Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Capitulo 2]

Parecía una adolescente hormonal, y bueno, eso era.

No dejaba de pensar en aquel chico de la sopa. ¿Cómo se podía ser tan lindo? Estaba flotando en las nubes, brincando de una en una y tocando el cielo con la punta de mis dedos.

Ya me había imaginado siete escenarios diferentes en los que él venía a casa y se arrodillaba ante mí para pedirme que sea su novia.

Lo acepto, aveces puedo ser un poco idiota.

Desde hace pocos segundos comencé a notar un nuevo descubrimiento, esa chica, ¿es su novia? O más bien, ¿era?

A primera vista si es cierto que pareció un poco idiota, de los típicos rompecorazones que le quitan su estabilidad a cualquiera, pero bueno, mi madre me enseñó a no juzgar a las personas por la primera impresión.

¿Cómo relacionar al fastidioso chico de la sopa con este? Quizás hasta es bipolar, vete tú a saber.

Puede que mi madre tenga razón y leer tantos libros me esté haciendo mal.

Rápidamente invité a Clara a casa para contarle lo sucedido y preguntarle qué pasó exactamente con el hijo del amigo de su padre.

—¡Aquí estoy!—Exclamó en el momento en el que abrí la puerta.

Era normal que llegara rápido ya que bueno, vive al lado.

—Pasa.—me hice a un lado. Aprovechando que había casa sola nos sentamos en el sofá.

—Creo que me he enamorado.—suspiré. Ella me miró descolocada.

—Cuenta.

—¿Conoces al vecino de al lado?

—¡¿Jorge el carpintero?!—su cara fue toda espanto.

—¿Qué? ¡No! El otro lado.

—¡¿El mujeriego todo guapo?!

—El mismo.—alcé mí dedo pulgar exhibiendo que le había atinado.

—Estas loca.

—Dime algo que no sepa.

—Amiga, es enserio, ese tío no es recomendable, dicen rumores que se droga.—abrí mis ojos de manera exagerada.

—¿Qué edad tiene?

—Diecinueve.

—Uhm, solo me lleva un año.

—¡Cris! ¡Céntrate!

—Perdón.—reí levemente—. Me ha giñado un ojo.

—¿Eh?

—¡Cómo oíste!

—¿Aiden?—su cara fue de confusión.

—¿Quién?

—¿Te has enamorado de ese chico y ni siquiera sabes su nombre?

—Quizá.

—¿Es falso eso de que te has enamorado, verdad?

—No sé...

—Cris...—amenazó.

—Claro que no es cierto tonta, no le conozco. Acepto que es muy guapo, todo un estereotipo juvenil, que tiene los ojos más precisos que he visto y su nombre no pude ser más perfecto...

—Ya cállate, no quiero vomitar.

Me reí de la expresión asqueada de su rostro.

Fue bueno no perder una amistad como la de ella. El destino nos ha permitido seguir juntas, como también la disposición de sus padres por llevarlas a mi casa allá en la ciudad. Nunca hemos perdido contacto.

—¡Es cierto, Calvin!—se acomodó en el sofá, parecía que el chisme iba a ser bueno.

—Algo me dice que ahora seré yo la asqueada.—me burlo entre risas.

—Da igual, ¿recuerdas cuando te dije que me pidió el número?

—¿No se lo habías pedido tú?

—Agh, eso no importa.—le restó importancia—. El punto es que me invitó a salir.

—¿Tan rápido?

—¡Si! El problemas es que...

—Espera.—la detuve—. ¿En serio hay un pero?

Asintió.

—También me gusta su hermano.

—Puta madre.

—¡Ya sé! ¿Qué puedo hacer?

—¿Y yo que voy a saber? No entiendo a esas personas que se enamoran de dos. ¡El corazón no se comparte amiga!

—Lo siento.—comenzó con sus lloriqueos.

—Ya pasará...

El resto de la tarde se basó en doxear por instagram a Calvin y su hermano. Ahora comprendo a Clara, ambos están buenísimos.

—Es enserio, no es normal la cantidad de chicos guapos que viven aquí.

—Y chicas.—me guiñó un ojo refiriéndose a nosotras.

—También.

Cuando Clara se fue de casa me entretuve viendo vídeos en internet, de mekaup, ropa, bailes y datos curiosos.

Mi propio instagram me daba lástima, mis únicos seguidores eran mis amigos, y también los únicos que de vez en cuando veían mis historias.

Un mensaje de Clara llamó mi atención.

Mi morenita potente:
Enlace adjunto
¿A qué no sabes a quién encontré?

Con intriga abrí el enlace y en el me salió un desconocido perfil. Con el nombre de usuario de Aiden_LinkedIn129.

