Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Página 11

Mañana por fin sería el concierto, Alex y yo habíamos seleccionado la ropa que usaríamos. Mi mamá nos mandó a leer ciertas páginas de un libro de matemáticas y resolver varios ejercicios. Me toca ayudarlo porque ya ví todos los temas que a él le corresponde aprender.

Mi progenitora estaba fuera de casa trabajando. Alex y yo nos quedamos en casa dibujando y escribiendo.

—¿A qué huelo?, es decir, cuando me ves, ¿en qué aroma piensas?—consulté  repentinamente, desvié mi mirada hacia su rostro. Él soltó unas sonoras carcajadas.

—¿Olor?, ¿de que hablas?—rió tiernamente. Me encogí de hombros—. Bueno, si yo tuviera que ponerte un olor... sería el de la canela, me da la impresión de que tú olor característico es a canela.

Lo miré confundido—¿Canela?, ¿por qué la canela?.

—Por tus pecas, adoro esas pecas tuyas hermosas y por tu piel, simplemente me da la impresión de que tu aroma característico sería a canela—admitió tomando mis mejillas y pellizcandolas un poco, dolía como jalaba mis mejillas, pero era un dolor soportable y amistoso—. ¿Y que hay de ti?, ¿cuál aroma sería propio de mí?.

—Sencillo, tu aroma sería a la miel por tus hermosos ojos, porque eres dulce, porque me encantas—respondí guiñándole el ojo, ambos somos muy coquetos y provocadores con el otro. Hoy tomamos la decisión de conocernos mejor, empezamos a conocer datos curiosos sobre el otro y ha hacernos preguntas vergonzosas, queríamos conocer todo sobre el otro, saber absolutamente todo lo que vivimos todos estos años en que no nos conocíamos.

Hay algo curioso: la gente se acercaba a mí y me apodaba con una palabra referente a mi piel morena o a mi cabello rojo, pero Alex me confesó que mis pecas son mi mejor rasgo superficial, es la primera vez que una persona se fija más en mis pecas que en mi cabello.

—Eres demasiado dulce a veces, no entiendo cómo tuve suerte contigo—comentó con su cabeza recostada en mi hombro, cerró sus ojos y mis mejillas se pusieron rojas—. Desde que te conocí aprendí que esta vida puede ser muy buena. Todas esas experiencias con mis padres que hicieron que jamás quisiera hablar me marcaron, pero ahora... solo quiero hablar contigo, hablar siempre. He querido poder demostrarte como me siento más allá del beso o con palabras, es una sensación de querer transmitir todo.

—Tengo una forma en que puedes hacerlo—le comenté—. Bueno, hay muchas formas de expresar el amor, te quiero y te respeto demasiado así que no me aprovecharé de ti o de esta clase de cosas que dices. Podemos demostrar nuestro cariño mediante gestos o detalles, como el que te dí esta mañana, ese de consentirte trayendo tu desayuno a la cama y que así no tuvieras que levantarte.

—No tuviste que hacer ese gesto por mí—murmuró Alex.

—Pero es un lindo detalle que hice por el amor que te tengo—aclaré sonriendo—. Cosas así te servirían para demostrar el amor, mi angel.

—Mmmm... ¿pero que puedo hacer por ti?, ¡dime lo que sea que quieras, prometo hacerlo!, no me importa si quieres usarme para las labores que te tocan o si tengo que ser tu sirviente, ¡prometo cumplir bien la tarea que me asignes!—aseguró muy decidido.

—Hey... no eres mi esclavo o algo, deja de hacerte menos ante otros, no tienes menos valor que yo, incluso eres más bueno y valioso que yo—dije depositando un casto beso en su frente—. Solo quiero que seas feliz, no te pediré nada nunca, mi lindo amado.

Sin quitar la expresión hipnotizada que tenía comenzó a derramar lágrimas, automáticamente sequé todas esas gotas saladas que se deslizaban por sus mejillas. Verlo así me conmovió y me lastimó.

