Algún momento de nuestra existencia haremos click, el mío desde hace tiempo había aparecido, había tenido el placer de sentir, escuchar ese click.

Adam Smit, lo provoco porque aunque intenté mil veces olvidar la historia que formamos no podré, tal vez eso me vuelve masoquista, pero sin duda el se convirtió en mi primer amor.

El primer amor no es el mocoso que apenas y toca las mariposas, es aquel que te enseña lo que significa amar, odiar, celar, extrañar y con él pude experimentar esas sensaciones mágicas.

Pero hay almas gemelas que no están destinadas a estar juntas y se estrellan, eso paso nos estrellados contra el bucle que no permitió el juntos para siempre, al fin de cuentas Adam sólo es mi cruch de por vida...

Desperté contenta con unas altas expectativa de ese día, hasta que lo ví solo, ingrido jugando en su teléfono.

Mi enorme sonrisa desaparecía, lo que era común ahora cuando lo veía, ya no era alegría lo que traía.

Pero la vida sigue, así que pase como si nada no voltie a verlo y simplemente con cabeza alta llegue al salón, me rescote en una de la silla donde había dejado mi mochila.

Mis compañeros llegaban unos ancioso, por la tarde de hoy y otros prestando tarea.

-Zoe por que tan triste. Alce mi vista para encontrarme con Evelin una amiga.

-solo estoy pensando. Sonreí falsamente.

-bueno, y no sabes si Ada va avenir.

-yo creo que si.

-gracias.Con eso se fue.

La maestra llegó, la clase tomo su curso normal.

Recreo llegó y consigo un dolor de cabeza que no me dejó salir cosa que a decir verdad no me molesto.

El resto del día todo fue mejorando....