- que es eso - dije aterrada hacia un horrible monstruo de tierra que tenia millones de bocas alrededor de todo su físico al cual le estaban disparando

- queda te atrás - dijo el chico ocultando me detrás de una lápida sacando un par de pistolas y corriendo hacia el gran hombre de tierra.

Eran las siete y el anochecer estaba callendo causando que el monstruo se hacia mas fuerte y se notaba ya que empezaba a derribar a los hombres como si de un domino se tratase.

Estamos hartos de que nos olviden.

No queremos ser olvidados

La gente se arrepentirá de no habernos recordado.

Me quede estática al igual que el chico a unos cuantos pasos de mi.

Me levante cuidadosamente y pase al joven.

- La gente no olvida.

¡claro que si!

- no podemos olvidar a los padres, abuelos. Nosotros sabemos que existen. Tal ves no vengan a visitarlos pero no es su culpa.

Claro que lo es.

- yo se que todos; y se los puedo asegurar, que cuando no se puede venir les rezan en su honor ¡hací que dejen de pelear porque pueden decepcionarlos!

El hombre de tierra se hinco y de él sus bocas se desprendieron y volvieron a sus lapidas diciendo "gracias"

El joven disparo una ves que el monstruo se vacío y este desapareció.

- ¿que eres? - pregunto

- como que qué soy - dije confundida

- no todos pueden escucharlos. Porque tu si.

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Escritoradelanieve