—Perdón, no estoy acostumbrado a los halagos y palabras tiernas—murmuró Alex. Besé los lugares donde estaban sus lágrimas sintiendo dicho sabor salado. El rojo se había vuelto un tono común en mis mejillas y en las de Alex. Me moriré de exceso de amor por él—. Me gustas mucho, eres la primera persona que decide ayudarme. Pero no me gustas solo porque me ayudaste, me gustas desde que te ví por primera vez hace un par de años. Desde ese momento que me sentí extrañamente atraído por ti, me dí cuenta... que eres algo así como mi alma gemela...

—También lo siento así—respondí sonriendo, él alzó la comisura de sus labios cálidamente—. Bueno, dejémonos de romanticismo antes de que me enamore mucho más de ti, aunque no creo que sea posible que te ame más de lo que ya lo hago. Iré a preparar la cena, no me tardo.

🌌📒🎧📒🌌

La noche transcurrió tranquila. Alex y yo jugamos Xbox, fue divertido ver cómo imitaba mi baile de la victoria cada vez que él ganaba. Asimismo nos dedicamos un poco a estudiar y practicar matemáticas.

Luego, Alex se dedicó a ver los más recientes dibujos y pinturas que hice. Por mi parte, me senté a leer algunos de sus escritos. Al principio me había negado a leerlos, pero me intriga saber más sobre Alex y termino leyendo siempre.

‘‘La felicidad, que ha sido tan inalcanzable y que siempre la he visto a la distancia sin poder sentirla, por fin había aparecido. La libertad que siento me tiene totalmente abrumado. Aquella habitación que consideré "mi refugio" por tantos años la he olvidado porque ni siquiera la necesito, es decir, no necesito refugio ya que soy libre. Ahora comprendo el significado de libertad. Siempre estaré agradecido con Iker, ha sabido cuidarme mejor que nadie.

Deseo crecer para no ser tan dependiente de él ni de nadie. Quiero poder volar en libertad al lado de Iker, tener un lindo final feliz’’.

—Alex...—llamé su atención. Él me miró expectante—una vez oí una frase que decía "los finales más felices vienen de los peores comienzos".

—Corregiré eso que escribí—anunció mi amado dedicándome una sonrisa—. Verás, yo no pido un final feliz contigo. Lo que quiero es iniciar una nueva vida llena de alegría contigo. No quiero un final, quiero un nuevo inicio.

—Awww... ¿te he dicho lo sentimentalmente tierno que eres?—inquirí rodeando su cuello con mis brazos. Ambos sentados en mi cama, sintiendo la calidez del otro, la fría y oscura noche era más amena y cómoda.

Como si el sol siempre hubiera brillado, como si las estrellas nunca se hubieran apagado, aquellos recuerdos que conservamos los sentíamos ajeno. Como si nunca hubiéramos tenido una trágica vida antes de conocernos. Solo éramos él y yo en tiempos de paz y alegría.

No teníamos peleas ni siquiera por el baño o por la comida, solo bromas. Ambos metemos las manos al fuego por el otro, por ende, siempre defendemos al otro cuando mi madre nos va a reprender. Si caemos, lo hacemos juntos.

Una parte de mí vive con el miedo de que nuestra relación se llegue a deteriorar, pero otra parte de mí me dice que eso jamás sucederá y que no importa que tan fuerte discutamos porque jamás nos enojaremos realmente con el otro.

También hablé con mi mamá sobre ir a casa de mis abuelos y aceptó ir en las vacaciones para allá, muero porque Alex conozca la granja de mis abuelos y también a mis familiares.

Alex y yo no salíamos de casa, varios de mis ex compañeros viven cerca. Si algunos de mis ex compañeros se cruzara conmigo, las burlas e insultos de su parte sobraran.

‘‘Las nubes grises siempre serán parte del paisaje de la vida, tienes la opción de solo mirarlas, o de mirar a otro lado donde estén nubes blancas. La tempestad puede llegar a hacer horrible, la lluvia puede derribar muchas flores a su paso, pero queda en cada flor si resistir hasta que el sol aparezca y florecer o dejarse ahogar.

Nada es perfecto, todo tiene lo bueno y lo malo. No me quejo de lo malo que suceda, estoy acostumbrado a sufrir. Además, se supone que todo lo negro y gris forma parte de la vida, muchas veces opacando lo blanco’’.

