Ethan estaba en el baño con todo dándole vueltas y más vuelta. Ese día se levantó con el estómago en la boca y no había una respuesta coherente para eso. Sus amigos estaban realmente preocupados por su salud que sabían a como reaccionaria el omega si le dijeran sus sospechas.

Otra arcada salió de sus labios y el mismo contenido. Ahora sí que en verdad le estaba asustando esos cambios en su metabolismo, no podía decir con exactitud lo que tenía, pero la tensión en el cuarto de baño era notoria para su situación.

Sus amigos le ayudaron a ponerse de pie y lo llevaron a la habitación, se sentó en la cama con las piernas hechas gelatinas, ser llevó ambas manos a los labios para que los sollozos que querían salir de estos.

—Digan algo, por favor — dijo, al fin rompiendo el silencio — Sé que lo están pensando, pero eso no puede estar pasándome a mí.

— Pensamos que estas esperando un bebé, pero puede ser cosas de nosotros y nada más — dijo Valeria, sentándose a su lado y Ethan colocó su cabeza en su hombro.

— Dudo mucho que solo sean ideas suyas — acaricio su vientre — Estoy seguro de que tengo un cachorro dentro de mí y que estamos en peligro — mordió su labio — Si en verdad estoy esperando un cachorro me van a matar.

— No digas eso, Ethan — Jack tomó sus manos y las acaricio — Si estas esperando un cachorro, haremos todo lo posible para que nada les pase si morimos en el intento — bromeó y Ethan no dudo en reír con él.

— En eso Jack tiene razón, Ethan. No dejaremos que nada malo te pase — dejó salir un suspiro — Somos un gran equipo, aunque la única que este en este grupo sea yo — eso hizo que los tres rieran — Es la verdad. Aunque haya llegado primero que ustedes a ese lugar, siento que somos como una familia la cual nunca podrán separar por más cosas que pasen y eso cuenta con las cosas que nos hagan. Siempre, no así suena muy fino — se aclaró la garganta — Malditamente siempre, carajo, estaremos juntos. Aunque nos maten a puros palos... ¿Así está bien? — Preguntó, mirando a Jack — Sonó como muy fino todavía, ¿verdad?

— Tranquila, sonaste de la forma más perramente vulgar — Jack le sacó la lengua — Ahora tenemos que buscar la forma en la cual podamos salir de aquí sin que nadie se dé cuenta y regresar de la misma forma, para poder darles las pruebas a Ethan

— Creo que eso puedo hacerlo — dijo Ethan — Pero Valeria tiene que ayudarnos en eso — Jack y Valeria se miraron con confusión — El otro día el guardia que custodia el jardín me preguntó si tenía algún chance con Valeria. Al parecer es buena persona, pero no estoy del todo seguro de si podemos confiar en él para que nos ayude a comprar las pruebas de embarazo.

—Déjame eso a mí — se levantó de la cama y casi hace que Ethan se vaya de lado — Lo siento ¿Estas bien?

—Sí, solo fue el susto..., recuerda que no soy advino y las cosas no las veo — hizo un puchero — Ahora ve y dile que compre las pruebas, su nombres es Michael.

— Ya sé quién es..., solo espero que esta vez no se me quede mirando mucho el trasero como la vez pasada — dijo para sí misma y salió de la habitación.

Ethan se echó hacia atrás soltando el aire que tenía en los pulmones y Jack hizo lo mismo. Ahora que las cosas están de ese modo, solo esperaban que hubiese un Ángel que los ayudara en eso.

Ethan estaba realmente emocionado con eso del embarazo que no toda su felicidad se veía en la forma en la cual acariciaba su vientre y eso fue algo que no paso de desapercibido por Jack.

— Solo espero que no nos pase nada..., y si estoy esperando un cachorro no quiero que sea igual que su padre..., mi hijo no merece nada de lo cual su padre es — Jack lo miró triste sin decir una sola palabra — La vida y el destino no pueden ser tan crueles conmigo como para que ese alfa me quite a mi hijo de esa forma..., solo espero que algún día pueda salir de aquí sin la necesidad de que me maten en él intento...

—No digas esas cosas, Ethan — dijo Jack, serio — Saldremos de aquí algún día con todas nuestras partes en nuestro cuerpo. Así que quito esa cara de espanto que tienes que tu hijo, si es que lo estás esperando, no quiere a su padre triste.

