Ya a pasado un buen tiempo, y mi hermano a estado ansioso. Pero actualmente, estamos sentados en una de las ramas del gran árbol secó (costillas).

Su rostro estaba sobre el mío, tomándome de la cintura y teniendo me lo más serca posible.

Nuestro labios estaban conectados. No estaba segura de por qué era ésto, el me dijo que los hermanos que sentía un sentimiento más allá de lo divino, estaban sintiendo lo que era el verdadero amor.

Por eso, el afirmó que el debía corresponderlo, por qué el sentía el amor que yo sentía por el, y el sentía el mismo amor por mí al igual que el mío por el.

Me mareo un poco, pero mi hermano mayor era muy inteligente, no llegaría a entender todo lo que el sabe. Por eso solo me quedé callada y obedecí a todas sus órdenes.

Fue bastante placentero sentir sus labios, aunque era extraño, mi corazón se volvía incontrolable y quería extender este sentimiento asta el último día de mi vida.

Sentí sus manos moverse sobre todo mi cuerpo, sobretodo en mis piernas y tracero. No lo entendí, pero me sentía bien, además, no debería oponerme, el es mi hermano mayor.

Pero repentinamente, el se alejó, no sin antes despedirnos con un lío de saliva. Por primera ves me sentí molesta, pero suprimir ese extraño sentimiento. Todo lo que sentía era nuevo, pero había una seguridad a estar serca de el que le decía que todo hiba a estar bien.

El me miró con sus brillantes ojos, incluso podría decir que iluminaban el lugar como su carisma y amor. Pero sus ojos para mí siempre fueron algo especial, fueron esperanza.

El parecía con la mirada sería, no lo sabía muy bien, está es la primera ves que lo veo con esa expresión, pero rápidamente entendí que era importante, aunque no sabía por qué. Aunque solo una leve sonrisa.

- Hestia... Una hermosa hermana está llegando al mundo, ¡Ayúdame A Darle Una Estadía Digna En Este Lugar! ¡Por favor Hestia! - Su hermanó le rogó con los ojos cerrados, exaltando a la pequeña niña fosforescente.

Ella sentía su corazón latiendo con fuerza. La llegada de una nueva hermana se estaba manifestando en sus corazones, y ellos saltaron de alegría.

- ¡Hermano! ¡Ayúdame A No Ser Una Carga! ¡Quiero Que Seamos una Gran Familia! ¿¡Dónde está nuestro hermano!? - Ella gritó decidida, haciendo que su hermano repentinamente la tomara y la subiera a su espada.

Ella chilló muy agudo, tanto que trajo la risa de su hermano. Este se inclinó y saltó tan alto, que ella pensó qué el suelo nunca existió.

- ¡Hestia! ¡Vamos A Buscarla! - Gritó furiosamente, mientras corría y saltaba con esta abrazándolo con todas sus fuerzas

- ¡¡Más Despacio!! - Gritó, pero su hermano estaba más consentrado en lo que hacía.

- ¡No Hay Tiempo! - Dijo llendo más rápido, haciendo que Hestia se pegará tanto que empezó a notar sus atributos. Sonriendo descaradamente, siguió su caminó para salvar a su nueva hermana.