No pude seguir leyendo debido a que ya mis ojos se cerraban solos del cansancio, me he desvelado varias noches y mi mamá me tiene muy ocupado con las tareas. Estoy sumamente cansado, es mejor ir a dormir temprano.

🌌📒🎧📒🌌

La mañana llegó más rápido de lo pensado. Dormí bastante bien, más que nada porque dormí acurrucado con Alex como ya era costumbre. Luego de la típica rutina mañanera, me senté a desayunar con Alex y mi madre, la cual llegó a casa en la madrugada. El desayuno eran unas tostadas, un huevo frito y tocino. También había café con leche servido en las tres tazas sobre la mesa.

—Hoy es el concierto, ¿prepararon sus cosas?—habló mi madre antes de dirigirse una tostada a su boca para luego devorarla. Tragué la comida que se encontraba en mi boca para poder hablar. Seguro que si hablo con la boca llena, ella me dará un sermón.

—Sip, elegimos nuestros atuendos acorde al tipo de ambiente que habrá, llevaré mi mochila con ciertas cosas adentro—respondí sonriendo, Alex y yo fuimos los que equiparon la mochila.

Básicamente lo que había en el bolso eran puros caramelos y chocolates que Alex y yo compramos con mi dinero ahorrado. También guardé en la mochila algunas prendas de vestir mías, por si acaso sucede algo. Asimismo empaqué algunas cremas para quemaduras y otros tipos de herida por si le duele alguna herida a Alex. Oh y también metí en el bolso una baraja de cartas para jugar, un juego no muy grande de ajedrez y un juego de dominó. Definitivamente solo empaqué pensando en el bienestar y el posible estado de ánimo de Alex. No me gustaría que él la pasara mal.

—¿Y qué cosas empacaron?—indagó mi progenitora antes de tomar un poco de tocino con su tenedor.

—Es-un-se-cre-to—sonreí pícaramente. Solo le generé más desconfianza a mi madre. Ella es mujer de poca fé en ciertos momentos y en otras circunstancias es muy confiada.

—Iker, no me gusta que me guardes secretos—recitó ella—. Ahora dime qué empacaron.

Reí debido a su actitud, por afuera parece una madre que considera escarmentar a su hijo, pero por dentro se muere por curiosidad de saber cuántos dulces empaqué—Nada malo, mami. Solo varios de tus chocolates favoritos—dije.

Aún así, me gusta sembrar cizaña en broma de vez en cuando, solo para crear discusiones chistosas y peleas amistosas entre ella y yo. Eso sí, todo a modo de juego, no soy capaz de crear conflictos familiares serios, y de hecho, soy mejor solucionando discusiones.

—¡Jovencito, estás castigado!—sentenció ella—. No irás al concierto.

Hice puchero logrando que Alex se sonrojara, a ese lindo chico de cabellos negros le encantan mis pucheros—Mami, yo sé que le quieres dar mi boleto al agente sexy que nos ayudó con el caso de Alex, ¡pero tampoco debes quitarle el boleto a tu hijo!—le recriminé a mi mamá.

—Ok, Iker, basta de bromas y dímelo—ordenó ella.

—Solo algunas cosas, nada malo. Unos juegos de mesa, un poco de ropa y bastantes chocolates y caramelos.

—Bien. Bueno, los quiero listos a las dos de la tarde—avisó ella mientras engullía el resto de su desayuno. Ella es muy glotona a veces

🌌📒🎧📒🌌

Salí del baño con bastante prisa. Era la una de la tarde y mi mamá nos estaba apurando. Por suerte Alex se había duchado más temprano y solo tiene que cambiarse de ropa.

En mi habitación, me encontraba yo buscando mi ropa previamente seleccionada que estaba dentro de un cajón de la cómoda mientras que Alex se colocaba un suéter negro sobre su camiseta azul marino, también él llevaba unos jeans. En mí caso me puse unos pantalones ajustados negro y una camisa blanca, también me coloqué una gorra blanca en mi cabeza cubriendo casi todo mi cabello. Tomé mi mochila y me la colgué en el hombro.