— Tienes razón, pero eso no quita el hecho de que este nervioso y con miedo recorriendo mi cuerpo el de solo pensar en las cosas que el presidente puede hacerle a mi bebé — mordió su labio una vez más — Soy un zorro con partes gatunas y ciego..., no puedo pedir mucho en una sociedad donde somos la peor raza de lobos genéticamente deplorables..., tú al menos eres un zorro pero no eres igual que yo — Jack secó las lágrimas que salieron de los ojos de su amiga y sostuvo su rostro con ambas manos.

— Solo porque seas un zorro y gato no eres menor que nadie, eso te hace un ser demasiado único y especial. Solo porque eres ciego eso te hace distinto ante los demás — Ethan sonrió, al imaginarse rostro de seriedad que tenía Jack en ese momento — Solo porque vienes de un maldito prostíbulo eso te hace insustituible. Escúchame bien Ethan..., eres único distinto e insustituible y eso es algo de lo cual nadie podrá cambiar nunca..., porque eres especial ante los demás y todo lo mal que te digan en la vida tómalo como un juego o un chiste sin importar el que sea.

Ethan para esos momentos ya estaba llorando, no podía imaginar su vida fuera de la de Jack y Valeria. Ellos era sus mejores amigos y eso es algo de lo cual siempre estará agradecido infinitamente.

Ethan se quedó dormido en brazos de Jack, cuando Valeria llegó con las pruebas de embarazo se encontró con esa tierna imagen. Pero necesitaban salir de dudad cuanto antes, porque las cosas con ese hombre se podrían poner color de hormigas.

Ethan tomó las pruebas de embarazo desde que las vio en las manos de su mejor amiga. Mientras más rápido sea todo mejor. Valeria lo ayudo con las pruebas de embarazo y luego lo dejó solo en los que los resultados estaban.

—Ethan va a estar realmente triste si esas pruebas salen negativo — Jack mordió su pulgar — Si Ethan se llega a enterar de que nosotros tuvimos algo que ver en eso de las pastillas..., nos odiara de por vida.

— Eso lo sé, pero era lo mejor hasta ahora — negó con la cabeza — Ethan no puede seguir tomando esas pastillas o mejor dicho ninguna de ellas..., no es la primera vez que eso sucede y tengo miedo de que las cosas se salgan de control si las sigue tomando de esa forma. Ethan no tolera esas pastillas en su sistema y eso puede ser malo.

La puerta del baño se abrió después de unos diez minutos y un Ethan nervioso se hizo presente en ese lugar. El primero en ir con él fue Jack, un suspiro lleno de alivio escapó de los labios de este al ver los resultados.

— No estas embarazado, Ethan — su voz detonaba felicidad, la cual Ethan no correspondió — Es una buena noticia, Ethan...

— Quiero estar solo, por favor — su voz sonó rota — Salgan de aquí..., voy seguir durmiendo por el resto del día.

— Ethan...

— Ethan, nada Valeria. Los escuche en el baño — suspiró, pesadamente — Ahora quiero estar solo, por favor. Cuando necesite algo de ustedes los llamo.

Ambos salieron de allí dejando a Ethan llorando. Pero, antes de salir tomaron las pruebas para que no hayan sospechas de nada en esa habitación. Ambos pensaban que habían hecho lo correcto, pro al ver el rostro de su mejor amigo algo dentro de ellos se removió al darse cuenta del error que cometieron.

En la parte de atrás Jack le pasó las pruebas a Michael y este solo le sonrió y entendió el mensaje sin la necesidad de hablar. Una vez que las cosas estaban en su lugar, regresaron a la casa en el momento en que la limosina presidencial era estacionada como de costumbre en la entrada de esta.

La puerta de la casa fue abierta y el morocho entró junto con Thomas y Ian después de un largo día de trabajo. Las elecciones eran en menos de tres días y ellos necesitaban despejarse un poco.

Valeria fue rápidamente hacia donde estaba Thomas, quien la recibió con los brazos abiertos. Ian miró hacia todos los lados de la sala y frunció el ceño cuando no encontró a Ethan por ningún lado.

— ¿Dónde está Ethan? — se quitó el saco.

— Está durmiendo, hoy se levantó con malestares en el estómago — dijo Jack nervioso — Pero ya está mejor, señor.