¿Cómo se supone que se pronuncia ese apellido? Decidí suponer que solo se componía por Linked.

A primer momento supe quién era debido a su foto de perfil, en ella resaltaban sus ojos miel y cabello rubio alborotado. Era más que obvio que la cuenta pertenecía a mi apuesto vecino. Grande fue mi sorpresa al notar que su única publicación era una en la que mostraba sus abdominales y el tatuaje que lleva entre sus pectorales. Una araña.

Tenía su abdomen bien definido y sus brazos a su par. Toda una escultura de persona. Se me hizo la boca agua y no por comida en específico. Mientras aún registraba su cuenta noté que me había saltado un detalle muy importante, por ejemplo, sus diez mil seguidores. Mis ojos se agrandaron. ¿Cómo es posible? Yo que subo historias cada día de la semana y videitos de memes robados y no paso de los trece.

¡Qué injusta la vida!

Un mensaje de Clara ocupó mi barra de notificaciones.

Mi morenita potente:
¿Algo que decir al respecto?

Yo:
Eres la mejor hacker y amiga del mundo ;)

Mi morenita potente:
Lo sé <3.

Por mí salud mental y la de mis datos móviles decidí desconectar el internet y no observar como una maniática su foto de perfil. Después de todo, podré hacerlo cuando quiera. Le he tirado captura.

***

El tiempo terminó pasando en un instante y sin previo aviso ya se encontraba Clara en casa para ayudar con mi outfit, soy demasiado indecisa para estas cosas.

—Me quedo con este.—tomó en mano el mismo que cuatro días atrás.

—Uhm... Creo que me iré por este.—me llegué hasta el armario y saqué un vestido negro un poco corto de cuero con un escote en forma de corazón en medio de los pechos.

—Ni tan indecisa ¿eh?

—Ya... Es qué nunca lo he estrenado ¿Qué mejor que esta noche?

—Absolutamente nada.

Ninguna de las dos éramos unas expertas en maquillaje pero almenos Clara sabía de delineado.

Ambas nos rizamos las pestañas, utilizamos un labial rojo vivo y nos colocamos un poco de corrector.

—Yo digo que así está bien.—sonreí satisfecha por el resultado que veía en el espejo.

—Estamos perfectas.—Clara se acercó a mí y nos sacó un selfie juntas.

—¡Mamá! ¡Papá! ¡Ya me voy!

—¡Pero déjame ver!

Mamá se acercó con rapidez a nosotras y se detuvo alucinada.

—¡Dios mío! ¡Estáis preciosas!—me sonrojé por la efucibidad de sus palabras y le resté importancia.

El hermano mayor de Clara estaba frente a casa.

—Pero que apuesto chófer has traído.—le comenté con gracia a Clara. Acelerando el paso me acerqué a él y lo abracé.

—Madre mía, cómo has crecido.—me devolvió el abrazo—. Te ves preciosa.

Me sonrojé una vez más mientras me separaba de él.

Kenner es de tez morena al igual que su hermana, sumamente alto y fornido. Y bueno, también, mi crush de la infancia.

—Tu también.—me moría de vergüenza.

—Siempre.

—No recordaba la gran humildad que te caracterizaba.—rodé los ojos y intente subir al coche.

—Stop.—Kenner frenó mi movimiento.

Lo observé confundida.

Tomó la puerta y la abrió para mí.

—Listo.—sonreí con vergüenza y entré al auto sentándome en el lugar del copiloto.

—Como se luce.—murmuró Clara con sorna.

Reí para mis adentros, me causaba mucha gracia su relación amor-odio con su hermano. Exacto, no tenía hermanos menores pero si un apuesto hermano mayor.

Si escuchase mis pensamientos estoy seguro que me golpearía.

—¡¿Qué haces?!—sobé mi hombro.

—¡Deja de babear por mí hermano!

—¡No lo estaba haciendo!

—¡Si, claro!—se cruzó de brazos.

—¿De que hablaban?—preguntó Kenner al entrar.

—Nada.—aseguramos al unísono. Él nos miró con sospecha pero no dijo nada más.

No fue mucha la tardanza pues media hora después ya estábamos en el parqueo a solo unos pasos del lugar. Nos despedimos de Kenner y nos acercamos a la acera para comenzar a caminar.

—Que nervios.—murmuré con una mueca en el rostro.

—¡Claro que no! No seas miedica.

—Si, claro, tú lo dices porque ya has venido a muchas fiestas.

—De hecho, nunca en mi vida he ido a ninguna.

—¿Qué?

—Eso.—se encogió de hombros.

