabeza con una montaña para que parara.

Nadie sabía por qué esté comportamiento, pero terminó siendo motivó de burla para los demás Titanes, los cuáles rumoreaban que se había drogado con una ceta mágica. Esto enfureció al Titán Cronos, pero tuvo que posponer su castigo por qué sintió un dolor atronador en sus testículos.

Al final, pasaron tantos años con ésto síntomas que hasta perdió la cuenta. Ahora solo sabía que un tipo le estaba tratado de hacer tomar una posición mágica con propaganda barata.

Casi lo golpea de no ser que su estómago empezó a soltar mariposas. Simplemente se aterro. Cuando esto pasaba, padecía de diarrea crónica durante un año enteró.

Sin embargo, empezó a sentir un calor intenso en su pecho. Ahora estaba sintiendo una mescla de dolores horribles, en su estómago y pecho podía distinguir una variedad de sensaciones diferentes que lo estaban matando del dolor.

Soltó un grito que hizo temblar el cielo, y una gran luz morada salió de su pecho, más con el revoltijo en su estómago, provocó que soltará un gas que baño todo el cielo de una coloración verdosa.

Del pecho del gran titán Cronos salieron sus hijos, los cuales estaban cubiertos con vestidos de carne y hueso. Una imágen fea, escapando de sircustancias feas. El hombre misterioso al ver que su plan funcionó sin usar su plan, gritó al reconocer quienes era esos tipos.

- ¡Ustedes! ¡Seguirme! - Gritó el señor 'viejo' el cual se fue corriendo. Sin embargo, al no sentir a nadie detrás suyo se volteó.

- ¿¡POR QUÉ SOLO ME MIRA!? - Gritó desconcertado el dios disfrazado.

- Oye hermanó, ese viejo parece un pedófilo - Dijo Poseidón, como si tuviera derecho en primer lugar.

- Déjalo, vayamos por ahí. Allí hay unas cabernas que nos guiarán a la laguna de las Náyades. No ayudarán con nuestras guía hacía nuestros futuros aliados - Dijo un jóven de cabello rubio. Recibiendo un asentimiento, corrieron a su dirección y empezaron a seguirlo.

El dios disfrazado se quedó mirando con la boca abierta. Nervioso y con miedo los siguió y les gritó.

- ¡Locos! ¡Si Van Ahí Los Matarán! - El sabía la peligrosidad de las Náyades y las demás bestias que habitaban esas cavernas. Sabía que sus futuros súbditos sería gravemente heridos y no podía permitir que ellos murieran.

Sin embargo, una lanza cayó entre sus pies, casi apuñalando sus testículos, haciendo chillar al dios disfrazado que calló de culo.

- Si quieres vivir, ven con con migo - Fueron las sencillas palabras del dios mayor. El cual siguió su partida ante la mirada de admiración de sus hermanos por su genialidad.

Aquél elegido, nombrado como Zeus. Estaba en shock, siendo sustituido por alguien que le debía de obedecer. Si embargo, un gritó de completa furia congeló la sangre del pequeño dios.

- ¡MALDITOS HIJOS MIOS! ¡LOS CASTIGARE DE LA PEOR MANERA! - Ante la impotencia de ser humillado, Cronos hizo temblar el cielo haciendo que Zeus temeroso, huya con sus hermanos.

- ¡ESPEREN ME! - Gritó aterrorizada, saltando antes de que el caminó dónde fueron sus hermanos se derrumbará.

Esto provocó que los demás Titanes se alejara. El olor fétido de su rey los espanto tanto, que ni siquiera pensaron que sus hijos se escaparon. Por lo que lo ignoraron y siguieron con lo suyo, haciendo oído sordos al llamado de su rey.

Atlas solo se reía en silencio, era muy gracioso sus gritos, tanto que las constelaciones brillaban ante la vista del Titán Cronos sufriendo. Incluso le calló un cometa para extrema risa del titán padre de las constelaciones.