Ian asintió y fue hacia la habitación que compartía con Ethan cuando estaban juntos en esa casa. Ian vio como el menor dormía en medio de la cama de forma pacífica desde donde estaba parado. Se acercó a la cama después de cerrar la puerta con seguro. Su ceño se hizo más notorio al ver pequeñas gotas de lágrimas en sus mejillas.

Se subió a la cama, después de quitarse los zapatos. Tocó el rostro de Ethan buscado algún signo de que algo le hubiese pasado, pero no vio nada fuera de lo normal en la habitación.

Ethan se dio la vuelta para cuando sintió al mayor y luego lo abrazó por la cintura dejando caer su cabeza en el pecho de este. Ian aun confundido por la actitud de Ethan lo abrazó acercándolo más a él. Estaba realmente confundido por la actitud de Ethan, pero no dijo solo abrazó.

— ¿Qué tienes? ¿Por qué estas llorando? — acaricio su cabello y Ethan negó con la cabeza.

—No es nada, amor. Es solo que en estos días no me he sentido bien, eso es todo — le sonrió sin mostrar los dietes — Es raro verlo por aquí en estos días, Valeria y Jack me dijeron que están próximas las elecciones del país.

— Un poco de libertad no le hace daño a nadie — se encogió der hombros sin dejar de acariciar el cabello de Ethan — Hace unos días mis amigos me dijeron que me estaba ablandando demasiado contigo, Ethan — Ethan no ocultó su asombro cuando escuchó su nombre salir de los labios de Ian y eso no paso de desapercibido por el alfa — Pero algo dentro de mí me dice que debo de ser bueno contigo y eso no me gusta para nada.

— ¿Me hará daño? — dijo, con miedo y Ian soltó un suspiro lleno de pesadez.

— Aun no sé qué hare contigo, Ethan. Tengo tantas cosas en la cabeza que ya no sé qué pensar — lo apretó más a su cuerpo — Pero de algo estoy seguro es que no te hare daño a menos que tú me hagas hacértelo.

—Nunca haría algo de lo cual usted pueda enojarse conmigo, amo. Nunca pensaría en algo así — besó el pecho del mayor.

— Eso espero, Ethan. Ahora solo duerme que esta será la última noche que pasemos juntos antes de las elecciones.

En otra habitación estaba la hermosa chica de ojos de diferentes colores acostada en la cama en espera de que su amo saliera del baño. Estaba realmente asustada porque este tenía bastante tiempo en el baño y aun no salía. Lo único que podía escuchar eran ruidos extraños en el baño, pero tenía mucho miedo acercarse y que este se enojara con ella después.

Después de una larga espera Thomas salió del baño con unos pantalones de chándal y con el torso desnudo, sus mejillas se tiñeron de rojo al verlo con todo los tatuajes que tenía en la piel. Era raro no verlo siempre con otra ropa para pasar el rato en la casa. Las pocas veces que lo había visto de esa forma era cuando tenían relaciones.

Se sentó en la cama estilo buda en espera de que este le dijera algo, pero nada pasó. Solo se subió a la cama y se sentó enfrente de ella mirándola a los ojos sin decir una sola palabra. Esa mirada que tenía el mayor con ella la ponía extremadamente nerviosa.

— Quizás viste las noticias o quizás no lo hiciste, pero ya no estoy casado desde hace una semana — Valeria lo miró sin entender, pero de todas formas asintió — La verdad de todo es que mi ex esposa y yo ya no congeniamos en lo más mínimo y eso es algo de lo cual ya no pude soportar por más tiempo.

Ella no entendía nada de lo que él le estaba diciendo, eso era algo de lo cual ella no tenía nada que ver. Al fin y al cabo ella solo su esclava y nada más o eso era lo que él siempre le dejaba en claro cuando estaban juntos en la cama o alguna parte de esa habitación.

— Me divorcie de ella porque me di cuenta de que me gusta alguien más — él se notaba nervioso por las palabras que iba a decir, pero había durado tanto tiempo en el baño pensando en aquellas palabras que ya no había vuelta atrás — Antes no creía en eso de las almas gemelas, pero me di cuenta que si existen después de todo.

— No entiendo nada de lo que me está diciendo, amo. ¿Qué tiene que ver conmigo?

Thomas tomo sus manos con cautela y luego le sonrió de lado acercando su rostro al de ella. Miró sus labios aun con la sonrisa y luego le susurró:

—Tú eres mi alma gemela. Con la única persona con la cual deseo pasar el resto de mi vida es contigo — después de decir esas simples palabras la besó.