Salimos Alex y yo del apartamento, abajo en la calle nos esperaba mi madre junto a un automóvil rojo que alquiló, ese carro lo tendremos en nuestro poder solo por hoy y mañana.

El de ojos miel y yo nos subimos a los asientos de atrás, mi madre iba de piloto. Encendió el carro y emprendimos camino al concierto. Mi madre aprendió a conducir hace años solo para fastidiar a mi aborrecido padre.

Al inicio del viaje empezamos a comer los chocolates, Alex es demasiado tierno al comer porque se parece a un lindo ratoncito ya que empieza a roer la comida, además, le brillan los ojos cuando come algo dulce.

—Eres como una ardillita o un ratoncito tierno—comenté riendo suavemente. Sus mejillas se acaloraron y tomaron ese color rojo que tan lindo le queda.

—¿Es por lo pequeño?—susurró un desanimado Alexander con la intención de que solo yo lo escuchara, pero inevitablemente mi madre también lo oyó y le sorprendió oír la dulce voz de Alex. Supongo que él se siente mal por lo escuálido y diminuto de su cuerpo. Le acaricié la mejilla como disculpa por hacerle pensar algo erróneo.

—Alex. Cuando alguien te llame pequeño, no te sientas mal, el mejor perfume y el veneno más letal viene en frasco pequeño—dijo mi madre mirándonos por el espejo retrovisor logrando que el menor y yo estallaramos en carcajadas.

Saqué dos caramelos de su envoltura correspondiente. El caramelo rojo era de fresa y el morado era de uva. Me comí el rojo y le dí el otro a Alex. Las envolturas yo las guardaba en uno de los bolsillos laterales de la mochila. Los labios de Alex se veían algo brillantes, morados y húmedos por el caramelo. No pude evitar tomar su mejilla y luego plantarle un beso en los labios, mi mano lograba cubrir cómo nuestros labios estaban unidos. Sentí el sabor de sus acaramelados labios y él sintió los míos. Nuestras mejillas ardían como todas las veces que nos fundíamos en un casto beso y nuestros ojos se habían cerrado automáticamente. Al separarnos solté una pequeña risita mientras él desviaba la mirada por la vergüenza.

—Te amo—susurré en su oído antes de darle un beso en la mejilla.

—Ajá, los estoy viendo, señoritos—comentó mi madre aguantando una risa mientras nos miraba por uno de los espejos del auto.

—¿Que?, no sé de qué hablas, Alex y yo solo nos estábamos secreteando unas cosas, no hacíamos nada—mentí sonriendo.

—¿Por qué no me contaron sobre la relación?—preguntó mi madre. Le dirigí una mirada momentánea a Alex, él obviamente no iba a hablar, eso era algo que me correspondía, solo que necesitaba su aprobación para formular una respuesta concisa, directa y que no incomode o creara malentendidos.

—Madre... amo a Alex con todo mi ser, nuestros sentimientos son mutuos. Sin embargo, debido a que creemos que aún hay cosas que falta por conocer del otro, no estamos en una relación. En el futuro planeamos ser novios y vivir felices, pero por ahora las cosas así—respondí con suma tranquilidad.

—Solo les pregunté el motivo de que guardaran dicha relación en secreto—aclaró volviendo a mirarnos fugazmente por el espejo retrovisor.

—Oh... sucede que él y yo esperábamos a tener entablada la relación para luego decírtela, eres algo indiscreta a veces—espeté riendo.

—Te abandonaré en la calle, jovencito—amenazó ella.

Alex me miró dubitativo, supongo que no está seguro de que mi madre se sienta cómoda con que su único hijo tenga novio. Mi mamá también se dió cuenta de los pensamientos del joven a mi lado y sonrió.

—Tranquilo Alex, no tengo derecho a juzgarlos, además, no me gusta juzgar en nada a la gente y, de hecho, los apoyaré bastante. Iker heredó lo comprensivo de mí—admitió la mayor haciendo que el menor desviara la mirada avergonzado. Le sonreí.

—Todo está bien—le aseguré logrando relajarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro