Ian estaba al lado del menor en una clínica privada, había salido disfrazado bastante bien ese día para que nadie lo reconociera y que todo se fuese a la mierda. Aunque, bien podía dejar que alguno de sus trabajadores fuese con el omega, pero como es una cabeza dura, no dejó que nadie fuera con él omega.

El mismo doctor que había estado al pendiente de su salud por largos años ahora iba a poner todo su empeño en Ethan por orden del alfa.

Justamente ese día Ian tenía que dar la cara ante todo el país, y también pondría su plan en marcha para acabar con su hermano antes de que él lo hiciera. Solo tuvieron que esperar unos cuantos minutos antes de que el médico entrara regalándoles una pequeña sonrisa a ambos.

Se colocó la bata y unos guantes indicándole al alfa que colocara al menor en la camilla para hacerle los estudios correspondientes por el momento.

Ian tomó a Ethan en sus brazos y lo colocó en la camilla quitándole la sudadera que traía. Después de un rato, el doctor se acercó a ellos con un gel y lo esparció por el vientre poco abultado de Ethan.

Ethan se mantenía en silencio, escuchando como la respiración de los dos alfas en esa habitación llenaba el aire y sus nervios estaban a más no poder porque en verdad quería saber que estaba pasando o al menos poder ver algo en ese momento.

— Bien — comenzó a decir el doctor — Al parecer el embarazo de Ethan será más rápido de lo que pensamos, señor — movió un poco el sensor.

— ¿Qué quiere decir con eso? — Dijo, confundido — ¿El embarazo de Ethan no será como cualquier otro?

— Así es — asintió — Por lo visto su omega tiene dos meses de embarazo normal, pero según esto tiene apenas unas dos semanas si no me equivoco desde que pasó su celo.

— Así es — frunció los labios — Pero se supone que deben de pasar al menos setenta y dos horas para que el espermatozoide de un león haga efecto en un omega.

—En Ethan no — negó, con la cabeza sin despegar la vista del monitor — Ethan es un híbrido, tiene genes gatunos como de zorros lo que hace que todo sea más rápido. Los gatos tienen a sus crías en sesenta y cuatro a sesenta y siete días. En cambios los zorros tiene la gestación aún más rápido — se dio la vuelta — Ellos tienen a sus cachorros de cuarenta y nueve días a cincuenta y ocho..., por esa razón es que el embarazo de Ethan será un poco, para no decir que será rápido, avanzado.

— ¿Cuánto tiempo cree que tarde todo? — Miró al omega — ¿Sera más rápido?

—El embarazo de Ethan será de no más de cuatro meses — volvió a ver el monitor — Los genes de Ethan no son igual que los de los de la jerarquía y eso lo comprobé cuando vi su cola y cuando me mostraron los resultados de sangre que le hicimos hace unos días — se pasó la lengua por los labios — Los genes de Ethan no son normales y de eso es testigo su cola, es más larga y cada vez que la mueve cambian sus arterias de posición lo que indica que Ethan es un hibrido no muy desarrollado.

— ¿Qué quiere decir con eso? — preguntó Ethan, sin entender — Siempre me han dicho que mi cola es larga e incluso un poco pesada.

— Tus orejas, Ethan — señaló —Tus orejas son de la jerarquía felina de los omegas y alfas. Es la única parte de tu cuerpo que se tiene un lugar en todo esto..., así que solo tienes poco menos de cuatro meses de embarazo.

— ¿Hay riesgos de que algo salga mal con el bebé?

— Los — corrigió — Son dos bebés o quizás tres o cuatro..., aun no se sabe — dijo, como si nada.

— ¡¿Qué son más de uno?! — gritaron, al mismo tiempo.

— Es algo de lo cual deben de saber, tanto como los gatos y los zorros tienen más de una cría — puso los ojos en blanco.

— Estuve pensando en hacer la operación de Ethan estando embarazado...

— No le pasara nada — les sonrió, amistosamente — La operación es en la vista y si me lo permite todo puede hacerse en una semana para que nada le pase a los bebés — suspiró — Es mejor hacerla ahora que los genes de Ethan están pequeños y poco formados.

Ian no dijo nada, sabía que los genes de Ethan no pertenecían a la anarquía solo por ser un hibrido. Además, Ethan tenía ciertas cosas que lo hacían diferentes a los demás.

Después de unas dos horas más Ian salió junto con Ethan dl lugar, pero el omega fue en otro vehículo porque Ian tenía una conferencia de prensa ese día. Sus amigos le hicieron miles y un millón de preguntas acerca de cómo iba el embarazo por lo que solo respondió las que podía.

Jack hizo que se sentara en el suelo frente al televisor para escuchar el discurso de Ian sobre algo que cambiaría todo el país. Ethan estaba muerto de miedo sin saber porque, pero aun así siguió escuchando todo hasta que Ian apareció en la pantalla.

— ¿Qué creen que diga? — Preguntó Jack, comiendo un poco de su papas fritas — Thomas se ve sexy — Valeria miró a Jack sin entender a que vino ese comentario — Tenía que decir algo suave y después dar el cañonazo.

— Eres un omega muy hormonal — negó Ethan, con la cabeza — Pero no estoy seguro del todo.

— Creo que ya va decir que nos vamos a morir todos.

Ethan solo negó una vez más y Valeria no se contuvo dándole un golpe en el estómago sacándole casi todo el aire que tenía en los pulmones.

— El día de hoy se les convocó a esta conferencia de prensa la cual será breve — miró varias cámaras — Por más de un década y media he sido el presidente de este país..., todos ustedes me han elegido como tal durante años porque creen en mí y en mi mandato y eso es algo de lo cual voy a estar agradecido de por vida — miró los papeles en el podio — Pero ese no es el caso — subió la mirada — Este día diré unas palabras que dijo un antiguo presidente de este país — sonrió de lado — Joaquín Balaguer* dijo que la constitución es un papel que podía romperse en un parpadeo si alguien quería quedarse en el poder por un tiempo indefinido.

Los murmullos en el lugar no se hicieron esperar en el lugar y más aún cuando levantó el papel que era nada más y nada menos que la antigua constitución que había escrito el primer mandatario y que en esta imponían que cada veinte años de estar como líder del país debía ceder a todo a otra persona.

— Es momento de hacer lo que este país en verdad necesita — rompió el papel en dos — Bienvenidos a un nuevo régimen el cual yo lidero — siguió rompiendo una vez más el papel de la constitución — Es momento de cambiar las cosas en este país y comenzare con mi hermano y mi esposa — miró a la mujer y le hizo una seña para que se acercara — Eres la mujer más vil que he conocido en toda mi vida y aun así estoy contigo y eso es algo de lo cual siempre te estaré agradeció de por vida, amor — le sonrió, con cinismo — Y por eso mi amor es igual que mi sonrisa en este momento — entrelazó sus dedos — Gracias por darme la idea de hacer todo esto.

— Yo no dije que hicieras nada de esto — susurró Jessica, por lo bajo — No puedes estar hablando en serio, Ian.

— Estamos juntos en eso hasta la muerte, amor — le guiñó un ojo y acercó sus labios al oído de ella — Si yo caigo tu caes por perra — besó su mejilla — Ahora sonríe como si mi hermano estuviese contigo ahora y no yo... o mejor aún, hazlo lo mejor que puedas.

—El país necesita algo mejor que tú — sonrió, sin mostrar los dientes a las cámaras — No mereces nada de lo que te han dado después de la muerte de tus padres, Ian.

— Cariño, esto es solo el comienzo de todo — besó sus labios — Las cosas desde ahora cambiaran a partir de hoy y es mejor que seas de lo más cuidadosa con las cosas que haces porque te mato y no me importa quién sea tu familia.

Jessica gruñó algo entre dientes y luego miró hacia las cámaras como Ian se lo había dicho sin rechinar, las cosas estaban saliendo como Ian lo tenía planeado desde hace rato. Sería difícil matar a Ian en su propio trono y más aun sabiendo que Jessica estaba de lado de su hermano.

Ian fue guiado hacia la salida del edificio con todas las cámaras siguiéndolo, tratando de seguirlo para saber más sobre el cambio que tenía Ian para el país ahora que por fin se había vuelto el dictador y que todos estaban detrás de él.

Subió a la limosina y vio como sus amigos los cuales estaban en diferentes vehículos. Thomas por su parte estaba solo, aun no estaba preparado aun para tener a alguien quien lo ayudara a fingir y Ian le dijo que tenía algo preparado para él dentro de poco.

Que solo era cuestión de tiempo antes de que todos en el país comenzaran a estar con ellos o en contra como estaba predicho.

Thomas estaba con su esposa, él que sabía cómo fingir muy bien todo con ella. Mostraba su mejor sonrisa ante las cámaras cuando estaban juntos y eso era algo de lo cual estaba agradecido.

— Dime todo lo que tienes en mente, Jessica — puso los ojos en blanco — Soy todo oídos.

—No sé cómo todo el país está de acuerdo con esto, Ian — comenzó al fin a decir — Tu hermano Edward encontrara la solución a todo esto y me reiré en tu tumba cuando mueras.

— La película no se llama así, amor — dijo, burlón — Creo que se llama escupiré en tu tumba parte uno y dos — estaba a punto de reírse al ver la cara que ella tenía — Las tipas son unas perras, no pueden negar que le gustaron cuando fueron violadas por más de cinco y en la parte tres no me gustó mucho fue un asco total.

— Esto es algo serio, Ian — gruñó — Solo te diré que Edward no es el único que está detrás de ti...

— ¿Qué mierda me estás diciendo, perra? — La tomó del cuello — En el mismo instante en que subía la pared de metal de la limosina — Tienes menos de cinco segundos para decirme que está pasando y quiénes son los que están detrás de mí.

— No puedes matarme, Ian... — tosió — Soy la primera dama de este país y tu esposa.

— Soy bueno matando gente y tú no serás la primera persona a la cual mate en mi vida — apretó más su agarre en el cuello de ella — Puedo matarte con mis propias manos y nadie se dará cuenta de que una perra murió en la limosina cuando estaba de regreso a la mansión que comparte con su esposo.

—No lo hare — Ian apretó más el agarre en el cuello de Jessica — No sé mucho d ellos, pero Edward hizo un trato con alguien que se hizo llamar los trinitarios — Ian aflojó el agarre — Ellos son los que están ayudando a tu hermano por si algo sale mal.

— Esa mierda dejó de existir desde hace miles de años... — se sentó en su lugar — No sabes nada.

— Lo sé, pero se creó otro grupo que en verdad sigue los pasos de tu hermano desde hace años..., desde que eres presidente.

Ian soltó un gruñido lleno de furia, era lo único que le faltaba para que toda la mierda siguiera, pro tenía la información que deseaba por el momento.

— Espero que maten a ese omega con el cual me has estado siendo infiel — dijo, entre dientes y Ian soltó una carcajada.

— Al menos ese omega me da buen sexo no como tú perra arrastrada — suspiró — Además, los dos nos hemos estado portando de infieles..., te recuerdo que se me tu historial de perra.

— Solo sé que las cosas no te saldrán como crees, Ian.

— Créeme que ahora todo saldrá mejor que nunca — se encogió de hombros — Es mejor que seas una buena esposa y le sonrías a las cámaras hemos llegado a nuestro nido de amor.

Jessica respiró varias veces antes de tomar la mano del chofer y salir del vehículo. Ian salió arreglando su saco y mostrando una sonrisa llena de superioridad ante todos en ese lugar.

En otro lado estaba Edward rompiendo todo a su paso. Es increíble como su hermano siempre estaba un paso delante de él. Ahora las cosas daban un giro total a todo, Ian se volvió el máximo mandatario del puro país que él debería de estar gobernando. Solo esperaba que sus padres se pudrieran en el infierno por siempre escoger al Ian antes que él en todo.

Se frotó el cuello varias veces para no entrar en crisis y perder todo en un movimiento en falso porque estaba a nada de matar a alguien.

Miró los papeles en la mesa, los cuales ya no le servían de nada. Debía der volver a iniciar todo de nuevo sin dejar el plan B atrás. Ian iba a morir y él se iba a encargar de eso aunque sea lo último que haga en la vida.

Miró las cámaras de seguridad para ver a sus hombres custodiando la casa como lo había ordenado. No quería ver aun a los trinitarios y menos si no tenía un plan que acabara con ellos.

Debía de hacer algo lo antes posible, Ian ya era un hombre muerto y él se iba a encargar de eso lo antes posible.