Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Página 5

Los siguientes días hasta el viernes transcurrieron como una rutina: cada vez que yo salía de clases, me terminaba entreteniendo hablando con Lily o alguno de mis amigos y para cuando salía del salón escapandome de ellos ya habían echo desastre con las cosas de Alex.

Lo atormentaron incluso lanzando sus libros al inodoro. Alex había estado llorando en mi hombro e incluso se arrodilló frente a mí pidiendo disculpas por haber dañado las portadas que yo le había hecho a sus cuadernos. La verdad no me importó ni me molestó, en realidad, me hizo sentir dolor verlo arrodillado pidiendo disculpas por algo tan insignificante. Le dije que no me importa que las portadas se dañara, y que de hecho me alegra que quienes hayan resultado perjudicadas hayan sido unos simples dibujos que puedo repetir y no su cuerpo.

Sobre aquel pequeño cuaderno... no ha salido de mi casa, ha permanecido en el mismo lugar todo el tiempo. No lo leí y últimamente él no me lo ha pedido para escribir.

Viviendo esta mencionada rutina fue la forma en que llegamos al viernes, el dichoso día en que las cosas dieran un cambio drástico.

Eran más de las 7 de la mañana y todavía no había salido Alex de su casa. Mi pierna se movía de manera inquieta y desesperada, ¿por qué no ha salido de su casa?, ¿le habrá pasado algo?.

-¡Quédate tranquilo, me desesperas cuando te pones ansioso!-me reprendió mi madre con el ceño fruncido. Yo le mostré la lengua infantilmente-. Iker, no puedes desesperarte así. Tranquilo, Alex debe estar bien.

-¡No confío en esa gente!-declaré algo harto de esta situación-. Iré a verificar que esté bien.

Antes de que ella me detenga subí rápido a mi habitación, me asomé por la ventana deseando encontrar una señal sobre el paradero de Alex.

Su habitación no tenía nada fuera de lo común, el azabache se encontraba acostado en la cama jadeando y respirando con dificultad, su piel pálida estaba teñida de un rojo muy fuerte. Estaba claro que tenía fiebre. En eso, ingresó su mamá a su habitación, disimulé un poco mi vista hacia ellos.

-¡Parate, pedazo de mierda baboso. Es que eres un bastardo que no puede hacer nada bien!-le gritó ella jalando sus cabellos azabaches. Me quedé paralizado unos instantes al ver cómo Alex era obligado a levantarse de su cama enfermo y como caía al piso por la debilidad de su cuerpo. La mujer le pisó un poco la manos del azabache y se retiró de la habitación aún insultando a su hijo.

Alex no se movió, solo podía ver su pecho subir y bajar debido a su respiración, pero no se levantaba. No pienso quedarme esperando.

No me importa entrar a la fuerza a esa casa. Y espero no encontrarme con sus padres, porque si sucede, estoy seguro de que les rompería la cara con un solo golpe.

Bajé rápidamente las escaleras de madera encontrándome con mi mamá con una expresión entre preocupada y confundida.

-¡Ya vuelvo, luego te explico!-avisé antes de salir desesperado de la casa.

Caminé discretamente hacia la casa de los padres de Alex, obvio no entré por la puerta principal, sino que fuí hacia al patio trasero de la casa.

Alex me había dicho sobre la rutina de sus padres e inclusive las leí en su diario ya que también lo tenía plasmado ahí. Su madre abre todos los días la ventana que da al patio trasero de la casa, no hay mañana donde se aplique una excepción. Entonces por la ventana logré entrar a esa cárcel.

También es costumbre que todos los días su padre se ponga a leer el periódico en la cocina y su madre se dedicaba a cocinar. Sigilosamente me desplacé desde el umbral de la ventana hasta la sala, había una pared que separaba la sala de estar con la cocina así que no me verán.

Subí cautelosamente las escaleras, los escalones eran algo bajos por lo que pude subir dos escalones a la vez y llegué rápidamente al segundo piso. En la casa se oían un par de gritos de los padres, no había decoración en las paredes, ningún cuadro con alguna foto antigua colgada, nada.

Apenas entré a la habitación y ví a Alex, lo tomé en brazos estilo nupcial sintiendo como su piel emanaba un calor fuera de lo común. No tengo que ser un genio o un doctor para confirmar que él tenía una fiebre un tanto grave. Se aferró fuertemente a mi jadeando, sentí como quiso llorar, pero ahogó un sollozo en mi hombro. Revisé la habitación, con cuidado de no soltarlo, para comprobar que no olvidabamos nada.

Bajé nerviosamente las escaleras, no quería hacer ruido y tampoco quería que rodaramos escalera a bajo.

Decidí salir por la puerta principal simulando que era Alex quien solo se iba para la escuela. La fría brisa chocó contra mi rostro, todos mis nervios y dolor habían acabado, Alex ya no tiene ataduras, no tiene que depender de sus padres.

-Eres libre, pequeño-susurré en su oído apenas salimos del jardín frontal de esa casa que para Alex debe ser traumática de ver-. Por fin, renacerás de las cenizas como todo un fénix.

🌌📒📒🌌

''Nuevamente cumplo un año más de vida y un año más soportando este martirio de vivir con gente tóxica que es mala por naturaleza. Hace días ví una película donde un chico cantaba el Feliz cumpleaños y soplaba las velas solo con la compañía del pastel, sin sus padres y eso lo deprimía. No entendí porqué lo deprimió la situación, es decir, por lo menos tiene pastel a diferencia de mi que paso todo el día deseando que los gritos de mis padres no sean tan sonoros.

Todos los días es el mismo tormento, los mismos gritos, los mismos problemas. Siempre he deseado responderles gritando, pero siento que si lo hago me estaría rebajando a su nivel y jamás permitiré eso.

Mi cumpleaños es el 30 de Agosto, terminé siendo del signo zodiacal Virgo''.

Cerré el cuaderno habiendo leído lo suficiente por hoy. Por lo menos tengo un dato suyo, jamás olvidaré la fecha de su nacimiento dónde un negativo por otro negativo resulta dar un positivo. Oí los pasos del agente policial bajar las escaleras, me dijeron que para confirmar la versión de la historia que empleó mi mamá en su denuncia debían ver al menor.

El agente se dedicó a hablar unas cosas con mi mamá mientras yo subí las escaleras para ver el estado de salud de Alex. Hoy no asistimos a clases debido a todo lo sucedido en la mañana, yo estaba cansado y lo suficientemente preocupado como para no ir a la escuela y pues Alex tiene fiebre.

El agente había querido hablar a solas con la víctima por lo que desde hace rato no veía el estado de Alex. Cuando entré a la habitación, encontré al susodicho acostado en mi cama aún con su cara roja y en la frente tenía una toalla húmeda, caminé hasta el para sentarme a su lado y, posteriormente a ello, recostar su cabeza en mi regazo. Su temperatura no había disminuido.

-¿Que te dijo el agente?-indagué acariciando dulcemente su cabello. ¿Besarle la mejilla sería mucho?, bueno, tal vez me delate si lo beso ya que no es para nada común entre dos chicos con una amistad normal.

-Iker... no me siento bien-balbuceó él intentado levantarse, pero no podía por lo débil que se encontraba. Decidí acostarme a su lado abrazándolo. Él estaba así debido al estrés que lo hicieron pasar sus padres últimamente, el doctor al que acudimos dijo que solo con reposar bastaría para que se mejore. Pero aún así no puedo evitar preocuparme por él, lo amo demasiado.

🌌📒🎧📒🌌

Me desperté sintiendo un grave dolor en el cuello, no acostumbro a dormir sin almohada y de hecho no es sano, pero preferí dejarle mi almohada a Alex. Visualicé una melena azabache muy cerca de mi rostro, no habíamos cambiado la posición. Agradecí el sentir cierta humedad en mi cuello donde estaba su frente porque significa que él sudó la fiebre, es decir, ya no tiene.

Se despertó repentinamente y me miró con sus ojos cristalinos. Se levantó rápido y me abrazó haciendo que yo casi me cayera de la cama, él quedó encima mío aún abrazándome.