Con algo de inseguridad la seguí hasta la puerta principal. Afuera aún se escuchaba el resonar de la música y el potente bajo.

Al abrir nos recibió un guardia. Definitivamente esta familia tiene pasta.

—¿Invitación?—Clara le tendió el pequeño folleto y el hombre de tez oscura y mirada terrorífica nos dejó pasar.

—Casi y prefiero quedarme fuera.

—Deja el drama, amiga.—Clara rodó sus ojos con gracia mientras caminaba a no se qué lugar.

Este definitivamente no era mi ambiente. Las luces parpadeantes y la música sumamente alta solo provocaban que mis tímpanos sufrieran. Había imaginado que esta fiesta se organizaba en su casa o quién sabe si mansión, pero mayor fue mi sorpresa al reconocer este lugar como un famoso antro.

El olor a alcohol y sustancias me provocó un pequeño mareo, no estaba para nada acostumbrada a interactuar con este tipo de bebidas, o bueno, si llega al caso, drogas.

A diferencia de mí la gente a mi alrededor bailaba, cantaba, saltaba y bebía.

En un mes cumplía los dieciocho por lo tanto mis padres me permitieron tomar, claramente con un límite de cantidad.

Clara me guío hasta la barra en donde no había casi gente. La muchedumbre había comenzado a agobiarme, no hubo un solo momento de camino en el que no fuí empujada ni maldecida.

—¿Qué desean, señoritas?—el barman se acercó a nosotras y nos preguntó.

Mi gran conocimiento (obviamente de libros) me aconsejó comenzar por lo fuerte, un Tequila. Necesitaba sentir la sensación de ese líquido caliente pasando por mí garganta, su agrio sabor satisfaciendo mis pupilas y su típico mareo de principiante. Algo que obviamente si soy.

Clara sorprendida por mí pedido me siguió en mí alocada idea, un minuto después ya lo teníamos en frente.

La miré con los ojos un tanto abiertos viendo el pequeño vasito que ocupaba la barra junto con su sal y limón.

—¡Primero el limón!, ¿No?—preguntó ella. Yo me encogí de hombros—. ¡Se supone que eres tú la que lees!

—¡Qué sea el limón!—grité intentando que pudiese escucharme por encima de la pegadiza canción.

Asintió repetidas veces.

Tomé un poco desconfiada el vasito en mis manos y sorbiendo unas gotas de limón me lo bebí de un trago.

—¡Mierda!—sucedió justo lo que me temí, primero su agridez sobre mis labios y boca, luego su caliente sabor quemando mi garganta y por último el esperado mareito.

—¡Madre mía!—exclamó Clara—. ¡Creo que ya estoy más que borracha!

—¡Y yo!—comenzamos a reír de manera descontrolada.

—Yo también lo creo.—el barman nos observó como si fuésemos un par de locas. Reímos mucho más.

Siete tragos más y ya nos encontrábamos hasta los pelos de borrachas. No sabía si nuestra tolerancia había sido mucha o poca pero estamos a tope.

—¿Bailas conmigo?—Clara hizo un reverencia en la que casi cae sobre mí. Riendo acepté su propuesta.

Nos acercamos a la multitud que no paraba de saltar y reír descontroladamente, nosotras con gusto nos sumamos, saltando de manera alocada y moviendo nuestras cabezas como si fuese un clásico de rock.

Al terminar la canción recosté mi cabeza en su hombro.

—Creo que voy a vomitar.—comenté lo suficientemente alto como para que me lograra escuchar.

—¡¿Salimos fuera?!—asentí.

Clara me tomó de la mano para que no terminara extraviada.

—Esto no es afuera.—el sonido de la música había bajado por lo que no había necesidad de gritar tan alto. Parecía una zona aparte, con una música diferente y aunque del mismo tipo más baja.

En el centro de el área noté una gran piscina con unas personas dentro.

—¡Qué guay!—celebré señalando la piscina.

—¡Si!

—¿Sois nuevas?—la voz de una chica interrumpió mi baile de la victoria. Me giré hacía ella intrigada por su pregunta.

—No.—intentó mentir Clara.

—¡Si!

—Mierda, Cris.—chocó su mano con su frente.

—¿Por qué?

—¡Chicos!—la chica rubia de vestido apretado nos miró con malicia—. ¡Ellas!

¿Nosotras qué?

Los chicos se miraron entre ellos con una sonrisa y se acercaron a nosotras corriendo.

—¿Saben nadar?—no tuve tiempo de responder a la pregunta de uno de los chicos pues sin razón nos tomaron en brazos e ignorando nuestros gritos y maldiciones nos lanzaron a la piscina.

---------------------

Sígueme en instagram cómo:
Maria__As2009

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro