Capítulo 31 - FINAL
Capítulo 31
—¿Cómo... cómo sabes de eso? ¿Quién te dijo eso?
Zoey se atrevió a sentarse en el pequeño sillón más cercano a la mujer.
—Señora Collins, es complicado porque... yo tengo el collar ahora.
La anciana dio un respingo y, horrorizada, se llevó una mano a la boca.
—No, no, no —negó—. Tú no puedes tener ese collar, niña.
—No puedo —contestó ella—, pero desgraciadamente lo tengo. Lo tomé sin querer. Ya... sabe, yo... yo fui quién encontró el cuerpo de Zack en el sótano. Había hallado el collar —murmuró, mirándola fijamente mientras la mujer se abanicaba con una delgada mano—; cuando me di cuenta, lo tenía en el cuello y no podía quitármelo.
—¡Válgame Dios! El dije es peligroso, muy peligroso para alguien que no ha sido preparado. —Nerviosa, la mujer estiró una mano hacia ella—. Nadie debe saberlo, mi niña. ¡Te matarán como a mi nieto!
—Lo sé. Es por eso que vengo a usted —explicó Zoey—. Hay un templo, y también un libro, incluso un túnel que conecta al colegio con...
—¡No, no, no! —La anciana agitó los brazos, como si quisiera huir—. No te metas en esto, aléjate.
—No puedo hacerlo, señora Collins. Y han intentado matarme tantas veces... Necesito respuestas, no huir.
Zoey se mordió el labio inferior, al ver a la mujer respirar agitadamente. ¿Y si le causaba un ataque...?
—Déjame hablar con ella —pidió Zack. A Zoey casi se le escapa el grito.
—¿Qué?
—Explícale de mí y déjame hablar con ella. Pensando que eso era muy mala idea, Zoey tomó aire.
—Me han protegido, señora. Como obtuve el dije sin querer, algo increíble pasó y... —¿Cómo se suponía que le explicara a esa mujer que su nieto estaba muerto pero aún con un cuerpo?—. Alguien envió de vuelta a Zack para cuidarme.
—¿Qué dices? —escupió la señora Collins, nerviosa.
—Su... su nieto, Zack.
—Ya —pidió Zack. Saltó de su regazo al suelo para tomar forma humana. En cuando la anciana vio cómo alguien surgía delante de ella, reprimió un grito—. ¡Abuela! —le pidió hin- cándose delante de ella—. Por favor, no te alteres. Soy yo, soy Zackary. —La abuela no pudo decir ni mu—. Me enviaron de vuelta a cuidar a Zoey; no estoy vivo otra vez, no es eso. Me dieron un cuerpo provisorio, para protegerla. Mi misión es mantenerla con vida.
—¿Qué... qué... qué...?
—No sé quiénes fueron; no los vi. Solo escuché que me daban la responsabilidad. Y tienes que ayudarme abuela, no puedo cuidar a Zoey si no sé qué es lo que dice en ese templo.
—N-no... mi nieto... —balbuceó la mujer. Zack le tomó las manos.
—Mírame abuela, mírame bien —pidió. La anciana obedeció, con los ojos anegados en lágrimas.
—M-mi nieto —gimió.
—Soy yo —susurró Zack, con intensidad—. Estoy aquí... y necesito tu ayuda.
—Pero... no entiendo.
—Ni yo, abue. Pero por favor, no se lo digas a nadie. No estoy vivo, no en realidad. Este cuerpo no es humano ni mortal. —Le apretó las manos—. Solo durará el tiempo que dure la vida de esta chica... Y yo no puedo dejarla morir, no por mi culpa.
—Mi Zack... mi nietito. —La mujer liberó una mano, para tocar las mejillas de su nieto—. Tú... tú estás aquí.
—Sí, abue. —Él sonrió—. Aún estoy aquí.
Zoey enterró la cara en un grueso almohadón. Estaba que se dormía. Zack y su abuela llevaban rato hablando a solas en la habitación contigua y ella se babeaba sobre el sillón. No veía la hora de llegar a su cama, pero faltaba bastante para eso.
Se limpió las lagañas de los ojos justo cuando el mayordomo entraba a ofrecerle una taza de café. Negó. No tenía ganas de tomar nada, aunque el café pudiera hacerle bien al despertarla un poco.
Al final de un largo rato, Zack abrió la puerta del salón. Su abuela llevaba en sus manos unas carpetas oscuras.
—¡Zoey, Zoey! ¡Lo tenemos! —le dijo él animadamente, sacudiéndola para despertarla de su trance. Zoey gimió, muerta de sueño.
—¿Qué cosa?
—Las carpetas de mi abuelo —sonrió Zack, radiante—. La abuela dice que él pasó muchos años investigando cosas sobre el dije.
Tratando de despabilarse, se sentó en el sillón y miró a la mujer, que dejaba las carpetas sobre una mesita.
—Mi marido tenía muchos datos aquí. Se supone que un antepasado suyo perteneció a la logia que tenía sede bajo la iglesia local.
—¿Se supone? —repitió Zoey.
—Bueno. —La ancianita se sentó. Tenía los ojos colorados, a consecuencia de tanto llanto—, él hablaba de un tátara, tátarabuelo. Pero como no había nombres ni demasiadas notas en los archivos que tenía de la logia, no podía compararlo del todo.
—Junto con Zack, abrieron las carpetas y sacaron varias hojas viejas, amarillentas y sueltas. Había blocs de notas también.
Revisaron varias anotaciones interesantes.
—¡Oh! Aquí —la señora Collins tomó una hoja—. Los templos de culto templario.
Zack y Zoey se inclinaron sobre la hoja.
—¿Los templarios? ¿Los caballeros templarios?
—¿Alguna vez oyeron la teoría de que los templarios estuvieron hace más de mil años en América del sur? Dicen que escondían el Santo Grial. Si bien otros dicen que el Santo Grial está oculto ahora en la Patagonia, tu abuelo encontró ciertos documentos de la logia que afirmaban que la zona del pueblo fue un antiguo asentamiento templario. En realidad, la logia tiene un inicio templario.
Zoey se quedó muda. Entendía poco y nada. Lo único que sabía de los templarios lo había visto en una película de Nicholas Cage.
—Aguarda... —Zack parpadeó—. ¿Templarios protegiendo o adorando algo que no tenía nada que ver con el catolicismo? Estoy seguro de que el dije no es un objeto autorizado por el Papa.
—Pues eso mismo digo con inicios templarios. La logia tenía una base de costumbres y creencias templarías que luego solo se llenó de fanáticos. Extrañamente, ellos conocían muy bien el poder del dije y seleccionaban a un miembro para ser un portador.
—A que todos murieron —bromeó el chico, y Zoey y la anciana le dirigieron una mirada reprobatoria.
—Pero... no entiendo. ¿Los templarios eran una religión o algo así?
—No —Zack negó—. Los caballeros templarios eran una orden militar cristiana. Reconocida y aprobada por la iglesia. ¿Recuerdas las famosas «Cruzadas»?
—Sí, los de las cruces rojas.
—Exacto. Esos eran templarios.
—¿Entonces, que tienen que ver con el dije?
—Pues a eso quería llegar. —La señora Collins señaló la hoja—. No sé muy bien cómo fue formada la logia, ni cómo ellos adoptaron las costumbres, ni si el fundador era un templario propiamente dicho. Pero si estoy segura de que la logia también tuvo mucho que ver con la fundación del pueblo, sobre todo por las construcciones de culto templario.
—Por construcciones de culto templario, se refiere al templo en el bosque —aclaró Zack para Zoey.
—No solo ese —contestó la abuela—. Sino el que estaba bajo la iglesia y el que estaba bajo el colegio.
Los chicos se quedaron mudos. Si bien habían sospechado algo por el estilo hacía algún tiempo, no hubieran imaginado con exactitud que la catedral y la escuela fueran templos tem- plarios.
—Abuela, ¿hablas en serio? ¿Por qué jamás me lo dijeron?
—Ya sabes que el templo del bosque no es el original. Ese fue construido por la logia. Debajo estaba el verdadero templo templario, que estimo que sería milenario. De la misma forma, habían otros dos templos: la catedral y el colegio. Tu abuelo quería decirte muchas cosas, pero tú sabes muy bien que siempre es mejor estar lejos de todo esto —murmuró la mujer—. Al final, pensamos que era mejor que no supieras todo y no te involucraras en los temas de la logia. —Guardó silencio durante un momento y como nadie dijo nada más, ella siguió—. Hay un túnel que los conecta, como tú estabas diciendo, querida.
—Sí —susurró Zoey—. Encontramos una cámara oculta debajo de la iglesia, con varias habitaciones con escrituras similares a las del templo del bosque.
—Pues bien, esos son restos de las construcciones que los templarios dejaron. ¿Por qué crees que te han enviado a ese colegio toda tu vida, Zackary? —La abuela lo miró y Zack enmudeció mientras pensaba.
—Si el colegio era un templo... para el dije, ¿al dije lo atrae de igual forma el templo del bosque?
—No de igual forma, porque los tres templos tenían funciones distintas. El del bosque era ritual. De sacrificios. El del colegio era de simple transición, de descanso, de oración.
—Espere un segundo —Zoey la detuvo, recordando algo que Adam le había dicho una vez: «En el colegio estarás segura»—. El túnel... El colegio... ¿El colegio es un punto seguro de verdad?
—Pues... —La mujer dudó—. Ahora mismo, no lo sé. No creo que sea un lugar seguro si mi nieto fue asesinado allí dentro.
Zack negó.
—No, no. Zoey tiene razón en eso. Cuando el túnel estaba cerrado, nada extraño sucedía; cuando lo abrí, sombras o espectros comenzaron atacar a Zoey. Entraban a través del túnel.
—¿Sombras?
—No sabemos qué eran.
—Eran bastante corpóreas. Me arrastraron por el túnel hasta la iglesia, y luego a través del pueblo.
—Yo no tengo idea de qué significa eso —contestó la mujer.
Los tres guardaron silencio.
—Entonces... Tres templos originales. Dos están debajo de los cimientos del colegio y la iglesia, y el otro fue reconstruido —recapituló Zack—. ¿Qué hay del dialecto que se ve en las paredes de ese último?
La abuela rebuscó entre las hojas.
—Espera. —Corrió blocs, cuadernos y varios sobres—. Aquí. —Separó un fajo de hojas—. Tu abuelo trabajó muy duro en esto. Cuando halló el código, estaba a medio terminar. Pasó años hasta que pudo comprenderlo del todo.
Zack y Zoey se inclinaron para ver mejor.
—Oh, Dios —gimió ella, comprendiendo lo que veía. Era un código de traducción.
Los chicos levantaron las cabezas, sintiendo los nervios acumularse en sus pechos. Allí estaba lo que tanto podía acla- rarles las dudas y suposiciones.
Se sintieron más cerca, más emocionados que en mucho tiempo. Con ese papel podían averiguar si existía alguna for- ma, aunque fuera mínima, de librarse del dije. De huir de ver- dad, de despedirse de los problemas.
Zoey miró a Zack. Efectivamente, también significaba despedirse de él.
FIN LIBRO 1.
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¡Y se acabó el primer libro de esta trilogía! Gracias a todos los lectores nuevitos. Los invito a dejar sus estrellas, a compartir la historia si les gustó y a recomendarla.
Esta versión publicada aquí no es la completa, ya que la versión extendida, con escenas extras y otros datillos es la que está publicada por Nova Casa Editorial en formado papel y ebook. Si bien pueden leer el siguiente libro sin esos datos, lo comento para que lo tengan en cuenta. Si desean apoyar la trilogía para que llegue aún más lejos en su camino profesional en librerías, comprando el ejemplar o el ebook, ¡más que agradecida!
El libro que continúa a esa saga es El alma, que está en mi perfil de Wattpad HASTA EL 1RO DE DICIEMBRE. El tercer libro está listo, casi por publicarse, y por contrato editorial no podré subirlo a Wattpad; irá directo a librerías. Como saben, El dije había sido retirado de Wattpad por ese motivo y ahora la he resubido, con el permiso expreso de la editorial, por un tiempo limitado. Espero que puedan entender lo que esto significa para mí como autora. Estoy forjando mi carrera profesional con mucho esfuerzo y espero realmente que esta saga sea el comienzo de ella.
Si les gustó mi manera de escribir, los invito a pasarse por otras de mis historias. Pueden encontrar mucha fantasía, paranormal y romance en mi perfil en novelas como: Destinos de Agharta (Fantasía épica), Suspiros robados y La memoria de Daria (Paranormal).
También los invito a seguirme en mi cuenta de instagram @eldije y @anns_yn para enterarse de todas las novedades de esta saga, las publicaciones en físico, fechas, etc!
Nuevamente, gracias por estar aquí, por haberle dado una oportunidad a esta historia y por haberme hecho rememorar lo que sentí cuando la publicaba por primera vez hace más de 6 años. Los veo en otra oportunidad! Un beso enorme <3
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