-¡Gracias, en serio gracias!-exclamaba llorando por diversas emociones, supongo que el sentimiento que domina su sistema es la gratitud. Se me escaparon unas lágrimas por verlo así de eufórico, correspondí fuertemente su abrazo y no pude evitar sollozar.

-No llores-pedí. Ambos éramos un desastre llorando. Sentí como mi madre aparecía de la nada y nos envolvía con sus cálidos brazos, no sé en qué momento entró a la habitación, pero me alegra que esté a nuestro lado.

🌌📒🎧📒🌌

Cuando arrestaron a los señores Castillo, no maldijeron ni forcejearon, tal vez porque sabían que eso podría aumentar su condena. Mi mamá fue la única que asistió al juicio como testigo ya que ella personalmente pidió que no involucraran más a Alexander Castillo. Fueron arrestados por múltiples delitos así que no los veremos por bastante tiempo, al señor Jacob Castillo (padre de Alexander) le dieron cadena perpetua sin derecho a libertad condicional ya que también manejaba drogas y estaba involucrado con la mafia. A la señora Rosa Rojas (mamá de Alexander) le dieron más de 30 años pues tenía varios delitos menores como la omisión de los delitos de su marido o robar. Ambos en serio eran unos dementes.

No entiendo cómo tales demonios tuvieron un angel de corazón puro. Me extrañó el hecho de que ninguno de los padres de Alexander tenían ojos de color miel, tal vez lo heredó de algún abuelo o no sé.

El azabache solo hablaba conmigo, aún no le decía ninguna palabra a mi progenitora a pesar de los esfuerzos por parte de ella para mejorar la comunicación. Le dije a mi madre que no lo forzara, que con el tiempo terminaría hablando. El sábado habíamos estado mudandonos de mi casa a un apartamento no muy espacioso, mi madre dijo que era temporal. Alex se sintió mal porque pensó que la razón de la mudanza había sido su presencia, pero mi mamá le aclaró que el cambió de hogar ya estaba pautado para ese día, aunque yo no sabía nada.

El apartamento está conformado por una cocina que dentro tenía la mesa del comedor, la sala de estar con la que te cruzabas cuando ingresabas a nuestro nuevo hogar, tiene dos habitaciones y un baño.

La primera noche, Alex y yo nos habíamos quedado dormidos en el sofá así que no habíamos repartido las habitaciones. Supongo que tendré que dormir con Alex o en el sofá, luego lo resolveremos.

Era domingo, había decidido llevar a Alex a salir un rato. No como una cita, sino como una celebración sobre su nueva libertad.

-¿Listo?-cuestioné golpeando la puerta del baño. Yo ya me había dado una ducha y me había alistado para salir. Solo faltaba que Alex se duchara, se vistiera para yo cepillar su cabello y nos íbamos.

No se oía el sonido del agua de la regadera caer, supongo que se está secando el cuerpo o algo.

-No lo presiones que tú tardas 2 horas cuando te vistes-intercedió mi madre quien colgaba unos cuadros con fotos de ella y yo viejas en las paredes.

-Ok, mamá-acaté su petición y me senté en el sofá de la sala a ver televisión.

Al rato, Alex salió del baño cubriendo sus partes con una toalla envolviendolo desde la cintura para abajo. Por primera vez ví su pecho, en serio tiene una piel suave y pálida, aunque también tenía bastantes heridas y marcas rojas de golpes esparcidas por todo su cuerpo. Debo recordar decirle a mi mamá de llevarlo a la playa para que se broncee un poco, él es muy pálido y no creo que sea del todo sano.

Las cosas mías y de Alex estaban en una habitación mientras que mi mamá tenía la otra. Fue difícil empacar y desempacar todo en un día, pero no fue imposible.

A rato, Alex salió de nuestra habitación vistiendo unos jeans y una camisa manga larga negra. Yo también usaba unos jeans, pero con una camisa de mangas cortas azul. Mi vestimenta era más casual que él porque le pedí que cubriera todas sus heridas.

Parecía un niño pequeño con el cabello despeinado. Tomé el cepillo para peinar su lacio cabello. Se sentó en el suelo para tener mejor comodidad mientras yo arreglé su cabello.

-¡Listo, vámonos!.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro