La semana en la que Ian se pasó de fiesta en fiesta celebrando su triunfo fue la mejor de todas. No obstante, sentía que algo le faltaba y que ese algo tenía unos hermosos ojos azules como el cielo con unas pequeñas nubes a su alrededor y eso le hacía sentirse frustrado de sobremanera cada vez que alguna omega de cualquier raza se le acercaba.

El necesitaba a ese hibrido con él.

Thomas y Thomas le decían que solo era cuestión de unas semanas más antes de volver a la misma rutina de siempre, pero estaba seguro de que fracasaría si seguía de esa manera. Esa noche tenía otro viaje fue del país, y eso lo estaba volviendo loco de sobremanera.

Estúpido omega de ojos lindos que lo volvían loco con cada cosa que hacía o que decía.

El viaje que tenía programado era en china, no sabía el tiempo que tendría que pasar fuera del país por lo que Ethan se quedaría lejos de su alcance una vez más. Thomas y Thomas no paraban de decir cosas a susurros cada vez que se acercaba a ellos, esos dos tenían algo que no le gustaban para nada.

Los vio con los ojos entrecerrados cuando hicieron silencio una vez que entró a la habitación en la que todos esperaban su llegada. Se cruzó de brazos cuando estos le dieron una sonrisa llena de inocencia que ni la persona más estúpida se los creería por nada del mundo a esos dos estúpidos.

Solo negó con la cabeza y siguió su camino hacia la salida del lugar con ellos siguiéndoles los pasos. De inmediato, la prensa se lanzó hacia ellos como manadas en busca de alguna noticia. La ex esposa de Thomas fue encontrada muerta hace tres días y todo apuntaba que se había suicidado por depresión después del divorcio algo que causó que todas las cámaras cayeran sobre Thomas una vez que encontraron su cuerpo.

No obstante, no podía dejar de haber personas que dijeran que solo fue cosa del primer vocal del país y de nadie más. Thomas era el único causante de todo lo que le pasó a su ex esposa. Y más aún, algunos decían que había sido él, quien la mató para no tener que darle nada de nada de su dinero ya que se figuraba ante todos que Thomas tenía una amante y que solo era una cara bonita en la política y nada más.

Esto enfureció tanto a Ian que poco a poco cada uno de las personas que han hablado mal de Thomas está debajo de la tierra con una bala en la garganta y con múltiples torturas. Nadie habla mal de su mejor amigo al menos que sea él y nadie más.

Thomas estaba más que listo para matar a cualquier persona que se ponga en su camino, pero tenía que pensar con la cabeza fría quiera que todo saliera como lo tenía planeado Ian desde hace un tiempo.

Ian casi mata a uno con una de sus miradas cuando este le preguntó sobre su esposa y si planeaba tener hijos pronto con ella a lo que él le respondió que solo el tiempo y Dios decidirá si tendrá hijos con la mujer con la que estaba casado, después de todo era hora de que ella tuviese a su primer hijo si quería mantener la boca cerrada de las personas curiosas del país. Se quitó la chaqueta una vez que ingresó a la limosina seguido de Thomas y Thomas, al fin estarían solo por las próximas horas de viaje a ese maldito país.

Esos dos ya estaban cansándolo con sus malditos secretos, ya era hora de poner las cosas en su lugar. Estaba a punto de hablar cuando la limosina se detuvo en medio de la nada. Su mirada se dirigió hacia el frente donde vio a tres figura moverse con agilidad o mejor dicho dos de ellas porque una estaba siendo conducida con paciencia por todo el lugar.

La peculiar cola que se movía de un lado a otro mientras caminaba le era conocida, quizás ya se estaba volviendo loco pero era idéntica a la cola de Ethan. Y si, era esa jodida cola la se movía con suavidad hacia donde estaban con esos dos chicos y un par de guardias detrás de ellos.

Ian salió rápido de la limosina en el mismo instante en que la cabellera de Ethan llegó a su campo de visión, le pareció tierno verlo con las mejillas rojas como un tomate por el frio de la noche y su nariz con el mismo tono, pero aun así se veía tierno y follable. Su cabello estaba revuelto como si tratara de buscar alguna forma en la cual pudiese estar en un solo lugar, pero era imposible con el clima de invierno en ese lugar.

Las oreja de Ethan se pusieron en alerta una vez que percibió el olor de su amo cerca de él y una pequeña sonrisa se vio en sus finos labios cuando este estuvo cerca de él. Los brazos del mayor lo rodearon por los hombros y él no dudo en abrazarlo sin medir una sola palabra. Sus amigos le dieron el espacio necesario para ellos dos. Solo estaban Ian y él en medio de la nada dándose un abrazo el cual les había hecho falta.

Ahora más que nunca Ian debía de poner en marcha el plan que tenía en mente si quiera que las cosas no deslieran de control con su hermano y que este dañara todo lo que había construido durante años de prácticas, de mover las piezas necesarias para mantenerse en el poder como hasta ahora.

— Lo extrañe micho, amo — Ethan ronroneó, hundiendo su nariz en el pecho del mayor — Pensé que se había olvidado de mí.

— Nada de eso — acarició su cabello — Sabes que esa semana para mí ha sido un casos total con todas las cosas de las elecciones y demás. Pero, eso no quiere decir que no me preocupe por ti — dejó un beso en su coronilla — Siempre estoy pendiente de ti y de cada cosa que haces, menos de esto. ¿Por qué tus amigos irán con nosotros a china al igual que tú?

— El señor Thomas nos dijo esta mañana que saldríamos del país otra vez con ustedes, pero que era una sorpresa para usted sino le decíamos nada de nada — mordió su labio — Tampoco nos dijo que usted no sabía nada, ¿Hice algo mal al venir? — Ian en ese momento se preguntó si era que ese niño era estúpido o inocente por la forma en la cual estaba hablando. Era jodidamente tierno y eso que apenas tenía dieciocho años.

— Nada de eso — Ian pasó unos brazos por uno de sus hombros — Eres muy tierno al pensar eso, omega, y eso me gusta de ti — soltó una pequeña risa cuando las mejillas de Ethan se tiñeron e rojo después de decir esas palabras.

La voz de Thomas desde la puerta de la limosina le hizo rodar los ojos, debía de irse rápido de ese lugar o sino llamaría la atención de las personas del lugar y lo que menos quería era ensuciarse las manos de sangre con esos campesinos en plena noche de invierno.

Tomó a Ethan de la cintura y lo guió hacia donde estaban los demás esperándolos. Las mejillas del omega estaban más roja que de costumbre en ese momento ye so le hizo a Ian ponerse más duro de lo que ya estaba ese día y eso no era para nada bueno para el omega si seguía de esa forma en la cual caminaba de un lado a otro sin importarle los demás. Puto omega incesable e inocente. Aunque, Ethan no tenía idea de lo que sus movientes sin intensión alguna estaban haciendo con el alfa a su lado.

El camino hacia el aeropuerto privado del presidente estaba muy cerca de donde ellos estaban, por lo tanto no les había tomado mucho tiempo llegar al lugar y bajar como si nada e irse al avión el cual ya estaba listo para ser abordado por los demás. Este sin duda era mucho más grande que el de la vez anterior por lo que supusieron Valeria y Jack que iba hacer un viaje muy largo a otro lado del mundo y eso les parecía muy interesante.

Subieron al avión con ayuda de los mayores y fueron a sus respetivos lugares para tomar asientos, pero estos no se los permitieron dijeron que debían e irse a dormir porque sería un viaje muy largo y eran muchas horas sin escalas en avión hasta la china. Jack soltó un chillido que casi deja sorda a la pobre de Valeria, no era que ya tampoco iba a gritar sino que Jack se le adelantó ante todo y casi la deja sorda. Por lo tanto se ganó un golpe por parte de ella, quien corrió hacia Thomas y se trepó en su espalda cuando Jack intentó hacerle algo.

Valeria sabía que Thomas haría algo en contra de Jack si este intentaba algo contra ella por que fue muy astuta en correr hacia él y sacarle el dedo del medio.

En otro lado, cuando todos se fueron a dormir a sus respetivos lugares. Si claro, Ethan y Ian estaban en una pequeña cama en la cual fácilmente podían caber dos personas del tamaño del omega, pero no del de Ian.

El omega estaba sentado a horcadas sobre el mayor mientras este devoraba sus labios como si fuera la única cosa buena en todo el avión. Después de que el avión despegó, había arrastrado al menor hacia la habitación que tenían asignados y no había dejado de besarlo como si nunca lo hubiese hecho en toda su vida.

La camiseta que Ethan tenía anteriormente en su cuerpo al igual que los panteones estaba en algún lugar de la habitación al igual que la ropa del mayor que estaba esparcida por el suelo. Lo único que los estaba cubriendo a ambos era su ropa interior. La ropa interior de Ethan era totalmente en lencería, Jack y Valeria lo habían convencido de que debía de verse bonito cuando Ian lo viera esa noche y así podía quitar la cara de amargado que tenía por una sola vez en su vida.

Ahora estaba soltando lubricante a montones en su entrada y tenía miedo de algo que estaba pasando por su mente desde esa mañana y era que si el celo de Ian había pasado o si solo estaba esperándolo a él para ser liberado de su cuerpo como les había dicho sus amigos.

Su cola se movía de un lado a otro a medida que el beso subía más y más de tono, los labios del mayor era la puta droga para él y eso le fascinaba a ambos.

— Amo... — gimió el pequeño omega cuando las grandes manos del mayor se adentraron dentro de su ropa interior y tomaron entre sus manos sus nalgas— Por favor...

— ¿Qué quiere el omega? — Dejó un beso en su mandíbula y cuello — Dime que quieres y yo te lo daré, omega.

— Lo quiero a usted dentro de mi..., por favor, no sea tan malo — mordió su labio colocando su cabeza hacia un lado y dejado vía libre al mayor de hacer lo que deseara con su piel.

Ian soltó una risita pero tampoco se hizo el del rogar con el omega, tenía que hacerlo rápido o sus pene iba a ponerse más duro de lo que ya estaba por ese omega que no parama de moverse sobre él de forma insinuante y nada más. Movió solo un poco la lencería del menor e hizo que este se penetrara logrando que ambos gimieran de puro placer.

Ethan soltó un jadeó cuando en la primera embestida Ian tocó ese punto dentro de él. Era fascinante la forma en la que el mayor lo sostenía por las caderas y lo ayudaba a subir y a bajar sobre su miembro.

Ethan echó la cabeza hacia atrás cuando Ian se dispuso a morder cada parte sensible de su cuello como si eso fuera la única cosa que en verdad fuera interesante. Soltaba pequeños gemidos para que los demos no lo escucharan pero estaba fallando Ian hacia cualquier cosa para que Ethan gimiera cada vez más alto llevándolo a la locura.

Al día siguiente la misma rutina para Ian se repitió con la única diferencia que ahí es estaba sobre la pequeña coma con el oji-azul durmiendo sobre su pecho en lo siento el revisaba algunas cosas en su teléfono que su secretaría le había puesto ese día para que nada se le olvidara.

Pasaba una de sus manos por la espalda del chico hasta detenerse en su cola la cual se erizó cuando sus manos comenzaron hacer un pequeño masaje sin la necesidad de lastimarla.

La respiración del ojo-azul se volvió muy liviana por lo que Ian supuso que estaba despertando o que ya lo estaba.

— ¿Has dormido bien? — preguntó Ian, sin dejar de ver su celular y Ethan asintió.

— Si, dormí bien, amo — mordió su labio y volvió a cerrar los ojos soltando un ronroneo por las leves caricias que su cola estaba recibiendo.

— Eso me alegra, omega — dejó un beso en su cabello — Estuve pensando en algo — dejó su celular aun lado viendo vio el mensaje de su esposa.

— ¿En qué estaba pensando? ¿Es algo sobre mí? — murmuró, un poco nervioso.

— Es sobre ti, pero mi es nada malo — rió un poco — Es algo de lo cual puedes sacar mucho provecho si todo sale como espero.

— ¿Qué estaba pensando?

— Estuve pensando en pagar una operación para que puedas volver a ver.