¿Recordáis que escribí por primera y última vez en este diario cuando recién cumplía 16 años? Bien. Porque ahora sigo teniendo esa edad, pero estoy más sola que antes. Madre ha fallecido, y que mis antepasadas me perdonen por decirlo, de una manera justa. ¡Ya había causado demasiados daños y problemas en una sociedad que a duras penas se sostenía! La asesinaron en una emboscada, durante una acampada de camino a una guerra. Aplaudan a quien lo hizo; eso sí que es 'prevenir antes que curar'. Sé perfectamente y soy consciente de que éstas no son las típicas palabras cliché de una niña tristemente huérfana. Pero yo ya lo era. No puedo decir que haya perdido el cariño de madre que ella me profesaba, porque no lo hacía, y no se puede perder lo que nunca se ha tenido. Quizás es lo que aquella princesa adolescente buscaba con su mirada perdida. Aún así, no todo son malas noticias *para mí*. He conocido a alguien. No es como que no lo conociera de antes, es el único amigo de la infancia que conservo; debería haber dicho que lo he reconocido. Simplemente, no lo penséis mucho, ¿vale? Es confuso. No sé porque hablo en plural. Ahora lo sé. Nunca dije que este diario fuera secreto o privado; no lo es. Pero a quien he reconocido, es a un amigo que hice cuando era muy pequeña. Él se llama Globgor. Si no hubiera sido a él a quien hubiera conocido ni ése fuera el lugar que provocaría la muerte de cualquiera mewmana común, no recordaría el hecho de que le conocí allí, en el Bosque de la Muerte Asegurada, y digo "común", porque yo soy excepcional. Y si bien eso es un atributo que todas las mujeres tenemos; en mi sentido, es muy diferente. Y hablaré de Globgor por no pensar en mis otros problemas, ya los pensaré en la próxima página. ¿Qué os puedo decir? Globgor es, ¡y si tenéis silla cerca; sentaos!, un monstruo. Pero no en el sentido figurado ni porque sea una mala persona, simplemente lo es, así como que yo soy mewmana. "Nacemos y morimos; pero nosotros mismos siendo seguimos", eso dice mi tía Margarita. Luego os contaré qué ha cambiado en mi relación con ella desde la muerte de madre, pero ha sido a mejor. A lo que voy, creo que me he enamorado de él (¿?). Perfecto, pensar en esto también me estresa. Lo dejaré por hoy, lo siento mucho. Bueno, tía Margarita se ha mudado al Castillo Butterfly. ¡Y eso me gusta! Nada como tener a la viuda y estéril esposa de mi difunto tío, que en paz descanse, y ya sabéis por qué no tengo primas. Pero no me molesta. Con mis primos por parte de padre, no me llevo bien, así que.. irá tirando. Tampoco es como que los conozca demasiado, ¿no? Pero mira cuánto me importa. A veces, lo poco, gusta, y lo mucho, cansa. Ese es mi triste caso. Ahora entendéis mi depresión. ¡Y también soy la Reina Interina de Mewni! Pero me coronarán mañana. Tía Margarita dice que no esté nerviosa. Es obvio que no será ella la que tenga todo el peso de un reino como Mewni y todas las miradas encima, y eso será por siempre. Vuelvo a desear que no todo fuera así. No dejaré de hacerlo, creo yo. Y encima mañana mi prometido estará conmigo toda la velada. ¡Oh, por Dios! Ya lo dije, ahora no puedo dejaros en el anonimato, pero os prometo que os lo contare. Sólo dadme tiempo, ¿sí? Ni yo creo que me vaya a casar con Emmett Lucitor. ¡Y sólo es por la voluntad de mi madre! Sí, ahí lo dejo, por si alguien dudaba de si ella me apreciaba algo ó no. La respuesta es que ¡no lo hacía en lo absoluto! Y si ésta es su idea de, como ella decía, "¡¡¡justiciaaaaaaaaa!!!", ¡es una idea estúpida! A ver, no me malinterpretéis, no es como que yo odio a Emmett, pero no puedo decir que lo quiero. Es un tipo que vive del aire. Y muy irascible. Más que se quite de la cabeza la idea de tenerme dominada simplemente con un grito ó un par de amenazas, porque se está equivocando de mujer, en ese caso. Ó ambos ó ninguno, Emmett. Ya te darás cuenta. Oíd, me sacia la sed de atención el acto de escribir en este diario, pero es como la decimosexta vez que tía Margarita me dice que me duerma ya, y me estoy quedando sin tinta y sin vasos de cafeína para resistir el sueñazo que me esta entrando, así que, mejor acabar aquí esta página. Mañana será otro día. Y repasaré los puntos que hoy he evitado.